EL ANTIGUO RÉGIMEN EN ESPAÑA SIGLO XVIII

Transcripción

1 EL ANTIGUO RÉGIMEN EN ESPAÑA SIGLO XVIII 1.- LA GUERRA DE SUCESIÓN Y LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA 2.- LA SOCIEDAD Y LA ECONOMÍA ESPAÑOLAS EN EL SIGLO XVIII 3.- LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y EL ARTE DEL SIGLO XVIII 4.- EL DESPOTISMO ILUSTRADO EN ESPAÑA 1.- LA GUERRA DE SUCESIÓN Y LOS DECRETOS DE NUEVA PLANTA En 1700, Carlos II de Habsburgo murió sin sucesión. Existían dos pretendientes para sucederle: el Archiduque Carlos de Austria y Felipe de Borbón, el sobrino del rey de Francia. La ascensión al trono de cualquiera de los dos suponía sumar un enorme potencial económico y político a Austria o a Francia. Antes de morir Carlos II había nombrado heredero a Felipe, lo que suponía un fuerte apoyo al imperialismo de Francia que, en ese momento, dominaba Europa. Por este motivo, las grandes potencias europeas respondieron creando la Gran Alianza de la Haya, dirigida por Inglaterra, Austria y Holanda, para apoyar la candidatura del Archiduque Carlos de Austria (Habsburgo). En la Península, Felipe contaba con el apoyo de Castilla, ya que representaba la postura centralista, de tradición francesa, y Carlos con el de la Corona de Aragón ya que representaba la postura federalista, es decir, el mantenimiento en nuestro país de la estructura política creada por los Reyes Católicos, en la cual Castilla y la corona de Aragón mantenían leyes e instituciones diferentes, como en la Edad Media. Dado que Inglaterra y Holanda tenían superioridad naval, la guerra tenía que decidirse en el continente, donde hubo dos frentes: uno en Europa y otro en la Península. En un primer momento vencían los ejércitos franceses, pero pronto fueron derrotados por los de Austria e Inglaterra. Con todo, el potencial de Francia y el apoyo incondicional de Castilla, evitaron que los Borbones sufrieran pérdidas importantes. En 1705 el Archiduque Carlos estableció su corte en Barcelona y en 1706 ya dominaba todos los reinos de la Corona de Aragón. Se mantuvo un cierto equilibro hasta que el contrataque Borbónico (batallas de Almansa, Villaviciosa y Bihuerga) dejó al Archiduque solo con parte de Cataluña. Varias ciudades, como Xàtiva, que se resistieron al avance borbónico, fueron incendiadas como castigo. 1

2 Finalmente, el rumbo de la guerra cambió cuando el emperador de Alemania murió y le dejó el imperio al Archiduque Carlos. Inglaterra y Holanda no podían consentir que también acumulase la corona española y le retiraron su apoyo. El Archiduque marchó para Alemania en 1711, dejando abandonada Barcelona que resistió hasta La paz entre ambos bandos se firmó en el Tratado de Utrecht en Felipe de Borbón fue reconocido como rey de España con el nombre de Felipe V, pero a cambio tuvo que renunciar a sus derechos a la Corona Francesa y ceder a Austria diversos territorios: los Países Bajos del Sur, Saboya y Sicilia y a Inglaterra Gibraltar y Menorca. Francia consiguió colocar a su candidato, pero quedó cercada de territorios enemigos y España tuvo que dar a Inglaterra territorios y ventajas comerciales en las colonias de América. En el interior de la Península, los Borbones impusieron un absolutismo centralista que terminó con la idea de España como federación de diversos reinos y empezó a poner las bases de España como estado unificado. Este cambio comenzó con los Decretos de Nueva Planta (entre 1707 y 1716), unas leyes por las que los territorios de la Corona de Aragón perdieron sus fueros, leyes e instituciones propias y serán considerados a partir de entonces como provincias (los vascos y navarros conservaron sus fueron por haber ayudado a Felipe V en la guerra). Estos decretos supusieron una fuerte centralización de todo el poder, los territorios de Valencia, Aragón, Mallorca y Cataluña perdieron sus leyes propias (los fueros) y quedaron bajo la legislación y el sistema político-administrativo de Castilla. Los Decretos eliminaron las Cortes de Aragón, Cataluña y Valencia y los Virreyes fueron sustituidos por Capitanes Generales que solo respondían ante el propio rey. También se extendieron los impuestos de Castilla a todos los reinos. Así mismo se perdieron el uso oficial de la lengua y costumbres propias. Por otro lado, los habitantes de estos territorios pudieron participar desde entonces en los monopolios coloniales que antes estaban reservados a los castellanos. 2

3 Con los Borbones triunfó plenamente el absolutismo imitando el modelo del rey de Francia Luis XIV. Desde Felipe V se concentró en la persona del rey todo el poder del Estado. Se crearon nuevos órganos de gobierno y una numerosa burocracia de funcionarios y oficiales nombrados directamente por el rey. Además, llegó un nuevo estilo de pensar y gobernar a la corte de Madrid. Llegarán las modas europeas y una mentalidad europea, abierta y moderna. Esto sucedió por el ascenso de un nuevo grupo de intelectuales, los Ilustrados, que fueron sustituyendo poco a poco a la anticuada aristocracia de épocas anteriores en la dirección del Estado. Con ellos será la burguesía de las ciudades de los territorios periféricos la que tome cada vez mayor protagonismo en la vida del país. DECRETOS DE NUEVA PLANTA Abolición de los Fueros de Valencia y Aragón Considerando haber perdido los reinos de Aragón y Valencia y todos sus habitantes por la rebelión que cometieron, faltando enteramente así al juramento de fidelidad que me hicieron como a su legítimo Rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exenciones y libertades que gozaban y que con tan liberal mano se les habían concedido, así por mi como por los señores reyes mis predecesores, en esta monarquía se añade ahora la del derecho de conquista ( ) y considerando también que uno de los principales tributos de la soberanía es la imposición y derogación de las leyes ( ) He juzgado por conveniente, sí por esto como por mi deseo de reducir todos mis reinos a la uniformidad de unas mismas leyes, usos, costumbres y tribunales, gobernándose igualmente por las leyes de Castilla, tan loables y plausibles en todo el universo, abolir y derogar enteramente ( ) todos los referidos fueros y privilegios, prácticas y costumbres hasta aquí observadas en los referidos reinos de Aragón y Valencia, siendo mi voluntad que éstos se reduzcan a las leyes de Castilla ( ) Felipe V de Borbón, a 29 de junio de Felipe V de Borbón 3

4 2.- LA SOCIEDAD Y LA ECONOMÍA ESPAÑOLAS EN EL SIGLO XVIII Durante el siglo XVIII la población española experimentó un crecimiento debido a la falta de mortalidad de tipo catastrófico (grandes epidemias, guerras ). Pero, pese a esto, el país seguía poco poblado, con densidades de población más bajas que el resto de Europa Occidental. Son las regiones costeras las que registraron el máximo crecimiento demográfico además de urbano. España también mantenía la división típica del Antiguo Régimen entre estamentos privilegiados y no privilegiados. Mientras que en los países más avanzados de Europa prosperaba la burguesía y una cierta movilidad social, en España esto avanzaba con gran lentitud. El reformismo borbónico no consiguió reducir el número de campesinos y artesanos pobres, que seguiría entre el 80 y 90% de la población. La nobleza y el clero eran especialmente importantes en España respecto al resto de Europa. Estos grupos seguían poseyendo la mayor parte de las riquezas y las tierras, aunque el centralismo borbónico fue acabando poco a poco con parte de su poder político. Durante este siglo la economía española superó las crisis anteriores y entró en una fase de crecimiento, pero con grandes diferencias entre las zonas más dinámicas de la periferia costera, como Cádiz o Barcelona y las zonas del interior, más atrasadas y tradicionales. La producción agraria creció en todo el territorio gracias al aumento de tierras cultivadas, pero la introducción de mejoras en las técnicas de cultivo también se concentró solo en las regiones periféricas del Mediterráneo y el Cantábrico. Los únicos avances producidos en los talleres artesanales hacia formas más modernas de fabricación se dieron en Cataluña, con las primeras fábricas de indianas que abastecían no solo a España sino también a América, con lo que se intensificó también el comercio favorecido por las medidas liberalizadoras de los borbones como Carlos III. 3.- LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA Y EL ARTE DEL SIGLO XVIII La revolución científica e intelectual que se difundían por Europa a lo largo del siglo XVIII y las ideas de la Ilustración francesa tuvieron escasa difusión en España. Solo una minoría de hombres cultos participó activamente de ese movimiento, frente a una gran mayoría del país que era partidaria de la tradición y se oponía a cualquier cambio. La Ilustración española también anteponía la razón a la tradición, pero intentaba hacer compatible la razón y la crítica con la tradición cristiana. Los Ilustrados españoles (Feijoo, Campomanes, Mayans, Jovellanos ) idearon un ambicioso plan de reformas para intentar superar la decadencia y el atraso de España a través de la enseñanza de las llamadas ciencias útiles, siguiendo el ejemplo de los países más avanzados de Europa. En cuanto a la educación, las críticas ilustradas se dirigieron contra los métodos anticuados de enseñanza de las Universidades y la escasa calidad de los estudios. Los monarcas Borbones habían expulsado a los jesuitas, la orden religiosa que tradicionalmente se había encargado de la educación, así que a partir del siglo XVIII el Estado irá poco a poco tomando el control de la educación. A imitación de Francia se fundaron las llamadas Academias, como instituciones 4

5 para la difusión de la nueva cultura y la ciencia. En ellas se estudiaban cuestiones literarias o científicas y se buscaba que esos conocimientos se divulgasen por la sociedad. Las Academias más importantes serán la Real Academia de la Lengua o la Academia de Bellas Artes de San Fernando. También fueron importantes las llamadas Sociedades Económicas de Amigos del País, una especie de clubes culturales donde los ilustrados se reunían a debatir soluciones para los problemas del país y a difundir los avances que llegaban de Europa. Gaspar Melchor de Jovellanos, por Goya En el arte español del siglo XVIII conviven dos tendencias: por un lado, todavía encontramos muchos ejemplos del arte barroco anterior y, por otro lado, fue llegando la tendencia del neoclasicismo francés e italiano, sobre todo gracias a la protección de los reyes y a los encargos que hacían para sus palacios a artistas europeos como Mengs o Tiepolo. En arquitectura todavía perduraban importantes ejemplos de la tendencia barroca castellana (José de Churriguera), pero sobre todo destacan las obras en los grandes palacios mandados construir por los reyes siguiendo el modelo del palacio de Versalles (Palacio Real de Madrid, de Aranjuez, de la Granja), para los que trajeron a España a los mejores artistas europeos. Aunque por encima de todos destaca la figura de Goya, quién recogió lo mejor de todas las tradiciones anteriores y, a la vez, anticipó los estilos más avanzados del siglo XIX. Goya no solo destaca por su calidad técnica y estética, sino también porque reflejó perfectamente todos los aspectos de la sociedad del momento: desde las ilusiones reformistas de los Ilustrados, hasta las miserias y vicios de la sociedad. Más tarde también pintará cuadros de los cambios y transformaciones de la historia española de su momento, sobretodo de la Guerra de la Independencia. 5 Palacio Real de Madrid

6 4.- EL DESPOTISMO ILUSTRADO EN ESPAÑA En España el absolutismo monárquico también evolucionó en el siglo XVIII hacía el Despotismo Ilustrado. Aunque hemos dicho que la Ilustración española fue más reducida que la europea, algunos reyes españoles como Carlos III intentaron tomar el impulso de sus ideas para mejorar el país en lo económico y en la administración del Estado, pero siempre sin reducir para nada el poder político de los monarcas (siguiendo el lema de Todo para el pueblo, pero sin el pueblo. Las reformas se centraron en la centralización política y administrativa, la racionalización de los impuestos y la Hacienda, la modernización y la apertura ideológica hacia Europa y una cierta reducción del poder y la influencia ideológica de la iglesia. Los reyes gobernaban de forma cada vez más absoluta. Se reforzó la centralización a través de las Secretarías de Estado, que fueron el origen de los ministerios modernos, y de las Intendencias de las provincias, encargadas de representar al rey en cada territorio y potenciar la economía de la zona. Los municipios también vieron eliminada su autonomía anterior y se gobernaban a través de los Corregidores Reales, quienes eran designados directamente por el rey. Carlos III de España 6