El gran poder de los Arcángeles y los cristales

Transcripción

1 Artículo escrito para la Revista Predicciones Ángeles Se autoriza su reproducción, citando la fuente El gran poder de los Arcángeles y los cristales Lisseth Ángel Valencia Coach sistémica, comunicadora social y tallerista. Experta en sanación holística, cristales y entrenamiento personal. Caminante de la medicina de la montaña y de los Arcángeles. Creadora del concepto de Aguamor, que busca a través de servicios y productos armonizar las propias aguas con las aguas de la vida. Creadora de las botellas medicinales, una propuesta única que ayuda a programar el agua con un propósito personal con ayuda de cristales. Actualmente realiza de manera periódica talleres de aproximación a los cristales en diferentes niveles, que incluyen meditación y conexión con el propio corazón y el del planeta. Facebook: Aguamor Twitter: LissethAngelV Los cristales y en general, las gemas y los cuarzos, son medicina que nos regala la naturaleza de manera abundante para que hagamos uso de ellos a favor de nuestra sanación. Cuando conectamos sus propiedades con la dulzura arcangélica, el poder de unos y otros se amplifica, generando un gran flujo de energía renovada. Se dice que en los cristales se encuentra el ADN de la tierra, es decir, que son tan antiguos, que contienen las instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos conocidos. Son tan primigenios, que en ellos reposa la memoria del origen del todo, por tanto, es fácil concluir que estamos ante seres vivos. Están presentes de manera determinante en la cosmogonía de las culturas ancestrales de la humanidad. Los mayas trabajaban su orfebrería sagrada en torno a la turquesa azul,

2 los muiscas lo hacía con el oro y los egipcios, despedían a sus muertos engalanándolos con joyas de lapislázuli. Son tan atractivos sus colores y formas, que nos invitan a tenerlos. Y en el caso de los cuarzos, son los minerales más abundantes en la corteza terrestre. Por estas y otras razones, podemos decir que los cristales tienen una estrecha relación con la humanidad que viene casi desde su origen mismo, y que continúa dándose de manera espontánea. Tan solo el hecho que sus colores nos llamen tanto la atención, significa que muchas personas tienen aunque sea un cristal en casa. Y esto, ya es tremendamente poderoso. Sin embargo, la mayoría no sabe cómo activarlos y por tanto, desconoce sus propiedades. Aquí vamos a dar tips sencillos sobre cómo limpiarlos, qué clase de cristales son los recomendados para iniciar una relación con ellos y cómo utilizarlos con los Arcángeles. Los cristales, los Arcángeles y la energía Los seremos humanos poseemos una electro tecnología espiritual por donde circula la energía a través de los chakras, las glándulas y los meridianos. Así mismo, las emociones, el cuerpo y la mente, hacen parte de un mismo campo energético. Por su parte, los cristales son amplificadores de energía. Lo que hacen es alinear las ondas energéticas, estabilizarlas y canalizarlas a través de sus diferentes propiedades. Y los Arcángeles son portadores de la energía más pura de la creación, trabajan para la luz y precisamente son energía poderosa disponible para la sanación. Al juntar nuestra tecnología espiritual, con las propiedades de los cristales y la energía Arcangélica, estamos hablando de algo muy poderoso: la fuente. Aquella manifestación energética de la que todos procedemos, donde nace y muere la vida y donde todos compartimos memorias, que precisamente se activan al entrar en contacto con cristales y Arcángeles. De lo que estamos hablando finalmente, es de la circulación del flujo de la vida. Limpieza de cristales Para que dicha circulación sea posible de una manera más potente, es necesario limpiar los cristales con el fin de ayudarlos a despojarse de energía de sus entornos de procedencia. Como los cristales son amplificadores de energía por excelencia, es importante que cuando entremos en contacto con ellos, se encuentren totalmente limpios. Para ello, hay varias opciones: Enterrar el cristal en tierra, ojalá en una matera destinada solamente para limpiar cristales y que no contenga ninguna planta. Se deja el cristal a 5 cm. de la superficie durante ocho horas.

3 Si se quiere utilizar el cristal con fines amplificadores, expansivos y de acción, dejar el cristal en un bol de vidrio con agua y una cucharadita de sal marina a la luz del día durante ocho horas aproximadamente. Si se quiere utilizar el cristal con fines receptivos, intuitivos y de introspección, dejar el cristal en un bol de vidrio con agua y una cucharadita de miel a la luz de la luna, durante ocho horas aproximadamente. Dejar el cristal al lado de un conglomerado de cuarzo cristal durante mínimo ocho horas. Dejar el cristal encima de una drusa de cuarzo transparente, citrino o amatista durante mínimo ocho horas. Si no se cuenta con ninguna de las opciones anteriores, pasar varias veces el cristal por un incienso de buena calidad hasta sentir que ya quedó limpio. Esta opción se recomienda solamente si es necesario utilizar de emergencia el cristal y no se cuenta con otras alternativas. Activación de cristales Una vez transcurrido el tiempo de la limpieza es importante agradecerle al cristal y terminar de limpiarlo bajo un chorro de agua abundante para proceder a programarlo. Lo más recomendado es ritualizar la activación con el fin de amplificar las propiedades del cristal, de manera que también tenga un significado especial para quien va a trabajar con su energía y los Arcángeles. Para realizarlo yo digo algo similar a lo que escribo a continuación, aclarando que solo es un punto de inspiración y que la verdadera intención es que cada uno establezca su propia relación con los cristales. Bienvenido a mi vida, te doy las gracias por haberme elegido. De manera respetuosa pido tu ayuda para amplificar la energía de sanación de los Arcángeles, (ó: trabajar mi autoestima, proteger mi hogar, amplificar la abundancia de este espacio, fortalecer mi sistema inmune ) Es importante mencionar en voz alta con el fin de decretarlo y bajo ningún motivo establecer activaciones de uso egoísta o que le hagan daño a otro. Se enciende una vela y un incienso, se cuenta con un vaso con agua y se presenta el cristal ante estos tres elementos. Se pasa por la vela, por el incienso y luego por el agua que luego debe ser bebida. Se le agradece de nuevo que te haya escogido, lo ubicas en el altar y lo dejas allí para que también tome de tu energía antes de usarlo. Si no se cuenta con un altar, antes de usar el cristal se puede dejar al lado de plantas por al menos una semana. Aunque esta no es una regla, es importante que los cuarzos entren en contacto con fuentes de energía naturales.

4 Meditación: los Arcángeles y los cristales Los Arcángeles juegan un papel muy importante en la fluidez energética, en tanto son portadores de la energía de la creación, trabajan para la luz y precisamente son energía poderosa disponible para la sanación. La idea es meditar con la energía de los Arcángeles a través de los cuarzos disponiendo del ambiente adecuado, el tiempo suficiente y la concentración necesaria para hacerlo. Es indispensable elegir un lugar donde podamos estar solos y no ser interrumpidos. Si se pudiera contar con un altar donde podamos prender una vela e incienso, sería lo más óptimo, ya que se le considera un amplificador de energía. Se puede armonizar la meditación con música suave y sentarse en una posición cómoda. Al encender la vela y el incienso pedimos la presencia amorosa de los cuatro Arcángeles y agradecemos su protección y disposición para acompañarnos. Existen cuatro Arcángeles con los que contamos para activar nuestro sistema energético. El Arcángel Miguel, que nos permite realizar una meditación libre de interferencias, que con su cualidad sanadora nos ayuda a integrar en totalidad cuerpo, mente y espíritu. Es un Arcángel poderoso que ayudará a revitalizar la energía a pesar de nuestras resistencias, enfocándonos en nuestras más altas prioridades. Al momento de meditar podemos ubicarlo delante o detrás nuestro, representándolo en uno o varios de los siguientes cristales: Aguamarina Hematita o hematites Malaquita Amatista Lapislázuli Cuarzo cristal Pirita Rubí Zafiro Obsidiana Estos cristales reúnen el principio de la totalidad, principal cualidad del Arcángel Miguel. A este Arcángel se le recomienda abrir y proteger el campo energético, derribar barreras, desatar nudos mentales y en general, vencer la disociación entre cuerpo, mente, emociones y espíritu. Al momento de meditar se recomienda convocarlo imaginando una luz azul añil.

5 También contamos con el Arcángel Rafael a quien se le atribuye un profundo conocimiento de nuestra genética. No obstante, es conocido como el médico de Dios, por tanto, nos ayuda a activar la energía de cada chakra y a energizar nuestro sistema endocrino. En la meditación podemos ubicar muy cerca de nosotros uno o varios de los siguientes cristales: Jade verde Cuarzo rosa Amatista Turmalina rosa Perla Piedra luna Esmeralda Cornalina Granate Estos cristales reúnen el principio de la unidad, que es su principal cualidad arcangélica. Este Arcángel es especial para abrir el corazón y reconocer el amor incondicional. Para creer en nosotros mismos, recordar quiénes somos y cómo volver a nuestro amor propio. Se recomienda imaginar una luz verde esmeralda para activar la energía de Rafael. El Arcángel Gabriel nos ayuda a elevar la conciencia a vibraciones elevadas y trabaja del centro hacia afuera. Por tanto, nos conecta con el propósito espiritual de cada chakra con el fin de amplificar nuestra intención cuando accedamos a cada chakra. Podemos representarlo con alguno de los siguientes cristales, ubicándolos al costado derecho nuestro. Ojo de tigre Ámbar Ópalo blanco Citrino Oro Plata Cobre Cuarzo ahumado

6 Estos cristales reúnen el principio de la conciencia, cualidad del Arcángel Gabriel. Así mismo, nos ayudan a recobrar nuestro poder personal, a deshacernos de pensamientos o prácticas que ya no nos benefician. Son cristales revitalizantes y emanadores de poderosa energía. Al momento de meditar se recomienda convocarlo imaginando una luz naranja. Para conectarnos con la luz radiante está el Arcángel Uriel, de modo que todo aquello que se encuentre bloqueado en nuestro sistema energético será iluminado a través de este Arcángel, que es muy especial, ya que nos conecta con la chispa de la vida. Para lograr mayor conexión con esta luz radiante podemos usar los siguientes cristales y ubicarlos a nuestra izquierda en la meditación. Cuarzo blanco o cuarzo cristal Perla Piedra de sal Piedra luna Turmalina rosa Ópalo blanco Diamante (en bruto o facetado) El Arcángel Uriel nos ayuda a recordar el gozo de la vida y a reflejar el fulgor de una existencia luminosa a través de estos cristales. Al momento de meditar se recomienda convocarlo imaginando una luz iridiscente. Los Arcángeles son de suma importancia ya que nos acompañan amorosamente en el proceso de amplificar nuestras intenciones en pro de la sanación y armonización de nuestro sistema energético. Con ellos y su dulce compañía, nos sentiremos guiados y protegidos. Recordemos que de lo que se trata a través de los cristales es de amplificar las cualidades sanadoras de los Arcángeles, poniendo en armonía nuestro campo energético. Vale aclarar que los cristales no deben ser utilizados por más de treinta minutos directamente sobre alguna parte del cuerpo, ya que como veíamos anteriormente, son potentes amplificadores de energía. Una vez finalizada la meditación, se debe agradecer a los Arcángeles por su dulce compañía y protección, así como a los cristales, por servir de canalizadores. Cristales iniciáticos

7 Si aún no conoces los cristales y deseas empezar a conocer más de su poder sanador, te sugiero empezar tu relación con alguno de los siguientes cristales, que además de ser fáciles de conseguir, tienen una energía muy poderosa que sentirás fácilmente. Cuarzo cristal: Es el sanador y amplificador de energía más poderoso del planeta. En general absorbe, almacena, libera y regula la energía de manera excepcional. Es excelente para desbloquear la energía. Ayuda a las plantas en su proceso de vitalización y crecimiento. Sostener un cristal de cuarzo dobla el campo biomagnético Cuarzo rosa: El cuarzo rosa es una piedra de amor incondicional y paz infinita. Es la más importante para el corazón y para el chakra corazón, pues enseña la verdadera esencia del amor. Purifica y abre el corazón a todos los niveles, y aporta una profunda curación y auto amor. Calma, da seguridad y es excelente para usarlo en casos de trauma o crisis. Amatista: Tiene grandes poderes curativos y limpiadores, y potencia la conciencia espiritual. Es una piedra extraordinariamente poderosa y protectora, con una elevada vibración espiritual. Es benéfica para la mente, relajándola y estimulándola, según resulte adecuado. Transmuta la tristeza. Citrino: Limpiador y regenerador, protector del entorno, muy conocido por atraer la abundancia. Da alegría, energía y eleva la autoestima. Potencia la concentración y ayuda en las depresiones. Es el cuarzo del PODER PERSONAL. Fortalece la creatividad. Jade verde: Es excelente para la salud. Fortalece el sistema inmune. Ayuda a abrir el corazón, a recibir y dar amor. Debajo de la almohada ayuda a tener sueños tranquilos y a contactar con sus mensajes. Conecta con la sanación y con propósitos elevados. Integra mente y cuerpo. Es recomendado para personas que les cuesta dar y recibir. Es la piedra de la serenidad y la amistad. Ágata: Es una piedra calmante. Trabaja despacio pero aporta una gran fuerza. Facilita la aceptación de uno mismo, fomentando la auto confianza. Potencia la función mental mejorando la concentración. Ayuda a centrar y estabilizar la energía física. Ónix: Repele las malas energías. Protege el campo energético de quienes se relacionan de manera permanente con personas que tienden a absorber nuestra energía. Milenariamente ha sido utilizado como un talismán. Imparte auto confianza y ayuda a estar en armonía con el entorno. Alivia las preocupaciones y los miedos abrumadores. Ámbar: Es resina de árbol solidificada. Se reconoce por su peso ligero. Tiene intensas conexiones con la tierra y asienta las energías superiores. Sana y limpia el cuerpo de enfermedades. Limpia el entorno y los chakras. Aporta estabilidad y ayuda a la expresión creativa. Cómo seleccionar un cristal

8 La selección de un cristal para ser utilizados con fines sanadores es muy importante, ya que representa la gran oportunidad de relacionarte con un ser vivo que te ayudará a entrar en tu Divinidad. A toda costa debes evitar seleccionarlo siguiendo ideas pre concebidas o parámetros demasiado racionales. Cuando te encuentres ante varios cristales y quieras elegir el más adecuado para ti, sigue estas recomendaciones: Observa cuál te llama la atención inmediatamente y no racionalices ni intentes entender por qué, ni tampoco conocer sus propiedades. Si hay dos o más cristales que te llaman la atención, toma primero uno con tu mano izquierda y cerrando los ojos llévalo a tu corazón. Respira profundo. Inhala y exhala tres veces. Repite lo mismo con los demás cristales. Identifica con tu corazón y tu respiración cuál es el que te brinda mayor tranquilidad, con el que de pronto logres ver un color o simplemente se dibuje una sonrisa en tu rostro. Éste será el cristal indicado! Si llegaste con la convicción de necesitar un tipo de cristal y te llama la atención otro totalmente diferente, es recomendable que sigas tu intuición. Quizá ese que encontraste es el que realmente necesitas para este momento de la vida. Los cristales son maestros que tienen la gran capacidad de comunicarse con tu interior. Así que confía en ti y en el poder de tu cristal. Para qué sirve un cristal? Entre muchas de las funciones de un cristal, estas son las más principales: Para contactar amorosamente con la presencia Arcangélica. Para ayudar a la circulación del flujo de la vida y por tanto, conectarnos con nuestra Divinidad. Para sanar e integrar cuerpo, mente, emociones y espíritu. Para propiciar nuestro flujo energético a través de los chakras. Para protegernos, proteger nuestro entorno, pensamientos y campo energético. Para conectarnos con nuestros sueños.

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