Concepción Méndez Cobos. Cantar. de un camino

Transcripción

1 Concepción Méndez Cobos Cantar de un camino

2 Cantar de un camino Concepción Méndez Cobos 1ª edición, mayo de 2014 ISBN: Hecho en México Con las debidas licencias Derechos reservados a favor de: Obra Nacional de la Buena Prensa, A.C. Ventas: Orozco y Berra 180 Sta. María la Ribera Tel.: exts.: 111 a 117. Apartado M , México, D.F. ventas@buenaprensa.com Tel.: Fax: Sin costo para usted: Librerías San Ignacio: México, D.F.: Col. Santa María la Ribera. San Cosme 5. Tels.: y Col. Roma. Orizaba 39 bis. Tels.: y Tlalpan. Congreso 8. Tels.: y Centro. Pasaje Catedral. Donceles 91, locales 25 y 115. Tels.: , y República Mexicana: Chihuahua, Chih. - Av. Tecnológico Plaza Comercial. San Agustín. Col. Granjas. Tels.: (614) y Culiacán, Sin. - Jesús G. Andrade 214 Ote. Esq. Ángel Flores. Tel.: (667) Guadalajara, Jal. - Madero y Pavo, Sector Juárez. Tels.: (33) y Guadalupe, Zac. - Calle Jardín de Juárez 10. Tel.: (492) León, Gto. - Hermanos Aldama 104. Col Centro. Tel.: (477) Mérida, Yuc. - Calle B. Col. Centro. Parque La Madre. Tel.: (999) Monterrey, N.L. - Washington 812 pte. Centro. Tels.: (81) y Puebla, Pue. - Blvd. Valsequillo 115. Plaza Crystal locales Col. Residenciales Boulevares. Tel.: (222) Tijuana, B.C. - General Juan Sarabia (Calle 10) Centro. Tel.: (664) Torreón, Coah. - Czda. Cuauhtémoc 750 Nte. Centro. Tels.: (871) y Tuxtla Gutiérrez, Chis. -Tercera Oriente Sur Col. Centro. Tel.: (961) En los Estados Unidos: Good Press Liturgical Press cromero@goodpress.us sales@litpress.org Tel.: Tel.: Más cerca de usted con la Librería Itinerante Se terminó de imprimir esta primera edición el 3 de mayo de 2014, festividad de la Santa Cruz, en los talleres de Offset Santiago, S.A. de C.V., Río San Joaquín 436. Col. Ampliación Granada México, D.F. Tel

3 Índice Introducción 9 1. Lo que me ha configurado Encuentro fortuito Nueva experiencia Hacia el viejo mundo De nuevo hacia el Distrito Federal Un rincón por llenar Mi primer destino: México En continua búsqueda Sentido de adaptación, según circunstancias Completando algunos aspectos La Palabra, sostén de mi vida Al estilo de san Francisco Javier Algunas interrogantes Reencuentro en un día especial Conclusión Apéndice... 73

4 Datos de la autora Concepción Méndez Cobos, se ha dedicado desde temprana edad al acompañamiento y orientación, primero, de adolescentes en la Acción Católica y más tarde de chicas que trabajan para conseguir el sustento diario; o bien con la mujer joven, en la Congregación Religiosa conocida como Institución Javeriana. Su pasión de siempre ha sido colaborar en el desarrollo del ser humano para que sea capaz de descubrir su dignidad y los valores que Dios Padre le ha dado para el servicio de los demás, en un ambiente que le pueda ser propicio.

5 Agradecimiento Para todas y cada una de las personas que han creído en mí dándome de una u otra forma su apoyo incondicional, su impulso y cuanto ha sido necesario desde el inicio hasta el término de este relato que hoy puedo ofrecer, va mi gratitud. Créanme que siempre tendrán un lugar en mi corazón y en mi oración; sus palabras de aliento forman parte de este logro.

6 Será bueno que abras el libro de tu vida. Verás que Dios pasó por todos los caminos de ese itinerario, llevando tu historia como un milagro de ternura M. Marín Triana, S. J.

7 Apreciaciones Conchita, oriunda de Campeche (de la tierra del cacao y el henequén), forjadora de caminos, de oro verde, pintado con el verde de la esperanza a tantas y tantos destinos a lo largo de su vida. Periodista de formación, forjadora de destinos por convicción, hizo de los votos su vocación, la gran apuesta de su vida, con la guitarra en mano y su potente canto creció el mensaje de Francisco Javier a toda la familia Javeriana. Siempre en buen tono armonizó su pasión, misión y peregrinaje. Grandes recuerdos acuña en quienes día a día engarzaron con su proyecto de vida, dejando una riqueza del saber, del amar y del querer, logrando habitar en el corazón de quienes tuvieron y tenemos el privilegio, de alimentar esta sed de amor de Dios nuestro Señor, amor al prójimo y a nosotros mismos, con la muestra de vida que ella nos da y los frutos de amor esparcidos a lo largo y ancho de su camino. Con gran amor, nos comparte las notas de su armonía de canto, notas cantadas a todo pulmón, notas vividas con una gran pasión y notas de los sueños compartidos de tantos destinos y tantas vidas entretejidas en un gran telar. Aquí tenemos, amados lectores, una prueba de amor, de fe, de vocación, de acción en movimiento, de proyectos iniciados, vividos y forjados, acuñados con todo el amor de Conchita! Lourdes Mónica Rodríguez Barrón 7

8 Cantar de un camino Puesto que de acuerdo con la sentencia atribuida a santa Teresa, un santo triste es un triste santo, nada sombrío y depresivo encontraremos en Cantar de un camino. Testimonio de vida escrito por la religiosa Javeriana Concepción Méndez Cobos. La alegría de vivir en el amor divino, la contemplación activa de la existencia y la voluntad de servir a los demás permean este testimonio que se remonta a los recuerdos infantiles en la ciudad amurallada de Campeche, llegan al cenit con el descubrimiento de la vocación: Señor que quieres de mi? y alcanza el remanso de la reflexión tras un largo recorrido en dos continentes: América y Europa. Diversos poemas, sencillos y llenos de fe, adornen finalmente esta autobiografía. Entre ellos se encuentra Ella dijo sí, que es particularmente representativo y gira en torno de una consonante y una vocal, la palabra de María, clave de la Historia de la Salvación. Profesor José Alfredo Páramo de la Cerda 8

9 Introducción Los pensamientos que ahora comparto contigo son el resumen de un largo recorrido de una u otra manera, pero siempre en la presencia de Dios Padre bueno. Soy una persona que guarda en su interior una muy rica experiencia de vida que me ha mostrado horizontes de plenitud jamás imaginados. Ahora siento algo así como un impulso que me lanza a compartir todo lo que llevo dentro para que corra como las aguas del río que se deslizan silenciosamente inundando de frescor los prados de la existencia, a veces, un tanto marchita. Esta es mi herencia, la única que tengo. Creo en el ser humano, en los jóvenes, en sus aportes de energía, creatividad, entrega, dinamismo en sus ideales de verdad, justicia, solidaridad, autenticidad. Espero y deseo que la lectura de estas confidencias sean como una ayuda para esclarecer caminos aún por transitar. En mi caminar, la fe ha estado siempre presente tanto en momentos de gozo como en las dificultades que también he experimentado y que en alguna ocasión me sentía estremecer. Sin embargo, en medio de sombras que parecía que no se iban a disipar, cuando menos lo pensé, surgió una chispa de confianza en mi interior que me permitió salir a flote. 9

10 Cantar de un camino Mi historia personal puedo dividirla en etapas con algunos hechos y vivencias, para mí, relevantes y significativos. 10

11 Cantar de un camino Este es un camino que se ancló donde menos se esperaba: en la Institución Javeriana.

12 1 Lo que me ha configurado Nací en Campeche, ciudad amurallada que se ubica entre el mar y la serranía. Mi proceso arrancó del ambiente familiar en el que me desenvolví: un ambiente muy religioso, de mucha piedad. Viví en la casa de mis abuelos tapizada de imágenes de santos y de algunas esculturas. El Año cristiano era una colección de libros parecida a una enciclopedia. Alguna de mis tías tomaba algún tomo cuando le interesaba saber algo del santo del día, y a éste se le apartaba de los demás, para colocarlo sobre una mesa consola y depositar en su honor flores y alguna lamparilla. Con mis siete años recibí la Primera Comunión. Soy hija única. Todo lo que voy viviendo es un lenguaje para mí: los juegos y en general, las relaciones con las amiguitas de mi calle con las que de vez en cuando organizábamos veladitas ; donde algunas cantábamos, tocábamos el piano, o bailábamos como si estuviéramos en un escenario, mientras otras formaban el público que aplaudía. Asimismo, mostraba interés en los estudios y me relacionaba bien con las 13

13 Cantar de un camino compañeras de clase y con las religiosas encargadas del plantel. Confieso alguna otra actividad en la que compartía a medias; algunos domingos por la mañana a un grupo de amiguitas se les ocurría jugar a la comidita ; aceptaba, daba mi cuota para los ingredientes, asistía pero me entretenía jugando en unas argollas de las que me colgaba y que se encontraban en el amplio corredor donde nos reuníamos porque lo de la comidita nunca me entusiasmó. En la mayoría de los hogares del Centro Histórico así como en la casa donde vivía y en otras de algún barrio, se podía ver un instrumento que ocupaba en la sala un lugar preferente: el piano. Esta es la explicación de mi despertar casi todas las mañanas: dos vecinitas practican sus ejercicios desde muy tempranito; las notas que parecen volar por el espacio, se introducen en los oídos y alertan el corazón. Algo más. En mi recuerdo están también las diversas experiencias que ahora visualizo como en una película; entre otras, la persecución religiosa que se vivió en Campeche: templos cerrados, expulsión de sacerdotes, así como de religiosas y religiosos extranjeros; por las calles transitan los nombrados camisas rojas que vienen del estado de Tabasco. No sabía más. Ahora me veo ir de la mano de mi madre entrando en una casa grande, cercana a la mía, para situarnos en un traspatio frente a una barda que divide de otro espacio semejante perteneciente a la vivienda contigua. De la barda se desprende una piedra grande que deja ver un sacerdote que comienza a distribuir la Comunión entre las personas que esperaban de 14

14 Concepción Méndez Cobos este lado. Qué siento? No sé definirlo. Sólo observo y aquella escena queda profundamente grabada en la memoria. Dada esta situación, parte de los estudios básicos los curso en la clandestinidad, en casas particulares, al igual que la catequesis. Pasan dos años, las aguas van volviendo a su cauce. Las religiosas encargadas avisan: el colegio de nuevo abrirá sus puertas pero sin contar con la debida oficialidad para el Programa de Estudios que ahí se realice. Esta situación no impide continuar y terminar mis estudios en este plantel. Curso el 3er. año de Primaria En el colegio disfruto haciendo mis ejercicios de caligrafía, procurando que salgan casi perfectos. También gozo al participar en un grupo de poesía coral y en ocasiones, en otro de canto que dirige alguna de las religiosas. Las exposiciones de fin de curso son ponderadas y admiradas. Se exhiben mantelerías, cojines bordados en seda, más una variedad de labores; personalmente me agrada contemplar la armonía de colores, la casi perfección de los bordados, la acertada colocación de todo este material en dos habitaciones de regular tamaño, pero en verdad, no me ilusiona dedicar tiempo a esta tarea aunque he tenido que hacerlo como parte del programa. Semana a semana llevo mis calificaciones a casa; mi madre siempre muy ocupada por lo que casi ni las ve, pero las firma. Desinterés? Confianza en mi responsabilidad?, nunca lo supe pero lo que si sé es que pone todos los medios a su alcance para que reciba una buena formación cristiana como cimiento de mi vida futura. 15

15 Cantar de un camino Mi madre es capítulo aparte: ella platica, ríe, trabaja, reza, lee, colabora desde fuera en la tienda de mi abuelo, pero a veces la veo triste: llora en silencio, quizá por la lejanía de mi papá que se ausenta por temporadas desde que falleció mi hermana, cuatro años mayor que yo y que no la conocí por estar recién nacida. Mes de mayo. Mes de María dedicado a la Virgen. Este mes sí que lo espero con ilusión y alegría. Cada día, a las siete de la noche, me dirijo a la Catedral con un ramo de flores en compañía de mi madre, y las deposito en una mesa que pronto se llena de copos de rosales, la flor del mes. Se reza el Rosario. El momento de los cantos es el más esperado para el ofrecimiento de flores. Dos niñas vestidas de angelitos las reciben para colocarlas en un bastidor en forma de M donde se van insertando en pequeños orificios. Mi sueño? Ser algún día uno de esos angelitos. Y se me concede: una noche lluviosa; hay pocas niñas, por lo tanto, no hay mucho de donde escoger resultando ser una de las elegidas para recibir las flores. Mi gozo es grande y de regreso a casa me siento más que feliz. Hasta aquí algunas de las vivencias de la primera época de mi vida. 16