Presentación. Plan Pastoral Diocesano Para que tengan vida... (Jn 10, 10) qpd. iócesis de Sigüenza-Guadalajara Septiembre 2006

Transcripción

1 1 Plan Pastoral Diocesano Para que tengan vida... (Jn 10, 10) qpd iócesis de Sigüenza-Guadalajara Septiembre 2006

2 2 Edita: Diócesis de Sigüenza-Guadalajara Imprime: Gráf. Carpintero, S. L. Ctra. de Alcolea, s/n. Sigüenza Septiembre 2006

3 3 CARTAPRESENTACIÓNDELSR.OBISPO Queridos diocesanos: Una vez cumplido el plazo para el que fue establecido el anterior Plan Pastoral Diocesano y evaluado por las diversas instancias pastorales de la diócesis, entra en vigor el nuevo Plan Pastoral Diocesano con el título, tomado del Evangelio de San Juan: Para que tengan vida (Jn 10,10) En la evaluación del Plan anterior, que llevaba por título Rema mar adentro, hemos podido constatar con satisfacción el cumplimiento de numerosos objetivos que nos fijamos y la puesta en práctica de muchas de las acciones que nos propusimos llevar a cabo, aunque también hemos echado de menos que algunos objetivos no se han cumplido plenamente, que han quedado algunas acciones sin realizar y que no toda la diócesis ha caminado con el Plan Pastoral Diocesano como guía, marco y brújula de la acción pastoral en los distintos niveles y sectores, lógicamente con la necesaria adaptación a las circunstancias concretas. Con todo, la impresión general sobre la realización del Plan anterior es positiva. Sobre todo, porque, aunque no estemos aún en un nivel ideal de aceptación y de puesta en práctica de

4 4 los Planes Pastorales Diocesanos, poco a poco nos vamos acostumbrando a trabajar con un plan común y cada vez somos más los que valoramos su necesidad o conveniencia, experimentamos la ayuda que nos presta y podemos constatar sus frutos. El Plan Pastoral Diocesano no nos libera de trabajar cada uno, en el marco de nuestra misión específica, oficio o cargo en la diócesis, según un plan o proyecto en el que se concreta y realiza la misión que el Señor nos encomienda y, al mismo tiempo, responda a las circunstancias concretas dentro de las cuales se mueve nuestra vida y nuestra acción evangelizadora en la Iglesia y en la sociedad. El Plan Pastoral Diocesano contribuye a descubrir, con la gracia de Dios y con la ayuda de todos, qué pide el Espíritu del Señor a nuestra diócesis en el momento presente y para los próximos años, cuáles son los signos de nuestro tiempo, qué prioridades podemos establecer para todos los diocesanos, cuál puede ser el cometido de cada uno, con qué recursos humanos y materiales podremos o deberemos contar Sobre todo, el Plan Pastoral Diocesano tiene la virtualidad de ponernos a todos los miembros de la diócesis en camino en una dirección y unidos en comunión. Sólo eso es ya un don de Dios y garantía de que vamos por el camino correcto y de que no nos va a faltar la ayuda del Señor y de los hermanos. Nuestro actual Plan Pastoral Diocesano Para que tengan vida, se centra en la Eucaristía. En primer lugar, porque ella es, según expresó felizmente el Concilio Vaticano II fuente y cumbre de toda la vida cristiana (LG, 11). Pero también porque, tanto por parte del Santo Padre para toda la Iglesia, como por parte de los Obispos de la Conferencia Episcopal Española, se nos invita a centrar nuestro trabajo y nuestra vida en la Eucaristía. El Papa y los obispos en España nos presentan la Eucaristía como fuente inagotable de doctrina e iluminación de nuestra fe,

5 5 como centro de la Liturgia, de la celebración, del culto y de la oración de la Iglesia y como manantial abundante y fecundo de vida. Como prueba de ello y como ayuda, contamos con la última Encíclica del Papa Juan Pablo II La Iglesia de la Eucaristía (2003), las Cartas Apostólicas Quédate, Señor, con nosotros (2004), y El Día del Señor (1998), entre otros documentos. La Conferencia Episcopal Española ha publicado su Plan Pastoral para los próximos años con el título Yo soy el pan de vida. Vivir de la Eucaristía. Además estamos esperando la Exhortación Postsinodal del Papa sobre la Eucaristía, después de la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada por Juan Pablo II, presidida por su sucesor el Papa actual Benedicto XVI, celebrada en Octubre de 2005, al terminar el Año de la Eucaristía. Además de la necesidad de centrar siempre nuestra enseñanza, nuestra celebración y nuestra vida en la Eucaristía, la ocasión no puede ser más propicia para orientar nuestro trabajo pastoral en la diócesis, durante los próximos años hacia la Eucaristía, en la Eucaristía y desde la Eucaristía. Señalamos como objetivo general: Revitalizar la vida cristiana, en esta hora eclesial de la diócesis, desde la Eucaristía: misterio de fe, fuente de santificación y meta del compromiso. Pondremos especial interés en tres aspectos: el de la formación en la fe y el servicio a la palabra de Dios, que se ilumina en el misterio central de nuestra fe, la Eucaristía. Especial importancia tendrá también en nuestro Plan Pastoral Diocesano la celebración, que tiene su cumbre en la celebración de la Eucaristía y en el día del Señor, con todo lo que ello significa. Finalmente ocupa un lugar central también la Eucaristía como fuente de vida, de gracia, de luz, de fuerza en orden al testimonio cristiano, a nuestra presencia en el mundo y a la acción pastoral y evangelizadora.

6 6 Con la riqueza de esta orientación en nuestro Plan Pastoral, nada queda fuera de su alcance. Se pone de manifiesto en el desarrollo de los diversos objetivos específicos, así como de las numerosas acciones que se programan para cada año y de los diversos aspectos que se ponen de relieve o en los que se quiere centrar de modo especial la acción de toda la diócesis cada año. En concreto. LA FAMILIA en el ; LOS JÓVENES en el ; LAS VOCACIONES en el y LA INICIACIÓN CRISTIANA en el Es evidente que no se trata de fijarnos exclusivamente en un solo aspecto cada año o cada curso pastoral, dejando los otros tres para después o excluyendo los que no están resaltados en el Plan. Es sencillamente un método y una ayuda para concentrar cada año la acción conjunta de toda la diócesis en un objetivo, acción o aspecto de nuestro Plan Pastoral, que, de ninguna manera, puede relegar o rebajar la tensión y la intensidad de nuestro trabajo pastoral y apostólico en todos aquellos aspectos, que se nos presenten más importantes, necesarios y urgentes. Qué duda cabe de que tanto el tema de la familia, como el de la Pastoral juvenil, como el de las Vocaciones, como el de la iniciación cristiana y otros son importantes, urgentes e inaplazables, de modo que hemos de trabajar sobre ellos siempre e intensamente? Sin embargo, el que en el Plan Pastoral Diocesano se señale un tema preferente para cada año o para cada curso pastoral nos ayudará a poner especial atención en él, podremos contar con más ayudas y tendremos la oportunidad de caminar juntos. Todo ello contribuirá a mejorar la calidad de nuestro trabajo y a vivir más intensamente la comunión en la Iglesia diocesana. No quiero terminar sin agradecer el esfuerzo y el buen hacer de la Comisión preparatoria del Plan Pastoral, animada por nuestro Vicario General. Ya es un buen precedente para el mejor resultado del Plan Pastoral el hecho de que su confección sea

7 7 fruto de un trabajo de colaboración, además de las numerosas aportaciones hechas por los participantes en las diversas consultas que se han hecho. Ponemos en vuestras manos este útil instrumento de trabajo para la pastoral de la diócesis en el momento actual y para la evangelización de nuestro pueblo. Que ningún diocesano os sintáis ajenos a esta generosa oferta y a esta insistente llamada. Que lo acojáis cordialmente, agradecidos y dispuestos a asumirlo y a llevarlo a la práctica, a andar juntos el camino de nuestra Iglesia en los próximos años, ejercitándonos en la comunión y en el amor fraterno. Que el Señor y su Santísima Madre, Nuestra Señora la Virgen María, nos acompañen en nuestro caminar para que tengamos y para que tengan vida. Sigüenza y Guadalajara, 16 de Julio de 2006, Fiesta de Nuestra Señora del Carmen. + José Sánchez González Obispo de Sigüenza-Guadalajara

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