Bloque 4. España en la órbita francesa: el reformismo de los primeros Borbones ( ).

Transcripción

1 Bloque 4. España en la órbita francesa: el reformismo de los primeros Borbones ( ). 1. Explica las causas de la Guerra de Sucesión Española y la composición de los bandos en conflicto. 2. Representa una línea del tiempo desde 1700 hasta 1788, situando en ella los principales acontecimientos históricos. 3. Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y el papel de España en él. 4. Define qué fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado borbónico. 5. Elabora un esquema comparativo del modelo político de los Austrias y el de los Borbones. 6. Explica las medidas que adoptaron o proyectaron los primeros Borbones para sanear la Hacienda Real. 7. Describe las relaciones Iglesia-Estado y las causas de la expulsión de los jesuitas. 8. Compara la evolución demográfica del siglo XVIII con la de la centuria anterior. 9. Desarrolla los principales problemas de la agricultura y las medidas impulsadas por Carlos III en este sector. 10. Explica la política industrial de la monarquía y las medidas adoptadas respecto al comercio con América. 11. Especifica las causas del despegue económico de Cataluña en el siglo XVIII. 12. Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado. 13. Razona la importancia de las Sociedades Económicas del Amigos del País y de la prensa periódica en la difusión de los valores de la Ilustración.

2 1. Explica las causas de la Guerra de Sucesión Española y la composición de los bandos en conflicto. Carlos II será el último rey de la dinastía de los Austria en España. Su muerte sin descendencia provocará un conflicto sucesorio entre los dos pretendientes a la Corona española: Felipe de Anjou y el archiduque Carlos. Felipe de Anjou era francés, de la dinastía de los Borbones, nieto de Luis XIV de Francia y biznieto de Felipe VI. El archiduque Carlos pertenecía a la misma casa de Austria, hijo del emperador Leopoldo y biznieto de Felipe III. De acuerdo con el testamento de Carlos II, Felipe fue proclamado rey de las Españas. Pero la casa de Austria no lo aceptó y estalló Guerra de Sucesión a la Corona española ( ). La Guerra de Sucesión fue un conflicto nacional e internacional: En España lo que se dirimía era el cambio de dinastía, los Austrias por los Borbones, y el cambio de modelo de estado y de administración para los reinos peninsulares que ello conllevaba. El modelo de los Austria siempre había sido pactista, respetando las diferencias entre reinos, los fueros y derechos de cada reino y su propia legislación y fiscalidad. El modelo los Borbones vigente en Francia, amenazaba con ser absolutista, unificador y centralizador. En el plano internacional lo que estaba en juego era la hegemonía de Europa: la Francia de los Borbones o el Imperio de los Austrias. Si se aceptaba el testamento de Carlos II, Felipe podría ser a la vez rey de España y de Francia. Si el nuevo rey español era Carlos, podría ser rey de España y Emperador del Sacro Imperio como en tiempos de Carlos I. Sin embargo, las opciones de Carlos de ser elegido Emperador eran más remotas que las de Felipe de ser rey de Francia. Cuando estalle el conflicto las principales potencias europeas se aliaran con el archiduque Carlos buscando el equilibrio europeo y eligiendo el peor de los males. En 1701, de acuerdo al testamento de Carlos II, Felipe de Anjou llevaba a España y se proclama rey con el nombre de Felipe V. Al mismo tiempo se forma una alianza antiborbónica liderada por el Imperio, Gran Bretaña, Holanda, Portugal y Saboya (en el norte de Italia). Dentro de España, Castilla defendió a Felipe V, por la legitimidad del testamento y por qué el modelo borbónico convenía más a sus intereses (igualdad fiscal). Aragón apoyó a Carlos, especialmente en Cataluña donde guardaban mal recuerdo de los franceses tras su ocupación. Además, el modelo de los Austrias siempre había favorecido la pervivencia de un alto grado de autonomía legislativa, fiscal y administrativa. La guerra se desarrolló en la frontera de Francia, en el mar, y sobre todo en suelo español, especialmente a partir de 1704 cuando Carlos llego a Cataluña. La suerte de las armas fue favorable para los borbones derrotaron sucesivamente a la alianza. El final de la guerra viene determinado con un hecho fortuito: El hermano de Carlos, recién nombrado emperador, muere y la corona imperial pasa inesperadamente a sus manos. En 1711 el archiduque Carlos es coronado emperador como Carlos VI. Reino Unido y Holanda retiran inmediatamente su apoyo al Imperio en la Guerra de Sucesión con el fin de mantener el ideal de equilibrio europeo. Al mismo tiempo, Felipe V renuncia formalmente a sus derechos sucesorios al trono francés. La paz de Utrecht (1713) y Rastadt (1714) supusieron el final oficial de la guerra, pero la guerra continuó en Cataluña y Baleares que se negaban a aceptar a Felipe V como monarca. En 1715 el ejército de Felipe V ocupó por la fuerza Baleares.

3 2. Detalla las características del nuevo orden europeo surgido de la Paz de Utrecht y el papel de España. La Guerra de Sucesión Española termina con la Paz de Utrecht (1713) y la Paz de Radstadt (1714). Felipe V fue reconocido como rey de España y de las Indias, pero tuvo que renunciar a sus derechos al trono francés y sufrir pérdidas territoriales: La casa de Austria recibe Flandes (Bélgica) y las posesiones españolas en Italia (Nápoles, Milán y Cerdeña) excepto la isla de Sicilia que pasó a Saboya. Reino Unido recibe Gibraltar y Menorca e importantes privilegios comerciales en las Indias: el asiento de negros (introducción de esclavos en América) y el navío de permiso (autorización para enviar un navío al año cargado de mercancías para su venta en América), lo que supuso el final de monopolio español en el comercio con el Nuevo Mundo, además del contrabando y la piratería ya existente. Francia tuvo que renunciar a sus pretensiones sobre Flandes e Italia, además de ceder territorios ultramarinos al Reino Unido. Conservó sus fronteras pero los ingleses consiguieron contener el imperialismo francés de Luis XIV. Portugal recibió la isla de Sacramento (Uruguay). La principal beneficiada de estos tratados fue el Reino Unido. La Paz de Utrecht supuso el inicio del gran imperio británico y la hegemonía británica en el mar. Las ventajas territoriales y comerciales obtenidas provocarán el imparable ascenso del Reino Unido como nueva potencia mundial, basada en su fuerza marítima. En el continente se inaugura un nuevo orden internacional basado en el equilibrio de poder entre las tres grandes potencias rivales: Francia agotada del esfuerzo bélico a la que le sometió Luis XIV pierde la hegemonía que había tenido en la segunda parte del S. XVII; el Imperio es el territorio más grande pero también el más despoblado y desunido; Reino Unido que se vuelca al mar y al comercio. Otra consecuencia importante en el nuevo mapa europeo es la destrucción de la unidad que España había logrado construir en el Mediterráneo Occidental desde el S.XV. El gran perjudicado de los tratados de paz fue España. En Europa perdió todos los territorios que le quedaban (Flandes e Italia). En América perdió el monopolio comercial en favor de los ingleses. En la península tuvo que ceder la isla de Menorca, que se recuperará tiempo después, y el peñón de Gibraltar que continua bajo soberanía británica hasta la actualidad. Pero la consecuencia más importante para España es el papel de potencia de segunda categoría al que queda relegada desde entonces. Lo único positivo que tuvo el nuevo orden internacional fue que España pudo concentrarse en preservar América. La política exterior de los borbones en España se basó desde entonces en el llamado revisionismo: intentar recuperar los territorios perdidos en los Tratados de Utrecht-Radstadt. El método utilizado fueron los denominados Pactos de Familia, la alianza España-Francia basada en el parentesco y el interés dinástico de la casa de Borbón. Durante el S.XVIII se sucederán tres Pactos de Familia y España intervendrá un múltiples guerras como aliado de Francia con resultados desiguales.

4 3. Define qué fueron los Decretos de Nueva Planta y explica su importancia en la configuración del nuevo Estado borbónico. La nueva dinastía reinante en España tras la Guerra de Sucesión a la Corona de España serán los Borbones franceses. Los reinados de Felipe V, Fernando VI y Carlos III van suponer el fortalecimiento de la monarquía absolutista en España, un sistema en el que el soberano concentra en su persona todo el poder político. Junto con el absolutismo, los bobones implantarán en España un nuevo modelo de gobierno, más racional y eficaz, basado en dos principios: centralización y uniformidad. Centralización: todas las decisiones importantes deben pasar por el rey y sus ministros. Un solo centro de poder y decisión. Uniformidad: la legislación, justicia y fiscalidad deben aplicarse a todos los súbditos por igual. Que las medidas de gobierno se apliquen en todos los sitios por igual. La finalización de la Guerra de Sucesión permitió una nueva organización de la monarquía en los reinos que habían resultado derrotados, la antigua Corona de Aragón: Aragón, Cataluña, Valencia y Mallorca. Al haberse revelado contra Felipe V durante la guerra, el rey aplicó el derecho de conquista y suprimió las instituciones, fueros y privilegios de Aragón, Cataluña, Valencia y Baleares a través de los Decretos de Nueva Planta. La abolición de los fueros en cada uno fue seguida del desmantelamiento de sus instituciones y de la implantación de una monarquía absoluta fuertemente centralizada. Los Decretos de Nueva Planta reducen la complejidad de reinos, leyes e instituciones a una sola entidad a la manera de Castilla. Superan la mera unión dinástica de diversos reinos y comienza la historia del Estado español como unidad administrativa. Sin embargo, la igualdad entre reinos no fue total. El sistema fiscal castellano no fue implantado en la Corona de Aragón. En su lugar se impuso la llamada Única Contribución. También conservaron parte de su derecho civil y siguieron negándose a contribuir en el reclutamiento de tropas. Además, País Vasco y Navarra, partidarios de los borbones durante la guerra, conservaron sus fueros e instituciones propias, como premio a su fidelidad a Felipe V. La centralización política y una unificación institucional se realizó a través de una serie de secretarías que se encargaron de los asuntos de gobierno, dirigidas por un secretario. Eran técnicos burócratas, especialistas y gente de despacho, con gran capacidad de decisión. La reunión de estos responsables de las secretarías constituía el gabinete, antecedente del consejo de ministros actual. Los nuevos secretarios procedían de la baja nobleza, debían su nombramiento a sus capacidades profesionales y dependían totalmente del favor del rey (acorde a la monarquía absoluta). Sustituyen a los antiguos consejos de los Austrias, ocupados por la alta nobleza, muchas veces incompetente en sus funciones y que ocupaban los cargos por su apellido y su nombramiento muchas veces escapaba a las manos del rey. El territorio se organizó en 34 intendencias, que acabarían llamándose provincias, al frente de las cuales se encontraba un intendente, funcionario al servicio del rey. Estas divisiones frecuentemente conservaban sus raíces históricas (Galicia, Navarra, Aragón, Cataluña). En los territorios más delicados para la defensa, como Canarias, se llamaron Capitanías Generales, dirigidas por un Capitán General, militar de profesión. Las Cortes se unifican en una sola (salvo Navarra) y su función legislativa desaparece en favor del rey. Se convocan muy pocas veces y su papel es poco relevante. La administración de Justicia queda en manos de las Reales Audiencias. Se reformó el Ejército y la Armada con el objetivo de conseguir un potente ejército permanente y nacional. La Iglesia también pasó a depender del rey en lugar de la Santa Sede a través del regalismo. Con estas medidas, los borbones aplicaron en España un serio proyecto de modernización y reforma que superará el atraso de la época de los Austrias Menores. No en vano, el S.XVIII será un período de expansión demográfica y económica y la administración se racionalizó.

5 4. Desarrolla los principales problemas de la agricultura y las medidas impulsadas por Carlos III. En el S.XVIII la agricultura era la principal ocupación de los españoles. Más del 70% de la población trabajaba en el campo. El principal problema de la agricultura española es que tenía unos rendimientos muy bajos y utilizaba técnicas y métodos de cultivo muy anticuados. Además, la producción agrícola de la que dependía la subsistencia de la mayoría de la población dependía en extremo de las condiciones meteorológicas. En España además se suma el problema de la propiedad de la tierra, problema heredado de la época de la reconquista y repoblación peninsular. La mayor parte de las tierras cultivables estaban amortizadas, es decir, sus titulares no podían venderlas o donarlas. Por tanto, apenas había tierra en el mercado que pudiera ser adquirida por quien tuviera medios e interés para mejorar su cultivo. La mayor parte de las tierras amortizadas pertenecían a la Iglesia (manos muertas), a la nobleza (mayorazgos) y a los municipios. Las tierras las arrendaban a los campesinos que trabajan en ellas en pequeñas parcelas. Los campesinos no invertían en mejoras para incrementar la productividad porque la tierra no es suya y con la cantidad de impuestos que debían pagar apenas se beneficiaban de sus ganancias. En la segunda mitad del siglo XVIII, el incremento de los rendimientos agrícolas se convirtió en una necesidad imperiosa en un contexto de crecimiento demográfico, pues la población aumentaba y con ella la demanda de productos agrarios. En época de Carlos III se adoptaron una serie de reformas para conseguirlo, la mayor parte tenía como objetivo el ideal ilustrado de formar una clase de pequeños propietarios campesinos, motivados para trabajar, interesados en la mejora de sus tierras, y buenos contribuyentes. Algunas de las más importantes fueron: El arrendamiento de tierras municipales a campesinos que tuvieran medios para trabajarlas. Fue una medida insuficiente por estar limitada a ciertas zonas de Castilla, y fracasó por la corrupción de las oligarquías municipales encargadas de aplicarla. La colonización de nuevas tierras, financiado por la Corona, para repoblar tierras vacías. Las nuevas tierras habitualmente eran de calidad inferior a las ya cultivadas y los rendimientos eran muy escasos. La mejora de los regadíos con la construcción de canales (Canal de Castilla) y pantanos. La reducción de privilegios de la Mesta. Sin embargo, todas las medidas fueron parciales e insuficientes, propias de un reformismo ilustrado que pretendía adaptar las estructuras del Antiguo Régimen a las nuevas necesidades sin atentar contra los intereses de los estamentos privilegiados. Si la agricultura española aumentó ligeramente su producción durante el siglo XVIII fue más por la expansión agrícola que por la intensificación y la mejora en los rendimientos. Pese a las medidas aplicadas, la productividad de la tierra se mantuvo en niveles modestos debido a que los medios técnicos de producción continuaron en una situación de escaso desarrollo. Nunca se llevó a cabo una reforma profunda de las estructuras agrarias del país que implicaba una desamortización de la tierra. El problema de la propiedad de la tierra quedará como una de las grandes asignaturas pendientes del país que provocará no pocos problemas en el futuro.

6 5. Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado. Desde mediados del siglo XVIII un grupo de pensadores, en su mayoría franceses, desarrollaron una corriente de pensamiento nuevo, a la que se dio en llamar Ilustración. La Ilustración pretendía reformar el sistema económico, social y político del Antiguo Régimen. Las ideas fundamentales de la Ilustración se pueden resumir en las siguientes: Fe en la razón: El pensamiento racional es el único medio para alcanzar la verdad. La razón debe prevalecer sobre las creencias religiosas, la costumbre o las tradiciones. Los ilustrados someten a juicio a todas las ideas preconcebidas del Antiguo Régimen. La razón y la crítica son el método de análisis y mejora de la realidad social. Era rechazable todo lo que se juzgue pernicioso o inútil: algunos espectáculos, prácticas religiosas, instituciones, etc. Utilidad del conocimiento: El conocimiento debe aplicarse a la realidad. El objetivo del saber humano era que resultara útil. La educación es la base del progreso técnico y económico. La creación artística y literaria deben tener un fin educativo. Libertad de pensamiento: La tolerancia y el respeto a las creencias y opiniones es un principio básico. Búsqueda de la felicidad: Los individuos deben buscar la felicidad y para ello es necesaria la educación y el progreso, meta última de la teoría ilustrada. Partían del supuesto de que el hombre había nacido para ser feliz y de que la razón humana, única fuente de conocimiento, era capaz de alcanzar por sí sola la verdad. Advertían que si los hombres habían sido creados para alcanzar la felicidad, las relaciones entre ellos tenían que estar basadas en la tolerancia y en la igualdad ante la ley (con la consiguiente desaparición de los privilegios estamentales). Defendían, a su vez, una nueva forma de Estado basado en los ideales de igualdad, libertad y tolerancia. Las ideas de los ilustrados se difundieron, primero, por Francia y, después, por todos los países europeos e, incluso, por las colonias americanas. La burguesía las acogió con entusiasmo, ya que respondían a sus intereses e ideales. Sin embargo, también tuvieron mucha aceptación entre un sector de la nobleza y entre algunos de los monarcas absolutos, como José II de Austria, Federico II de Prusia, Catalina II de Rusia y Carlos III de España. Sus medidas de gobierno han dado lugar al llamado Despotismo Ilustrado, consistente en llevar a cabo reformas, pero sin pretender una participación popular, siguiendo el principio de todo para el pueblo pero sin el pueblo que queda muy bien expresado en la frase de Carlos III, hagamos reformas, o el pueblo nos las arrancará por la fuerza como finalmente ocurrirá en Francia. Ahora bien, el Despotismo Ilustrado venía a ser, también, una estrategia de los mismos monarcas para enfrenarse a la crisis del Antiguo Régimen, sistema sociopolítico que venía teniendo una larga vida y que, en la segunda mitad del siglo XVIII entró en crisis por diversos factores: Por las transformaciones económicas, que exigían una libertad de producción, por las aspiraciones de la burguesía, dispuesta a poner fin a la sociedad estamental y al absolutismo monárquico, y por las críticas de los ilustrados, que mostraban al Antiguo Régimen como un sistema injusto, irracional y poco adecuado para lograr la felicidad del hombre y el progreso de la sociedad. Los ilustrados españoles preocupados por la decadencia de España, se preguntan sobre sus causas y lanzan la necesidad de reformas. La idea central de los ilustrados españoles fue elevar la cultura del país, como elemento indispensable para superar el atraso y poder prosperar. Hombres como Feijoo, Jovellanos y sobre todo Carlos III y sus ministros, se esforzaron por imponer una enseñanza útil y práctica. Los ilustrados, para mejorar la situación económica del país, fundaron las Sociedades Económicas de Amigos del País, con la misión era fomentar la agricultura, el comercio y la industria, traducir y publicar libros extranjeros, impulsar la enseñanza de las ciencias con aplicación práctica.