ecosistema educativo de don bosco

Transcripción

1 intuiciones pedagógicas ecosistema educativo de don bosco 1. Sustrato educativo recibido 1 2 sustrato educativo personal 2. Sustrato educativo adquirido 1.01 Educado en la fortaleza 2.01 Narrador y comunicador 1.02 Trabajo y solidaridad 1.03 Educado en la sensibilidad 2.02 Pequeño saltimbanqui 1.04 Educado en la reflexión 2.03 Persona con recursos 1.05 Educado en austeridad solidaria 2.04 Don Calosso, maestro y guía 1.06 Educado en la fe y la cultura 2.05 Comienzo de los estudios 1.07 El sueño que orientó su existencia 2.06 La sociedad de la alegría 2.07 En el seminario de Chieri 2.08 Joven sacerdote 2.09 Don Cafasso, el maestro don bosco ecosistema educativo comentario sacerdote educador 3. elementos vitales 4. adaptación al medio 3. Elementos vitales 4. Adaptación al medio 3.01 Bartolomé Garelli 4.01 Fiesta y alegría 3.02 Inicios del Oratorio 4.02 Proyecto educativo 3.03 Entrega educativa 4.03 Acogida y buenas noches 3.04 Los chicos de la calle 4.04 Escuelas dominicales y nocturnas 3.05 Carta de roma (1) 4.05 Como un cuerpo sin alma 3.06 Carta de roma (2) 4.06 Teatro 3.07 Sistema Preventivo (1) 4.07 Narrar la vida 3.08 Sistema Preventivo (2) 4.08 Jóvenes educadores de jóvenes 3.09 Sistema Preventivo (3) 4.09 Buena prensa HOY USTED ESTÁ AQUÍ 4.10 El recreo 4.11 Personalizar la fe 4.12 Atención a diversidad 4.13 Escuelas profesionales 4.14 Educar con el trabajo c josé joaquín gómez palacios 2007

2 memorias del oratorio 3.01 Bartolomé Garelli Síntesis Don Bosco tuvo clara conciencia de que su vocación era ser sacerdote para acoger a niños y jóvenes desde su más tierna infancia. Así lo relata en el «Sueño de los nueve años». Esta vocación fue perfilándose progresivamente, hasta que llegó un día en el que comenzó a hacerse realidad. Ese día señalado fue el 8 de diciembre de Don Bosco relata el encuentro que tuvo con el adolescente Bartolomé Garelli en la sacristía de la iglesia de San Francisco de Asís, vecina a la residencia para sacerdotes jóvenes. Fue en este momento cuando inició su tarea. En este relato fundacional se recogen los elementos esenciales de la pedagogía salesiana.

3 intuiciones ecosistema pedagógicas educativo de don bosco una pedagogía narrada como historia 3.01 comentario bartolomé garelli

4 memorias del oratorio Bartolomé Garelli. En seguida me encontré con una bandada de jovenes que me acompañaban por calles y plazas hasta la misma sacristía de la iglesia. Pero no podía cuidarme de ellos por falta de local. Un feliz encuentro me ofreció la ocasión para intentar llevar a la práctica un proyecto en favor de los jóvenes errantes por las calles de la ciudad, especialmente de los salidos de las cárceles. El día de la Inmaculada Concepción de María, el 8 de diciembre de 1841, estaba revistiéndome de los ornamentos para celebrar la santa misa. El sacristán José Comotti, al ver un jovencito en un rincón, le invitó a que me ayudara la misa. - No sé hacerlo, -respondió él, muy avergonzado. - Ven -dijo el otro-, tienes que ayudar. - No sé -contestó el jovencito-; no lo he hecho nunca. - Eres un animal -Ie dijo el sacristán muy furioso-. Si no sabes ayudar, a qué vienes aquí?- Agarró el mango del plumero y la emprendió a golpes contra las espaldas y la cabeza del pobre chico. - Pero qué haces? -grité yo en alta voz-. Por qué le pegas de ese modo? - A qué viene a la sacristía si no sabe ayudar a misa? - Haces mal. - Y a usted qué le importa? - Me importa mucho; se trata de un amigo mío; llámalo en seguida, que voy a hablar con él. Llegó temblando y llorando el pobre chico por los palos recibidos. - Has oído ya misa?- le dije con la mayor amabilidad que pude. - No- respondió. - Ven y la oirás; después querría hablarte de un negocio que te va a gustar. Accedió sin mayor dificultad. Era mi deseo quitarle la mala impresión recibida del sacristán. Celebrada la santa misa y terminada la acción de gracias, llevé al, muchacho al coro. Asegurándole que no tenía por qué temer más palos, con la cara sonriente empecé a preguntarle como sigue: - Amigo, cómo te llamas? - Bartolomé Garelli. - De qué pueblo eres? - De Asti. - Vive tu padre? - No; murió ya. - Y tu madre? - También murió. - Cuántos años tienes? - Dieciséis. - Sabes leer y escribir? - No sé nada. - Has hecho ya la primera comunión? - Todavía no. - Te has confesado? - Sí, cuando era pequeño. - Y ahora, vas al catecismo? - No me atrevo. - Por qué? - Porque, los compañeros pequeños saben el catecismo, y yo, tan mayor, no sé nada. Por eso tengo vergüenza de ir a la catequesis. - Y si yo te diera catecismo aparte, vendrías? - Vendría con mucho gusto. - Te gustaría que fuese aquí mismo? - Vendría con gusto, siempre que no me pegasen. - Estate tranquilo, nadie te tocará: serás amigo mío y tendrás que vértelas sólo conmigo. Cuándo quieres que empecemos nuestro catecismo? - Cuando le plazca. - Esta tarde? - Sí. - Quieres ahora mismo? - Pues sí, ahora mismo; con mucho gusto. Me levanté e hice la señal de la cruz para empezar, pero mi alumno no la hacía porque no sabía hacerla. En aquella primera lección me entretuve en enseñarle a hacer la señal de la cruz y en darle a conocer a Dios creador y el fin para que nos creó. ( ) A este primer alumno se unieron otros; durante aquel invierno me limité a algunos mayorcitos que necesitaban una catequesis especial y, sobre todo, a los que salían de las cárceles. Entonces palpé por mí mismo que si los jóvenes salidos de lugares de castigo encontraban una mano bienhechora que se preocupara de ellos, les asistiera en los días festivos, les buscara colocación con buenos patronos y les visitara durante la semana, estos jóvenes se daban a una vida honrada, olvidaban el pasado y resultaban, al fin, buenos cristianos y honrados ciudadanos. Este es el origen de nuestro Oratorio, que, con la bendición del Señor, tomó tal incremento como yo nunca hubiera podido imaginar. Memorias del Oratorio nº 40

5 intuiciones pedagógicas Encuentro con Bartolomé Garelli Relato fundacional de la obra pedagógica de Don Bosco Mito de origen de la gran familia educativa salesiana Reconstrucción didáctica que contiene elementos pedagógicos esenciales Análisis de la realidad Metodología para progreso abandono, soledad, frío amabilidad golpes, miedo comprensión temblor, lágrimas gradualidad y flexibilidad ignorancia, incultura, vergüenza análisis desde una perspectiva global: pobreza, exclusión familia, religión, cultura, lugar de origen trabajo y explotación necesidades, problemas, temores propuesta personalizada atención a la diversidad puertas abiertas a nuevas acogidas efectos educativos Don Bosco consigue la amistad con amabilidad y cercanía personal Don Bosco acompaña en la madurez emocional reforzando su autoestima Se abren puertas a su formación religiosa El joven inmigrante llegado del campo, halla en quien confiar Don Bosco comienza desde la situación en la que se halla el muchacho constructivismo Oferta alternativa comentario Las Memorias Biográficas (tomo II. pag, 76) afirman que Don Bosco, tras el "no sé nada" de Bartolomé Garelli, prosiguió así el diálogo: - Sabes cantar? - No. - Sabes silbar?... y entonces el chico sonrió". Estas dos preguntas de don Bosco y la sonrisa del chico fueron recogidas de labios de Don Bosco por Don Ruffino en su Crónica de Brilla a la vez la intuición psicológica y pedagógica de don Bosco y la señal de una confianza y una amistad conquistada. Garelli condujo luego a otros compañeros, también aprendices de albañil, al catecismo y lo frecuentó durante algún tiempo, pero se ignora hasta cuándo. Algunos de los primeros salesianos afirman en sus crónicas y recuerdos que vieron a Bartolomé Garelli por el Oratorio después de 1855, cuando ya era un hombre de unos 30 años. Posteriormente se perdió su rastro. Pero Bartolomé Garelli fue para Don Bosco el símbolo de toda la juventud pobre y necesitada. Cuando don Bosco buscaba en 1868 cartas de apoyo de los prelados para obtener la aprobación pontificia de la Congregación Salesiana, incluía en las peticiones que les hacía un resumen histórico que empezaba así: «Esta Sociedad al principio fue una simple catequesis». Se refería al encuentro con bartolomé Garelli que tuvo lugar un 8 de diciembre de 1841; que luego continuó en la misma iglesia, y que de allí pasó a otros lugares, con la colaboración de laicos y eclesiásticos, con la aprobación arzobispal, bajo la dirección de Don Bosco. El mismo Don Bosco, dando una conferencia en el Oratorio se expresó así: «Todas las bendiciones que nos han llovido del cielo son el fruto de aquella avemaría rezada con fervor y recta intención junto con el jovencito Bartolomé Garelli en la iglesia de San Francisco de Asís" (Memorias Biográficas XVII. pag. 510) Por este motivo, los salesianos fechan el origen de la Congregación salesiana el 8 de diciembre de 1841.

6 memorias notas históricas del oratorio El relato de Bartolomé Garelli está rodeado de misterio para los historiadores salesianos. Varios de ellos han rastreado los archivos parroquiales de Asti y poblaciones vecinas en busca de la partida de bautismo del joven citado en el relato, o algún vestigio documental que certifique su existencia. Los esfuerzos documentales han resultado infructuosos. Por otra parte existen noticias que afirman una presencia ocasional de Bartolomé Garelli por el Oratorio, quince años después del encuentro que narra Don Bosco. El joven debía tener ya unos 30 años. Todo ello ha contribuido a la formulación de nuevas teorías históricas que siguen en proceso de investigación. La que tiene mayor probabilidad de ser cierta es aquella que propone la siguiente explicación: Parece ser que Don José Cafasso dirigía personalmente un grupo de catequesis formado chicos algo mayorcitos, de unos 15 años. Estos muchachos se reunían en una estancia cuya puerta da al patio que hay en la sacristía de la Iglesia de San Francisco de Asís. (Esta estancia se conserva todavía en la actualidad, aunque no es muy conocida ni visitada habitualmente) Todos ellos eran aprendices de albañilería; emigrantes procedentes de poblaciones vecinas a la gran ciudad de Turín. Al llegar el inicio del curso de , Don José Cafasso invitó a Don Bosco a hacerse cargo de aquel grupo de aprendices de albañilería. (El curso escolar en aquellos tiempos comenzaba el 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos y concluía el 25 de marzo, para que los muchachos pudieran ir con sus familias a realizar las labores de la recolección). Don Bosco aceptó gustoso. Cuando comenzó con ellos las sencillas catequesis, intuyó que comenzaba su obra en firme, que aquello era lo suyo. Probablemente el grupo no era mayor de media docena, y entre ellos tal vez había uno llamado Bartolomé Garelli... Cuando Don Bosco, muchos años después, narra este episodio no tiene la intención de hacer una crónica exacta de lo que ocurrió, sino de exponer en forma de relato los elementos esenciales en su estilo educativo y pastoral. Estos primeros muchachos del incipiente Oratorio de Don Bosco debía ser «aprendices de albañil», así se explica el interés que tenía Don Guala (director del Colegio Eclesiástico de Turín) en que se organizara una celebración con motivo de la festividad de Santa Ana, patrona de los albañiles. indicadores y reflexión Educador que acoge y camina con los jóvenes Acoge incondicionalmente a cada joven. Se esfuerza en ser amable y positivo. Constructivismo: parte de la situación en la que se hallan los jóvenes. Don Bosco se aproxima a la estructura cognitiva de Bartolomé para anclar, en lo ya fundamentado, la novedad que favorecerá el crecimiento positivo del muchacho. Gradualidad y flexibilidad Ayuda a integrar a los que van quedando al margen. Comparte sus experiencias de vida. Implica a cada uno para que ponga a disposición sus propios recursos. Participa en las preocupaciones de los destinatarios. Promueve y participa en los encuentros festivos entre los destinatarios Tiene capacidad de entusiasmo y animación. 1. Valora estas actitudes en el desempeño personal de tu misión educativa. 2. Valorad la actitud práctica del colegio en el desarrollo las características enumeradas. 3. Si lo veis necesario, trazad unas líneas de actuación para mejorar la acogida de los chicos y chicas.