Es un físico nuclear y radioaficionado portugués. El hombre que captó la

Transcripción

1 Es un físico nuclear y radioaficionado portugués El hombre que captó la Voyager I A pesar de que el protagonista parece quitarle mérito a su logro, ha sido la primera vez que alguien recibe la señal de la Voyager 1, a unos millones de kilómetros de la Tierra, utilizando para ello equipos autoconstruidos. El mérito le corresponde a Luis Cupido, físico nuclear portugués que hace poco tiempo consiguió comenzar a captar la señal de la sonda espacial. Si ya de por sí la experiencia aparece como apasionante, más meritorio resulta si se parte de la base de que este investigador luso se fabricó todo el material. «La recepción ha sido muy interesante. Había tenido conocimiento de la experiencia que habían realizado un grupo multinacional, en el que había varios alemanes, ingleses, belgas, suizos y de otros países, dos semanas antes que yo. Algunos de ellos llevaban ya tiempo recibiendo señales del espacio, naves que estaban camino de Marte, Plutón, Venus, y entonces pensé que sería interesante recibir algo que estuviese más distante. Ellos habían recibido también la señal del Voyager, pero la que captaron era muy pequeña y usaron un radiotelescopio profesional, no una antena construida por ellos mismos. Hay otras personas que hacen este tipo de experiencias y reciben otras sondas, pero no la Voyager, puede haber seis personas que 18 Radio-Noticias hagan esto en todo el mundo. Eso me animó a hacer el mismo tipo de experiencia, aunque tenía mis dudas de que fuera posible. Estuve algún tiempo haciendo cuentas y valorando cuál sería el resultado final si se utilizaba un poco más de procesamiento digital de la señal». Tras esos cálculos Luis Cupido se percató de que valía la pena realizar el intento y se dispuso a iniciar los trabajos para hacer realidad el proyecto. «El primer problema fue el de la antena, tener orientada con la precisión necesaria durante el tiempo de medición y así poder adquirir toda la señal. Eso me supuso dos noches sin dormir, una de ellas El primer problema fue el de la antena, tener orientada con la precisión necesaria durante el tiempo de medición y así poder adquirir toda la señal la pasé apuntando la antena y recibiendo varias veces la señal durante períodos de 15 minutos, después al día siguiente conseguí ver si de hecho la señal que me estaba llegando era del Voyager o no. Por lo tanto, lo que hice no fue algo que consiguiera por casualidad, fue el resultado del trabajo sistemático que me llevó a recibir esas señales y procesarlas hasta estar seguro, porque la intensidad de las señales es muy pequeña y no es algo que se pueda hacer casualmente». Instalación Para conseguir la recepción del Voyager Luis Cupido utilizó un «receptor completo para la frecuencia de 8.4 GHz a 8.45 GHz, con un factor de ruido muy bajo, lo máximo posible ya que tiene que tener mucha, mucha sensibilidad y una antena parabólica de grandes dimensiones. Además, el receptor tiene que tener mucha estabilidad de frecuencia, de 1 Hz gracias al manejo de los osciladores locales con un patrón de frecuencia controlado por GPS, y un ruido muy bajo ya que estamos trabajando con anchos de banda muy pequeños. Por ejemplo, el del Voyager es

2 Es un físico nuclear y radioaficionado portugués El hombre que captó la Voyager I A pesar de que el protagonista parece quitarle mérito a su logro, ha sido la primera vez que alguien recibe la señal de la Voyager 1, a unos millones de kilómetros de la Tierra, utilizando para ello equipos autoconstruidos. El mérito le corresponde a Luis Cupido, físico nuclear portugués que hace poco tiempo consiguió comenzar a captar la señal de la sonda espacial. Si ya de por sí la experiencia aparece como apasionante, más meritorio resulta si se parte de la base de que este investigador luso se fabricó todo el material. «La recepción ha sido muy interesante. Había tenido conocimiento de la experiencia que habían realizado un grupo multinacional, en el que había varios alemanes, ingleses, belgas, suizos y de otros países, dos semanas antes que yo. Algunos de ellos llevaban ya tiempo recibiendo señales del espacio, naves que estaban camino de Marte, Plutón, Venus, y entonces pensé que sería interesante recibir algo que estuviese más distante. Ellos habían recibido también la señal del Voyager, pero la que captaron era muy pequeña y usaron un radiotelescopio profesional, no una antena construida por ellos mismos. Hay otras personas que hacen este tipo de experiencias y reciben otras sondas, pero no la Voyager, puede haber seis personas que 18 Radio-Noticias hagan esto en todo el mundo. Eso me animó a hacer el mismo tipo de experiencia, aunque tenía mis dudas de que fuera posible. Estuve algún tiempo haciendo cuentas y valorando cuál sería el resultado final si se utilizaba un poco más de procesamiento digital de la señal». Tras esos cálculos Luis Cupido se percató de que valía la pena realizar el intento y se dispuso a iniciar los trabajos para hacer realidad el proyecto. «El primer problema fue el de la antena, tener orientada con la precisión necesaria durante el tiempo de medición y así poder adquirir toda la señal. Eso me supuso dos noches sin dormir, una de ellas El primer problema fue el de la antena, tener orientada con la precisión necesaria durante el tiempo de medición y así poder adquirir toda la señal la pasé apuntando la antena y recibiendo varias veces la señal durante períodos de 15 minutos, después al día siguiente conseguí ver si de hecho la señal que me estaba llegando era del Voyager o no. Por lo tanto, lo que hice no fue algo que consiguiera por casualidad, fue el resultado del trabajo sistemático que me llevó a recibir esas señales y procesarlas hasta estar seguro, porque la intensidad de las señales es muy pequeña y no es algo que se pueda hacer casualmente». Instalación Para conseguir la recepción del Voyager Luis Cupido utilizó un «receptor completo para la frecuencia de 8.4 GHz a 8.45 GHz, con un factor de ruido muy bajo, lo máximo posible ya que tiene que tener mucha, mucha sensibilidad y una antena parabólica de grandes dimensiones. Además, el receptor tiene que tener mucha estabilidad de frecuencia, de 1 Hz gracias al manejo de los osciladores locales con un patrón de frecuencia controlado por GPS, y un ruido muy bajo ya que estamos trabajando con anchos de banda muy pequeños. Por ejemplo, el del Voyager es

3 AFICIONADO Y CIENTÍFICO Luis Cupido sale con el indicativo CT1DMK. En la fotografía superior, algunas de las antenas que utiliza. En la fotografía de la derecha, la Voyager que forma parte de otra de sus pasiones, la investigación científica. SUS CREACIONES Los equipos para la recepción de señales de la Voyager los construyó él mismo. Dos vistas del preamplificador de bajo ruido con el que obtuvo 0,6 db. La estabilidad de frecuencia es de 1 Hz en 8,4 GHz, lo que consiguió controlando los osciladores locales con un patrón de frecuencia guiado por GPS. sólo de 4 Hz de ancho». Aunque algunos de vosotros estaréis pensando cuál era el contenido del mensaje, si eran datos, fotografías o cualquier otro contenido gráfico, en realidad la transmisión «no consistía en ningún mensaje, ya que la Voyager sólo transmite muy ocasionalmente información, lo que yo recibí fue la identificación de que se trataba de esa nave, por lo tanto era la señal portadora continua. Yo la identifiqué porque la señal contiene una variación de frecuencia que corresponde a los movimientos relativos de la Tierra y del Voyager y por eso no podría ser ningún otro objeto. La señal supone la representación perfecta de la diferencia de velocidades que existe entre la nave y nuestro planeta. La información aunque fuese transmitida yo no la recibiría porque sólo tengo 5,6 metros de antena, no tengo una antena grande. Ni siquiera con una antena de 20 metros conseguiría obtener ninguna información. Quien podría eventualmente recibir alguna información, si es que lo logra, serían los miembros de la NASA ya que tienen antenas de 70 metros, e incluso así hay que tener en cuenta que la Voyager está ya en el límite para conseguir recibir telemetría». «Yo puedo tener señal prácticamente todas las noches porque sigue transmitiendo. Necesité un mínimo de 15 minutos para conseguir identificar la Voyager La señal no consistía en ningún mensaje, ya que la Voyager sólo transmite muy ocasionalmente información, lo que yo recibí fue la identificación de que se trataba de esa nave Radio-Noticias 19

4 hasta que no tuve dudas; para que no haya errores necesito recibir la señal y procesarla durante ese tiempo. Pero para producir una señal que sea identificable es necesario combinar cuatro medidas por lo menos, por lo tanto una hora. El procesamiento se hace por software, no es que sea propiamente el software el que vaya a identificarla, pero en el momento en el que se corrige el efecto Doppler de acuerdo con los datos esperados para el movimiento de la Tierra y de la Voyager, si la señal sólo se aparece o sólo existe cuando se dan esos parámetros es casi seguro que podemos afirmar que es la señal de la nave, ya que la probabilidad de que la señal sea de otro objeto cualquiera es prácticamente nula, principalmente cuando repites la señal en varios sitios del cielo y está allí siempre. En ese aspecto pienso que la identificación en este momento no merece dudas». Receptor CONVERSOR A la derecha, el conversor de entrada que se sitúa en el foco de la parábola. Bajo estas líneas, un espectrograma de la señal de la Voyager I. En las fotos inferiores, más construcciones de CT1DMK. El receptor para captar la Voyager fue construido completamente por Luis, que además es radioaficionado con el indicativo CT1DMK. «Los componentes críticos fueron diseñados y proyectados por mí, los más normales fueron comprados en el mercado». A pesar de la complejidad del proyecto, el científico portugués no está completamente Necesité un mínimo de 15 minutos para conseguir identificar la Voyager hasta que no tuve dudas; para que no haya errores necesito recibir la señal y procesarla durante ese tiempo Los componentes críticos fueron diseñados y proyectados por mí, los más normales fueron comprados de acuerdo en que su experiencia es algo que escapa de las manos de cualquier aficionado: «Sí y no. Me explico por qué. De hecho, la experiencia surgida de mi actividad profesional me dio una pequeña base y alguna información a nivel científico, o sea, me sirvió para tratar los asuntos de forma científica y técnica correcta. En realidad hacer un receptor para 8,4 GHZ y hacer preamplificadotes y osciladores de bajo ruido no tiene nada que ver con mi profesión, o al menos no tenía nada que ver hasta hace relativamente poco tiempo. Eso significa que lo importante es la disciplina desde el punto de vista técnico. Hay que ser una persona disciplinada para hacer las cosas bien y no de cualquier manera. Conozco aficionados de radio que no tienen base científica y consiguen hacer trabajos buenos en el área de las comunicaciones, es todo una cuestión de dedicación». 20 Radio-Noticias

5 AFICIONADO Y CIENTÍFICO Luis Cupido sale con el indicativo CT1DMK. En la fotografía superior, algunas de las antenas que utiliza. En la fotografía de la derecha, la Voyager que forma parte de otra de sus pasiones, la investigación científica. SUS CREACIONES Los equipos para la recepción de señales de la Voyager los construyó él mismo. Dos vistas del preamplificador de bajo ruido con el que obtuvo 0,6 db. La estabilidad de frecuencia es de 1 Hz en 8,4 GHz, lo que consiguió controlando los osciladores locales con un patrón de frecuencia guiado por GPS. sólo de 4 Hz de ancho». Aunque algunos de vosotros estaréis pensando cuál era el contenido del mensaje, si eran datos, fotografías o cualquier otro contenido gráfico, en realidad la transmisión «no consistía en ningún mensaje, ya que la Voyager sólo transmite muy ocasionalmente información, lo que yo recibí fue la identificación de que se trataba de esa nave, por lo tanto era la señal portadora continua. Yo la identifiqué porque la señal contiene una variación de frecuencia que corresponde a los movimientos relativos de la Tierra y del Voyager y por eso no podría ser ningún otro objeto. La señal supone la representación perfecta de la diferencia de velocidades que existe entre la nave y nuestro planeta. La información aunque fuese transmitida yo no la recibiría porque sólo tengo 5,6 metros de antena, no tengo una antena grande. Ni siquiera con una antena de 20 metros conseguiría obtener ninguna información. Quien podría eventualmente recibir alguna información, si es que lo logra, serían los miembros de la NASA ya que tienen antenas de 70 metros, e incluso así hay que tener en cuenta que la Voyager está ya en el límite para conseguir recibir telemetría». «Yo puedo tener señal prácticamente todas las noches porque sigue transmitiendo. Necesité un mínimo de 15 minutos para conseguir identificar la Voyager La señal no consistía en ningún mensaje, ya que la Voyager sólo transmite muy ocasionalmente información, lo que yo recibí fue la identificación de que se trataba de esa nave Radio-Noticias 19

6 hasta que no tuve dudas; para que no haya errores necesito recibir la señal y procesarla durante ese tiempo. Pero para producir una señal que sea identificable es necesario combinar cuatro medidas por lo menos, por lo tanto una hora. El procesamiento se hace por software, no es que sea propiamente el software el que vaya a identificarla, pero en el momento en el que se corrige el efecto Doppler de acuerdo con los datos esperados para el movimiento de la Tierra y de la Voyager, si la señal sólo se aparece o sólo existe cuando se dan esos parámetros es casi seguro que podemos afirmar que es la señal de la nave, ya que la probabilidad de que la señal sea de otro objeto cualquiera es prácticamente nula, principalmente cuando repites la señal en varios sitios del cielo y está allí siempre. En ese aspecto pienso que la identificación en este momento no merece dudas». Receptor CONVERSOR A la derecha, el conversor de entrada que se sitúa en el foco de la parábola. Bajo estas líneas, un espectrograma de la señal de la Voyager I. En las fotos inferiores, más construcciones de CT1DMK. El receptor para captar la Voyager fue construido completamente por Luis, que además es radioaficionado con el indicativo CT1DMK. «Los componentes críticos fueron diseñados y proyectados por mí, los más normales fueron comprados en el mercado». A pesar de la complejidad del proyecto, el científico portugués no está completamente Necesité un mínimo de 15 minutos para conseguir identificar la Voyager hasta que no tuve dudas; para que no haya errores necesito recibir la señal y procesarla durante ese tiempo Los componentes críticos fueron di- señados y proyectados por mí, los más normales fueron comprados de acuerdo en que su experiencia es algo que escapa de las manos de cualquier aficionado: «Sí y no. Me explico por qué. De hecho, la experiencia surgida de mi actividad profesional me dio una pequeña base y alguna información a nivel científico, o sea, me sirvió para tratar los asuntos de forma científica y técnica correcta. En realidad hacer un receptor para 8,4 GHZ y hacer preamplificadotes y osciladores de bajo ruido no tiene nada que ver con mi profesión, o al menos no tenía nada que ver hasta hace relativamente poco tiempo. Eso significa que lo importante es la disciplina desde el punto de vista técnico. Hay que ser una persona disciplinada para hacer las cosas bien y no de cualquier manera. Conozco aficionados de radio que no tienen base científica y consiguen hacer trabajos buenos en el área de las comunicaciones, es todo una cuestión de dedicación». 20 Radio-Noticias