Santiago, 28 de junio de 2016

Transcripción

1 Discurso de S.E. la Presidenta de la República, Michelle Bachelet Jeria, en encuentro con ciudadanas y ciudadanos que han participado en Encuentros Locales Autoconvocados del Proceso Constituyente Santiago, 28 de junio de 2016 Amigas y amigos: Cuando el 12 de abril hablamos por cadena nacional al país, para convocar a la etapa participativa del Proceso Constituyente, sabíamos que estábamos dando un paso inédito en la historia republicana. Por primera vez, estábamos abriendo un espacio real para que los ciudadanos participaran en la elaboración de su Carta Fundamental. Y yo quiero decir que previo a este llamado, yo me junté con muchos actores importantes del Estado chileno, y en el Estado chileno costaba entender una lógica distinta, lo tradicional era de arriba hacia abajo. Entonces, muchos me planteaban pero por qué no manda un proyecto de ley para que discuta la gente sobre un instrumento ya hecho; la gente no va a tener la capacidad para discutir. Es decir, había poca confianza en un proceso que tuviera un concepto distinto, y en el cual yo he creído toda mi vida, que es que también uno pueda construir políticas, iniciativas, desde la base social, desde abajo hacia arriba. Y, por supuesto, la parte que corresponde hacer de arriba hacia abajo también. Y por eso que para mí era tan importante esto, que es un esfuerzo que si bien es inédito en términos de la Constitución, es lo que hemos estado haciendo en otros programas, como el Quiero mi Barrio, que es donde los propios ciudadanos deciden y definen cuál es la intervención que quieren hacer en su barrio. 1

2 Y yo creía que esto era importante del punto de vista de la respuesta a una Constitución que nos reflejara a todos, pero también que era importante, dado los fenómenos que hemos ido viviendo en los últimos años en nuestro país, que era una manera también de acercar entre distintas personas e ir generando confianza e ir conversando sobre cuál es el país que queremos construir. Y por eso, para la Constitución, una conversación tenía ese sentido: cómo empezábamos como sociedad a reencontrarnos, a conversar sobre los temas que son claves para todos. Y en ese sentido, la participación mediante distintas alternativas, porque las personas también tenían derecho a decidir cómo querían participar, algunos colectivamente, otros a través de una consulta individual en el sitio web habilitado para estos efectos y, por cierto, los Encuentros Locales Autoconvocados por una decena de personas. Y como se ha vuelto costumbre en nuestro país, hubo voces escépticas y llamados alarmistas, pero paulatinamente yo creo que primó la confianza en Chile y su gente. Y hoy podemos decir con alegría que fueron muchos más los que vieron, en este llamado, una oportunidad para participar, entregar su opinión, escucharnos y fortalecernos como comunidad. Fueron muchos más los que entendieron que era preferible ser parte de la historia, que intentar frenarla. Y muchos de ellos, incluso algunos escépticos -y me alegró que así haya sido- decidieron sumarse, abrirse a ser parte de un momento único y dar voz a este impulso común. Incluso, algunos súperescépticos quedaron entusiasmados y felices, debo decir. Y hoy día, nos acompaña una gran parte de los responsables de que una vez más la ciudadanía chilena haya podido demostrar su madurez: representantes de organizaciones de la sociedad civil, representantes de las Iglesias, miembros del Consejo de Observadores, que fueron garantes estrictos de todo el proceso hasta 2

3 ahora, y van a seguirlo siendo, por cierto, y por supuesto los grandes protagonistas, hombres y mujeres que se dieron el tiempo de organizar un encuentro local, porque para muchos que podían hacerlo sólo el fin de semana, era el momento para estar con sus familias, para hacer otras cosas. Así que quiero reiterarles un gran agradecimiento por su trabajo y su dedicación. Yo estuve en distintos tipos de encuentros: encuentros algunos vecinales, otros encuentros temáticos. Por ejemplo, hubo un grupo de mujeres que me invitó a un encuentro, que querían asegurar que hubiera una mirada, una perspectiva de género en la discusión de la Constitución; el último en que estuve, en La Reina, fue con un grupo de familiares, familias de personas con discapacidad -viviendo con discapacidad- que querían asegurar que lo diferente estuviera reflejado claramente en una Constitución, de manera que sus derechos fueran garantizados. Y yo creo que la presencia de todos ustedes, y también de los múltiples encuentros que existieron, también es una demostración de lo transversal que ha sido el proceso, la diversidad de miradas que constituyen a Chile. Y al igual que ustedes, miles de personas, a lo largo y ancho de nuestro país -no decenas ni cientos, sino que miles- decidieron voluntariamente organizarse y dedicar varias horas a pensar el Chile que quieren. Incluso tuvimos que ampliar un poquito el plazo, para que pudieran alcanzar a sumarse nuevos interesados. Y esas ganas de aportar, de sumar, se apoderó de juntas de vecinos, colegios, casas, departamentos, clubes deportivos, lugares de trabajo, entre gente que se conocía y gente que no se conocía. Incluso hasta en mi casa hubo un Encuentro Autoconvocado, que organizó mi hija 3

4 con sus compañeros de colegio y de universidad. Yo no participé, no intervine, obviamente, solamente saludé. Yo he tratado de ser lo menos interviniente posible, para que sea realmente lo más, llamémosle, suelto, espontáneo y que realmente refleje la mirada del país. Y hoy vemos con satisfacción que 83 mil consultas individuales fueron contestadas en línea, y que se inscribieron más de 15 mil Encuentros Locales. Ahora, obviamente, como hubo varios este fin de semana, estamos sistematizando la información para saber si estas cifras son las finales exactamente; o, por ejemplo, de esos 15 mil Encuentros Locales que se inscribieron, cuántos se realizaron efectivamente. Pero me adelanto de inmediato: ésta no es una discusión matemática, no es cuántos más o cuántos menos. Lo que Chile logró fue abrir algo inédito en nuestra historia, que era una deliberación sobre la manera que como país concebimos el rol de los ciudadanos y nuestra convivencia cívica. Y yo creo que lo que logramos entre todos fue inmenso. Hicimos retroceder un buen poco la desconfianza y comprobamos que somos capaces de crear comunidad y respeto más allá de nuestras diferencias. Cualquiera que haya participado en un ELA lo sabe perfectamente: entre lo más valioso de esta instancia, yo siento que ha sido el espacio de conversación que se ha podido instalar; el interés genuino en la opinión del otro, que aunque pueda ser distinta a la mía hace posible que tengamos un nosotros. Porque aunque no todas las respuestas se hayan logrado con acuerdo de todos, y por eso más de algún caso hubo que poner desacuerdo en el casillero, se logró generar propuestas comunes. Y ése es justamente el espíritu que tiene que seguir inspirando el proceso de construcción de la Constitución. Yo quiero insistir en este 4

5 punto porque creo que es esencial para el futuro que podamos construir entre todos: la política la podemos hacer todos, la participación de todas las miradas y voces es esencial para que podamos aspirar a un porvenir común. Entonces, estamos creando condiciones efectivas para que los que quieran participar puedan hacerlo, y lo segundo es que esta participación sea tomada en serio. Bien sabemos que en Chile la demanda por ser escuchado, la demanda por acortar la distancia entre ciudadanos y tomadores de decisiones, se ha hecho sentir con mucha fuerza en los últimos años. Pero como las formas son tan importantes como el fondo, quiero rescatar la gran lección de lo que llevamos del proceso: una participación real e institucionalizada es posible y es el mejor camino para fortalecer la democracia. Entonces, quiero aprovechar esta fecha que estamos como haciendo un balance del cierre de la primera etapa: invitarlos a seguir participando, porque este proceso no ha terminado. Por decirlo así, recién comienza, cosa que no es así, pero me refiero a que continúa. El 23 de julio iniciamos los cabildos provinciales en todas las capitales provinciales del país: van a ser reuniones abiertas y públicas y pueden participar todos, sólo deben tener 14 años e inscribirse en la página unaconstitucionparachile.cl o al teléfono Si ustedes ya participaron en algún Encuentro Local o contestaron la consulta en línea, pueden participar igual. Y si aún no participan, éste puede ser el momento, la instancia, una nueva oportunidad para que todos puedan ser escuchados. El trabajo de los Encuentros Locales realizados en esta primera etapa, es decir, la síntesis de sus actas, será la base, el punto de partida para esta nueva modalidad de participación. 5

6 Y como Presidenta de la Republica, yo lo tengo muy claro: más allá de los ajustes que se van necesitando en un proceso del cual todos estamos aprendiendo, sabemos que en las etapas que vienen, tendremos que estar a la altura de esta confianza que han manifestado nuestros compatriotas. De la misma manera que lo hemos hecho hasta ahora, seguiremos dando las garantías de que todos los que deseen, podrán ser parte de los cabildos que se inician el 23 de julio, tanto provinciales y luego, más tarde, los regionales. También seguiremos dando la seguridad a cada ciudadano o ciudadana que participe que su opinión y su visión no sólo serán respetadas, sino que serán, además, una condición necesaria para pasar a la etapa siguiente. Porque seguiremos siendo los primeros en defender la virtud porque a mi juicio, es un virtud, y también creo que es un derecho, no sólo una virtud- de dar espacios reales para una participación incidente en las decisiones que nos afectan a todos. Porque la verdad es que creemos en Chile y su gente; porque creemos en la democracia, y la democracia es mucho más que una democracia representativa: tiene que ser una democracia mucho más participativa, en que podamos tener una Constitución que nos enorgullezca a todos y también nos convoque por décadas. Porque juntos hemos abierto un momento histórico del que no podemos restarnos y porque está en cada uno de nosotros ser parte de uno de los más grandes legados que podemos dejarles a nuestros hijos o nietos: la piedra angular sobre la cual construir una mejor patria, más moderna y generosa para los que vendrán. 6

7 Felicitaciones a todos por su participación -como sale ahí cuando levanta una tapita del yogurt, siga participando, sería el mensajesigamos participando, porque podemos hacerlo y porque vale la pena. Muchas gracias. 7