LA ALABANZA. La Alabanza y La Adoración - Comunidad Cristiana de Santiago. Escrito por Pr. Jerold Keeling Peck Domingo, 01 de Agosto de :00

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Irene Páez del Río
hace 6 años
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Cuando los ángeles rompieron con el silencio de cientos de años de la palabra de Dios en el momento que nació Jesús decían: Gloria a Dios! Gloria a Dios en las alturas!

1 Cuando los ángeles rompieron con el silencio de cientos de años de la palabra de Dios en el momento que nació Jesús decían: Gloria a Dios! Gloria a Dios en las alturas! Esto lo estaban esperando desde la caída de Adán para nosotros por siglos (para ellos unas pocas horas) pero estaban esperando este mega evento y cuando finalmente sucedió irrumpieron con esta expresión genuina angelical. LA ALABANZA. La alabanza y la adoración son producto y fruto de nuestra intimidad con Dios. Una persona que no ora, que no sabe meditar en su palabra, que no contempla su presencia y que no pasa tiempo con Dios, no sabe lo que significa estar enamorado de Él y, por ende, no sabe alabar y menos adorar. 1. No podemos pensar que a Dios le gusta nuestro canto si existe una coherencia entre lo que cantamos y lo que vivimos. Dios busca a los que le alaban en espíritu y en verdad. La alabanza tiene que ser una expresión del espíritu, del alma y del cuerpo, es decir, de la vida completa. 2. Nuestra existencia tiene sólo este fin: que seamos para la alabanza de su gloria y a medida que logremos seremos los seres más felices sobre la faz de la tierra. La alabanza es parte de una expresión colectiva y es el resultado de la meditación, la contemplación de las obras de Dios. Le alabamos por lo que Él hace. A veces nos parece que Él no hace nada, no vemos lo que está haciendo en el mundo todos los días, en nuestra vida todos los días. Las naciones, el hombre, los gobiernos y todas las demás instituciones de la sociedad están bajo el control de Dios. 1 / 5

2 Originalmente la palabra alabanza significaba relato o narración. Era relatar, contar, proclamar, declarar las grandezas de alguien o de algo. Entonces, alabanza es proclamar la grandeza de Dios, con esto ayudo a la gente a ver a Dios; es decir, le alabo en la conversación con mi vecino, con los compañeros de oficina o del colegio, en la intimidad de la familia y, también, en el canto cuando vengo a la comunidad. La verdadera alabanza es: - Un estilo de vida. - Una proclamación de la grandeza de Dios todos los días. - Vivir una actitud de reconocimiento. - Agradecimiento permanente. Salmos 106:2 Quién puede proclamar las proezas del Señor, o expresar toda su alabanza? Isaías 12:4 En aquel día se dirá: Alaben al Señor, invoquen su nombre; den a conocer entre los pueblos sus obras; proclamen la grandeza de su nombre. El propósito eterno de Dios incluye este propósito señalándolo en el Antiguo y Nuevo Testamento: Isaías 43:21 al pueblo que formé para mí mismo, para que proclame mi alabanza. Efesios 1:12 a fin de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. 1Pedro 2:9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. 2 / 5

3 Si vivimos en constante alabanza por lo que Él hace en nuestras vidas quitaremos de nuestro lenguaje la queja y le daremos gracias por todo. LA ADORACIÓN. La palabra adoración significa postrarse, bajarse, inclinarse. En el hebreo moderno tiene sentido de inclinarse o agacharse. Era una postura que reflejaba una actitud. La adoración es el fruto de una íntima relación con Dios. Le adoramos por quien Él es, no por lo que hace o por lo que no hace. Si yo estoy enamorado de Dios, la adoración va a ser la expresión genuina, gozosa, emocional en mi corazón. En ninguna música, ningún retiro, ninguna liturgia, ningún culto, ninguna reunión de Comunidad ni de ningún otro contexto, se puede dar esto. Sólo una relación personal e íntima con Dios nos puede llevar a la adoración al Señor. 2 Crónicas 29:30 El rey Ezequías y los jefes les ordenaron a los levitas que cantaran al Señor las alabanzas que David y Asaf el vidente habían compuesto. Los levitas lo hicieron con alegría, y se postraron en adoración. 1 Corintios 14:24-25 Pero si uno que no cree o uno que no entiende entra cuando todos están profetizando, se sentirá reprendido y juzgado por todos, y los secretos de su corazón quedarán al descubierto. Así que se postrará ante Dios y lo adorará, exclamando: " Realmente Dios está entre ustedes!" 3 / 5

4 Apocalipsis 4:10 los veinticuatro ancianos se postraban ante él y adoraban al que vive por los siglos de los siglos Romanos 12:1 Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Actitudes para la adoración: La Fe y la Humildad: 1. La Fe. Hebreos 11:1-3 Ahora bien, tener fe es estar seguro de aquello que esperamos; es creer en algo que no vemos. Dios aprobó a los que vivieron en tiempos pasados por la fe que tenían. Por la fe, sabemos que Dios creó el mundo con una orden. Esto significa que el universo no surgió de lo que se ve. (PDT) Hebreos 11:6 Nadie puede agradar a Dios si no tiene fe. Cualquiera que se acerque a Dios debe creer que Dios existe y que premia a los que lo buscan. 2. La Humildad. Hemos perdido la capacidad de asombro, en el Nuevo Testamento dice: todos se quedaron asombrados de la grandeza de Dios. Nosotros casi no vemos la grandeza de Dios. Salmo 150:1-2 Aleluya! Alabado sea el Señor. Alábenle en el santuario. Alábenlo en su poderoso firmamento, alábenlo por sus proezas, alábenlo por su inmensa grandeza Grandeza significa: esplendor, magnificencia, sus grandes obras, su majestad. Su grandeza denota una inmensidad más allá de todo lo medible. 4 / 5

5 Ejemplos de su grandeza: - La ballena azul. - El monte Everest. - La tierra. - El sol. - Antares, la súper estrella roja. - La Vía Láctea. - El Universo. La distancia entre uno y otro escapa toda imaginación. El Señor es el creador, el sustentador de todo cuanto existe y está en control de todas las cosas. Nada lo toma por sorpresa, ni siquiera nuestro pecado y no conoce rival alguno, es libre para hacer lo que quiera, responde a nadie salvo a sí mismo, Él es el supremo, es Señor que debe su existencia a sí mismo, el director de toda la creación. Isaías 40:21-26 No lo saben? Es que no han oído? No se lo contaron desde el principio? No lo han entendido desde la creación del mundo? El Señor está sentado sobre la bóveda de la tierra, y sus habitantes se ven como saltamontes. Él extiende los cielos como un velo y los despliega como una carpa de vivienda. Reduce a nada a los gobernantes, y hace que los líderes del mundo no sean nada. Apenas están recién sembrados, acaban de ser plantados, empiezan hasta ahora a echar raíces, cuando él sopla sobre ellos y los seca y el viento de la tormenta se los lleva como paja. El Santo Dios dice: «Con quién me van a comparar? Quién es como yo?» Levanten sus ojos y miren hacia arriba, Quién creó todo eso? El que hace salir su ejército de estrellas una por una y a todas llama por su nombre. Porque nada escapa a su gran fuerza y poder. (Grandeza) Le alabo por lo que Él hace, le adoro por quién Él es. Nueva Versión Internacional (PDT) Palabra de Dios Para Todos 5 / 5

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