ARCIPRESTE DE HITA LIBRO DE BUEN AMOR

Transcripción

1 ARCIPRESTE DE HITA LIBRO DE BUEN AMOR AQUÍ DICE CÓMO EL ARCIPRESTE ROGÓ A DIOS QUE LE OTORGASE GRACIA PARA PODER HACER ESTE LIBRO Tú que al hombre formaste, oh mi Dios y Señor! Ilumíname y préstame tu ayuda y tu favor, que pueda hacer aqueste Libro de Buen Amor que dé alegría al cuerpo y al alma dé vigor. Si quisiereis, señores, oír un buen solaz 1, 5 escuchad el romance 2, sosegaos en paz; no os diré una mentira en cuanto dentro yaz, 3 pues así en todo el mundo se acostumbra y se haz. Y porque mejor sea de todos escuchado, os hablaré por trovas 4 y en relato rimado: 10 es un decir hermoso y saber sin pecado, 5 razón más placentera, hablar muy esmerado. No penséis que es un libro de necio devaneo, 6 ni creáis que es burla algo de lo que os leo: pues como buen dinero lo porta vil correo, 15 así, en feo libro, está saber no feo. El ajenuz, 7 por fuera, más negro es que caldera, pero es por dentro blanco, más que la peñavera; 8 blanca harina se guarda con negra tapadera, azúcar dulce y blanco está en vil cañavera. 20 Bajo la espina se halla la rosa, noble flor, en fea letra se oculta saber de gran doctor; como so mala capa yace buen bebedor, así, so mal tabardo 9 se encuentra el Buen Amor. Y pues de todo bien es comienzo y raíz 25 1 Solaz: entretenimiento, placer. 2 Romance: obra en lengua vulgar. 3 En todo su contenido. 4 Por trovas: en verso. 5 En este verso se alude tanto al valor artístico del libro ( decir hermoso ), como al moral. 6 Devaneo: superficialidad. 7 Ajenuz: Arañuela, planta ranunculácea usada en jardinería. 8 Peñavera: piel de la marta cibelina o armiño. 9 Tabardo: prenda de abrigo ancha y larga de paño tosco que usaban los campesinos.

2 Virgen Santa María, por ello, yo Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, a ella primero hiz un cantar a sus siete gozos que así diz. (A continuación vienen unas poesías dedicadas a la Virgen) AQUÍ DICE CÓMO, POR NATURALEZA, LAS PERSONAS Y LOS ANIMALES QUIEREN TENER COMPAÑÍA CON LAS HEMBRAS (Estrofas 71-76) Como dice Aristóteles, y es cosa verdadera, el hombre por dos cosas se mueve: la primera por haber mantenencia, la otra cosa era por conseguir unión con hembra placentera. Si lo dijese yo, se podría negar, 5 mas lo dice un filósofo, no se me ha de culpar; de lo que dice el sabio no debemos dudar, pues con hechos se prueba su sabio razonar. Que el sabio verdad dice claramente se prueba: hombres, aves y bestias, todo animal de cueva 10 desean por natura siempre compaña nueva, y mucho más el hombre que otro ser que se mueva. Digo que más el hombre que cualquier criatura, pues si éstas sólo un tiempo se juntan por natura, el hombre, en todo tiempo, sin seso y sin mesura, siempre que quiere y puede hacer esta locura. Siempre el fuego prefiere estar bajo ceniza, pues antes se consume cuanto más se le atiza; el hombre cuando peca bien ve que se desliza, mas no puede dejarlo, pues natura le entiza Y yo, como soy hombre, y, por tal, pecador, sentí por las mujeres a veces gran amor; que se prueben las cosas no siempre es lo peor; el bien y el mal sepamos, y escoged lo mejor. 10 Sin seso y sin mesura: alocadamente y sin medida 11 Entizar: estimular, aguijonear.

3 DE LO QUE LE SUCEDIÓ A DON PITAS PAYAS, PINTOR DE BRETAÑA, CON SU MUJER (Estrofas ) Ya te lo he dicho antes, no olvides a tu dueña, siempre requieren uso mujer, huerta y aceña, 12 la fiesta en soledad no es la más halagüeña, nunca quieren olvido: trobador nos lo enseña. Muy cierta cosa es ésta: molino andando gana, 5 huerta mejor labrada da la mejor manzana, mujer muy requerida anda siempre lozana; si esto tienes en cuenta no será tu obra vana. Dejó uno a su mujer, te contaré la hazaña, si la aprecias en poco, cuéntame otra tamaña. 10 Era don Pitas Payas un pintor de Bretaña, casó con mujer joven que amaba la compaña. Antes del mes cumplido dijo él: Nostra dona, 13 a Flandes volo 14 ir, te traeré muyta dona. 15 Dijo ella: Monseñer, andad en hora bona, 15 mas no olvidéis la casa ni la mía persona. Dijo don Pitas Payas: Señora de hermosura, querría pintar en vos una buena figura, para que así os guardéis de hacer una locura. Respondió: Monseñer, haced vuestra mesura Pintó bajo su ombligo un pequeño cordero. Marchó Don Pitas Payas cual nuevo mercadero; estuvo allá dos años, no fue algo pasajero. Cada mes a la dama parece un año entero. Como estaba la moza casi recién casada, 25 había con su esposo hecho poca morada; un amante tomó y vivió acompañada, deshízose el cordero, ya de él no queda nada. 12 Aceña: Molino de agua. 13 Nostra dona: Señora mía. Para dar más verosimilitud al personaje, en su habla introduce vocablos del francés de la época, como en este caso y otros que aparecen más adelante. 14 Volo: Quiero. 15 Muyta dona: Muchos regalos 16 Haced lo que queráis.

4 Cuando ella se enteró que venía el pintor, muy de prisa llamó a su nuevo amador; 30 dijo que le pintase, cual pudiese mejor, en aquel lugar mismo un cordero menor. Pero con la gran prisa pintóle un gran carnero, cumplido de cabeza, con todo un buen apero; luego, al día siguiente, vino allí un mensajero: 35 que ya don Pitas Payas llegaría ligero. Cuando el pintor por fin de Flandes ya ha venido, con desdén por su esposa ha sido recibido; cuando ya en su morada con ella se ha metido, la señal que pintara no la ha echado en olvido. 40 Dijo don Pitas Payas: Madona, si vos plaz, 17 mostradme la figura y tengamos solaz. Dijo ella : Monseñer, vos mismo la mirad: todo lo que queráis hacer, hacedlo audaz. Miró don Pitas Payas el sabido lugar 45 y vio aquel gran carnero con armas de prestar. Cómo, es esto, madona? Cómo puede pasar que yo pinté corder y encuentro este manjar? Como en estas cuestiones es siempre la mujer sutil y mal sabida, dijo: Qué, monseñer? 50 Petit corder, dos años, no se ha de hacer carner? Si vinierais más pronto, hallaríais corder. LAS PROPIEDADES QUE TIENE EL DINERO (Estrofas ) Hace mucho el dinero, y mucho se ha de amar; al torpe hace discreto y hombre de respetar, hace correr al cojo y al mudo le hace hablar; el que no tiene manos, bien lo quiere tomar. Aunque un hombre sea necio y rudo labrador, 5 el dinero le hace hidalgo y sabedor; cuanto más tiene uno, tanto es más su valor; quien no tiene dinero no es de sí señor. Si tuvieres dinero tendrás consolación, placeres y alegrías y del Papa ración, 10 comprarás Paraíso, ganarás salvación: 17 Señora mía, por favor.

5 donde hay mucho dinero hay mucha bendición. Yo vi en corte de Roma do está su Santidad que todos al dinero tratan con humildad, mucha honra le hacían, con gran solemnidad; 15 todos a él se humillan como a la Majestad. Él hace muchos priores, los obispos y abades, arzobispos, doctores, patriarcas, potestades; 18 a los clérigos necios dábales dignidades; hace verdad mentiras y mentiras, verdades. 20 Hacía muchos clérigos y muchos ordenados, muchos monjes y monjas, religiosos sagrados, el dinero les daba por bien examinados: a los pobres decían que no eran letrados. Ganaba muchos juicios, mucha mala sentencia, 25 de muchos abogados era su mantenencia, por amañar los pleitos y hacer mala avenencia; y en fin, por el dinero se libra penitencia. El dinero quebranta las cadenas dañosas; rompe cepos y grillos, prisiones peligrosas; 30 al que no da dinero le ponen las esposas: por todo el mundo hace cosas maravillosas. Yo vi hacer maravillas donde mucho se usaba: a muchos que merecen morir, vida les daba; a muchos inocentes la vida les quitaba; 35 muchas almas perdía, muchas almas salvaba. Hace perder al pobre su morada y su viña, y sus bienes raíces y muebles desaliña; por todo el mundo cunde su sarna y su tiña; donde el dinero juzga, allí el ojo guiña. 40 Él hace caballeros de necios aldeanos, condes y ricoshombres de unos cuantos villanos; con el dinero andan los hombres muy lozanos; cuantos hay en el mundo le besan hoy las manos. Vi tener al dinero las mejores moradas, 45 altas y muy costosas, hermosas y pintadas; castillos, heredades 19 y villas torreadas al dinero servían y por él son compradas. 18 Priores... potestades: distintos cargos eclesiásticos. 19 Heredades: posesiones, haciendas que se han transmitido por herencia.

6 Comía muchos manjares de diversas naturas, vestía nobles paños, doradas vestiduras, 50 lucía joyas preciosas en saraos 20 y holguras, ornamentos extraños, nobles cabalgaduras. Yo he visto a muchos monjes en sus predicaciones denostar al dinero y a las sus tentaciones, pero al fin, por dinero otorgan los perdones, 55 absuelven los ayunos y ofrecen oraciones. Pero aunque lo maldicen los monjes por las plazas, guárdanlo en el convento, en vasijas y en tazas: con el dinero ocultan menguas y malas trazas; más escondrijos tienen que tordos y picazas. 60 Monjes frailes y clérigos aman a Dios servir, mas si el rico barruntan que está para morir y oyen que su dinero comienza a retañir, por cuál de ellos lo toma empiezan a reñir. Allí están esperando quién tendrá mejor tuero; 65 no ha muerto y Pater noster le rezan: mal agüero! Cual los cuervos al asno le desuellan el cuero: Cras, cras lo llevaremos, pues nuestro ya es por fuero. Toda mujer del mundo, y hasta damas de alteza páganse del dinero y de mucha riqueza; 70 yo nunca vi una hermosa que quisiera pobreza: donde hay mucho dinero, allí hay mucha nobleza. El dinero es alcalde y juez muy alabado, es muy buen consejero y sutil abogado, alguacil y merino, 21 muy audaz y esforzado: 75 de todos los oficios es muy apoderado. En resumen te digo, entiéndelo mejor: el dinero es del mundo el gran agitador, señor hace del siervo, del señor servidor; toda cosa del mundo se hace por su amor. 80 DE CÓMO EL ARCIPRESTE FUE A PROBAR LA SIERRA Y DE LO QUE LE ACONTECIÓ CON LA SERRANA (Estrofas ) 20 Saraos: fiestas de sociedad. 21 Merino: juez delegado del rey.

7 Probar todas las cosas el apóstol lo manda; fui a probar la sierra, hice loca demanda, perdí pronto la mula, no encontraba vianda; el que no se conforma con pan, sin seso anda. El mes era de marzo, día de San Meder, 5 del puerto de Lozoya fui el camino a emprender; de nieve y de granizo no me pude esconder: quien busca lo que tiene, lo propio ha de perder. En lo alto del puerto me encontré en gran rebata: 22 encontré una vaquera al lado de una mata; 10 pregúntele quien era; respondióme: La Chata! Yo soy la chata recia, la que a los hombres ata. Yo custodio este paso y su portazgo 23 cojo; a quien de grado paga, yo no le causo enojo, al que pagar no quiere, muy pronto lo despojo; 15 págame, o tú verás cómo trillan rastrojo. 24 Tapábame el camino, pues era muy estrecho, una vereda angosta 25 que arrieros 26 habían hecho. Cuando me vi en apuros, arrecido, 27 maltrecho, dije: Amiga, sin gana el can anda en barbecho. 20 Déjame paso, amiga, darte he joyas de sierra; si quieres, dime cuáles se usan en esta tierra, pues, según dice el cuento, quien pregunta no yerra; por Dios, dame posada, pues el frío me echa en tierra. Respondióme la Chata: El que pide no escoge; 25 ofréceme cualquiera, no hagas que me enoje; si algo me das, no temas que la nieve te moje; te aconsejo que aceptes antes que te despoje. Como dice la vieja, cuando hila su madeja: Comadre, el que no puede ya más, morir se deja, 30 y al hallarme aterido, asustado y con queja, le ofrecí alguna alhaja y zurrón de coneja. Echóme a su pescuezo por mis buenas respuestas, y a mí no me importó que me llevara a cuestas: me libró de pasar los arroyos y cuestas; 35 de lo que allí ocurrió hice las coplas éstas: 22 en gran apuro. 23 Portazgo: pago o impuesto por pasar un puerto o paso de montaña. 24 Trillar rastrojo quiere decir despojar a uno de todo lo que lleva. 25 Vereda angosta: senda estrecha. 26 Arrieros: los que conducen animales de carga. 27 Arrecido: aterido, entumecido por el frío.

8 Pasando una mañana el puerto de Malangosto, 28 asaltóme una serrana apenas asomé el rostro: 40 Desdichado, dónde andas? Qué buscas o qué demandas por aqueste puerto angosto? Respondíle a las preguntas Me dirijo a Sotos Albos Dijo: El peligro barruntas por usar tonos tan bravos, que por esta encrucijada, que yo tengo bien guardada, no pasan los hombres salvos. 50 Paróseme en el sendero la sarnosa, ruin y fea: A fe mía, dijo, Escudero, que aquí me estaré yo queda 30 hasta que algo me prometas; 55 por mucho que tú arremetas no pasarás la vereda. Díjele: Por Dios, vaquera, no me estorbes mi jornada: aparta de la carrera, 60 para ti no traje nada. Dijo ella: Entonces torna, por Somosierra 31 trastorna, que aquí no tendrás pasada. Y la Chata, la endiablada, 65 que san Illán la confunda!, arrojóme la cayada, y volteando la honda, dijo, zumbándo el pedrero, Por el Padre verdadero, 70 tú me pagas hoy la ronda. Había nieve y granizaba; díjome la Chata luego, que casi me amenazaba: Págame o verás qué juego. 75 Dije yo: Por Dios, hermosa, 28 Puerto de la sierra de Guadarrama, en el curso alto del Lozoya, en el camino entre Alcalá y Segovia. 29 Aldea cerca de La Granja. 30 Queda: quieta. 31 Puerto del Sistema Central al norte de la provincia de Madrid.

9 deciros debo una cosa, pero que sea junto al fuego. Dijo: llevarte he a mi casa y te enseñaré el camino, 80 haré luego fuego y brasa y te daré pan y vino; pero, por Dios, dame algo y te tendré por hidalgo. Buena mañana te vino! 85 Yo, con miedo y aterido, le prometí una garnacha, 32 y ofrecí para el vestido un prendedor y una plancha. Dijo: Desde ahora, amigo, 90 anda acá, vente conmigo, no tengas miedo a la escarcha. Cogióme fuerte la mano, en su pescuezo me puso, y como zurrón liviano 95 llevóme la cuesta ayuso. 33 Desgraciado!, no te espantes que bien te daré qué yantes, 34 como es en la sierra al uso. Como ligera camina, 100 pronto me llevó a su casa; dióme allí fuego de encina, mucho conejo de caza, buenas perdices asadas, hogazas mal amasadas 105 y buena carne de choto. De vino bueno un cuartillo, manteca de vacas, mucha, y mucho queso asadillo, leche, natas y una trucha; 110 después me dijo: Hadeduro!, 35 comamos de este pan duro y hagamos luego una lucha. 36 Cuando el tiempo fue pasando, me fui desentumeciendo; Garnacha: vestido largo y de mucho abrigo. 33 Cuesta ayuso: cuesta abajo. 34 Yantar: comer. 35 Hadeduro: desgraciado 36 Hacer una lucha: hacer el amor.

10 según me iba calentando, así me iba sonriendo; contemplóme la pastora; dijo: Compañero, ahora creo que voy entendiendo. 120 La vaqueriza, traviesa, dijo: Luchemos un rato; ahora levántate apriesa y deja a un lado ese hato. Por la muñeca me priso, 125 tuve que hacer cuanto quiso, y creo que me fue barato. DE LA PELEA QUE TUVO DON CARNAL CON LA CUARESMA (Estrofas ) Acercándose viene un tiempo de Dios, santo; fuime para mi tierra a descansar un cuanto; pasados siete días era Cuaresma, tanto que puso por el mundo gran miedo y gran espanto. Estando yo a la mesa con don Jueves Lardero, 37 5 entregóme dos cartas un rápido trotero; 38 os diré qué decían, mas no lo haré ligero pues las cartas, leídas, devolví al mensajero. De mí, Santa Cuaresma, sierva del Salvador, enviada por Dios a todo pecador, 10 a todos arciprestes y curas sin amor salud en Jesucristo, hasta Pascua Mayor. Sabed que me dijeron que hace cerca de un año que don Carnal se muestra muy sañudo 39 y huraño, devastando mis tierras, haciendo mucho daño, 15 vertiendo mucha sangre; con gran pesar me extraño. Y por esta razón, en virtud de obediencia, os mando firmemente, so pena de sentencia, que por mí y por mi Ayuno y por mi penitencia, que le desafiéis con mi carta de creencia Jueves Lardero: jueves anterior al carnaval. Lardero alude al tocino ( lardo ), que se consumía en abundancia en aquella fecha en previsión de los ayunos de la cuaresma. Actualmente sigue celebrándose esta fiesta en algunos lugares. 38 Tronero: mensajero. 39 Sañudo: cruel. 40 Carta de creencia: carta credencial, que acredita al que la porta.

11 Decidle claramente que de hoy en siete días, la mi persona misma, con las mis compañías, iremos a pelear con él y sus porfías; temo no se detenga en sus carnicerías (...) Las cartas recibidas, don Carnal orgulloso, 25 mostrrábase esforzado, pero estaba medroso; no quiso dar respuesta, vino muy presuroso con una gran mesnada, 41 pues era poderoso. Cuando llegó el día del plazo señalado, acudió don Carnal, valiente y esforzado, 30 de gentes bien armadas muy bien acompañado; Alejandro ante ellas mostraría su agrado. Puso en la delantera muchos buenos peones: 42 gallinas y perdices, conejos y capones, ánades 43 y lavancos y gordos ansarones; allí se ejercitaban, cerca de los tizones. Éstos traían lanzas de peón delantero, espetos 45 muy cumplidos de hierro y de madero; escudábanse todos con el gran tajadero: 46 en todo buen yantar éstos vienen primero 40 Detrás de los citados están los ballesteros, los ánsares, cecinas, costillas de carneros, piernas de puerco fresco, los jamones enteros; detrás de todos estos vienen los caballeros. Las tajadas de vaca; lechones y cabritos 45 que por allí saltaban y daban grandes gritos. Luego, los escuderos: muchos quesuelos fritos, que dan con las espuelas a los vinos bien tintos. Traía una mesnada rica de infanzones: 47 muchos buenos faisanes, los lozanos pavones, venían muy guarnecidos, enhiestos los pendones, 49 traían armas extrañas y fuertes guarniciones. (...) Como es Don Carnal muy rico emperador y tiene por el mundo poder como señor, 41 Mesnada: Se denominaba así en la Edad Media una tropa al servicio de un noble o del rey. 42 Peones: En los ejércitos medievales, los que luchaban a pie. 43 Ánades y lavancos: dos especies de patos. 44 Ánsar: ganso. 45 Espeto: barra de hierro u otro material con el que se atraviesan las piezas que se asan al fuego. 46 Tajadero: pieza gruesa de madera sobre la que se corta la carne. 47 Infanzones: miembros de uno de los estamentos inferiores de la nobleza. 48 Pavón: Pavo real. 49 Enhiestos los pendones: levantados los estandartes o banderas.

12 las aves y las reses, por el su gran amor, 55 vinieron a él humildes, pero tienen temor. Estaba Don Carnal ricamente instalado, ante una mesa llena, en magnífico estrado, 50 de todas las viandas hallábase sobrado; ante él los juglares, cual hombre muy honrado. 60 Delante de él tenía a su alférez humil, 51 con la rodilla hincada y en la mano el barril: a menudo tañía con él el añafil; 52 hablaba mucho el vino, de todos alguacil 53 Cuando vino la noche, ya después de la cena, 65 cuando todos tenían ya la talega llena, para entrar en contienda con la dama serena, dormidos se quedaron después de la hora buena. (...) Hacia la medianoche, en medio de las salas, entró doña Cuaresma. Señor, Dios, Tú me valgas! 70 Dieron voces los gallos y batieron sus alas; a don Carnal llegaron estas noticias malas. Como había el buen hombre en exceso comido y con la mucha vianda mucho vino bebido, estaba muy pesado y estaba adormecido, 75 cuando por todo el real 54 resuena el alarido. Todos amodorrados fueron a la pelea; organizan sus filas, mas ninguno guerrea. La tropa de la mar bien sus armas menea y lanzáronse a herir, diciendo todos: Ea! 80 El primero de todos que hirió a don Carnal fue el puerro cuelliblanco, y le hizo mucho mal, le obligó a escupir flema, ésto fue gran señal; pensó doña Cuaresma que ya era suyo el real. Vino luego en su ayuda la salada sardina, 85 que hirió muy reciamente a la gruesa gallina, se atravesó en su pico, ahogándola aína; después a don Carnal rompió la capellina. 55 (...) 50 Estrado: Tarima. 51 Alférez: oficial de baja graduación que porta la bandera; humil: en actitud sumisa. 52 Literalmente, que tocaba a menudo la trompeta, pero lo que quiere decir es que no paraba de beber de la copa que le servía su ayudante. 53 De todos alguacil: el vino hablaba por la boca de todos porque se había apoderado de ellos, como un alguacil que apresara a los malhechores. 54 Real: campamento. 55 Le atravesó el casco.

13 De parte de Valencia venían las anguilas, abiertas y curadas, en grandes manadillas; 90 daban a don Carnal por entre las costillas, las truchas de Alberche dábanle en las mejillas. (...) Allí andaba el atún como un bravo león, se enfrentó a don Tocino, díjole gran baldón; 56 si no es por la Cecina, que desvió el pendón, 95 diérale a don Lardón 57 en pleno corazón. De parte de Bayona venían muchos cazones, 58 que mataron perdices y castraron capones; desde el río Henares venían los camarones, hasta el Guadalquivir llegan sus tendejones. 59 (...) 100 De Santander vinieron las bermejas langostas, muchas saetas traen en sus aljabas postas 60, hacían a don Carnal pagar todas las costas; las plazas, que eran anchas, parecíanle angostas. 61 (...) El pulpo a los pavones no dejaba parar, 105 ni aun a los faisanes permitía volar, a cabritos y gamos queríalos ahogar; con tantas manos puede con muchos pelear. Allí luchan las ostras con todos los conejos; con la liebre se enfrentan los ásperos cangrejos; 110 de una y otra parte se dan golpes parejos: de escamas y de sangre van llenos los vallejos. Allí combate el conde de Laredo, muy fuerte: el congrio en salazón, que trajo mala suerte a don Carnal, le acosa y le lleva a la muerte: 115 muy triste ya se encuentra, inconsolable, inerte. (...) Si no es por la cecina con el grueso tocino, que estaba ya amarillo y rancio y mortecino, y no podía de gordo luchar sin el buen vino, se encontraría aislado, rodeado y mezquino. 120 La mesnada del mar agrupóse en tropel, picando las espuelas todos dieron en él; no quisieron matarle, tuvieron pena de él: y con todos los suyos, le apresan en cordel. 56 Baldón: insulto, afrenta. 57 Don Lardón es don Tocino. 58 Cazón: un tipo de tiburón. 59 Sus tendejones: sus tiendas de campaña. 60 Este verso quiere decir que las langostas, por sus muchas antenas, parece que llevan puesta una aljaba, o funda donde los arqueros y ballesteros llevaban las flechas. 61 Angostas: estrechas.

14 Trajéronlos atados, para que no escapasen, 125 ante la vencedora, antes que se librasen; mandó doña Cuaresma que a don Carnal guardasen y que a doña Cecina y al Tocino colgasen. Mandólos colgar alto, como en una atalaya, que para descolgarlos nadie por allí vaya. 130 Al punto los ahorcaron en una viga de haya; el verdugo decía: Quien tal hizo, tal haya. Mandó que a don Carnal custodiase el Ayuno, que estuviese encerrado, que no lo vea ninguno, si no estuviese enfermo o confesor alguno, 135 y que sólo comiese al día manjar uno. EJEMPLO DEL RATÓN DE MOHERNANDO Y EL RATÓN DE GUADAALAJARA (Estrofas ) Mur de Guadalajara un lunes madrugaba, y fuese a Mohernando, por el mercado andaba; un ratón de gran barba recibióle en su cava, 62 convidóle a comer ofreciéndole un haba. En mesa pobre está buen gesto y buena cara, 5 poca vianda con buena voluntad se prepara; a los pocos manjares el placer los repara; satisfecho quedó el de Guadalajara. La comida ya hecha, el manjar acabado, convidó el de la villa al mur de Mohernando, 10 que si quisiera, el martes fuese a ver su mercado, y, como él fue suyo, fuese él su invitado. Fue con él a su casa y diole mucho queso, mucho tocino fresco, que no estaba salpreso, enjundias, 63 pan cocido, sin medida y sin peso: 15 se sintió el aldeano feliz con todo eso. Manteles de buen lienzo, una blanca talega bien colmada de harina: el mur allí se pega; mucha honra y regalos su compadre le entrega, alegría y buen rostro con todo esto llega. 20 Está en la mesa rica mucha buena vianda, 62 En su cueva o agujero. 63 Enjundias: grasas.

15 a cual mejor es todo el manjar que allí anda, y, además, buen talante, como el huésped demanda; placer y buen yantar a cualquier hombre ablanda. Mientras comían y holgaban, en mitad del yantar, 25 la puerta de la sala empezó a resonar: su señora la abría, pues dentro quería entrar, los ratones, de miedo, huyen al verla andar. El de Guadalajara, veloz se ha refugiado en su agujero, el huésped corría de uno a otro lado; 30 sin encontrar lugar donde fuese amparado, en la pared se queda, en lo oscuro arrimado. Cerrada ya la puerta y pasado el temor, estaba el aldeano con fiebre y con temblor; animábale el otro; dice: Amigo señor, 35 alégrate comiendo de todo a tu sabor. Este majar es dulce, sabe como la miel. Díjole el aldeano: Veneno yace en él; al que teme la muerte, el panal sabe a hiel; para ti solo es dulce, tú solo come de él. 40 Para el hombre con miedo no existe dulce cosa, no le apetece nada, su faz es temerosa; con el miedo a la muerte, ni la miel es sabrosa, todo resulta amargo en vida peligrosa. Más quiero roer un haba, pero seguro, en paz, 45 que comer mil manjares, con riesgo y sin solaz; las viandas mejores, con miedo son agraz, 64 todo es amargura donde gran miedo yaz. No sé por qué me aguardo, si casi aquí me mato del miedo que he tenido, cuando bien me lo cato, si cuando estaba solo, apareciera el gato y me alcanzara, allí me diera muy mal rato. Tú tienes grandes casas, pero mucha compaña, comes muchas viandas: esto es lo que te engaña; mejor es mi pobreza en segura cabaña, 55 porque el hombre mal pisa y el gato mal araña. Con paz y bien seguro es rica la pobreza, al rico temeroso le es pobre su riqueza: siempre tiene recelo con miedo y con tristeza; la pobreza contenta es segura nobleza Son agraz: son amargas. 65 Cuando me paro a pensarlo.

16 RETRATO DEL ARCIPRESTE (Estrofas ) Dijo doña Garoza: Tengas buena ventura; de ese Arcipreste quiero me digas su figura, y, tal como ella sea, dime toda su hechura: no respondas con burlas, pues te hablo con cordura. Señora diz la vieja-, yo le veo a menudo; 5 fornido tiene el cuerpo, piernas grandes, forzudo, la cabeza no chica, velloso, pescozudo, el cuello no muy alto, pelinegro, orejudo. las cejas apartadas, negras como el carbón, el andar muy erguido, así como el pavón, 10 el paso sosegado y de buena razón, la su nariz es larga, esto le decompón. Las encías bermejas, su habla, retumbal, la boca no pequeña; los labios, por igual, más gruesos que delgados, rojos como el coral; 15 las espaldas muy anchas; las muñecas, igual. Ojos algo pequeños; de color, morenazo; abombado su pecho y poderoso el brazo, bien cumplidas sus piernas; el pie, chico pedazo. Señora, no vi más: por su amor os abrazo. 20 Es ligero, valiente y muy joven en días; toca los instrumentos, sabe de juglarías; galanteador, alegre. Por las zapatas mías!, Tal hombre no se encuentra, sabed, todos los días! DE LAS CUALIDADES QUE TIENEN LAS MUJERES PEQUEÑAS (Estrofas ) Abreviaros pretendo la mi predicación, porque siempre gusté de pequeño sermón y de mujer pequeña y de breve razón, pues lo poco y bien dicho queda en el corazón. Del que mucho habla ríen, quien mucho ríe es loco; 5 hay en mujer pequeña amor grande, no poco; cambié grandes por chicas, pero al revés no troco, quien da grande por chica no se duele del troco. De que alabe a las chicas el Amor me hizo ruego; que elogie sus noblezas, voy a decirlas luego. 10

17 Cosas diré de ellas que lo tendréis por juego: son frías como nieve, pero arden más que el fuego. Son heladas por fuera, pero en amor, ardientes; en la cama solaz, juguetonas, rientes, en la casa hacendosas, tranquilas, complacientes; 15 veréis más cualidades tan pronto paréis mientes. En pequeño jacinto yace gran resplandor, en azúcar muy poco yace mucho dulzor, en la mujer pequeña yace muy gran amor, pocas palabras bastan al buen entendedor: 20 Es muy pequeño el grano de la buena pimienta, pero más que la nuez reconforta y calienta: así mujer pequeña, cuando en amor consienta, no hay placer en el mundo que en ella no se sienta. Como en la chica rosa está mucho color, 25 como en oro muy poco, gran precio y gran valor, como en bálsamo poco, yace muy buen olor, así, en mujer pequeña se esconde gran amor. Como rubí pequeño tiene mucha bondad, color, virtud y precio y noble claridad, 30 así mujer pequeña tiene mucha beldad, hermosura, donaire, amor y lealtad. Chica es la calandria y chico el ruiseñor, pero más dulce cantan que otra ave mayor; por eso la mujer que es chica es la mejor: 35 en amor es más dulce que azúcar y que flor. Son aves pequeñuelas papagayo y orior, cada uno es pajarillo muy dulce trinador, muy gracioso y hermoso, preciado cantador: como ellos es la dama pequeña con amor. 40 Para mujer pequeña no hay comparación: terrenal paraíso y gran consolación, recreo y alegría, placer y bendición, mejor es en la prueba que en la salutación. 66 Siempre quise a la chica más que a grande o mayor; 45 huir de un mal muy grande nunca será un error; del mal tomar lo menos, dícelo el sabedor; así, de las mujeres, la menor es mejor. 66 Se aprecia más su valía en la enfermedad o cualquier situación difícil que en la salud.