ESTUDIO DE 1ª DE JUAN Por: Rubén Álvarez No ames a este mundo

Transcripción

1 ESTUDIO DE 1ª DE JUAN Por: Rubén Álvarez No ames a este mundo Introducción 1 Juan 2: 15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre En la conferencia pasada meditábamos en las grandes frases del apóstol Juan diciendo: Les escribo a ustedes hijitos, les escribo a ustedes jóvenes y les escribo a ustedes padres. Evidentemente no hablaba conforme a la edad física sino espiritual. Un hijito es aquel que ha nacido de nuevo por la fe en Jesucristo, que sus pecados han sido perdonados en Su nombre y que ha conocido al Padre. Un joven espiritual, por su parte, es aquel que ha desarrollado su fe hasta poder vencer al maligno. En tanto que un padre espiritual es aquel que ha engendrado a otros a través del ADN del evangelio de Jesucristo y cuida de ellos, los cría y los desarrolla hasta que dejan de ser pequeños. Pero para los tres tipos de cristianos es esta poderosa palabra: No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. El mundo es absolutamente antagónico a Dios. No podemos amar al mundo y a Dios al mismo tiempo. Jesucristo nos ha rescatado del mundo y su sistema para trasladarnos al Reino de Dios, de donde somos ciudadanos de nacimiento a través del nuevo nacimiento en el Espíritu Santo. Vivimos en este mundo, sin embargo no le pertenecemos. Dice Santiago 4: 1 De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros? 2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 4 Oh almas adúlteras! No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. 5 O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente? Muchos cristianos combaten en sus pasiones, dice el Espíritu Santo a través del libro de Santiago, porque codician lo que otros tienen, arden de envidia y luchan por

2 obtener aquello que envidian en otros y no pueden conseguirlo. Están frustrados en sus vidas porque no pueden tener esas cosas. Algunos aún le piden a Dios aquellas cosas que envidian de otros y no reciben nada, porque sus peticiones están enfocadas en deleites. Es por eso que el Espíritu lo dice igualmente en Santiago: No saben que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios? Por lo que cualquiera que se hace amigo del mundo pues se coloca como enemigo de Dios. Jesús, orando por todos quienes habrían de creer en Él, dijo: Juan 17: 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo Jesús lo declara con toda sencillez: No somos del mundo, como tampoco Él era del mundo. Estaba en este mundo pero no pertenecía a este mundo. Él fue enviado a este mundo para cumplir con una misión, vivió como forastero hasta que cumplió el propósito para el cual fue enviado. De la misma forma Jesús nos ha dado la Palabra de Dios, una palabra que el mundo aborrece, que no soporta; una Palabra en la que podemos ser santificados, apartados para Dios, separados de este mundo. Jesús, jamás oró para que fuéramos quitados de este mundo, aún y cuando Él mismo conoció las tentaciones del mismo. No era necesario que fuéramos quitados del mundo, si hubiera sido necesario lo hubiera pedido; sino que pidió que fuéramos santificados en la Verdad de la Palabra de Dios. Eso es todo lo que necesitamos para estar a salvo de este mundo. El Espíritu Santo nos anhela celosamente, dice Santiago, no nos quiere compartir con el mundo. Si somos de Él, entonces andemos con Él, seamos leales a Él. Busquémosle a Él en lugar de buscar lo que este mundo ofrece. DESARROLLO 1. Qué es el mundo? La pregunta obvia en estos momentos es: Y qué es el mundo? A qué se refiere la Palabra de Dios cuando habla del mundo? Bueno, pues parece ser que justamente el Espíritu de Dios, inspirando al apóstol Juan, contesta a esta pregunta: El mundo es: los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida He declarado varias veces y lo vuelvo a hacer, que de la misma forma en que son tres quienes están a nuestro favor: El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, también son tres quienes están en nuestra contra: El mundo, la carne y el diablo. Y de la misma forma en que quienes están a nuestro favor lo hacen juntos, así también lo hacen nuestros enemigos.

3 El sistema de este mundo hace uso de los deseos de la carne para mantener atrapada a la gente bajo su esquema; usa nuestros sentidos naturales para mantenernos cautivos y con ellos genera un sistema de vanagloria. 2. La tentación en el ser humano. Este sistema fue implementado por el diablo desde la creacion del ser humano por Dios. Génesis 3: 1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2 Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3 pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.4 Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5 sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6 Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. El diablo, tomando la forma de la serpiente, tentó al ser humano, y la porción biblica anterior nos lo relata. Primeramente intentó difamar a Dios haciéndo entender que había coartado la libertad del ser humano. Con que Dios no los deja comer de todos los árboles del huerto, no es así? Esta ha sido la forma en que el diablo siempre ha presentado las leyes de Dios, como una coarción de la libertad. La mujer contesta correctamente: De todos los frutos podemos comer excepto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque ese fruto produce muerte. Entonces de inmediato el diablo contesto con una mentira: No morirán!, y añadió a la difamación: Sino que sabe Dios que al comer de ese fruto sus ojos se abrirán y será como Dios, sabiendo el bien y el mal. Daba a entender que la intención de Dios al advertirles de ese árbol era imposibilitarles de ser iguales a Él, pero si se atrevían a desobedecerles pues había una importante recompensa. Así que aquel árbol que seguramente pasaba hasta inadvertido para la mujer, pues podía comer de todos los demás árboles del huerto, de pronto se convirtió en el centro de su atención. Empezó a desear lo que no debía tener. Sus ojos vieron que el fruto era bueno para comer, que era agradable para sus ojos y además codiciable para alcanzar la sabiduría.

4 Justo en ese momento se estableció el sistema de este mundo: Y vió que el fruto era bueno para comer! Los deseos de la carne Y que era agradable para sus ojos! Los deseos de los ojos Y codiciable para alcanzar sabiduría! La vanagloria de la vida Así que podemos comprender que el diablo desde entonces tienta al ser humano da la misma forma y lo atrapa y esclaviza dentro de este sistema. Por lo cual, todo lo que el mundo ofrece es presentado en atractivos envoltorios, de forma tal que sean deseables a los ojos, que tengan un buen toque de placer para la carne; que sean codiciables para alcanzar algo que antes no tenían, que los demás no tienen, lo cual no es sino pura vanagloria. Hoy, por ejemplo, podemos ver que uno de los negocios de moda son los gimnasios o fitness. Allí, tanto hombres como mujeres, asisten diariamente, dedican algunas horas de su vida, para formar buenos cuerpos que les han mostrado a través de los medios de comunicación. Si quieren verse bien, que la ropa de moda les quede, y se vean sexys pues tendrán que formar su cuerpo. Tener una buena salud es un objetivo magnífico, debemos mantener nuestro cuerpo sano; sin embargo la motivación de tanta gente en los fitness es verse bien. Los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. A través de facebook podemos ver fotografías de muchachos y a veces no tan muchachos, en posiciones sexys mostrando sus atractivos cuerpos. Las mujeres quieren verse mejor que las demás, no aceptan que otra pueda verse mejor; los hombre quieren conquistar a través de sus músculos a las jovencitas. Quién busca en nuestros tiempos a una señorita entregada a Dios y que tenga altos ideales familiares para formar con ella un matrimonio y una familia? Casi nadie, por el contrario, buscan a la chica que mejor se vea, que tenga muy buen cuerpo y que sea bonita. Las ventas de autos y muchímos productos mas están orientadas a satisfacer el ego y no la necesidad de transportación, por ejemplo. Todo debe cumplir con estas tres características: Que satisfaga el deseo de la carne de presumir, de verse como los demás que si tienen, de verse mejor de los demás; deben satisfacer el deseo de los ojos que sean atractivos y deben ser codiciables para que cumplan con el último atributo de este mundo, que sea para vanagloria. El primer hombre cayó en esta tentación y quedó excluido de la gloria del paraiso, tuvo que salir de allí y dejó de comer para siempre del árbol de la vida. Las consecuencias fueron muy dolorosas, quedó atrapado en un sistema del que nunca pudo salir por si mismo. Fue entonces que Dios, mostrando Su enorme amor para con el ser humano, envió a Su propio Hijo Jesucristo en forma de hombre, como uno de nosotros, con el firme propósito de recuperar lo que habíamos perdido. La Comunión con Dios, el derecho a comer nuevamente del árbol de la vida, y la entrada al Reino de Dios.

5 No fue fácil lograr aquel propósito, pero Jesús, como ser humano, ungido por el Espíritu de Dios, recuperó todo lo que el ser humano había perdido. El primer Adán lo perdió, pero el postrer Adán Jescristo lo recuperó. Al igual que el primer Adán, Jesús tuvo que pasar por la tentación del diablo. El primer hombre había caído en ella, Jesús tendría que vencer al diablo en ese terreno. Lucas 4: 1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto 2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. 3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. 4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. 5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. 6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. 7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. 8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. 9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; 10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; 11 y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. 12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. 13 Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo. Jesús, nos narra el evangelio de Lucas, fue llevado al desierto por el mismo Espíritu de Dios para ser tentado por el diablo, era una estación requerida para iniciar Su ministerio, y era necesario para el ser humano vencer al diablo en ésa área, así que no fue casualidad encontrarse en el desierto por cuarenta días sin nada alrededor. El diablo no lo atacó de inmediato al verlo entrar en su terreno, sino que espero hasta que se debilitara, hasta que llegara el momento en que estuviera más vulnerable, y entonces apareció. El diablo nunca ataca en las fortalezas, sino más bien en las debilidades de cada ser humano, es por ello que estudia a las personas, tiene sus antecedentes familiares, y ha puesto espíritus de maldad que lleven notas precisas de cómo reaccionamos antes diferentes estímulos, por lo cual es fácil para él presentarse con la tentación adecuada en el momento preciso para hacer caer al que se creía más fuerte. Pero aprendamos de Jesús, nuestro paladín, el paladín del ser humano, que se enfrentaba al diablo. Si eres hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan. Evidementemente el diablo atacaba la fe de Jesús, aquella fe de que Él era el hijo de

6 Dios. Así que el diablo llegaba para decirle: Cómo es posible que seas hijo de Dios y estés padeciendo hambre en este lugar? Pues si es verdad que eres hijo de Dios tendrías poder, tus oraciones serían contestadas de inmediato por Dios, no es asi? Entonces, para demostrar que eres el hijo de Dios, convierte esta piedra en pan. El ataque fue directamente hacia la fe de Jesús, pero usando el sistema de este mundo: Los deseos de la carne. Evidentemente Jesús era carne, tenía un cuerpo como el nuestro, y llevaba cuarenta días con sus noches, sin comer, y obviamente tenía mucha hambre. Después, el diablo, llevó a Jesús hasta un alto monte desde donde mostró a Jesús los reinos de esta tierra y le dijo: A ti te daré toda la gloria y la potestad de todos los reinos de la tierra si postrado me adoras. El primer Adán me dio la autoridad sobre la tierra, si quieres te la devuelvo, pero primero me adoras. Una tentación dirigida hacia su propósito: Recuperar lo que el primer hombre había perdido, sin pasar por el sufrimiento de la cruz. Pero nuevamente sometiéndolo al sistema de este mundo: La gloria de los reinos de este mundo, algo muy atractivo de poseer, no creen?. Cumplía con el segundo atributo del sistema de este mundo: El deseo de los ojos. Y aquella tentación culminó cuando el diablo llevó a Jesús hasta el pináculo del templo y le dijo; Si verdaderamente eres el hijo de Dios pues échate hacia abajo, no dice la escritura que a sus ángeles mandará para que cuiden de ti y que tu pie no tropiece en piedra? Vamos demuestrame quien eres El diablo intentaba someter a la Palabra de Dios al sistema de este mundo. Vamos, usa la Palabra de Dios para obtener la vanagloria de este mundo. Cuántos cristianos sucumben ante estas tentaciones intentando, por la Palabra de Dios, hacer cosas sobresalientes, grande milagros, solo para obtener fama, ser vistos y aclamados? 2. Las respuestas de Jesús al sistema de este mundo. Ahora bien, pues aprendamos de las respuestas de Jesús a la tentación: a) El diablo le tentó con los deseos de la carne: Tenía la necesidad de comer y para ello le pide que demuestre que es el hijo de Dios convirtiendo una piedra en pan. La respuesta de Jesús, haciéndo uso de la Palabra de Dios, fue: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda la Palabra de Dios La respuesta de Jesús derrotó al diablo en esta tentación, pero es una clara enseñanza para nosotros ante la tentación dirigida hacia los deseos de nuestra carne: Con que Dios te ha impedido hacer lo que quieras de tu vida? Con que Dios está coartando tu libertad de accionar? La respuesta es sencilla: Claro que necesito sustentar mi carne, porque soy carne; pero no es lo único ni lo más importante, sino la Palabra de Dios. La Palabra de Dios incluye todo lo que yo necesito para vivir adecuadamente en mi carne, porque Dios me hizo de carne y conoce todas mis necesidades. Pero no seré guiado por los deseos de mi carne, sino por la Palabra de Dios.

7 b) El diablo también tentó a Jesús en los deseos de sus ojos, mostrándole los reinos y las riquezas de este mundo, que podrían haber sido suyas de inmediato si se hubiera sometido al sistema de este mundo. Pero Jesús respondió: Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás. Jesús también dijo que no se podía servir a dos Señores, o se servía a Dios o se servía al dinero. Qué significa la Señor? Es aquel a quien servimos. Hay gente que hace lo que sea para obtener el dinero que necesita, es decir ha hecho al dinero Su Señor. Hoy día vemos a la gente ansiosa por obtener el dinero, la gente poderosa de nuestros tiempos es aquella que tiene el dinero. Ellos deciden en los paises y los gobiernos están sometidos a los grandes capitales. El dinero es el gran Señor del sistema de este mundo, y en él está la gloria y la postestad de este mundo. Pero tu puedes ser libre de la tentación de los deseos de tus ojos: A la primera mujer el diablo le dijo: No morirás, sino que sabe Dios que si comes de eso fruto serás como Dios y tus ojos serán abiertos conociendo el bien y el mal. Pero podemos contestar: Yo solo a Dios sirvo, Él es mi Señor, mi mirada está puesta en Él, y jamás me someteré al dios de este mundo, el dinero, sino al Dios del cielo y la tierra c) El diablo quiso someter aún la Palabra de Dios ante la vanagloria de este mundo, haciéndo que Jesús hiciera uso de la Palabra de Dios solo para demostrar que era el hijo de Dios. Pero Jesús contestó: No tentarás al Señor tu Dios. Intentar usar la poderosa Palabra de Dios solo para alcanzar un estatus o una posición de privilegio es tentar a Dios a hacer algo terrible. Dice la Palabra que la humillación procede a la autoexaltación, es decir que quien se levanta a sí mismo será humillado. Para qué tentar a Dios a que nos humille? No sería mejor ser humildes para que Él sea quien nos exalte a Su tiempo? Y la mujer vio que el árbol era bueno (deseos de la carne) y agradable a los ojos (los deseos de los ojos) y codiciable para alcanzar sabiduría (vanagloria de esta vida). Recuérda: No tentarás al Señor tu Dios No codicies lo que Dios no te ha dado, no codicies vanagloria. Busca lo importante, busca el Reino de Dios y Su justicia y todo lo demás te será añadido. 3. Todo lo que el mundo ofrece es temporal, pero el Reino de Dios es eterno. (Ministración) Finalmente quisiera que comprendiéramos lo que dice el apóstol Juan. Amar al mundo y las cosas del mundo además es absurdo, pues las cosas del mundo son temporales, pero las riquezas del Reino de Dios son eternas. Es por ello que Jesús dijo: Donde esté tu corazón allí está tu tesoro. Si tu atesoras las cosas de este mundo pues tu corazón está allí, en el mundo; mas si tu atesoras las riquezas del Reino de Dios, pues en realidad allí está tu corazón. Entonces podríamos terminar con esta pregunta: Y dónde está tu corazón?

8 Jesús vino para recuperar lo que se había perdido al ser humano y lo logró. Si tu acaso has caído ante las tentaciones del sistema de este mundo, es tiempo de recuperarte a través del sacrificio de Jesús y aprender de él, que como ser humano logró vencer dichas tentaciones. No necesitas nada mas sino ser santificado en la Verdad de la Palabra de Dios. La oración de Jesús no fue para que fueras quitado del mundo, sino que fueras guardado del mal que allí hay, que fueras santificado en Su Palabra, para mantenerte al margen de ese sistema. Vive como forastero! No eres de este mundo!