1.3.- LACTANCIA MATERNA

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1 1.3.- LACTANCIA MATERNA EN QUÉ CONSISTE LA LACTANCIA? Es alimentación del bebé a base de leche, del tipo que sea. En nuestro medio, la lactancia practicada por las madres se divide en 2 grandes grupos: lactancia materna y lactancia artificial. La lactancia materna es, sin ninguna duda, el mejor y más completo alimento para un niño por debajo del año de vida. Es el único alimento que precisa un niño en los primeros meses, no siendo necesarias las infusiones de hierbas ( anises ), agua, etc. Sólo en situaciones excepcionales un lactante necesitará tomar agua además del pecho de su madre. Es, sin ninguna duda, la mejor forma de que un lactante se desarrolle correctamente. No solamente es el alimento más adecuado y completo para un recién nacido, sino que también tiene otra serie de propiedades que hacen que sea el alimento de elección de un recién nacido: es estéril (no presenta los riesgos de contaminación que tiene un biberón), tiene un efecto positivo de cara a un mejor desarrollo intelectual y protege frente a infecciones que pueden afectar a los bebés. La lactancia facilita además la relación madre-hijo en las primeras semanas de vida, ya que uno de los momentos de relación más intensa entre ambos será cuando lacte el niño. CONDICIONANTES DE LA LACTANCIA Los condicionantes sociales de nuestro entorno, motivados por los cambios experimentados en nuestra sociedad en los últimos decenios, han posibilitado una serie de hechos que, en cierta manera, ayudan a entender ciertas situaciones que se viven en los primeros meses de vida de un hijo. Probablemente, los factores más importantes son: la incorporación de la mujer al mercado laboral la cobertura laboral limitada que ofrece nuestra sociedad a las madres tras tener un hijo el inicio del reparto de las labores del hogar y el cuidado de los hijos por parte de ambos padres el progreso tecnológico y el desarrollo y perfeccionamiento experimentado por las nuevas leches adaptadas, y la influencia que los medios de comunicación pueden tener en los hábitos ciudadanos. DIFERENCIAS ENTRE LACTANCIA MATERNA Y LACTANCIA ARTIFICIAL La lactancia materna facilita el contacto físico madre-hijo y una relación más estrecha entre ambos. La leche de la madre es el alimento ideal para conseguir una buena maduración cerebral. La lactancia materna protege al niño de la adquisición de infecciones, por medio de factores inmunológicos ( defensas ) presentes en la leche de la madre. A pesar de los grandes progresos conseguidos en la elaboración de las diferentes leches artificiales, hay estudios que demuestran que los niños que han lactado al pecho al menos durante 3 meses tienen menos riesgo de sufrir gastroenteritis, infecciones respiratorias, otitis media e infecciones del tracto urinario. Los niños lactados al pecho realizan, en general, más deposiciones que los lactados al biberón. Lactar al biberón supone menos esfuerzo para el bebé. Es más costoso para el bebé vaciar un pecho que vaciar un biberón. El iniciar tempranamente una lactancia artificial dificulta el establecimiento de una correcta lactancia materna.

2 los niños alimentados al biberón ganan más peso y más rápidamente que los lactados al pecho, aunque, al final del desarrollo, el peso final de los niños no ofrecerá diferencias entre ambos grupos. El que un niño lactado al pecho engorde menos que uno lactado al biberón no tiene que hacernos suplementar la alimentación del niño lactado al pecho. No existen diferencias respecto a la talla entre los niños lactados al pecho y los que toman biberón. EN QUÉ CONSISTE LA LACTANCIA MATERNA? Es el método natural de alimentar a los niños. Sin duda, la leche materna es el alimento más completo para un recién nacido. A pesar de los progresos experimentados, ninguna leche artificial (ninguna fórmula adaptada) consigue un desarrollo del niño como el conseguido por medio de la lactancia materna. La decisión de dar pecho al niño (la opción por la lactancia materna) ha de tomarse en el curso del embarazo. No debe influir en nuestra decisión el tamaño o forma de las mamas, ya que, salvo muy raras excepciones, siempre producirán leche suficiente para amamantar al bebé. La lactancia materna ha de iniciarse lo antes posible y, en la primera semana de vida, reviste una serie de particularidades, que son detalladas más adelante. La lactancia materna llevará a un mejor conocimiento mutuo de la madre y el hijo y facilita además la relación madre-hijo en las primeras semanas de vida, ya que uno de los momentos de relación más intensa entre ambos será cuando lacte el niño. De esta forma, ambos intentarán adaptarse al otro, de tal manera que, una vez pasadas las primeras semanas, se estabilice tanto la frecuencia de las tomas como la duración de las mismas. Si la ganancia de peso es correcta y el aspecto del bebé es saludable, la leche materna puede ser el único alimento del bebé en los primeros 6 meses de vida. A partir de esa edad, introduciremos alimentos nuevos, de manera progresiva. La ganancia de peso puede ser también una forma útil para saber si la alimentación del bebé está siendo suficiente. Recurrir a otros métodos como la doble-pesada (pesar al bebé antes y después de una toma) no suele ser útil y, en muchas ocasiones, sólo sirve para incrementar la ansiedad de la madre. Todos los hijos son diferentes, no sólo físicamente. El comportamiento de 2 hermanos puede ser diametralmente opuesto entre ambos. Estas diferencias también pueden observarse en la alimentación, de tal manera que hay niños que pueden vaciar un pecho y saciarse en 5-10 minutos, mientras otro hermano puede ser más lento y perezoso al tomar. De esta forma, no siempre lo que hemos aprendido con un primer hijo puede ser válido para los siguientes. Hay ciertas situaciones en las que la lactancia materna ha de ser evitada. Así, en el caso de que la madre pueda padecer alguna enfermedad es recomendable comentar con el médico la conveniencia o no de lactar el bebé al pecho bien por problema inherentes a la propia enfermedad padecida por la madre o por las medicaciones que toma la madre para controlar su enfermedad. PRODUCCIÓN DE LECHE El estímulo más importante para la producción de leche por parte de la madre es la succión vigorosa por parte de su hijo y el vaciamiento de las mamas. El lactante debe ser colocado en el pecho de la madre lo antes posible, si las condiciones del parto lo permiten. Esto puede hacerse en la misma sala de partos. Los primeros días la producción de leche por parte de la madre será más escasa y, además, la composición de la misma será diferente a la producida por la madre más adelante. En esos primeros días la leche de la madre es más rica en proteínas y minerales, siendo más pobre en grasas e hidratos de carbono. Es de un color más oscuro y recibe el nombre de calostro. En 3-4 días, aumentará la producción de leche y cambiará su composición. La producción de leche por parte de la madre no es totalmente uniforme a lo largo del periodo de lactancia. Así, hay ocasiones en las que la madre puede notar menor ingurgitación

3 mamaria. Estas fases suelen ser autolimitadas y se resuelven de manera espontánea con una buena succión y vaciamiento de las mamas por parte del bebé. En raras ocasiones, se puede recurrir a medicamentos que incrementen la producción de leche. Una vez en nuestra casa, la alimentación al pecho debe llevarse a cabo en una situación cómoda y tranquila para la madre y su bebé. Es en esas fases iniciales en las que la madre y su hijo comienzan a conocerse, por lo que es clave que ambos estén en una situación cómoda y rodeados de tranquilidad. El establecimiento precoz de unas prácticas alimentarias correctas y confortables facilita el bienestar emocional de ambos, madre e hijo. No es el mejor momento para visitas ni que otros familiares o amigos hagan carantoñas al niño. Más adelante cambiará el sentido social que tiene la lactancia materna y es frecuente que ésta se desarrolle en la presencia de otros familiares o fuera del domicilio habitual. En ocasiones, si el estímulo del lactante no es suficiente, puede recurrirse a determinadas medicaciones que incrementan la producción de leche, pero siempre bajo control médico. Durante la lactancia, la madre debe incrementar considerablemente el aporte de nutrientes y líquidos para, por un lado, alimentar correctamente a su bebé y, por otro, para facilitar una pronta recuperación del parto. CÓMO AMAMANTAR A UN BEBÉ La alimentación al pecho debe llevarse a cabo en una situación cómoda y tranquila para la madre y su bebé. Dado que la lactancia al pecho es un acto que se repetirá con mucha frecuencia durante unos meses, es necesario que siempre se lleve a cabo en una situación de máxima comodidad, tanto para la madre como para el niño. La madre puede colocarse sentada, recostada o acostada con el bebé a su lado. El bebé por su lado deberá estar hambriento, seco y no estar ni demasiado frío ni demasiado arropado. En las fases iniciales de la vida de un bebé es el momento, junto con el baño, de relación más intensa materno-filial. Una buena relación inicial madre-hijo facilitará el que la lactancia sea un motivo de gozo y disfrute, y no de tensión, como, desgraciadamente, sucede en ocasiones, ocasiones en las que, muchas veces, se llega a abandonar la lactancia materna por el stress que la misma supone. En estas fases iniciales es importante el que un profesional (pediatra) asesore correctamente a la familia y, principalmente, a la madre. Es mejor consultar con el pediatra las múltiples dudas que puedan surgir.

4 La madre ofrecerá en primer lugar al niño el pecho por el que había el bebé terminado la toma anterior. En ocasiones, el pecho puede estar muy duro por la cantidad de leche almacenada. En estos casos, es conveniente masajear al pecho, e incluso, vaciarlo un poco, si el niño tiene dificultades para tomar. El niño debe abarcar con su boca la areola mamaria, no siendo necesario que la madre utilice su mano libre para liberar la nariz del niño. Éste es capaz de respirar tranquilamente al tiempo que mama. El niño tomará de ese primer pecho hasta que él mismo suelte el pezón, no limitando la toma salvo si tarda mucho y está jugando con el pezón. A pesar de que clásicamente se ha recomendado limitar el tiempo de lactar de un pecho a un máximo de 10 minutos, esta recomendación no es correcta. No debemos limitar el tiempo que permanece un niño lactando de un pecho. La succión del niño puede ser más vigorosa en las fases iniciales de la toma, siendo más perezosa al final de la misma, dando la impresión de que, en ocasiones, el bebé está jugando. Es habitual que, lactando pecho y por la existencia de un mecanismo reflejo, el niño realice una deposición coincidente con la toma. La composición de la leche de la madre es diferente a lo largo de la toma. En la parte final de la misma, la leche es mucho más rica en grasas y el tomar esta última leche facilitará una sensación de saciedad por parte del bebé y también facilitará el espaciamiento de tomas. Si el bebé no suelta el pezón, nos ayudaremos de un dedo para facilitar el apartarle del mismo, no debiéndose retirar al niño tirando de él. Entre pecho y pecho, se puede aprovechar para facilitar el eructo del niño y, si es necesario, cambiar el pañal del bebé. Tras ese pequeño descanso, la madre ofrecerá al niño el segundo pecho, aunque, en ocasiones, el bebé quedará saciado sólo con un pecho. No debemos forzar al bebé a tomar el segundo pecho. DÓNDE AMAMANTAR A UN BEBÉ En fases iniciales, la tranquilidad es fundamental para un correcto desarrollo de la lactancia. Dependiendo de la relación establecida entre el bebé y su madre, en muchas ocasiones, de manera lentamente progresiva, el hecho de la lactancia podrá comenzar a ser disfrutado por el resto de la familia, siempre que ésta no entorpezca el evento central que constituye la lactancia. Según vaya creciendo el niño y las tomas se espacien, la posibilidad de realizar salidas y excursiones será cada vez mayor. El que el niño esté lactado al pecho no debe ser un obstáculo para que la familia pueda disfrutar fuera de su domicilio. Una vez hecha la primera toma del pecho fuera de casa, los padres pueden comprobar que es una situación bastante cómoda y, generalmente, menos engorrosa que la administración de un biberón (que requiere llevar el biberón, calentar agua, mezclarla con la leche adaptada en polvo, o bien calentar la leche adaptada que viene presentada en forma líquida en un tetra-brick,...) CUÁNDO AMAMANTAR A UN BEBÉ En las primeras semanas de vida es cierto el dicho de el pecho no tiene horario. En fases iniciales, el niño puede demandar la lactancia con mucha frecuencia, incluso cada hora u hora y media la primera semana. Progresivamente, el niño mismo comenzará a espaciar las tomas y, a partir del 2º-3º mes, comenzará a identificar el descanso nocturno. Mientras tome por la noche deberemos facilitar que estas tomas sean tranquilas y en silencio, para facilitar que, después, el niño se duerma con facilidad y, así, pueda descansar la madre. Conviene recordar, de todas formas, que no siempre que llora un bebé, éste tiene hambre. El llanto es una de las pocas maneras que tiene un recién nacido de comunicarse con su entorno. CUIDADOS DE LA MADRE A lo largo de toda la lactancia se incrementa notablemente el consumo de agua y energía por parte de la madre, por lo que es conveniente que incremente el aporte de nutrientes y líquidos para alimentar correctamente a su bebé.

5 Antes y durante el periodo de lactancia, las mamas requieren unos cuidados especiales. Así, durante el embarazo requerirán sujetadores que se adapten al tamaño de las mismas, no siendo necesarios, en general, ningún tipo de cremas o pomadas. Después de nacer el bebé, de nuevo habrá que adaptar el tamaño de los sujetadores. Una vez al día, la madre ha de lavar con agua y jabón los pechos. Antes de cada toma, se lavará las manos con agua y jabón, y lavará los pezones con una gasa limpia y agua hervida tibia. Tras la toma, es bueno esperar a que se sequen los pezones y, si la madre presenta un goteo de leche entre tomas, se puede colocar un disco empapador entre el pezón y el sujetador. En la gran mayoría de los casos, no es necesario recurrir a cremas o pomadas tampoco en la lactancia. Es frecuente que los primeros días molesten los pezones sin reflejar este hecho ningún problema. Si una madre presenta un dolor intenso y mantenido en un pecho es recomendable que consulte con su médico (sobre todo si se acompaña de enrojecimiento en el pecho) ante la posibilidad de que se trate de una mastitis. La aparición de las temidas grietas en el pezón es muy infrecuente con una correcta técnica de lactancia (sobre todo la posición de la madre) y tampoco se relaciona con la duración de las tomas. Si la madre siente dolor intenso cuando el bebé succiona o ve ella misma las grietas es conveniente consultar con el médico para corregir el problema. La aparición de grietas en el pezón no implica la suspensión de la lactancia materna. FINALIZACIÓN DE LA LACTANCIA Una madre puede decidir cesar la lactancia por diferentes motivos siendo la reincorporación al trabajo uno de los más importantes. Si una madre decide cesar la lactancia natural, es importante tener un tiempo para introducir progresivamente la lactancia artificial, lo cual en ocasiones no es sencillo por el acostumbramiento del bebé al pecho de la madre. En estas ocasiones es bueno recurrir a terceras personas (padre, abuelos, ) para administrar el biberón. Si la retirada de la lactancia materna se hace de una forma progresiva, no suele ser necesario el recurrir a medicaciones que interrumpan la producción de leche por parte de la madre. QUÉ VIGILAR? Hay ciertas situaciones en las que la lactancia materna ha de ser evitada. Así, en el caso de que la madre pueda padecer alguna enfermedad es conveniente comentar con el médico la conveniencia o no de lactar el bebé al pecho bien por problema inherentes a la propia enfermedad padecida por la madre o por las medicaciones que toma la madre para controlar su enfermedad. Conviene recordar que la mayoría de los medicamentos que puede tomar una madre pasan a la leche materna y, en consecuencia, serán ingeridos por el bebé. Aún así, en la mayoría de los casos la lactancia materna no ha de ser retirada. Siempre es aconsejable, antes de tomar cualquier medicación (incluso las que se puedan tomar habitualmente en procesos febriles, jaquecas, molestias lumbares, etc.) consultar con el médico. PREGUNTAS MÁS HABITUALES Me han dicho que quizás mi leche no alimente suficientemente al bebé Será buena mi leche? Sí, la leche materna siempre es el mejor alimento para un bebé. Mejoraremos la calidad de la leche si la madre come y bebe lo suficiente. Para conseguir que el niño se sacie es conveniente dejar que vacíe totalmente los pechos, ya que la leche que corresponde a la parte final de la toma es más rica en grasas y esto facilita que el niño se sacie. Los granos que le han salido al niño en la cara me han comentado que puede ser por mi leche. Le daré biberón?

6 No. La piel de los bebés es muy delicada y no es extraño que puedan presentar pequeñas erupciones en la cara y cuerpo, pero no por la leche materna. Lo que sí puede suceder es que un bebé no tolere la lactancia artificial, pero no la leche de su madre. Por la noche, llora mucho y, a veces, toma muy ansioso. Tendría que completar las tomas con biberón? No siempre que llora un bebé, y más aún por la noche, es por hambre. Antes de iniciar una lactancia artificial, es recomendable consultar con el pediatra. Cada cuánto tiempo debo poner a mi hijo al pecho? En las primeras semanas es cierta la frase el pecho no tiene horario, lo cuál, en ocasiones, puede llevarnos a tener la sensación de un desorden total. Esta fase es transitoria y, una vez superada, el propio niño comenzará a regular la frecuencia de las tomas y espaciar las mismas. No todos los niños son iguales, y de la misma forma que algunos bebés tomarán el segundo mes cada 4-5 horas habrá otros que pedirán pecho cada 2-3 horas, aunque la gran mayoría identifican con rapidez el descanso nocturno, siendo en esas horas menos frecuentes las tomas. Los bebés lactados a biberón, en general, espacian antes las tomas. Es verdad que, tras una cesárea, la producción de leche puede retrasarse? Es bastante común. Mientras la madre no siente la subida de la leche (cosa que no siempre sucede), el niño debe succionar el pecho. A pesar de que la madre no sienta llenos los pechos, el bebé puede alimentarse, y la succión del bebé y el vaciamiento de los pechos son el mejor estímulo, también en las madres sometidas a cesárea, son el mejor estímulo para una buena producción de leche. Tengo que notar tensión en el pecho? No siempre. Lo mismo que muchas madres refieren con claridad la llamada subida de la leche, que se suele asociar con congestión de las mamas y, en ocasiones, fiebre, otras muchas madres no lo refieren con esta claridad, lo cuál no quiere decir que no tengan leche suficiente para amamantar a sus hijos. Hay alimentos que no puede tomar la madre o que den sabor a la leche? Es excepcional que, con las dietas seguidas hoy en día en Europa Occidental, la ingesta de un alimento condicione tanto el sabor de la leche materna como para que el bebé rechace la alimentación por este motivo. Son recomendables los saca-leches? No de manera rutinaria. Es conveniente el vaciamiento sistemático de los pechos. La mejor y más natural forma de conseguir esto es mediante una succión vigorosa de los mismos por parte del niño. Cuando esto no sucede (sobre todo en las primeras semanas de vida) se puede recurrir a vaciarlos masajeando los pechos de arriba abajo en la ducha o recurriendo a un saca-leches. Otra indicación de los saca-leches es su utilización para guardar la leche para darle al bebé si la madre no va a poder estar con él a la hora de la toma, especialmente si la madre va a comenzar a trabajar. La leche sacada de esta forma se puede guardar en nevera durante 24 horas, y hasta 6 meses en un congelador. Qué medicaciones habituales puede tomar la madre? Como regla general, antes de tomar cualquier medicación una madre debe consultar con su médico. En general, no suele haber problemas porque la madre que está dando pecho tome alguna de las medicaciones más habituales (paracetamol, antibióticos más empleados, ) Conviene recordar que la mayoría de los medicamentos que puede tomar una madre pasan a la leche materna y, en consecuencia, serán ingeridos por el bebé. Aún así, en la mayoría de los casos la lactancia materna no ha de ser retirada. Siempre es aconsejable, antes de tomar

7 cualquier medicación (incluso las que se puedan tomar habitualmente en procesos febriles, jaquecas, molestias lumbares, etc.) consultar con el médico. Mantener la lactancia materna es un buen método anticonceptivo? El mantenimiento de la lactancia materna ha sido uno de los métodos anticonceptivos históricamente más utilizados, y la explicación no puede fundamentarse en un menor número de relaciones sexuales mantenidas mientras dura la lactancia materna. Hoy en día éste es un hecho controvertido y hay autores que defienden que si la alimentación de un niño es exclusivamente lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida y la madre no tiene la menstruación, la protección frente a un nuevo embarazo es cercana al 98% en los primeros 6 meses. Obviamente hay métodos más efectivos, pero el mantenimiento de la lactancia materna reduce la posibilidad de un nuevo embarazo en los primeros meses de vida del hijo. Es posible la lactancia mixta? Sí es posible. Si queremos mantener la lactancia materna, deberemos ofrecer al bebé primero el pecho y, después, el biberón. Es mejor esta forma de lactancia mixta que alternar tomas de pecho con tomas de biberón. En un parto gemelar es posible la lactancia materna? A pesar de ser más difícil, sí es posible amamantar gemelos. Estos niños, como refieren muchas madres, aprenden a esperar y, al menos durante un tiempo, pueden desarrollarse correctamente con lactancia materna exclusiva. Recuerde que: La lactancia materna es, sin ninguna duda, el mejor y más completo alimento para un niño por debajo del año de vida La lactancia facilita la relación madre-hijo La decisión de dar pecho al niño (la opción por la lactancia materna) ha de tomarse en el curso del embarazo La lactancia materna ha de iniciarse lo antes posible Si la ganancia de peso es correcta y el aspecto del bebé es saludable, la leche materna puede ser el único alimento del bebé en los primeros 6 meses de vida