Desafíos de México en materia de infraestructura

Transcripción

1 Desafíos de México en materia de infraestructura La calidad de la infraestructura en las regiones mexicanas, medida a través de la eficiencia de los servicios de salud, educación, la apertura de vías de comunicación terrestre, la mejora de servicios portuarios, entre otras cosas, es un factor decisivo para elevar la competitividad interna y propiciar un entorno adecuado para la proyección de México en los mercados externos. Bajo esta perspectiva es importante examinar el avance en la cobertura de infraestructura, activo esencial para atraer inversiones y elevar la rentabilidad del territorio.

2 El desarrollo de una infraestructura adecuada es un aspecto fundamental para el crecimiento del país, ya que contribuye a la integración de los procesos productivos locales, además de elevar la eficiencia de los mismos; a través de la reducción en costos y operación de las empresas, con lo cual se incrementan las oportunidades para colocar productos en los mercados nacional e internacional a un precio y calidad competitivos. De igual manera, el desarrollo de infraestructura física y humana, eleva los niveles de vida de la población al proveer un conjunto de servicios esenciales (agua, drenaje, electricidad, salud, etcétera). Es por estas razones que se hace necesaria la ampliación, diversificación y mejora de los servicios de infraestructura, más aún en el entorno de competitividad global que enfrenta México, el cual exige cada vez más un mayor nivel de productividad y eficiencia. El presente análisis tiene por objeto identificar los desafíos de México para el impulso de la infraestructura dentro del territorio, así como ofrecer algunas recomendaciones para el fomento de la misma en vías de alcanzar los niveles necesarios que propicien un incremento en la competitividad interna y externa del país. Infraestructura mexicana en el contexto internacional El financiamiento de infraestructura en México al igual que el de América Latina en general, se caracteriza entre otros aspectos, por la dificultad del sector público para cubrir las necesidades de inversión, lo cual, ha derivado en la búsqueda de alternativas de co-participación con la iniciativa privada, esto último ha contribuido a elevar; aunque no de manera significativa, la posición del país dentro del ranking mundial en calidad de infraestructura. De acuerdo al reporte elaborado por el Foro Económico Mundial, México por la calidad de su infraestructura; medida por la eficiencia de la infraestructura carretera, aeroportuaria, portuaria y eléctrica con la que cuenta para beneficiar a los habitantes, ocupa el lugar 61 de entre 131 países, posición superior a la obtenida en el año anterior, aunque inferior para este año a la de países latinoamericanos como Puerto rico, Chile, Panamá y El Salvador. La calificación obtenida por México en una escala del 1 al 10 fue de 3.55 puntos, menor en 3.1 puntos a la calificación de Alemania que es el país que ocupa el primer sitio. Estas diferencias, en buena forma se deben a que en México aún existen algunos obstáculos como la regulación excesiva y la inestabilidad política que inhiben la inversión al no brindar un ambiente confiable a la iniciativa privada que es en buena medida el motor de la inversión en infraestructura de alta calidad en el país. 2

3 Esfuerzos de México en materia de infraestructura La situación actual de México en materia de infraestructura es la de un país que cuenta con ciertas experiencias del gobierno federal en la concesión de proyectos, así como con un marco regulatorio para el transporte, energía y telecomunicaciones con esquemas de participación privada definidos, cierta liquidez en el mercado, estabilidad cambiaria y financiamiento a largo plazo disponible. Todas condiciones macroeconómicas favorables que dan certidumbre a las inversiones. Dentro de este contexto, se ha desarrollado el Plan maestro de infraestructura que como se aprecia en el esquema 1, cuenta con cuatro segmentos, cada uno con un objetivo particular. Destaca dentro de los objetivos particulares, el cierre de brechas entre las regiones mexicanas y la promoción del crecimiento de sectores con alto potencial de empleo, los cuales por ende deben también ser altamente productivos. Ambos objetivos van de la mano con el desarrollo de la infraestructura necesaria para soportar el crecimiento de estos sectores, para unir ciudades con actividades económicas complementarias y para acceder a la población de los beneficios que se generan por la interrelación entre regiones y del establecimiento de nuevas vías de comunicación. El logro de los objetivos planteados depende en buena medida de la puesta en marcha de proyectos de infraestructura que contemplen ejes y libramientos carreteros, infraestructura ferroviaria, ampliación de la capacidad de la red portuaria y aeroportuaria, infraestructura urbana (agua potable, alcantarillado, saneamiento, vialidades, alumbrado, etc.), infraestructura hidráulica, obras en el sector energético, hospitales, escuelas, todos ellos con el fin de promover una economía competitiva y generadora de empleos. 3

4 Infraestructura como factor de Competitividad Sistémica Tomando en consideración el objetivo del Plan maestro de infraestructura que señala el cierre de brechas regionales a través del fomento de la infraestructura, y haciendo uso del factor infraestructura del Índice de Competitividad Sistémica ar (ICSar), se identifica que el fomento de la infraestructura en las regiones mexicanas es desigual. En la gráfica 1 se aprecia que tanto para 2006 y 2007, el factor de infraestructura fue en general mayor en la zona norte y centro de México, sin embargo es de notar que las regiones centro-norte y centro; que abarcan los estados de Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Nayarit, Jalisco, Colima, Aguascalientes, Michoacán, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, cuentan con niveles de infraestructura inferiores, incluso que el de la Península de Yucatán ubicada en la zona sur de México. Es importante destacar a esta última región, ya que dentro de la región sur se ubica en una mejor posición que los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Tabasco y Veracruz. De igual manera, puede verse que de forma general los niveles de competitividad definidos por la infraestructura regional disminuyeron del 2006 al 2007, pero en mayor medida en la región este y sur, lo cual quiere decir que la calidad educativa, en servicios de salud y en comunicaciones y transportes, indicadores que integran el factor infraestructura del ICSar, es insuficiente, principalmente en los estados de Tabasco, Veracruz, Chiapas, Oaxaca, y Guerrero. Como lo evidencia el factor de infraestructura del ICSar 2007, los estados más competitivos en materia de infraestructura se localizan, en su mayoría, en la macrorregión norte del país. Por el contrario, las regiones sur y este muestran los mayores rezagos. Lo anterior implica que las entidades norteñas, además de la capital, cuentan con las mejores condiciones en materia de disposición de recursos humanos y materiales en términos de servicios educativos, de salud y comunicaciones y transportes, lo que les ha permitido adaptarse mejor y más rápidamente al nuevo modelo de crecimiento nacional e interdependiente a escala mundial. Por el contrario, las entidades del sur y sureste continúan presentando importantes deficiencias, que sin duda han limitado de manera relevante sus posibilidades para incrementar su competitividad y, con ello, enfrentar mejores alternativas para insertarse a la dinámica nacional e internacional. 4

5 En el Plan Nacional de Desarrollo se tiene definidos algunos proyectos para la región sur, como lo son la carretera Arriaga - la Ventosa (Oaxaca y Chiapas), carretera Macuspana -Límite con Campeche / Quintana Roo, carretera Mitla- Entroque Tehuantepec (Oaxaca), carretera México-Tuxpan y Tuxpan Tampico (parte de Veracruz); sin embargo, esto no es suficiente para la elevar la competitividad de esta región ya que la infraestructura, como se ha mencionado no únicamente se refiere a las vías de comunicación, sino incluye también aspectos educativos y de salud. Es decir, los beneficios deben ser sistémicos, abarcar cada uno de los sectores para generar niveles de competitividad similares en cada región de México y evitar inequidades dentro del propio territorio. Conclusiones El fomento de la infraestructura dentro del territorio mexicano enfrenta algunas limitaciones en cuanto a la equidad con que se promueve en las regiones que lo integran, es evidente que la región más beneficiada por servicios de calidad tanto en comunicaciones, salud y educación, es la región norte de México, sin embargo esto no quiere decir que no se preste atención a las regiones centro y sur, más bien significa que estas últimas, poseen menos elementos con los cuales ofrecer un entorno propicio para la inversión productiva, por lo que el reto es unificar el desarrollo de las regiones mexicanas a través de políticas públicas que promuevan las vocaciones productivas de éstas y ataquen los problemas estructurales de cada una de ellas. La orientación de sus inversiones en infraestructura debiera primeramente atender áreas enfocadas al entorno competitivo como las que se relacionen con los energéticos, transportes y comunicaciones, infraestructura municipal, el abastecimiento de servicios públicos; como el agua, la dotación de recursos para la atención de la salud y la educación, para de esta forma generar beneficios sistémicos. Por otro lado, es un reto también para México mantener la estabilidad económica de los últimos meses, que le ha permitido atraer algunas inversiones y mejorar de cierta forma su posición dentro de los países que ofrecen servicios de calidad a sus habitantes. De igual manera, es indispensable contar con un gobierno eficiente y transparente que desregule y simplifique los trámites que restringen la actividad económica porque ello incide positivamente en la inversión, la apertura de empresas y la generación de empleos. Es así que los desafíos de México en el impulso de la infraestructura deben definirse tomando en cuenta los sectores económico y social de todas las regiones en que el territorio se divide, para así impulsar la competitividad desde el interior y alcanzar niveles de competencia internacional superiores. aregional.com Abril 28,