ensaje y pertinencia del Evangelio de Juan para el mundo de hoy

Transcripción

1 ensaje y pertinencia del Evangelio de Juan para el mundo de hoy

2 Verdadera Devoción Juan 12:1-19

3 Seis días antes de la Pascua llegó Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien Jesús había resucitado. Allí se dio una cena en honor de Jesús. Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban a la mesa con él. María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

4 Judas Iscariote, que era uno de sus discípulos y que más tarde lo traicionaría, objetó: Por qué no se vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres? Dijo esto, no porque se interesara por los pobres sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba robarse lo que echaban en ella.

5 Déjala en paz respondió Jesús. Ella ha estado guardando este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán. Mientras tanto, muchos de los judíos se enteraron de que Jesús estaba allí, y fueron a ver no sólo a Jesús sino también a Lázaro, a quien Jesús había resucitado. Entonces los jefes de los sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro, pues por su causa muchos se apartaban de los judíos y creían en Jesús.

6 Al día siguiente muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén; tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo, gritando a voz en cuello: Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor! Bendito el Rey de Israel! Jesús encontró un burrito y se montó en él, como dice la Escritura: «No temas, oh hija de Sión; mira, que aquí viene tu rey, montado sobre un burrito.»

7 Al principio, sus discípulos no entendieron lo que sucedía. Sólo después de que Jesús fue glorificado se dieron cuenta de que se había cumplido en él lo que de él ya estaba escrito. La gente que había estado con Jesús cuando él llamó a Lázaro del sepulcro y lo resucitó de entre los muertos, seguía difundiendo la noticia. Muchos que se habían enterado de la señal realizada por Jesús salían a su encuentro. Por eso los fariseos comentaban entre sí: «Como pueden ver, así no vamos a lograr nada. Miren cómo lo sigue todo el mundo!»

8 El Marco General La celebración de la Pascua, la última del Señor, estaba muy próxima. Faltaban tan solo seis días para que el trascendental momento en la historia de la humanidad tuviera lugar. En el resto del relato, Jesús mismo dice: Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado. (Jn. 12:23).

9 El Marco General Los sucesos referidos aquí tienen lugar en dos escenarios, muy cercanos, pero muy distintos también: Un hogar en la aldea de Betania. Jerusalén, la ciudad capital. El marco histórico es esencialmente el mismo, pero la actitud de los diferentes personajes que protagonizan la historia en aquel escenario no lo es.

10 Un Mismo Marco Diferentes Actitudes

11 La Cena en Betania

12 La Cena en Betania Al Maestro se le estaba ofreciendo una cena en Betania, en casa de Simón, el leproso (cp. Mt. 26:6-13; Mr. 14:3-9). Betania, como sabemos, era una aldea cercana a Jerusalén, quedaba como a tres kilómetros (cp. 11:18). Su querido amigo Lázaro, el resucitado, y sus hermanas, Marta y María estaban presentes.

13 La Devoción de María Todos los invitados estaban sentados a la mesa, reclinados sobre una especie de pequeño diván, apoyados sobre el brazo izquierdo y con los pies descalzos extendidos hacia fuera, como señalaba la costumbre. De pronto, María rompe la etiqueta, y hace algo que deja perplejos a todos los presentes.

14 La Devoción de María Ella tomó como medio litro de nardo puro, que era un perfume costosísimo, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego con sus cabellos. En su corazón había un profundo sentir de gratitud, que la llevó a realizar tal sublime gesto de adoración. Una actitud de corazón que tipifica la genuina devoción. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.

15 La Reacción de Judas Las palabras de Judas, descalificando el obrar de María, lo pintan de cuerpo entero: un hombre hipócrita, y con una devoción fingida. Por qué no se vendió este perfume, que vale muchísimo dinero, para dárselo a los pobres? Dijo esto, no porque se interesara por los pobres sino porque era un ladrón y, como tenía a su cargo la bolsa del dinero, acostumbraba robarse lo que echaban en ella.

16 La Razón del Contraste Simón, tengo algo que decirte. Dime, Maestro -respondió. Dos hombres le debían dinero a cierto prestamista. Uno le debía quinientas monedas de plata, y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. Ahora bien, cuál de los dos lo amará más? Supongo que aquel a quien más le perdonó - contestó Simón. Lc. 7:40-43

17 La Razón del Contraste Sin lugar a duda en el corazón de María había, no solo gratitud al Maestro, sino también una profunda y clara conciencia de quién era Él. Ella había hecho una elección previa en su vida, y había escogido bien (Lc.10:38-42). La devoción genuina, brota del corazón que es conciente de quién es Cristo, y de la convicción clara de quiénes somos nosotros ante Él. Judas también fue dueño de su malas decisiones y de su falta de conciencia respecto de Cristo.

18 La Apoteósica Recepción en Jerusalén

19 El Apoteósico Recibimiento en Jerusalén De los sucesos de la cena en la aldea de Betania, Juan pasa a narrarnos lo que en nuestras Biblias aparece titulado como La entrada triunfal a Jerusalén. Jesús inicia así la última semana de su ministerio en Palestina: muchos de los que habían ido a la fiesta se enteraron de que Jesús se dirigía a Jerusalén; tomaron ramas de palma y salieron a recibirlo, gritando a voz en cuello: Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor! Bendito el Rey de Israel!

20 El Apoteósico Recibimiento en Jerusalén La multitud que aclamaba al Señor a voz en cuello lo hacía recitando las palabras del Salmo 118:25-26, que era parte de lo que se conocía como el Hallel (Salmos 113 a 118 Alabado sea Dios ). Hosanna!, gritaban. Salva ahora! es lo que significaban sus palabras, y en ellas había una expectativa equivocada pues su expectativa de salvación era más terrenal que celestial. La situación socio política estorbaba por completo su comprensión de los planes divinos.

21 El Apoteósico Recibimiento en Jerusalén Sus expectativas de salvación estaban circunscritas al aquí y ahora. Querían ver un obrar de Dios a la medida de su realidad social. No de su condición espiritual. Jesucristo bien puedo aprovechar el momento para exterminar los poderes dominantes (política y religiosamente), pero, como habría de decir luego (cap. 18): Su reino no era de este mundo.

22 El Apoteósico Recibimiento en Jerusalén Esta es la misma muchedumbre que observó y/o participó luego del griterío que pedía la crucifixión del que habían recibido como rey. No habían captado el mensaje de Jesús entrando a la ciudad montado sobre un burro, y no sobre un caballo. Pareciera asemejarse al desencanto propio de nuestro tiempo, que descree de todo aquello que no les resuelva el aquí y el ahora. Y por ende, desecha al verdadero Mesías, y se queda con un Cristo hecho a su medida.

23 Posmodernidad La posmodernidad se refiere al momento histórico que corresponde al capitalismo tardío, a una sociedad de consumo, de informática, de los medios de comunicación y tecnología sofisticada. Se caracteriza ser una cultura hedonista ávida del confort generalizado, personalizado, y por un consumo masificado tanto de objetos como de imágenes, con la presencia de valores permisivos y «light» con relación a las elecciones y modos de vida personales.

24 Posmodernidad la posmodernidad comienza cuando occidente llega a la conclusión de que el proyecto moderno, acariciado y ensalzado durante tanto tiempo, no era válido porque no cumplió ninguna de sus promesas. Esto que llamamos posmodernidad no es otra cosa que la manifestación última del desencanto. Salvador Dellutri, El Desafío Posmoderno, p.36

25 Posmodernidad Se vive hoy en un vagabundeo incierto de tendencias y costumbres. No se tienen las ideas claras acerca del rumbo a seguir. El viaje parece demasiado largo y hace tiempo ya que la brújula se perdió por el camino. La sociedad se ha quedado huérfana viviendo, como decía Walter Benjamin, en una especie de mesianismo sin Mesías. Antonio Cruz, Posmodernidad, pp

26 Posmodernidad En esta humanidad posmodernista el miedo moderno es a envejecer y morir, y el desinterés por las generaciones venideras exacerba la angustia de la muerte. El deseo supremo entonces es vivir siempre joven y siempre saludable, y los trastornos narcisistas se presentan no tanto en forma de trastornos con síntomas claros y bien definidos, sino mas bien como trastornos de carácter caracterizados por un malestar difuso que lo invade todo, una sentimiento de vacío y de absurdidad de la vida, una incapacidad para sentir las cosas y los seres. Gilles Lipovetsky, La Era del vacío, p. 76

27 Posmodernidad Es una humanidad en la cual, lo masculino y lo femenino se mezclan, perdiendo sus antiguas diferencias características del pasado, y en donde la homosexualidad de masa empieza a no ser considerada como una perversión y en donde surgen y aprueban combinaciones inéditas de formas de sexualidad. Por otro lado, nada es más extraño en este tiempo planetario que lo que se llama retorno a lo sagrado, pero en una espiritualidad kaleidoscópica del supermercado y del auto-servico, en donde se mezclan los Evangelios con El Corán, el zen o el budismo. Gilles Lipovetsky, La Era del Vacío, pp. 109, 118

28 Verdadera Devoción? Había verdadera devoción en aquella multitud enfervorizada que aclamaba a voz en cuello Hosanna!? Puede haber verdadera devoción en una sociedad que dice reconocer a Dios y que al mismo tiempo desecha Su voluntad? Cuál es el espíritu de devoción que prevalece, el de María o el de Judas? Es la devoción sincera de la mujer de la aldea de Betania, o la materialista de los cosmopolitas de Jerusalén?

29 Amado Señor Jesús: Concédeme que mi corazón sea una Betania para ti, un lugar callado y lleno de amistad, donde tú seas el huésped de honor. Concédeme que pueda responderte no con la prudencia de los discípulos, sino con la generosidad de María. Que me dé cuenta que hay un tiempo para vender perfume para los pobres y un tiempo para verterlo sobre ti. Concédeme que cuando haya aires de traición yo pueda llenar esa habitación con algo bello hecho o dicho para ti. Sin importar el costo. Sin importar lo que otros puedan decir.

30 Ayúdame, oh Luz del mundo, para que todas mis posesiones estén iluminadas por tu presencia. Y para recordarme que su verdadero valor sólo es en proporción a cómo te rinden honor. Así enséñame a valorar todo lo que me has permitido tener bajo mi cuidado en esta corta vida en la tierra. Si alguna vez dudo y me aferro a cualquier vaso de alabastro de mi propiedad, recuérdame el precioso vaso que tú quebraste por mí. Y en la fragancia de ese pensamiento, que yo pueda caer de rodillas a tus pies, como lo hizo María, derramando sobre ti no sólo mis tesoros, sino también mis lágrimas Ken Gire, Momentos íntimos con el Salvador. p.131

31 ACYM - San Borja agosto