LA SALVACIÓN DE UN GENERAL 2 Reyes 5:1-27 y Lucas 4:27

Transcripción

1 LA SALVACIÓN DE UN GENERAL 2 Reyes 5:1-27 y Lucas 4:27 En esta ocasión conoceremos la historia de un general sirio que tuvo que tomar en serio el consejo de Dios, para ser SALVO. En esta porción veremos una de las tantas verdades preciosas que la Palabra nos relata, concerniente al carácter de Dios y de su manera sencilla de darnos la salvación que tanto buscamos. Hoy debemos trasladarnos al año 850 a.c. más o menos 2,853 años atrás, para conocer una historia que nos llenará de gozo, por el hecho de comprobar la inmutabilidad del carácter de Dios con respecto a su plan de proporcionarle al hombre su salvación personal. La historia de este general sirio, valeroso y apreciado por el ejército que comandaba a las órdenes del rey sirio Ben-Adad II, fue un hecho que ocurre durante el reinado de Joram, Rey de Israel, tiempo en el cual Israel era tributario de Siria. Naamán poseía muchas cualidades hermosas como persona pero nos dice la historia que padecía de LEPRA y es de admirar que por sus cualidades humanas no había sido marginado de la sociedad, cosa extraña en el sentido de que para este tiempo la LEPRA era no sólo una enfermedad que se creía contagiosa sino que también era símbolo de pecado para el pueblo de Israel. La historia nos narra que en una de las invasiones que Siria había hecho a Israel, Naamán había tomado cautiva una muchacha israelita para que le sirviera a su mujer en la nación Siria. Esta muchacha fue el medio usado por Dios (la cuerda humana) para atraer a Naamán hacia él. Veamos la historia en 2 Reyes 5:1-27. I. LA TERRIBLE ENFERMEDAD II. UN REMEDIO INFALIBLE III. EL MÉTODO INMUTABLE DE DIOS I. LA TERRIBLE ENFERMEDAD Levítico 13 y 14 A. NAAMÁN ERA LEPROSO 1. La lepra es una enfermedad infecciosa producida por el bacilo de Hansen, fue traída a Europa desde el oriente por las legiones romanas en el tiempo de Jesucristo, cuando LA PAX ROMANA dominaba estas tierras, de ahí fue traída a América.

2 Iglesia de Convertidos a Cristo 2 2. Levítico 13 y 14 nos da la descripción de la enfermedad y la manera en que Dios le explicó a su pueblo en que debían de diagnosticarla, y fue considerada como una enfermedad inmunda, no porque se transmitía, sino por el aspecto que tomaba el que la padecía (Lv. 13:8). 3. De hecho en la Biblia siempre está asociada con la idea del pecado, o como juicio de Dios, y es una figura por excelencia para referirse a la corrupción y a la maldad, aunque para los sirios no lo fuera, razón por la cual Naamán no era rechazado por su sociedad, aunque sin embargo, ellos rechazaban su apariencia. Esta enfermedad atacaba a todo el mundo sin respetar familias o clases sociales. B. NAAMÁN, LA LEPRA Y EL PECADO 1. Aunque para los sirios la lepra no pasaba de ser una enfermedad de fea apariencia, ciertamente que para el pueblo que él pensaba conquistar y al cual él le exigía tributo, representaba más que pura apariencia. 2. Notemos la descripción que nos da el escritor del pasaje en 2 Reyes 5:1 cuando dice: Naamán, General de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso. 3. Esto significaba que Naamán estaba sentenciado a morir leproso como todo aquel que tiene la lepra espiritual que es el pecado, está sentenciado a morir por su pecado. C. NAAMÁN FUE RECORDADO POR SU LEPRA 1. Cuando leímos Lucas 4:27 notamos cómo Jesús recuerda a su pueblo la lepra de Naamán, cuando nos dice el pasaje: Y muchos leprosos habían en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán, el Sirio. 2. El mismo Señor hace referencia a la lepra de naamán para declararnos que muchos eran como Naamán pero que solo él halló su limpieza. Tal vez en el momento histórico en que vivimos, este pasaje no signifique nada, pero si lo actualizamos, si podemos darle la verdadera fuerza que posee. Imaginemos que dijera: Y

3 Iglesia de Convertidos a Cristo 3 muchos sidosos habían en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán el sirio. 3. De inmediato el pasaje toma fuerza, en el sentido de que en nuestros días el SIDA es una enfermedad que descubre el pecado en la generalidad de los casos. Podemos decir: Un hombre tan bueno delante de nuestros ojos pero sedoso. Así podemos decir de cada uno de nosotros con respecto al estatus en que estamos delante de Dios. Un hombre tan bueno pero pecador. 4. En este momento histórico la lepra no se curaba, como se dice hoy, cuando el hombre ha hallado la manera de curarla, y frente a esta imposibilidad humana Dios proveyó a Naamán de un remedio infalible. II. UN REMEDIO INFALIBLE 2 Reyes 5:2-7 A. DIOS USÓ EL TESTIMONIO DE UNA CREYENTE - (vv. 2-3) 1. Dios usa medios increíbles para mostrarnos el camino de la salvación, y desde aquí notamos la inmutabilidad del plan de Dios como nos dice Oseas 11:4: Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida. 2. El profeta Eliseo fue el hombre referido por aquella cuerda de amor que Dios envió a Naamán, como notamos en 2 Reyes 5:2-7. Naamán había secuestrado aquella joven para que sirviera a sus propósitos, pero no se había percatado de que ella cumpliría con el propósito de DIOS para su salvación. 3. Ella fue un testimonio vivo que vivió preocupada por el mal de su Señor, y convencida de que solo el método de su Dios era el único remedio infalible para la cura de su amo (v. 3). Ella conocía la desesperación de su amo. B. NAAMÁN INTERPUSO SU PODER PARA LOGRAR SU SALVACIÓN 1. De inmediato vemos como Naamán usa de su fuerza para obtener lo que aquella humilde muchacha le había ofrecido, la cual le había manifestado la manera en que habría de conseguirlo, notemos el verso 3: Esta dijo a su señora: Si rogase mi

4 Iglesia de Convertidos a Cristo 4 señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. 2. Aunque Naamán se interesó de inmediato como vemos en el (v. 4). No era verdad que siendo ellos los amos de Israel en estos momentos, él iba a rogar a un israelita para que le curara. 3. Fue a su rey e interpuso su poder y su fuerza para obtener su propósito (vv. 5-7 y 9). De inmediato logró el permiso para llegar a alcanzar esta posibilidad de sanación. Esta es la actitud típica de una persona que está desesperada padeciendo una enfermedad incurable y maligna. C. ELISEO RETÓ EL ORGULLO DE NAAMÁN 1. Cuando el Rey Joram de Israel oyó lo que deseaba el Rey Sirio para su siervo, se atemorizó, porque siendo Israel siervo de Siria, el fallarle a su opresor con respecto a ofrecer algo que no se lograra, era un verdadero riesgo de muerte que corría su reino. En estos momentos Israel tenía que demostrar que en su Dios había poder. Recordemos las palabras de Cristo en Lucas 4:27 (muchos leprosos y solo Naamán fue limpiado). 2. La noticia causó estupor en Israel hasta que llegó a oídos del profeta Eliseo, un hombre en el cual reposaba el espíritu de Elías en doble porción (2 R. 2:9, 15). Un hombre que no se amedrentaba frente al reto de dar a conocer el poder de Dios que había en él. 3. La respuesta de Eliseo la vemos en el verso 8 cuando dice: Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el Rey de Israel había rasgado sus vestidos, envío a decir al Rey: Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel. Un hombre de Dios había hablado, éste era el momento en que si Naamán quería ser salvo tendría que aceptar las condiciones que le impondría el profeta de Dios y tendría que usar el método inmutable de Dios para sanarse. Veamos por tanto, cual fue: III. EL MÉTODO INMUTABLE DE DIOS 2 Reyes 5:9-19 A. LA RECOMENDACIÓN DEL PROFETA

5 Iglesia de Convertidos a Cristo 5 1. Desde que Eliseo conoció que Naamán estaba en su casa, le enfrentó a su orgullo y ni siquiera salió a recibirlo, lo cual era una falta de Eliseo para los ojos de Naamán quien estaba acostumbrado a que le rindieran honores. 2. Eliseo no preguntó ni siquiera lo que Naamán quería, pues ya lo sabía por parte del Rey Joram (v. 8). Por eso de inmediato le declaró lo que Dios exigía de él PARA QUE FUERA SANADO. 3. En el verso 10b dice Eliseo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará y serás limpio. B. EL ORGULLO DEL HOMBRE FRENTE AL DESIGNIO DE DIOS 1. Es increíble como los hombres nos revelamos mentalmente frente a los designios de Dios, por el simple hecho de que en su manera de actuar Dios descarta el esfuerzo humano. 2. Notamos la reacción de Naamán, en el (v. 11): Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: saldrá el luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. 3. De igual manera vemos como Naamán no sólo descarta el mandato de Dios, sino que se enorgullece de sus posesiones, menospreciando el medio provisto por Dios. Literalmente NAAMAN SE ENOJÓ CON DIOS. C. LA HUMILDAD DEL HOMBRE Y LA SIMPLICIDAD DE DIOS 1. Naamán se podía enojar todo lo que quisiera, igualmente lo pueden hacer todos los hombres hoy cuando se les comunica la simple oración que deben hacer para que Dios le salve y envíe su Espíritu para que nos preserve eternamente salvos. Mis amados cuando Dios habla, nunca jamás va a cambiar su metodología. 2. Naamán fue llevado a razón por parte de sus criados, como una muestra de la misericordia divina, haciéndole ver que lo que el tenía que aceptar era la simplicidad del plan de Dios y de igual manera humillarse frente a sus designios aceptando lo que Dios le requería (v. 13). 3. Naamán se humilló y el resultado de su obediencia fue no solo su

6 Iglesia de Convertidos a Cristo 6 sanación, sino también su salvación como nos dicen los versículos en los cuales, luego de cumplir el mandato de Eliseo se hizo creyente en Dios. Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso delante de él, y dijo: He aquí reconozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN: De igual manera hoy hemos de reconocer los mismos tres aspectos que Dios exigió a Naamán. 1. Aceptar su demanda, para ser salvos, por más simple que la veamos. 2. Humillarnos y obedecer yendo a la cruz del Calvario y lavando allí nuestros pecados. 3. Reconocer con nuestras vidas y con nuestro testimonio que no hay otro Dios como Jehová de Israel. Cristiano, ahora te doy un pensamiento para reflexionar. Este mensaje debe llevarte a pensar por que debes deleitarte en Jehová. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón. Salmo 37:4 Concederá Dios la respuesta a todas las peticiones del que se deleita en él? Esa es la promesa bíblica, y esa es la verdad. Pero quizá la experiencia de Naamán, el sirio, nos instruya para saber por qué no recibimos "todo" lo que pedimos a Dios. Todos los cristianos saben que el problema no está en Dios. Quién dirá aquí que no conoce la historia de Naamán? Quién no recordará la historia de esta muchacha israelita que había sido llevada cautiva a Siria? Ni nombre, ni edad, ni nada. Pero, qué testimonio el suyo! Ya vimos que cuando vio que Naamán estaba leproso, le dijo a su ama, la esposa de Naamán, de quien ya había ganado la confianza: «Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra» (2 Rey. 5: 3). Confianza infantil, es decir, cristiana! Ninguna referencia al hecho de que el poderoso Dios a quien el profeta Eliseo servía no la había librado del cautiverio sirio. Quién dijo que necesitaba liberación? Estaba allí en misión. Había sido enviada por Dios para cumplir aquella misión, de consecuencias eternas.

7 Iglesia de Convertidos a Cristo 7 Pero Naamán y su jefe, el rey de Siria, hicieron todo mal desde el principio. El rey sirio envió una carta llena de soberbia al débil rey israelita. El rumor de la carta del rey de Siria corrió como un reguero de pólvora y llegó a oídos de Eliseo. El profeta de Dios dijo: «Venga a mí y sabrá que hay profeta en Israel». Qué santo orgullo despiertan estas palabras: «Hay profeta en Israel». Naamán se presentó a la puerta de la casa de Eliseo, con toda la ridícula pompa y circunstancia de los que se creen dignos de todo. Eliseo le envió un recado con su siervo: «Ve y lávate siete veces en el Jordán y sanarás» (v. 10). Naamán se fue enojado. Pero cuando sus siervos razonaron con él, «se zambulló siete veces en el Jordán» (v. 14). Santo remedio. En lo sucesivo se deleitó tanto en Jehová, que hasta tierra de Israel llevó para rociarla en su cuarto de oración para arrodillarse sobre tierra santa. Cómo podemos deleitarnos en Jehová? Como lo hace «el varón que no anduvo en consejo de malos ni estuvo en camino de pecadores. En la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche». Dios primero, Dios en medio, Dios al final. En eso consiste el estilo de vida de los que se deleitan en Jehová. Dile hoy al Señor: «Aunque lo que te pida no suceda, siempre estaré feliz, porque te tengo a ti y tú eres mi delicia».