LEVÍTICO Introducción - Capítulo 1:1-3

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1 PROGRAMA No Script Ready / / AR Recorded / / SM Edited / / Checked / / Corrected / / Mastered / / LEVÍTICO Introducción - Capítulo 1:1-3 Comenzamos hoy, amigo oyente, nuestro estudio en el libro de Levítico; y antes de entrar en el texto, quisiéramos presentarle este libro. Como dijimos en nuestro programa anterior, consideramos el libro de Levítico como uno de los más importantes libros en toda la Biblia. El Dr. J. Vernon McGee, autor de estos estudios bíblicos, comparte el siguiente incidente. Hace muchos años decía él leí una declaración del Dr. Kellogg, quien dijo que consideraba al libro de Levítico como el más importante de la Biblia. Creía yo decía el Dr. McGee que el Dr. Kellog lo decía fingidamente cuando declaró esto. Luego, escuché a un gran predicador en el estado de Tennessee, en los Estados Unidos, el Dr. Dudley, quien dijo que consideraba que el libro de Levítico era el libro más importante en toda la Palabra de Dios. Hace unos años continuaba el Dr. McGee hice un experimento en nuestro programa de radio, y confieso que realmente no sabía lo que iba a pasar. Empecé a enseñar este libro. Quería estudiarlo y ver si, en realidad, era un gran libro tan importante como lo decían estos hombres; y tengo que confesar que yo tenía dudas en cuanto a la importancia del libro de Levítico como para usarlo en un programa de exposición popular de la Biblia. Permítame decirle concluía el Dr. McGee que descubrí que este es un libro muy conmovedor, y no sólo eso, sino que ahora puedo decir sinceramente que yo considero que el libro de Levítico es uno de los más importantes de toda la Biblia. Hasta aquí, las palabras del Dr. McGee. Amigo oyente, si nos fuera posible introducir el mensaje del libro de Levítico en los corazones de todas las personas que tratan de ser religiosas, todas las sectas e ismos se acabarían. Porque este libro lograría tal cosa. El libro de Levítico fue escrito por Moisés y forma parte del Pentateuco, es decir, los primeros cinco libros de la Biblia, escritos por Moisés. TTB 4159 Página 1 de 10 Programa No. 0147

2 El libro comienza en el Monte Sinaí, el mismo sitio geográfico donde Dios dio la Ley. Usted recordará que el libro de Éxodo terminó con la construcción del tabernáculo según las instrucciones de Dios, y luego el tabernáculo se llenó de la gloria de Dios. Ahora, el libro de Levítico continúa dando los reglamentos sobre la adoración en el tabernáculo. Levítico es pues, el gran libro sobre la adoración. El libro de Levítico principia con la palabra hebrea va-yick-rah, que quiere decir: Y llamó. Dios ahora se ha mudado al tabernáculo, y habla desde allí. Y ya no habla desde el Monte de Sinaí. Llama al pueblo para que se reúna con Él en el tabernáculo y les dice cómo deben venir y cómo deben caminar delante de Él. Por eso, este es un mensaje maravilloso para la iglesia. El significado real de la palabra iglesia, (la ekklessia ), es los llamados afuera. En otras palabras, los que hemos creído, somos los que hemos sido llamados afuera. En aquel día, Dios hablaba desde el tabernáculo pidiéndoles que se allegaran a Él. Hoy en día el Señor Jesús nos llama y dice en Juan 10:27: Mis ovejas oyen mi voz.... Por tanto, este libro tendrá un maravilloso mensaje para nosotros hoy en día. Levítico es el libro sobre la adoración. El sacrificio, la ceremonia, el rito, la liturgia, las instrucciones, los lavamientos, las convocaciones, las fiestas que debían ser guardadas, las condiciones y las amonestaciones se amontonan en este libro. Todos estos ejercicios físicos fueron dados para enseñar verdades espirituales. El Apóstol Pablo, escribió en su primera carta a los Corintios, capítulo 10, versículo 11: Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Y también en el mismo capítulo 10 de primera a los Corintios, versículo 6, Pablo dice: Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros. Y en su carta a los Romanos, capítulo 15, versículo 4, dice: Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza. El Apóstol Pedro, nos dice que el Antiguo Testamento contiene verdades espirituales para nosotros. En su primera carta, capítulo 1, versículos 10 al 12, dice: Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca TTB 4159 Página 2 de 10 Programa No. 0147

3 de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles. Y el escritor a los Hebreos, dice en el capítulo 11, versículo 13 de su carta: Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. El libro de Levítico tiene instrucciones maravillosas para nosotros hoy en día porque revela a Cristo de una manera muy extraordinaria. Tyndale, en su Prólogo al Tercer Libro de Moisés, dijo: Aunque los sacrificios y ceremonias no pueden ser base ni fundamento sobre las que se pueda edificar, es decir, aunque no podemos comprobar nada por medio de estas cosas, sin embargo, una vez que hemos hallado a Cristo y Sus misterios; entonces, podemos tomar prestadas las figuras, es decir las alegorías, las similitudes, y los ejemplos, para revelar a Cristo y los secretos de Dios que están escondidos en Cristo, y podemos declararlos más viva y perceptiblemente que con todas las palabras del mundo. La adoración para nosotros hoy en día ya no es por medio de ceremonias o ritos, ni es cosa de algún lugar específico. Usted recordará que los israelitas habían estado cumpliendo las ceremonias y que también tenían sus ritos; pero recordemos también que Jesús dijo a la mujer samaritana, en San Juan, capítulo 4, versículos 21 al 24: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. El principio fundamental del libro de Levítico es santidad a Jehová. El mensaje del libro es doble. Primero, Levítico enseña que el único camino a Dios es por medio del sacrificio. La palabra expiación ocurre 45 veces en este libro. Expiación significa encubrir. La sangre de TTB 4159 Página 3 de 10 Programa No. 0147

4 los toros y de los machos cabríos en realidad no podía quitar el pecado. Pero lo podía encubrir hasta que Cristo viniera para quitar todos los pecados. El Apóstol Pablo, se refiere a esto en su carta a los Romanos, capítulo 3, versículo 25, cuando dice: A quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados. Los pecados pasados son los pecados en el Antiguo Testamento. El hecho es que Dios nunca aceptó la sangre de los toros ni de los machos cabríos como pago final por el pecado, sino que exigió derramamiento de sangre. Fue una expiación para encubrir los pecados hasta cuando Cristo viniera. En otra palabras, Dios salvó así a crédito en el Antiguo Testamento. Cuando Cristo vino, como lo dice aquel himno con tanta exactitud: Todo lo pagó. Esto es verdad en cuanto al pasado, en cuanto al presente, y en cuanto al futuro. Uno de los versículos claves en el libro de Levítico que trata de la expiación se halla en el capítulo 17 y el versículo 11, donde dice: Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. El camino a Dios es por medio del sacrificio, y sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecados. En segundo lugar, Levítico nos enseña que el caminar con Dios sólo es posible por medio de la santificación. La palabra santidad ocurre 87 veces en este libro. El capítulo 20, versículo 26, de este libro nos dice: Habéis, pues, de serme santos, porque yo Jehová soy santo, y os he apartado de los pueblos para que seáis míos. Dios dio leyes exactas, que gobernaban la dieta, la vida social, y cada detalle de todos los aspectos físicos de la vida cotidiana de Su pueblo. Hoy en día esas leyes tienen una aplicación espiritual mucho más grande para Su pueblo. Por eso mismo, creemos que debemos estudiar el libro de Levítico, porque el acceso a Dios está asegurado para el pecador hoy mediante la sangre derramada de Cristo. El escritor a los Hebreos lo declaró así en el capítulo 9, versículos 25 y 26: y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el TTB 4159 Página 4 de 10 Programa No. 0147

5 principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Aquellos que son redimidos por la sangre de Cristo, deben vivir una vida santa si desean gozarse en Dios y en verdad adorarle. El mismo escritor a los Hebreos en el capítulo 13, versículos 20 y 21 dice: Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos. Amén. Levítico es un libro extraordinario, y esto es especialmente cierto si consideramos su contenido a la luz del Nuevo Testamento. Estamos pasando un poco de tiempo aquí porque deseamos infundirle interés en este libro. El libro de Levítico es algo pesado para el cristiano ordinario, y usted no encontrará a muchos individuos, ni clases bíblicas que lean y estudien este libro de Levítico. Sin embargo, es un libro extraordinario. Primero, las cinco ofrendas que principian este libro son camafeos bien tallados y muy claros de la persona de Cristo. Describen a fondo Su divinidad y Su humanidad, y dan Su muerte en detalle. Esto lo encontramos en los capítulos 1 al 7. En segundo lugar, la consagración de los sacerdotes en los capítulos 8 al 10, revela lo superficial e inadecuado que es nuestro pensar en cuanto a la consagración cristiana. En tercer lugar, la dieta que Dios proveyó para Su pueblo en el capítulo 11, era sanitaria y terapéutica, y contiene mucho alimento espiritual para nuestras almas. En cuarto lugar, en el capítulo 12, la atención se da a la maternidad y es un ejemplo más del pensar de Dios con respecto al sexo femenino. En quinto lugar, la importancia que se le da a la lepra y su tratamiento, en los capítulos 13 al 15, y el hecho de que se halle en el corazón de este libro sobre la adoración, demanda nuestra atención. Por qué se encuentra esta extensa sección de tres capítulos dedicados al tema de la TTB 4159 Página 5 de 10 Programa No. 0147

6 lepra? Aquellos que han recibido una bondadosa percepción de las Escrituras, han hallado aquí un tipo del pecado y de su efecto corruptible sobre el hombre en su relación con Dios. La limpieza del leproso halla su cumplimiento en la muerte y la resurrección de Cristo, como lo veremos al estudiar un sacrificio extraordinario de dos pájaros. Amigo oyente, si usted y yo quisiéramos escapar de la contaminación del pecado en este mundo, tendríamos que saber muchísimo más en cuanto a la muerte y la resurrección de Cristo, y la aplicación de ella para nuestras vidas. En sexto lugar, el gran día de la expiación, que encontraremos en el capítulo 16, es un retrato de cuerpo entero del sacrificio de Cristo. En séptimo lugar, en el capítulo 17, la importancia del altar de bronce en el tabernáculo da importancia a lo esencial de la cruz de Cristo. En octavo lugar, el énfasis en este libro de instrucciones respecto a los detalles más minuciosos en la vida diaria del pueblo de Dios, en los capítulos 18 al 22, revela cómo Dios desea que se involucre la familia humana con Él. Dios quiere involucrarse en el negocio suyo, en su vida familiar, y en su vida social. Amigo oyente, tengamos cuidado de no excluir a Dios de nuestras vidas. En noveno lugar, la lista de las fiestas en el capítulo 23, suple un programa profético de la agenda de Dios para toda la eternidad. En décimo lugar, las leyes que gobiernan la tierra de Palestina, en los capítulos 24 al 27, suplen una interpretación sobre su historia de fortuna altibaja y dan una idea en cuanto a su futura importancia. Hay muchísimas profecías en este libro. La nación de Israel y la tierra prometida están entretejidas y entrelazadas desde aquí hasta la eternidad. Considerando ahora a Levítico como libro completo, veremos que hay una relación notable entre los primeros tres libros de la Biblia. En Génesis, vemos al hombre arruinado. En Éxodo, TTB 4159 Página 6 de 10 Programa No. 0147

7 vemos al hombre redimido. Y en Levítico encontramos al hombre adorando a Dios. También nos es posible hacer una comparación y contraste entre Éxodo y Levítico: En el libro del Éxodo, vemos la oferta de perdón; en Levítico se ofrece la pureza. En Éxodo, tenemos el acercamiento de Dios al hombre; en Levítico tenemos el acercamiento del hombre a Dios. En Éxodo, Cristo es Salvador; en Levítico Él es Santificador. En Éxodo, la culpa del hombre es sobresaliente; en Levítico la contaminación del hombre es la que sobresale. En Éxodo, Dios habla desde el monte; en Levítico habla desde el tabernáculo. En Éxodo, el hombre es acercado a Dios; en Levítico el hombre es guardado cerca de Dios. Entremos ahora en nuestro estudio de este libro de Levítico. El libro de Levítico principia con las cinco ofrendas y las leyes con respecto a las ofrendas que se hallan en los primeros siete capítulos. Estas ofrendas son como las vitrinas de este libro. Son ilustraciones de Cristo. En los primeros tres capítulos, encontramos las ofrendas de olor grato. Estas hablan de la Persona de Cristo. En los capítulos 4 y 5, encontramos las ofrendas de olor no grato, y éstas hablan de la obra de Cristo en la cruz. Las ofrendas de olor grato, las que hablan de la Persona de Cristo, son: el holocausto; la ofrenda de alimento; y la ofrenda de paz. Las ofrendas de olor no grato, las que hablan de la obra de Cristo, son: la ofrenda por el pecado y la ofrenda de transgresión. El libro principiará con la primera ofrenda, la del holocausto. Esta ofrenda constituye el tema central del capítulo uno. El holocausto, es la ofrenda más antigua conocida por el hombre. Fue la ofrenda de Abel, de Noé, y de Abraham. Todas las ofrendas fueron ofrecidas en el altar de bronce, pero por que el holocausto era ofrecido allí, el altar de bronce también se llama el altar del holocausto. Recibió TTB 4159 Página 7 de 10 Programa No. 0147

8 su nombre debido a este sacrificio. Esta ofrenda es mencionada como la primera entre las cinco ofrendas debido a su importancia y su alta prioridad. Esta ofrenda es un cuadro a fondo de Jesucristo. Un hombre no puede sondear todo el significado de esta ofrenda porque nos presenta todo lo que Dios ve en Cristo. Nosotros no podemos ver todo lo que Él ve. Aquí hay entonces un misterio profundo que sólo el Espíritu Santo nos puede revelar. El holocausto manifiesta la Persona de Cristo. Él es nuestro Substituto. El Apóstol Pablo, revela esto en su carta a los Efesios, capítulo 5, versículo 2, cuando escribe: Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante. Las ofrendas de olor grato son las que hablan de la persona de Cristo, y se encuentran en los capítulos 1 al 3 de Levítico. Primero, tenemos el holocausto; o sea, Cristo como nuestro substituto, y que constituye como dijimos ya, el tema central de este capítulo 1. Veamos entonces, un breve bosquejo de este capítulo. En primer lugar, estudiaremos los reglamentos para el holocausto, que encontraremos en los versículos 1 al 4. En segundo lugar, veremos el ritual del holocausto, en los versículos 5 al 16. El versículo 17 nos presentará el motivo del holocausto. Y en cuarto lugar, encontraremos la ley del holocausto que estudiaremos aquí, pero que realmente se encuentra en el capítulo 6, en los versículos 8 al 13. Comencemos, pues, con los reglamentos para el holocausto. Leamos el primer versículo de este capítulo 1 de Levítico: 1 Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: (Lev. 1:1) Dios llamó a Moisés desde el tabernáculo. Ya no está hablando desde la cumbre del Monte Sinaí con truenos y relámpagos como cuando dio los Mandamientos. Aquí llama a Moisés desde el tabernáculo en un llamado de reconciliación. Llamó Jehová Su llamamiento es para aquellos que oyen Su voz. Es importante que veamos esto. Dios está llamando a los hombres hoy en día para que sean reconciliados con Él. La iglesia hoy en día es un cuerpo de los que son llamados afuera, y son los escogidos porque han TTB 4159 Página 8 de 10 Programa No. 0147

9 sido llamados. En su primera carta a los Corintios, capítulo 1, versículos 22 al 24, Pablo dice: Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. Llamados no significa aquellos que solamente oyen. Significa los que responden. Quisiéramos hacerle una pregunta, amigo oyente: Ha oído usted a Dios? y Le ha respondido? Continuemos con el versículo 2 de este capítulo 1 de Levítico: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. (Lev. 1:2) Cuando alguno de entre vosotros quiere decir: Todo aquel que quiera puede venir. Y ahora el versículo 3 dice: 3 Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. (Lev. 1:3) De su voluntad lo ofrecerá. Permítanos decirle, amigo oyente, que estas palabras representan una libertad de albedrío sin traba alguna. El Señor Jesús dijo, según Juan, capítulo 7, versículo 37: Si alguno tiene sed, venga a mí... Esta es una invitación que incluye a toda la familia humana. Nadie es excluido, excepto aquellos que se excluyen a sí mismos. El Señor Jesús da una sola condición. Si alguno tiene sed. Quizá usted dirá: Pues, no tengo sed. Bueno, quizá esto no sea para usted. Pero si es que usted tiene sed, le convida entonces a venir a Él, y le promete saciar su sed. Él mismo dijo en San Juan, capítulo 4, versículo 14: Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. El profeta Isaías, también incluyó esto en su invitación en el capítulo 55, de su profecía, versículo 1, cuando dijo: A todos los sedientos: Venid a las aguas. Cualquiera puede venir a Cristo si escoge venir a Él. TTB 4159 Página 9 de 10 Programa No. 0147

10 Debe haber una necesidad y un deseo. Y si usted, amigo oyente, tiene una necesidad y siente un deseo, venga a Cristo ahora mismo; Él le recibirá con los brazos abiertos. Y aquí tenemos que detenernos por esta oportunidad. Continuaremos estudiando este capítulo 1 del libro de Levítico, Dios mediante, en nuestro próximo programa. Recuerde pedir las notas y bosquejos que ofrecemos gratuitamente, las que serán de gran ayuda en el estudio de la Palabra de Dios. Esperamos recibir su carta muy pronto. Será pues, hasta pronto, que Dios le bendiga es nuestra ferviente oración! TTB 4159 Página 10 de 10 Programa No. 0147