ESTUDIO DEL LIBRO DE HECHOS Por: Rubén Álvarez En el día de Pentecostés

Transcripción

1 ESTUDIO DEL LIBRO DE HECHOS Por: Rubén Álvarez En el día de Pentecostés Introducción Hechos 2: 1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen Estaban juntos, unánimes, expectantes por el cumplimiento de la promesa del Padre, la cual escucharon de los labios de Jesús. Estaban obedeciendo sus instrucciones: No se separen, no se aparten de Jerusalén, porque serán llenos de poder de lo alto cuando venga sobre ustedes el Espíritu Santo Ellos no sabían cuando sucedería, pero Dios lo tenía todo perfectamente calculado. Nada se le escapa a nuestro Dios, todo lo tiene en Su perfecto plan. Llegó la promesa y un nuevo ciclo se abrió!, el Espíritu de Dios manifestó Su Presencia de formas diversas: Un viento recio sopló sobre ellos, lenguas como de fuego se asentaron sobre cada uno de los que estaban allí y comenzaron a hablar en otras lenguas. Todo esto ocurrió al ser llenos del Espíritu Santo. Hoy día, casi todos los cristianos hablan del Espíritu de Dios, pero la mayoría no admite que se manifieste libremente entre ellos; no las desean, ni las permiten. Dicen que son más bien solamente emociones en las personas, o fanatismos que intentan hacer corresponder algún fenómeno físico con sus creencias. Pero según puedo ver el Espíritu de Dios manifiesta Su Presencia al derramarse sobre las personas de muchas y variadas formas. Si en realidad queremos permanecer sumisos ante la Voluntad de Dios y aceptar lo que Él quiere hacer entonces debemos aceptar, sin mayor problema, todas Sus manifestaciones. Y cada una de esas manifestaciones tendría un significado importante para aquellos hombres y para nosotros también: Qué gran día fue este! Veamos por qué.

2 DESARROLLO 1. En el día de Pentecostés. Y bueno, no podría ser en otra fecha, Dios tenía todo perfectamente planeado. El día de pentecostés era el indicado para que Su Espíritu descendiera. Ahora lo verán: Levítico 23: 9-11 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 10 Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega. 11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo* la mecerá Levítico 23: Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo,* desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. 16 Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo* contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová El capítulo 23 de Levítico describe las siete fiestas que Dios ordenó a Su pueblo que celebrara a través del año. No solo debían observar el día de reposo sino también estas fiestas. Todas estas fiestas, si bien tenían un significado para los judíos, tienen un gran significado profético para todos nosotros, pues hablan de todo el pueblo de Dios a través del tiempo y no solo de los judíos. La primera fiesta del año se trataba de la pascua para Jehová. Para los judíos esta fiesta conmemoraba día en que se prepararon para salir de Egipto. Dios les había ordenado un ritual en que cada padre de familia debía escoger a un cordero sin defecto al cual debían sacrificar, derramando toda su sangre y ponerla sobre el dintel y los postes de sus puertas, de forma tal que al pasar el destructor no sufrieran ningún daño los que estuvieran dentro de aquella casa marcada con la sangre. Debían preparar al cordero y comerlo entre las dos tardes, marcando así la salida de la esclavitud para siempre. Esta primera fiesta apuntaba proféticamente hacia Jesús, el Cordero de Dios. EL Padre escogió un cordero suficiente para toda Su familia, al cual sacrificó e hizo que toda su sangre fuera derramada. Jesús celebró la pascua con sus discípulos y dijo que la sangre que Él derramaría era la sangre del nuevo pacto. Cuando llegó el día de la pascua, Jesús fue muerto entre las dos tardes conforme al rito y exclamó Consumado es, dejando en claro que todo pecado había sido castigado conforme a la ley en su propio cuerpo, por lo cual el tiempo de la esclavitud había llegado a su fin. La segunda fiesta comenzaba justo después de haber comido la pascua, y eran siete días durante los cuales debían comer panes sin levadura. Toda la población debía comer específicamente de ese pan sin ser inflado, celebrando la salida de Egipto.

3 Para nosotros, Jesús dijo que Él era el pan que descendió del cielo, así mismo al celebrar la pascua dijo que ese pan era el mismo y que comiéramos todos los días de Él. Es Jesús el pan sin levadura, el pan no inflado, la provisión perfecta que necesitamos de parte de Dios todos los días para vivir fuera de la esclavitud. Y llegaba la tercera fiesta del año es la que leímos en Levítico 23: 9. Se trataba de la fiesta de los primeros frutos. Toda persona debía llevar una gavilla de su campo como primicia de sus frutos como ofrenda mecida, para que la cosecha fuera aceptada por Dios. Debía mecerse al día siguiente del día de reposo. Es obvio que para los judíos que lo celebraron año con año era una celebración de tipo agrícola, dando gracias a Dios por sus primeras gavillas y pidiendo bendición para su cosecha. Pero sucede que esto es exactamente lo que pasa con Jesús. El día siguiente del día de reposo Jesús resucita de los muertos y es presentado como primicia de la buena cosecha que se venía. La gavilla daba a conocer como sería la cosecha pues era la primicia. Siempre el primer fruto da a conocer la cosecha que sigue. Tal el primer fruto, los que siguen. Ojalá y que todos los jóvenes entendieran este principio pues las primeras acciones marcan lo que será el futuro. Es por ello que su primer trabajo, su primer ingreso, su primera relación sexual, su primera casa, todo lo primero esté bajo la voluntad de Dios y puedas traerlo a Su Presencia como ofrenda mecida. Esto marcará tu vida. Si diezmas en tus primeros ingresos, seguramente no tendrás dificultad para hacerlo en lo futuro, si eres fiel en tu primera relación sexual, bajo la bendición de Dios, entonces lo será toda tu vida; si honras a tus padres en tus primicias lo harás por el resto de tu vida, si invitas a Dios a tu primera casa, estará presente en todas las que compres. Así imagina, tu primer auto, tu primer aumento, tu primera titulación, tu primer hijo, etc. Así que Jesús, una vez resucitado de entre los muertos, es presentado delante del Padre como ofrenda mecida, como la primera gavilla de una gran cosecha. La Palabra de Dios dice que Jesús es la primicia de una gran cosecha. 1 Corintios 15: 20 Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. 21 Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 23 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida Así que en ese glorioso día de resurrección Jesús fue presentado delante del Padre como ofrenda mecida, como la primera gavilla, como las primicias. Pero vendría la cuarta fiesta, que está contenida en Levítico 23: 15. La gran fiesta de la cosecha, que debía celebrarse cincuenta días después de presentada la primera gavilla. Esta corresponde a la fiesta de Pentecostés, que significa cincuenta. Así que todos los judíos estaban reunidos en Jerusalén debido a esta gran fiesta, donde daban gracias a Dios por la gran cosecha, el primer grano.

4 Dios daba a conocer el nuevo grano, la Iglesia. Ese día estaba naciendo la Iglesia en el mundo, con grandes propósitos y llena del poder del Espíritu Santo. 2. Tal como Jesús, nosotros somos. Y si Jesús es la primera gavilla presentada como primicia, como ofrenda mecida en el primer día de la semana, entonces veamos cómo fue aquella primera gavilla: Jesús, primer ser humano que nació del Espíritu Él es la primicia, luego todos nosotros vendríamos a nacer del Espíritu Santo también. Jesús fue bautizado en el Espíritu Santo Él es la primicia, después todos los que creyeran en Él serían bautizados también en el Espíritu. Jesús fue tentado y probado Nosotros también lo seríamos, pero de igual manera en que salió victorioso de la hora de la prueba nosotros lo haremos también. Jesús, una vez que venció a la tentación, se levantó en el poder del Espíritu Él es la primicia, nosotros tenemos entonces la misma capacidad. Jesús hizo maravillas y milagros por el Poder del Espíritu Santo Nosotros también y aún mayores dijo Él. Jesús resucita de los muertos por el Espíritu Santo Nosotros lo haremos también Jesús se sienta en el trono, junto a Dios Nosotros también Ese día de pentecostés daba inicio la gran cosecha, pero tal como fue la primera gavilla así sería toda la cosecha. El Espíritu de Dios sobre ti es la garantía de que eres de la misma cosecha, no de una cosecha inferior. 1 Juan 4: 17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo 3. Un viento recio Y la primera manifestación que nos dice la escritura que ocurrió al derramarse el Espíritu Santo sobre los primeros ciento veinte que estaban unánimes esperándole, fue un viento recio que soplaba sobre aquellos hombres y mujeres. Cuando Dios hizo al primer Adán sopló sobre el aliento de vida y fue el primer Adán un alma viviente. Pero al nacer la iglesia Dios soplaba sobre ellos Su Espíritu Santo no para ser alma viviente sino espíritu vivificante. 1 Corintios 15: 45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial

5 He aquí un gran alivio para todos quienes al conocer que la primicia define el resto de la cosecha, ya estaban tristes al saber que sus primeros frutos no fueron buenos. Jesús dijo que para entrar en el Reino de los Cielos era necesario volver a nacer, pero ahora no como alma viviente sino como espíritu vivificante. Así que Dios te da otra oportunidad Si en la primera oportunidad echaste a perder tu cosecha, entonces al nacer de nuevo, ahora por el soplo del Espíritu puedes tener nuevas primicias. Ahora puedes traer a Dios todas tus primicias como ofrenda mecida. Tu primer trabajo, tu primer salario, tu primer hijo, tu primera relación sexual ahora en el orden de Dios, tu primer título, tu primer éxito, etc. 4. Lenguas de fuego. La segunda manifestación que la palabra de Dios dice que ocurrió al derramarse el Espíritu Santo es que aparecieron lenguas de fuego repartidas sobre los que allí estaban. Éxodo 31: 18 Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios En el Sinaí, Moisés subió para recibir de Dios la ley. La gloria de Dios se manifestó con un gran fuego, donde Moisés estuvo. Entonces la voz de Dios poderosamente empezó a declara sus mandamientos, los cuales, además fueron escritos por el dedo de Dios, como lenguas de fuego sobre la piedra. Pero Dios dijo que en el nuevo pacto no escribiría más sus leyes sobre la piedra sino nuestros corazones y mente. Jeremías 31: 31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado Así que lenguas de fuego se asentaron sobre sus cabezas, Dios enviaba a Su Espíritu Santo no solo para dar vida a la iglesia, sino para escribir en sus mentes y corazones su ley. Ahora no conocerían a Dios, ni su ley, a través de maestros, sino a través de una relación personal con el Espíritu de Dios. Ahora bien, consideren esta gran diferencia entre el antiguo pacto y el nuevo. Cuando Moisés bajó del Sinaí reflejando en su rostro la gloria de Dios por la ley que había recibido escrita en tablas, vio al pueblo que pecaba al hacer fiesta a un becerro

6 de oro y entonces murieron tres mil allí mismo. Éxodo 32: 23 Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. 24 Y yo les respondí: Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro. 25 Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos, 26 se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. 27 Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. 28 Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres Pero cuando el Espíritu de Dios descendió con fuego sobre los corazones de aquellos hombres y mujeres, fueron atraídos por el estruendo y el escándalo muchas personas a quienes Pedro les predicó y les dijo que ellos mismos había crucificado a Jesús, el Salvador. Allí se añadieron a la incipiente iglesia tres mil personas. Hechos 2: 36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo. 37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas Así que puedes darte cuenta lo que las escrituras dicen: Que las palabra mata, pero el Espíritu vivifica. 5. Nuevas Lenguas La tercera manifestación de la Presencia del Espíritu de Dios en medio de aquellos hombres y mujeres fue que empezaron a hablar en otras lenguas según el Espíritu les daba que hablasen. Algo sobrenatural estaba ocurriendo, ellos hablaban en el Espíritu. Pero esta manifestación es tan amplia de ser estudiada que la dejaremos para la próxima reunión. 6. Ministración.