Proyecto. Beneficios de la aportación intergeneracional en el cuidado de la persona mayor

Transcripción

1 Proyecto Beneficios de la aportación intergeneracional en el cuidado de la persona mayor IDOIA DIAZ DE GUEREÑU CORTAZAR Tutora: Martina Pérez Serrano Curso: Experto Universitario en Intervención en Calidad de Vida de Personas Mayores /UNED

2 INDICE: Contenido Pag. 0.- Introducción Fundamentación Teórica Análisis de la realidad Planificación Ejecución Control y Seguimiento del Proyecto Evaluación Conclusiones y Propuestas Bibliografía INTRODUCCION. A lo largo de la Historia las distintas civilizaciones han asistido a un cambio en el valor que se les ha otorgado a las personas mayores, de manera que actualmente no se tiene la misma imagen y consideración de los mayores que se ha tenido a lo largo de los 2

3 tiempos en las diferentes sociedades. Mientras que durante la época del Imperio Romano, la figura del pater familias gozaba de gran importancia social y en la época de la República, a las personas mayores se les otorgaba el poder mediante la constitución de Senado, en el declive del Imperio, las personas mayores pasaban a ocupar un segundo plano, enfatizándose su debilidad y decadencia frente a su experiencia y sabiduría. Actualmente asistimos a una imposición de lo que se puede denominar cultura homogeneizadora, donde lo que se vende es pensar, vestir, actuar e incluso amoldar nuestro físico a determinados cánones que son los que tienen mayor validez y reconocimiento social. Síntomas de la población anciana, como ansiedad, decepción y baja autoestima, se relacionan con los cambios corporales y con un estereotipo de dependencia que influye negativamente en su imagen. En nuestras sociedades, este estereotipo se consolida frente a la concepción tradicional, basada en la sabiduría y experiencia. Ante la gran cantidad de prejuicios generacionales actualmente existentes en la mentalidad popular, la Comunicación Intergeneracional se presenta como un mecanismo que propicia la desaparición de tópicos y estereotipos y nos conduce a tener una visión global de la persona, alejada de las consideraciones que hacemos sobre la edad. A través de dicha Comunicación se consigue enriquecer la personalidad de los individuos, promover valores de respeto y desarrollo humano, aumentar la integración y el respeto entre las personas, y mejorar la calidad de vida de todos a través del cambio. A lo largo de este proyecto se pretende utilizar la Comunicación Intergeneracional como un elemento de cohesión entre las distintas actividades que rodean al mismo. Con el objeto de tener un punto de partida sólido, primeramente realizaré un estudio de la persona mayor así como de sus cuidadores principales. Sin olvidar las actividades relacionadas con las necesidades básicas de la persona mayor, con el objeto de mejorar su autonomía y autoestima, se realizará el principal énfasis en fomentar las relaciones intergeneracionales a través de la realización de diversas actividades relacionadas principalmente con el ocio; para ello se intentarán aprovechar los recursos humanos existentes en la propia familia nietos, biznietos -. Esto, a su 3

4 vez, contribuirá a liberar a los cuidadores habituales, en parte, de las tareas de cuidado de la persona mayor. A lo largo de este trabajo, tendrá un lugar privilegiado la importancia del Ocio Compartido tal y como comenta Manuel Cuenca Cabeza, en una entrevista realizada por la revista EROSKI: Las familias, antes compartían trabajo; ahora se encuentran en los momentos de ocio, con la ventaja de que lo positivo une mucho más que las tragedias y la obligación. Por lo tanto, compartir el ocio en familia es trasmitir un mundo de sensaciones y sentimientos que no están ligadas a la razón. Por ello, podemos concluir, que, los ejes centrales en torno a los que gira este proyecto, serán en todo momento los beneficios de la relación intergeneracional y el ocio como vínculo de esta relación. Finalmente, me gustaría recordar unas palabras del profesor José Luis Pinillos, pronunciadas con motivo de la celebración del Año Europeo de los Mayores y Solidaridad entre Generaciones: Cada edad tiene sus ganancias, sus pérdidas, y hay que saber aceptarlas. Todas las edades son necesarias. No hay edades superfluas: Ni la de los niños, ni la de los jóvenes, ni la de los adultos, ni la de los mayores, todas son complementarias. Se necesitan unas a otras, y la vida no es unilateral, ni está cerrada y marcada. Hay muchos caminos, pero hay personas que por algunas razones, se cierran caminos que siempre están abiertos. 1.- FUNDAMENTACION TEORICA Introducción. 4

5 Las expectativas actuales relativas al envejecimiento de la población y en concreto al aumento del fenómeno de la dependencia nos debe hacer reflexionar sobre las situaciones que actualmente y en un futuro próximo van a ser un reto ineludible. El aumento de la esperanza de vida, independientemente de ser un importante logro social, lleva consigo el incremento de problemas consecuentes al envejecimiento de la población y especialmente de los muy mayores dentro de las personas mayores. Este hecho, unido a la baja natalidad, los problemas para la generación de empleo suficiente y los cambios socio-culturales en el modelo de familia dibuja un panorama de necesidades crecientes en la provisión de servicios a nuestros mayores. Así pues, es un deber ineludible de las sociedades, el tener en cuenta a las personas, ahora mayores, que hicieron posible con su trabajo nuestros actuales niveles de calidad de vida. Es un reto ineludible el procurarles una atención digna, el ayudar y apoyar la labor de las personas que les cuidan El proceso de envejecimiento. El envejecimiento es un proceso que acompaña al incremento de los años y va a provocar un declinar de las funciones y los rendimientos. Se produce con el paso del tiempo un cierto vaciamiento de las energías. Esto se ve bien en personas que han tenido una vida especialmente difícil o dura que envejecen prematuramente, y lo mismo ocurre con personas que han estado en situaciones vitales muy adversas o mal alimentados. Existen otros factores genéticos o ambientales que influyen en el proceso de envejecimiento. Está demostrado que el envejecimiento mental y psicológico está relacionado por una parte, con el desarrollo intelectual que previamente se haya alcanzado, y por otra con la actividad intelectual que se mantenga. Se sabe que cuando la actividad intelectual es elevada el proceso de deterioro de la inteligencia es mucho más lento. El proceso de envejecimiento aparece siempre que se llegue a vivir suficientemente. Citando a Jonathan Swift todos desearíamos vivir largamente, pero nadie quisiera ser viejo.. Es curioso, sin embargo, lo poco que la sociedad se prepara para esta situación teóricamente inexorable. Aunque algunos relacionan el envejecimiento con las enfermedades, esto no es exacto. En general, las teorías acerca del envejecimiento son diversas, pero no 5

6 suficientemente conocidas. La vejez hay que entenderla globalmente, en lo somático, en lo psíquico y en lo sociocultural. El envejecimiento es un proceso complejo que implica cambios biológicos y sociales como cualquier otra etapa del ciclo vital, la cual presenta fases diferenciadas. En un primer estadio ( a años) el nivel de autonomía personal es elevado, dado que solo en torno al 7% de la población precisa algún apoyo para realizar las actividades de la vida diaria. En un segundo estadio (a partir de los 80) la persona va perdiendo autonomía de modo que se ve obligada a introducir cambios importantes en la vida cotidiana. Este último estadio es el que determina el umbral de la condición social de la vejez. En un porcentaje muy elevado, precisan apoyo para llevar a cabo las actividades de la vida diaria hasta alcanzar al 90% de la población a partir de los 90 años. Se observa que, paulatinamente se va produciendo un desequilibrio cada vez mayor entre necesidades y recursos, de manera que mientras las primeras aumentan los segundos disminuyen El fenómeno de la dependencia. El aumento del número de personas que necesitan ayuda para la realización de actividades de la vida diaria, constituye quizá el mayor reto al que el mundo de la gerontología debe hacer frente en la actualidad. La dependencia es un fenómeno complejo que presenta diversas dimensiones, causas y funciones y que difícilmente es reducible a una única configuración. Podemos definir la dependencia como la necesidad del individuo de ser ayudado o apoyado para ajustarse a su medio o interaccionar con él. Son tres los elementos a tener en cuenta para poder decir de alguien que está en situación de dependencia: la existencia de una limitación física, psíquica o intelectual que conlleva una limitación de la actividad de la vida cotidiana y que provoca la necesidad de ser atendida por otras personas para llevar a cabo las tareas cotidianas. Las actividades en las que se precisan ayudas con mayor frecuencia son: bañarse o ducharse que afecta al 14,2 % del conjunto de mayores de 65 años, realizar tareas domésticas, que afecta al 11,2 % y subir y bajar escaleras que afecta al 9% de la población con problemas de dependencia. Estos porcentajes se incrementan, en la medida que se avanza la edad, especialmente a partir de los 80 años. 6

7 1.4- El incremento de la dependencia en las personas mayores. En el seno de los países desarrollados asistimos ya a finales del siglo pasado a un fenómeno peculiar que es fruto del desarrollo social y que tiene diversas facetas y resultados contradictorios cuando se analiza. Se trata del envejecimiento poblacional. Por una parte, una lectura objetiva del mismo nos sitúa en una valoración muy positiva de lo que ha significado la evolución social y económica de las sociedades modernas: desarrollo considerable de la ciencias biomédicas, con la consiguiente mejora de los niveles de salud de toda la población y disminución de las tasas de mortalidad; aumento de la capacidad adquisitiva colectiva e individual; incremento de la calidad de vida y en definitiva un crecimiento sin precedentes de la esperanza de vida de sus ciudadanos. Por otra parte, este desarrollo no puede ocultar las consecuencias no queridas que el fenómeno social del envejecimiento está acarreando y que se traducen fundamentalmente en un impacto considerable de las necesidades de atención del grupo de los más débiles entre las personas mayores de 65 años. Entre los factores que están incidiendo y condicionando de forma decisiva en esta situación, podemos destacar los siguientes como los más relevantes: El crecimiento de la población mayor. Al comienzo del siglo XXI en nuestro país el grupo de personas mayores de 65 años suponía el 16,9% de la población total. Se espera que este mismo grupo en el año 2026, suponga el 21,6% de la población. Una característica demográfica que se irá agudizando con el paso del tiempo, es la que se ha llamado envejecimiento del envejecimiento según consta en los datos del libro blanco del ministerio de trabajo y asuntos sociales (2004). Este colectivo está formado por personas de 80 y más años. Entre las consecuencias de este crecimiento global de la población mayor es que se incrementará las demandas de atención y cuidado de las necesidades en la franja de edad de mayores de 65 años y especialmente a partir de los El incremento del número de personas que viven solas. 7

8 El afianzamiento de la independencia intergeneracional junto con el mayor número de personas muy mayores ha propiciado la existencia de una creciente cifra de hogares unipersonales entre estas. Si bien es cierto que los modos de vida independiente y la llamada intimidad a distancia constituyen un indicador de competencia y autonomía de este grupo de población, y sobre todo responde a sus deseos, no es menos cierto que, conforme avanza la edad, el hecho de vivir en solitario supone un elemento de riesgo importante que se constituye como predictor de institucionalización. Hay que destacar que la feminización de este grupo de quienes viven en soledad es marcadísima, superando los niveles del 80% El aumento de síndromes y trastornos que producen dependencia. Se ha podido comprobar que la prevalencia de las tasas de síndromes y trastornos que producen dependencia aumenta de forma considerable a partir de los 75 años. Por tanto, parece que nuestra capacidad para vivir más años no ha ido acompañada de una aptitud similar para retardar la pérdida de independencia, sino que por el contrario el aumento de la necesidad de cuidados y atención de las personas mayores es un hecho indiscutible La familia y el cuidado de las personas mayores La importancia de la familia en el cuidado de las personas mayores dependientes. El nuevo modelo de estructura familiar de primeros del siglo XXI se caracteriza por un mayor peso de las relaciones de reciprocidad entre sus miembros. La prolongación de la vida hasta edades más avanzadas produce un alargamiento de las familias y permite la coexistencia de diferentes generaciones. Las familias cambian y se reorganizan a medida que sus miembros nacen, envejecen y mueren. Sin embargo, como vivimos más y pasamos más tiempo juntos las relaciones entre padres e hijos, hermanos y hermanas, esposos y esposas, padres y abuelos y abuelos y nietos crean nuevas obligaciones y compromisos. El cuidado de los 8

9 padres se ha convertido en un aspecto más de la vida familiar; aunque la responsabilidad de los hijos a los padres no suele estar regulada legalmente, ésta está basada en imperativos éticos y morales. Los primeros cuidadores han surgido en esa primera instancia, en ese primer círculo, el más inmediato a las personas, que es el ámbito familiar. La familia es el espacio en el que el ser humano viene a este mundo, se desarrolla y madura, aprende a ser persona y ciudadano, llega a ser adulto y después anciano. La familia es el lugar donde se reciben los cuidados necesarios, se expresan cálidamente los afectos, donde emerge el yo, se ejercita el inicio de la autonomía y del control, se construye la identidad y donde se resalta el aprendizaje de lo cotidiano (P. HERNANDEZ, 2005, pág. 21.). Normalmente es la familia la que sale al paso de las manifestaciones carenciales dentro de la tercera edad. En la actualidad, dentro de dicha etapa puede distinguirse la población dependiente que necesita cuidados y atención permanentes y aquellos mayores que son potencialmente autónomos y autosuficientes. En cuanto a los primeros, el cuidado informal o lo que se viene a denominar la protección social invisible, constituye en la actualidad el sistema principal de provisión para las personas que necesitan ayudas en su vida diaria. La mayoría de personas en situación de fragilidad o dependencia viven en el domicilio propio o familiar. Es por ello, que los cuidados que precisan las personas mayores dependientes son asumidos por familiares y allegados en el 72 % de los casos, siendo las mujeres las que realizan esos cuidados en el 80 % de los casos. Este grupo de cuidadores se sitúa en un rango de edad entre los 45 y los 69 años, lo que implica en muchos casos que no solo tienen que hacer frente a las situaciones de dependencias de las personas mayores, sino que también tienen que atender a otras personas dependientes no mayores (hijos, etc ) Consecuencias sobre la familia del cuidado de las personas mayores. La enfermedad es un problema de toda la familia. Tiene un gran impacto, no sólo sobre el enfermo, sino también sobre su entorno familiar y social. Las relaciones entre los miembros de la familia y las de estos con su entorno social, se ven modificadas a consecuencia de los cuidados que necesita el enfermo. De algún modo, todos los 9

10 miembros de la familia, se convierten en cuidadores, incluso los más jóvenes. La atención al enfermo consume buena parte del tiempo y exige un gran esfuerzo físico y psíquico, sobre todo de su cuidador principal, quien asume la mayor parte de las responsabilidades. La economía familiar también se resiente con el coste derivado del cuidado del enfermo. Las atenciones que requiere un enfermo exigen a su cuidador un enorme esfuerzo físico y psíquico. Por otro lado, la dedicación constante le impide detectar sus propias necesidades y atenderlas correctamente. Todas estas circunstancias pueden conducir al cuidador a padecer estrés, más claramente cuando más prolongada en el tiempo sea la necesidad de cuidar. Las consecuencias que el cuidado a una persona mayor dependiente tienen para el cuidador ha sido conceptualizado como carga (burden). En los últimos quince años aproximadamente, se ha trabajado intensamente en acotar y definir las consecuencias del cuidado de una persona dependiente para los cuidadores. En los últimos años, el término carga ha evolucionado desde un estado subjetivo asociado al grado de incomodidad o molestia originada por la prestación de cuidados, pasando por la introducción de la parte objetiva (como restricciones en el tiempo libre), hasta la definición multidimensional de carga, aceptando medidas de carga social, emocional, psicológica, etc. Sin embargo, no todo son aspectos negativos. Se refuerzan los lazos afectivos entre los miembros de la familia, convirtiéndose en una verdadera unidad familiar. Se experimentan sentimientos positivos. Muchos cuidadores experimentan una gran satisfacción al cuidar del enfermo y una serie de beneficios personales por el hecho de cuidar a una persona dependiente (Genevay, 1994); funciona verdaderamente la reciprocidad entre las generaciones y entre los componentes de la familia, hasta tal punto, que la mayoría de las personas deseamos en primer lugar el cuidado de la familia por encima del cuidado profesional Importancia de las relaciones intergeneracionales. A lo largo de la Historia se ha producido continuamente una ambigüedad hacia la vejez, que se sigue produciendo actualmente: la vejez considerada como experiencia y sabiduría y la vejez entendida como desagrado, decrepitud y antesala de la muerte. 10

11 El paso de una sociedad agrícola-tradicional a una sociedad urbanaindustrializada no ha hecho más que acrecentar diversos cambios que han afectado negativamente a las personas mayores. De forma general, de un tiempo a esta parte las relaciones que antes eran inexorablemente entre generaciones, hoy son cada vez más individuales de cada grupo de edad y, en definitiva, de los distintos conjuntos de iguales. Esta característica quizá tenga que ver con el vertiginoso ritmo de vida, la competitividad y el sentido de la productividad económica que nos embarga en nuestros días. Paralelamente, está totalmente aceptada la idea de que la comunicación intergeneracional es un mecanismo importantísimo para superar los prejuicios generacionales, propiciando la desaparición de tópicos y conduciéndonos a tener una visión global de la persona, alejada de las consideraciones que hacemos sobre la edad. La Comunicación Intergeneracional redunda en beneficios tales como: - Suprime obstáculos de la separación entre generaciones. - Favorece la solidaridad, la cohesión social, el entendimiento mutuo y la armonía. - Impulsa valores y actitudes humanistas, procurando el intercambio de distintas formas de comprender culturas y valores. - Ayuda a entender y respetar distintos modos de concebir la vida al favorecer el acercamiento de posturas, a pesar de las diferencias de pensamiento Actividades en común nietos-abuelos. Es a partir de los años 80 cuando, de una forma importante, se incrementa la importancia de las relaciones entre abuelos y nietos y esto es debido a factores como: El incremento de la expectativa de vida. El aumento de las familias multigeneracionales, lo que implica un aumento de la importancia de las relaciones intergeneracionales en el seno de la familia. Los cambios generacionales donde los abuelos actuales tienen unas características muy diferentes a los abuelos de generaciones anteriores. 11

12 Según un estudio realizado por Kennedy (Quality in grandparent/granchild relationships. International journal Aging and Human Development 1992;35(2):83-98), de las actividades lúdicas y de ocio que comparten abuelos y nietos se han contabilizado un total de 24 actividades diferentes agrupadas en cinco grupos diferentes: Sociabilidad (Hablar, ver la TV, reuniones familiares, etc); Compañerismo (contar historias, hacer deporte, jugar, ir a pescar, etc.); Ayuda doméstica (cocinar, trabajo de la casa, compra, etc.); Ocio de los abuelos (comer fuera, ir de paseo, etc.); Ayuda exterior (huerto, negocios,,actividades exteriores, etc.). De las anteriores, la que aparece con más frecuencia es la conversación. Se conversa acerca de muchos temas: experiencias de vida de los abuelos, del colegio de los nietos, de las amistades, de los deportes, etc. En el género femenino dibujar, escribir y hacer deberes del colegio son actividades más compartidas con las abuelas Aspectos positivos de la relación intergeneracional. Los ancianos que participan en un programa con niños se vuelven más activos y menos propensos a enfermedades, mientras que los menores mejoran sus resultados escolares, según concluye el informe pionero del Estado, Programas intergeneracionales: Cap a una societat per a totes les edats, que ha editado la Fundació La Caixa. En los programas intergeneracionales participan niños, jóvenes y ancianos, y en ellos mejoran su conocimiento mutuo y aprenden valores de ocio, sociales y solidarios. Otros impactos positivos que reciben las personas mayores al formar parte de un programa intergeneracional son una mejora de la capacidad por enfrentarse a las enfermedades, el desarrollo de habilidades en el uso de nuevas tecnologías y una mayor integración a la vida comunitaria. El estudio de La Caixa también revela que los niños y jóvenes que intervienen en un programa intergeneracional aumentan su sentimiento de responsabilidad social, tienen una percepción más positiva de los ancianos, tienen menos probabilidades de implicarse en un acto violento y en el consumo de drogas y refuerzan su autoestima y confianza. Según el grupo de Investigación de Gerontología de la Universidad de Barcelona entre las actividades lúdicas y de ocio que comparten abuelos y nietos, las que aportan mayor disfrute a estos últimos son: 12

13 - La conversación es la que destaca entre el resto de las actividades. Se conversa acerca de muchos temas: de experiencias de vida de los abuelos; del colegio de los nietos; de las amistades, de los deportes, etc... - Otras actividades nombradas muy frecuentemente son: ver televisión o video; pasear, caminar, ir al parque; jugar; dibujar y ver fotos familiares o recuerdos. Con relación a lo que los abuelos obtienen en la relación con sus nietos destacamos los siguientes beneficios: - La aportación de compañía. - La vitalidad. - La satisfacción. - La diversión La importancia de la actitud positiva. Una actitud positiva ante la vida proporciona mayor felicidad en la vejez que el estado de salud, según una investigación desarrollada por la Universidad de California en San Diego. El estudio pone de manifiesto que el optimismo y la actitud de hacer frente a las cosas son más importantes para conseguir un envejecimiento feliz, que las mediciones tradicionales de salud y bienestar. Una nueva percepción del envejecimiento que pone fin a la creencia de que el buen estado físico es sinónimo de un envejecimiento óptimo. Suele considerarse normalmente que una persona envejece bien si tiene pocas dolencias o si sigue manteniendo más o menos sus facultades, si bien no existe un consenso en la comunidad médica a la hora de definir con exactitud lo que puede entenderse como un envejecimiento adecuado. Este estudio demuestra que la percepción que se tiene de uno mismo puede ser incluso más importante que el estado físico, a la hora de considerar que el envejecimiento se está desarrollando adecuadamente. La salud física ha dejado de ser de esta forma el mejor indicador de un envejecimiento adecuado, según este estudio. 13

14 Otra conclusión que se desprende de este estudio es que la preocupación de las personas que adentran en edades avanzadas no debe centrarse tanto en el estado de salud como en el cuidado y cultivo de actitudes positivas, ya que estas actitudes pueden ser más importantes que el estado de salud corporal para alcanzar el envejecimiento adecuado. La investigación también ha demostrado que la gente que pasa algo de tiempo cada día socializándose, leyendo o participando en otras actividades de ocio, tienen un nivel de satisfacción más alto en la vejez. Por ello, se demuestra que el ocio cumple una importante función preventiva y rehabilitadora en las últimas fases de la vida del sujeto; la práctica de alguna actividad de ocio es fundamental, no sólo para mantener entrenadas ciertas capacidades cognitivas o físicas y minimizar el efecto de ciertos deterioros psicofísicos, sino también para mantener la interacción con el entorno, orientar la propia acción y encontrar significación a esta etapa de la vida. El disfrute de experiencias de ocio se ha revelado como un factor de calidad de vida y un recurso de primera magnitud para estimular el desarrollo personal que incluso, en ocasiones, puede llegar a cumplir una función terapeútica en el ajuste a las situaciones de cambio que vive la persona adulta y el afrontamiento de situaciones adversas. Sin embargo, como señala Sylvia Martinez Rodríguez, profesora del programa Ocio cultural universitario del Instituto de Estudios de Ocio de la Universidad de Deusto, conseguir el desarrollo de un estilo de ocio equilibrado que contribuya a impulsar el crecimiento y el bienestar personal es algo complejo. La desvalorización del ocio, que culturalmente ha sido transmitida al adulto frente al valor preponderante del trabajo, ha conducido a muchas personas a considerarlo como algo secundario, e incluso contrapuesto a otros aspectos de la vida, vinculado al placer inmediato y para cuyo disfrute no es necesaria planificación o toma de decisión alguna porque sucede espontáneamente. De ahí que la búsqueda de nuevos recursos que favorezcan un mayor disfrute de ocio, su valoración como factor asociado a la calidad de vida, o una toma de postura consciente decidida a vencer los obstáculos que dificultan su vivencia, sean aspectos sobre los que es conveniente trabajar desde una perspectiva educativa y en aras de conseguir que el, universalmente aceptado derecho al ocio, sea cada vez más una realidad (Mª Rosario Limón Mendizábal Educación para el ocio y tiempo libre en las personas mayores). 14

15 Según Nelly y Godbey (1992), son atribuíbles al ocio, las siguientes funciones: La huída de la civilización y el disfrute de la naturaleza, la huída de la rutina y la responsabilidad, el ejercicio físico, la creatividad, el relax, el contacto social, la oportunidad de conocer a otras personas, el contacto físico, la interacción con la familia, el altruismo, la autoactualización y la mejora personal, evitar el aburrimiento y el esteticismo intelectual. 2.- ANALISIS DE LA REALIDAD Introducción. 15

16 Las sociedades desarrolladas son las que más se benefician del nivel socioeconómico y de los avances de las investigaciones científico-técnicas al servicio de la biología y la medicina. Estos dos aspectos son los que más han influido en el incremento de la calidad de vida, la mejora de los niveles de salud de la población, la disminución de las tasas de mortalidad e incluso en la expectativa de vida. Los datos demográficos revelan el aumento progresivo del número de personas mayores. Una de las consecuencias del crecimiento global de la población mayor es que se incrementan las demandas de atención y cuidado de las necesidades en la franja de edad de mayores de 65 años y especialmente a partir de los 80. La familia es quien normalmente atiende las necesidades físicas, psíquicas y sociales de sus miembros y por tanto la que asume el cuidado de las personas dependientes, adquiriendo un papel relevante en el cuidado de las mismas. Para determinar el objeto de este proyecto, se realizará primeramente un estudio sobre la persona mayor y su familia, para poder establecer finalmente las acciones necesarias para conseguir una mejora en la calidad de vida de ambas Técnicas utilizadas para el análisis de la realidad. El primer paso para determinar el objeto de este proyecto es la realización de un estudio sobre la persona mayor y su familia, o análisis de la realidad. Dentro de dicho análisis, se verán representadas al menos las siguientes áreas: - La valoración física y funcional, donde se incluyen las patologías actuales y la capacidad para las actividades de la vida diaria (básicas e instrumentales). Los indicadores que se utilizarán para ello son los indicadores Indice de Kartz, índice de Barthel o Escala Lawton. - La valoración de la salud psíquica, para la evaluación del deterioro y/o defecto cognitivo. Para ello se utilizará la escala Mini-Mental de Folstein. - La valoración del apoyo social, donde se analizarán las relaciones sociales (familiares, vecinales ), las actividades sociales que la persona realiza (aficiones, viajes ), el soporte social (redes de apoyo). Se utilizarán entre otros el Cuestionario de Apoyo Psicosocial (Reig, Rivera y Miguel, 1991) y la Entrevista sobre carga familiar (Zarit y Zarit). 16

17 Otras técnicas utilizadas para el análisis de la realidad son las siguientes: - Observación participante: La finalidad de esta técnica es captar cómo la persona mayor define su propia realidad y cómo la organiza. La observación se realiza en una posición de cercanía psicológica. La observación directa de las situaciones relevantes se realiza durante la interacción social en el propio escenario, unida a entrevistas informales, recogidas de datos en documentos - Historias de vida: Esta técnica permite obtener un relato completo de los hechos que secuencian la vida de las personas mayores con el fin de obtener un perfil de las mismas a lo largo del tiempo. - Revisión de la documentación y biografía respecto las personas mayores. - Revisión de la historia clínica de las personas interesadas Estudio sobre la persona mayor y su familia. Primeramente, mediante la técnica Historias de vida, he tratado de obtener un relato completo de los hechos que secuencian la vida de la persona mayor con el fin de obtener un perfil de la misma a lo largo del tiempo: Nació en el año 1918, en un pueblo de Gipuzkoa, donde reside actualmente, siendo la segunda de ocho hermanos. A la edad de 23 años contrajo matrimonio, fruto del cual nacieron cinco hijos, 4 chicas y 1 chico. En cuanto a su formación cuenta con estudios primarios, sabiendo leer y escribir. Desde prácticamente el inicio de la adolescencia, representa un soporte para la familia, ayudando tanto en labores de labranza del caserío familiar como en el cuidado del resto de sus hermanos. Después de contraer matrimonio, sigue responsabilizándose de las tareas de labranza del caserío, así como de las labores domésticas. Esta etapa de su vida es recordada por la persona mayor objeto de estudio, como una etapa feliz pero a la vez muy rigurosa en cuanto al trabajo a realizar, y lleno de carencias económicas. A los 45 años, se trasladan del caserío familiar a una vivienda en el pueblo, como consecuencia de la incorporación de su marido a una empresa de producción. Esto supone un aumento de la calidad de vida para toda la familia, una mejora importante 17

18 desde el punto de vista de la capacidad económica y una reducción considerable del trabajo manual a realizar. Coincidiendo con la jubilación de su marido, a los 55 años, se produce la independencia del total de sus hijos, y su vida entra en una etapa caracterizada por un mayor tiempo de ocio, vacaciones, viajes, etc La persona mayor guarda un recuerdo muy grato de esta etapa, caracterizada por una gran convivencia con su marido, y la realización de múltiples actividades en común entre ambos. A los 77 años falleció su marido y a partir de esa fecha ha vivido sola en su domicilio. Durante toda su vida se ha caracterizado por cultivar y cuidar las relaciones tanto familiares como sociales; la mayoría de sus hijos residen en el mismo pueblo y las relaciones con los mismos han sido siempre excelentes. Del mismo modo lo han sido las relaciones con sus hermanos y demás parientes. En cuanto a las relaciones sociales, ha contado siempre con un grupo de amistades estable y muy cercano con los que ha realizado multitud de actividades. Dentro de las actividades y hobbies de interés destacan las siguientes: - Viajes. - Vacaciones. - Actividades organizadas por el Inserso. - Juegos de cartas. - Lectura. - Paseos. A continuación, basándome en las técnicas anteriormente citadas he realizado las valoraciones física y funcional, de la salud psíquica y del apoyo social de la persona mayor objeto de estudio: Actualmente vive sola en su domicilio, permaneciendo acompañada por alguna persona tanto durante el día como a la noche. En estos momentos, necesita la ayuda para algunas actividades de la vida diaria, como lavarse o vestirse, y necesita asimismo supervisión para otras como ir al servicio, acostarse, comer, etc. He utilizado la escala de clasificación denominada Actividades de la vida diaria (Katz 1990) para determinar el grado de capacidad de autocuidado, siendo el 6 el grado máximo de autocuidado y el 1 el mínimo: 18

19 ACTIVIDADES DE LA VIDA DIARIA Lavarse X Ir al servicio X Meterse en la cama y levantarse de ella X Comer X Vestirse X Controlar los movimientos intestinales/la orina X Otras actividades (Actividades instrumentales de la vida diaria) como ir de compras, preparar la comida, realizar las tareas de la casa, responsabilizarse de la toma de medicaciones, administrar la economía doméstica, hacer la colada, etc, deben ser realizadas por terceras personas. He utilizado la escala de clasificación denominada de Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (Katz 1990) para valorar el grado de capacidad de autocuidado en los siguientes puntos, sabiendo que el 8 representa la máxima capacidad de autocuidado y el 1 la mínima: ACTIVIDADES INSTRUMENTALES DE LA VIDA DIARIA Capacidad para utilizar el telefono X Ir de compras X Preparar la comida X Hacer las tareas de la casa X Hacer la colada X Utilizar un medio de transporte X Hacerse responsable de la propia X medicación Administrar la economía doméstica X Apoyándonos en el Índice de Lawton se obtienen los siguientes resultados: Capacidad para usar el teléfono: 1 Marca números bien conocidos. 19

20 Ir de compras: 0 Es incapaz de ir de compras. Preparación de la comida: 0 Necesita que se le prepare la comida. Cuidar la casa: 0 Necesita ayuda en todas las tareas de la casa. Lavado de la ropa: 0 Necesita que otro se ocupe de todo el lavado. Medio de trasporte: 0 Viaja en taxi o automóvil solamente con ayuda de otros. Responsabilidad sobre la medicación: 0 No es capaz de responsabilizarse de su propia medicación. Capacidad para utilizar dinero: 0 Incapaz de manejar dinero. Como consecuencia de este estudio se concluye que padece una dependencia total para las actividades instrumentales de la vida diaria. En cuanto a su estado de salud, padece diversas enfermedades que se van agudizando con el paso del tiempo. A nivel físico las más significativas son: - Enfermedades cardiovasculares: Sufre taquicardias. - Disfunciones del aparato locomotor: Sufre deterioro progresivo de las funciones motoras, menor desenvolvimiento en su espacio vital y dependencia creciente, así como artritis. En este momento, necesita silla de ruedas para desplazamientos fuera del domicilio. - Diabetes: Es una persona insulinodependiente. - Déficit visual: Sufre pérdida de visión en un ojo y cataratas en el otro. - Déficit auditivo: Utiliza prótesis auditiva. - Alteración del sueño. Para valorar el deterioro y/o defecto cognitivo, utilizaré la escala Mini-Mental (Folstein). Según esta escala, el punto de corte para demencia para pacientes escolarizados se establece en 24 puntos sobre un total de 30. Orientación Puntos Basal Qué año, estación, mes, día del mes y día de la semana es?