TIEMPOS DE AVIVAMIENTO Principios de Reino XII, La Gloria de Dios

Transcripción

1 TIEMPOS DE AVIVAMIENTO Principios de Reino XII, La Gloria de Dios Éxodo 33: 12 Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.13 Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. 14 Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. 15 Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. 16 Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo, sino en que tú andes con nosotros, y que yo y tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra? 17 Y Jehová dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y te he conocido por tu nombre. 18 Él entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 21 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro. Una pésima noticia había recibido Moisés y el pueblo de Dios completo. Dios les había anunciado que si bien cumpliría a cabalidad su promesa de meterles en la tierra de la promesa y echar de ella a todos quienes la habitaban; Su Presencia ya no iría con ellos dado que eran un pueblo duro que dificilmente doblegaban su cabeza delante de Él. Hasta ese día el tabernáculo, lugar de la manifestación de la Presencia de Dios, iba siempre en medio de todo el pueblo, rodeado de los campamentos de cada una de las tribus. Pero con el anuncio que Dios había dado, Moisés tuvo que levantar el tabernáculo y colocarlo bien fuera de los campamentos, de forma tal que le llamó: Tabernáculo de Reunión; para que cualquiera que quisiera consultar a Dios fuera hasta allí. Moisés mismo tenía que desplazarse hasta el tabernáculo para recibir instrucciones de Dios y regresar al campamento, en tanto que Josué, su servidor, permanecía siempre, por decisión propia, en el tabernáculo.

2 Así que Moisés levanta una oración trascendental, que nos trae una formidable revelación de Dios mismo y Su Voluntad hacia nosotros: DESARROLLO 1. Mi Presencia contigo. Moisés le dice a Dios: Tu me has ordenado que sacara a este pueblo de la esclavitud de Egipto, pero no me has declarado a quien enviarás conmigo que me muestre el camino. Si en verdad he hallado gracia delante de tus ojos, muéstrame el Camino por donde debo andar. La respuesta de Dios fue maravillosa: Quieres saber quién irá contigo? Yo iré contigo, Mi Presencia irá contigo siempre y te daré descanso. Pero, recordemos que el tabernáculo, lugar de la Presencia de Dios, había sido puesto fuera del campamento. Dios no le decía que regresaría para ir en medio del campamento, sino que iría con él, con Moisés. Por muchos años la iglesia, sobre todo en el periodo en que la Iglesia católica era la única; se enseñó que el único lugar de la Presencia de Dios era la Igleisa, por lo cual solo allí podría levantarse oración y tener comunión con Dios. Por esta razón, la iglesia usa del castigo de la excomunión, pues al correrlos de la iglesia, supuestamente también han sido expulsados de la comunión con Dios, dado que solo en la iglesia habría comunión con Dios debido a Su Presencia. Pero esto no es así, nosotros podemos disfrutar inmensamente la Presencia de Dios en este lugar, Dios nos ha privilegiado y honrado con Su maravillosa Presencia aquí, pero es claro que tu y yo podemos ser privilegiados también siendo no solo acompañados, sino dirigidos por la Presencia de Dios durante nuestro Camino en esta vida. Ahora bien dijo Moisés: En qué se conocerá que hemos hallado gracia sino en que Tu Presencia vaya con nosotros y que nos apartes de todos los demás pueblos de la tierra? Éste es el resultado más precioso de la gracia de Dios: Su Presencia con nosotros, ser apartados para Él de todos los demás pueblos de la tierra. La gracia de Dios por medio de Su Hijo Jesucristo está disponible para ti hoy mismo. Por esta gracia tu no puedes sentirte solo en tu caminar por este mundo, sin saber que hacer y que decisiones correctas tomar. Dios mismo va contigo. Hay un destino prometido por Dios para ti y para mi, el cielo. Lugar preparado para quienes hemos creído en Jesús; pero mientras estemos aquí en esta tierra, Su Presencia es el cielo, Su Presencia es nuestra dirección, Su Presencia es nuestra protección, Su Presencia es nuestra provisión, Su Presencia es la señal más evidente de que hemos hallado gracia. El Espíritu de Dios derramado sobre tu vida es la Presencia de Dios en tu vida. Sí, la Presencia de Dios reposó sobre el tabernáculo que erigió Moisés en el desierto y se manifestaba maravillosamente en una nube de día que les daba sombra del fuerte sol del desierto y en una columna de fuego por la noche para calentarles de las frías noches.

3 La Presencia de Dios también cayó sobre le templo edificado por Salomón, y su manifestación fue tan grande que los mismos sacerdotes no pudieron permanecer dentro de él, porque la Presencia de Dios lo llenaba todo. Un templo majestuoso, lleno de oro, piedras y maderas preciosas. Pero la más grande gloria de la Presencia de Dios estaba reservada para el nuevo templo que Jesús levantaría al Padre, un templo del que el profeta Hageo dijo que la gloria postrera sería mayor que la primera, ese templo eres Tu, el templo del Espíritu de Dios. La Presencia de Dios va contigo a donde quiera que vayas, pero no solo es tu compañía fiel, sino tu director, tu guía diaria en este mundo para que te vaya bien; es quien santifica separándote del mundo y apartándote para Dios. Así que puedes decir: Tu Presencia es la manifestación de la gracia de Dios para mi. Es el cielo, es provisión, es protección, es dirección, es comunión. 2. La Gloria de Dios. Pero Moisés no se quedó allí: Si he encontrado gracia, entonces te ruego que me muestres tu gloria. Un clamor maravilloso de Moisés: Te ruego, muéstrame tu gloria. Dios, contestando a su petición le dijo: Pasaré delante de ti Todo mi bien, y proclamaré el nombre de Jehová delante de tu rostro, y tendré misericordia de quien tendré misericordia. Si tu te has preguntado Qué es la gloria de Dios? Pues bien quiero decirte que es: - Todo el bien de Dios - Su nombre proclamado en tu rostro - Su misericordia Moisés pedía ver la gloria de Dios, y Dios le dijo: Mira hay un lugar junto a mi, en la Peña, donde puedes estar. Allí, oculto Moisés en la hendidura de la Peña, pudo ver pasar la gloria de Dios delante de su rostro, Qué maravilla! Pero dice la Palabra de Dios: Romanos 3: 23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús El pecado nos destituye del acceso a la Gloria de Dios: El pecado te margina del bien de Dios, evita que el nombre de Dios sea proclamado sobre ti, te aparta de la misericordia de Dios. Pero gracias sean dadas a Dios por su maravilloso amor que nos dio a Su Hijo Jesucristo, para que a través de la fe en Él, en Su Sacrificio en la cruz; podamos ser justificados y redimidos para Dios. Ahora bien, dice la escritura, que Jesús está sentado a la diestra del Padre, y también dice que quienes en Él hemos creído estamos sentados juntamente con Él en los lugares celestiales.

4 Hay un lugar junto al Padre, el trono de Jesús, donde podemos estar sentados juntamente con Él, y entonces tener acceso a toda la maravillosa Gloria de Dios. Pero no para que pase delante de tu rostro, sino para seas lleno de ella, para que la disfrutes plenamente, no hasta que llegues al cielo, sino desde aquí en la tierra. Tu eres templo del Espíritu de Dios, y por Él, la gloria de Dios ha sido derramada sobre ti. Quizá no habías comprendido esto, pero si tu has creído en Jesús, no solo lo Presencia de Dios irá contigo como señal de Su gracia, sino que la gloria misma de Dios posará y reposará sobre ti. Todo su bien, sí, todas sus riquezas, toda su bondad, toda Su buena Voluntad. El nombre de Jesús proclamado sobre ti, el nombre que es sobre todo nombre que se nombra, el nombre en el cual hay poder, nombre que es como un ungüento derramado, nombre delante del cual toda rodilla debe doblarse tanto en el cielo como en la tierra, como aún debajo de la tierra. Ese nombre es proclamado hoy delante de tu rostro. La misericordia de Dios en tu vida, pasando por alto todos los pecados pasados por el sacrificio de Su amado Hijo, por lo cual puedes presentarte delante del trono de la gracia y encontrar oportuno socorro. Misericordia que te presenta como un santo, con vestiduras limpias, de gala; misericordia que te lleva a más y en aumento durante toda tu vida. Colosenses 1: 11 dice fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad La gloria de Dios tiene una potencia, una fuerza. Su bien tiene potencia, Su nombre tiene potencia, su misericordia tiene potencia. Y toda esta potencia se derrama sobre ti para fortalecerte en cada una de tus debilidades. No puedes andar por la vida diciendo que eres débil y que por eso llevas una vida por debajo del estándar del Reino de Dios, si has sido investido de poder, conforme a la potencia de Su gloria. 3. Un Reino de Gloria. Sí, el Reino de Dios es un Reino de Gracia y Gloria. No puedes vivir con menos de esto. Apocalipsis 21: 9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. 10 Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal.

5 Apocalipsis 21: 22 Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera Todo el bien, todas las riquezas del Reino, todo Su Poder, toda Su misericordia es para ti. Tu eres la Iglesia, la desposada del Cordero de Dios. No requieres de templo, el Espíritu de Dios vive dentro de ti. No requieres de ninguna otra luz que ilumine tu camino; la Gloria de Dios te ilumina y el Cordero de Dios, Jesucristo es tu lumbrera. El rostro de Moisés brilló intensamente a causa de la Gloria de Dios, pues yo creo que tu brillarás intensamente, llamarás la atención, la gente vendrá a ti buscando lo que tienes: El bien de Dios, Su Poder y Su misericordia.