EL CIGOTO. Si aceptamos que una madre puede matar a su propio hijo, con qué autoridad moral podremos pedirles a los demás que no se maten, entre sí?

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Milagros Cordero Redondo
hace 6 años
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1 ALMINAR EL CIGOTO Por: José León Jaramillo Jaramillo. El cigoto es un ser distinto al de su madre y, por lo tanto, es también un paciente del médico, a quien el juramento hipocrático lo obliga a salvarlos a los dos. Si aceptamos que una madre puede matar a su propio hijo, con qué autoridad moral podremos pedirles a los demás que no se maten, entre sí? El aborto es un crimen abominable que viola el derecho fundamental a la vida del ya engendrado y no nacido, y configura un grave desorden moral que involucra a quienes a ciencia y conciencia intervienen es este hecho. La columnista Ana Cristina Restrepo Jiménez, en columna que tituló Quiénes protegen la maternidad responsable?, culminó su columna con una frase que no compartimos: las mujeres que elegimos libremente sobre nuestro cuerpo no somos criminales. (Subrayas fuera de texto) Esa afirmación no es cierta, pues el aborto es un delito punible, salvo en tres casos despenalizados por la sentencia C- 355 del 2006, a saber: : (i) Cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer, certificada por

2 un médico; (ii) Cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida, certificada por un médico; y, (iii) Cuando el embarazo sea el resultado de una conducta, debidamente denunciada, constitutiva de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento, abusivo o de inseminación artificial o transferencia de óvulo fecundado no consentidas, o de incesto Beethoven fue el hijo de un sifilítico y de una tuberculosa, quienes tuvieron cuatro hijos, el primero nació ciego, el segundo murió al nacer, el tercero nació sordomudo, y el cuarto era tuberculoso; la madre quedó embarazada de un quinto hijo, de Beethoven, y no quiso abortarlo. Beethoven tenía derecho a nacer y como todos lo sabemos fue un genio que terminó sordo y ciego. Cuántos seres extraordinarios, que hubieran coadyuvado a que viviéramos en un mundo mejor y realmente en paz, dejaron de nacer por las políticas abortistas? Piensen en que los únicos que podemos pronunciarnos sobre el aborto, en uno o en otro sentido, somos quienes no fuimos abortados por nuestras madres. Es obvio que un cigoto no es un bebé, como lo sostiene la columnista, que no es un niño, pero es indiscutible que es una vida humana. Es la llegada al mundo de un nuevo ser, de una criatura que tiene derechos y que los debe proteger la Justicia. En efecto, el artículo 91 del Código Civil manda: <PROTECCIÓN AL QUE ESTÁ POR NACER.- La ley protege la vida del que está por nacer. El juez, en consecuencia, tomará, a petición de cualquiera persona, o de oficio, las providencias que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no nacido, siempre que crea que de algún modo peligra..

3 Ese ser, ese cigoto, tiene derechos como acabamos de demostrarlo, pues es la parte más débil, por qué matarlo?, Por qué viene sin ojos o sin manos?, entonces por qué no matamos a todos los que pierdan en un accidente los ojos, las piernas o las manos? Qué piensa ese cigoto? Cree usted que si el cigoto se pudiera defender, convirtiéndose en un ser diabólico, apocalíptico y criminal, al punto de poder salir del vientre y asesinar a golpes a la madre y al médico, las mujeres intentarían un aborto? No lo harían y si lo hacen es porque saben que se trata de atacar a un SER absolutamente indefenso, que se trata es de realizar un acto cobarde y a mansalva. Si un borracho atropella a su hija embarazada y ésta llega perder la criatura que llevaba en su vientre, usted le diría a ese conductor: Este tranquilo, que nada se perdió, lo único que se perdió fue un pedazo de cigoto? Afirmar que las mujeres que elegimos libremente sobre nuestro cuerpo no somos criminales es un desatino, pues la mujer que aborta no está decidiendo sobre su cuerpo, no está decidiendo si se amputa o no un dedo, lo que está decidiendo es sobre la vida y el cuerpo de otro SER, de una criatura humana diferente a ella, a la madre, criatura que está por nacer. Es más, el aborto no lo debe decidir únicamente la madre; el padre también debería poder participar en la toma de esa decisión, pues como lo ha reiterado la Iglesia cuando un esperma fecunda un óvulo surge una nueva vida, que nos les pertenece ni al padre ni a la madre, ni a las FARC. No se puede, pues, hacer ese tipo de afirmaciones, sin hacer las aclaraciones a que hacemos referencia. Con otras palabras, no tipificaría conducta criminal la realización de un aborto que se

4 practique una madre, en los precitados casos despenalizados por la Corte Constitucional. Querida lectora, el aborto lo rechazamos muchos católicos, ateos, cristianos, budistas y escépticos y otros, lamentablemente, lo promueven; el problema no es solo ético sino igualmente religioso. En ejercicio de su libre albedrío, usted podría llevar a cabo muchas conductas que no siempre son lícitas y, como explicado, la del aborto, si se encuadra en las causales eximentes de responsabilidad que impuso la Corte, no le acarrearía problemas legales. Ahora bien y solamente si usted se dice cristiana o católica, apostólica y romana, le sugiero que consulte muy bien con los ministros de la iglesia a la que pertenezca su caso particular, antes de practicarse un aborto, pues puede llegar a incurrir en un acto inmoral, en un pecado mortal, pues, de no justificarse el hecho, estaría violando el quinto mandamiento! No matarás!. Coletilla: Invasión extranjera.- Necesitamos un fortalecimiento de nuestro Ejército y más tropas de USA en Colombia, ante el peligro que representa para las democracias latinoamericanas y muy especialmente para la Colombiana, que Cuba, el país más agresivo, violento y expansionista de la América Latina, como que ya se apoderó de Venezuela y esquilmó su patrimonio, al punto de que su pueblo está sumido en la más absoluta miseria, hubiere enviado más de militares cubanos a desestabilizar a nuestro país y fomentar la lucha de clases violenta, pero, ante la traición a la patria por parte del ejecutivo, creo que esa invasión de un ejército extranjero patrocinada por éste, sin autorización del inútil Senado colombiano, amerita la intervención inmediata de los Estados Unidos ante la inoperancia de la ONU y de la OEA. Señores Oficiales de nuestro glorioso ejército nacional: no se defequen en la sangre y en el honor de sus

5 compañeros caídos en combate, permitiéndole una sanguinaria intervención en el suelo patrio, al inmundo ejército invasor. Honor y Gloria a los caídos! Fuera el ejército de malandros de los Castros del suelo patrio!

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