Un recorrido bíblico-litúrgico

Transcripción

1 Enrico Masseroni PARA VIVIR MEJOR LA MISA Un recorrido bíblico-litúrgico VISTA PREVIA de las primeras páginas de la versión impresa

2 Título del original: Capire e vivere la Messa Un percorso biblico-liturgico Enrico Masseroni Figlie di san Paolo, 2009 Via Francesco. Albani Milano, Italia ISBN: Para vivir mejor la Misa Un recorrido bíblico-litúrgico Enrico Masseroni Traducción de Patricia Pérez Walters Primera edición, octubre de 2011 ISBN: Hecho en México Con las debidas licencias Derechos reservados a favor de: Obra Nacional de la Buena Prensa, A.C. Orozco y Berra 180. Sta. María la Ribera Apartado M México, D.F. Tel Fax ventas@buenaprensa.com Lada sin costo: Librerías: México, D.F. Ribera de San Cosme 5. Sta. María la Ribera. Tels: y Orizaba 39 bis. Col. Roma. Tels y Congreso 8. Tlalpan. Tels y Donceles 105 D. Centro. Tels y Chihuahua, Chih. Av. Tecnológico Plaza Comercial San Agustín. Col. Granjas. Tels. (614) y Culiacán, Sin. Jesús G. Andrade 214 Oriente, esq. Ángel Flores. Col. Centro Guadalajara, Jal. Madero y Pavo, Sector Juárez Tels. (33) y Guadalupe, Zac. Calle Jardín de Juárez 10. Tel. (492) León, Gto. Hermanos Aldama 104. Col Centro Tel. (477) Mérida, Yuc. Callejón del Congreso 490B. Col. Centro. Parque La Madre. Tel. (999) Monterrey, N.L. Washington 812 pte. Esq. Villagómez. Centro. Tels. (81) Puebla, Pue. Blvd. Valsequillo 115. Plaza Crystal locales Col. Residenciales Boulevares. Tel. (222) Tijuana, B.C. General Juan Sarabia Col. Centro C. P Torreón, Coah. Czda. Cuauhtémoc 750 Nte. Col. Centro. Tels. (871) y Tuxtla Gutiérrez, Chis. Tercera Oriente Sur Col. Centro. Tel. (961)

3 ÍNDICE Presentación de Anna Maria Cánopi 9 Introducción Cuando la Eucaristía se convierte en vida 15 I Somos una comunidad reconciliada en el perdón 17 El umbral para acercarse a la zarza ardiente de la Eucaristía...19 La zarza ardiente en la experiencia de Moisés...21 El rostro del hombre en la experiencia de Dios...22 El rostro de Dios y la misión del hombre La vida Ir más allá del desierto...24 Quitarse las sandalias...25 El umbral de la misericordia...26 Quítame las sandalias...27

4 II Somos una comunidad a la escucha de la Palabra 29 La importancia de la Palabra: Cristo nos habla...31 El celebrante typus Christi...32 Nosotros somos una comunidad en escucha...34 El Credo de la asamblea y la oración de los fieles...35 La imagen de Emaús: los cuatro extravíos de la Palabra...36 La imagen de Emaús: el milagro de la Palabra...38 Nosotros ante la Palabra...39 El arte de escuchar...40 En las calles de Emaús...42 III Somos una comunidad doxológica 43 La preparación de las ofrendas: Jesús tomó el pan...46 Jesús dio gracias : la plegaria como doxología...47 Las tres claves interpretativas de la historia...48 El trono y la comunidad doxológica...49 El rollo sellado de la historia...51 El Cordero inmolado y la comunidad doxológica...51 De la plegaria a la vida...53 He aquí el pan y el vino...55

5 IV Somos una comunidad de la nueva alianza 57 La Eucaristía como nueva alianza El relato de Pablo...61 Reconocer el cuerpo del Señor...64 Para compartir la ofrenda...66 Permanecer ante el misterio...67 He aquí la ofrenda, oh Señor...68 V Somos un solo cuerpo en Cristo 69 La segunda epíclesis...70 Los círculos de la comunión Huyan de la idolatria, escribe Pablo...74 Las dos mesas...75 Las dos mesas: la comunidad eucarística y el mundo...76 Las idolatrías del mundo...78 Las tentaciones de la comunidad cristiana...79 El desafío: cómo hablarle al mundo...80 Para que el mundo crea...82

6 VI Somos una comunidad itinerante en la historia 83 La plegaria de intercesión...85 El horizonte universal del sacrificio...87 El sentido de la historia viene del futuro...89 La itinerancia de la fe en pos de la esperanza...91 La mirada sobre las cosas invisibles...92 El significado de la vida presente ante el futuro...93 El desengaño ante las cosas...95 Los testigos de la esperanza...95 Tendientes hacia el futuro...97 VII Somos una comunidad que ora 99 El Padrenuestro entre la doxología y la solicitud del perdón Las motivaciones litúrgicas de la plegaria del Señor La diferencia cristiana del Padrenuestro El pórtico de acceso al Padrenuestro Las siete peticiones de los hijos De la alabanza a la lucha Ayúdanos a transformar la oración en vida

7 VIII Somos una comunidad de paz 113 La paz: don y tarea El recorrido litúrgico de la paz Jesús es nuestra paz El glosario de la paz El septenario de la paz Acaso soy un operador de paz? Tu nombre es paz IX Somos una comunidad eucarística 125 El intercambio de la paz: el tercer umbral Desde la fracción del pan hasta el Amén El pan del cielo para ser acogido en la fe El pan de la Eucaristía para la comunión Vivir una vida eucarística Permítenos ser una comunidad eucarística X Somos una comunidad misionera 137 La sangre derramada por todos : el corazón de la misión...139

8 El retorno de Emaús De la comunión a la misión Ser testigos de Cristo resucitado en la vida diaria Anunciar, testimoniar e intercambiar Del espacio consagrado a las calles de la vida...147

9 Presentación Fruto maduro de un bien establecido y experimentado ministerio pastoral, este nuevo escrito de monseñor Enrico Masseroni se muestra, al igual que sus otros textos, a la vez sencillo, rico y profundo en el contenido, original en su estilo, sugerente en la forma, estimulante y exigente en las aplicaciones prácticas. Combinando armoniosamente cosas nuevas y cosas antiguas, mediante el conocido y fructífero método de la lectio divina, el autor profundiza, con las debidas diferencias, no en una página bíblica, sino en el rito de la Misa. No es tanto que nos encontremos ante un libro para leer, sino ante un viaje a realizarse paso a paso, a un edificio por construir piedra por piedra: se trata del viaje de la conversión personal y de la construcción de la comunidad eclesial. En diez ágiles capítulos se captura el rito de la Misa en sus partes específicas, primero explicadas cuidadosamente con significativas referencias a las enseñanzas de los Padres y a otros autores espirituales antiguos y modernos, así también como del magisterio eclesial, esclarecidas mediante una página bíblica de amplias resonancias místicas y mistagógicas; comparadas finalmente con la realidad de la vida cotidiana, suscitando el anhelo y el propósito de una renovación concreta sustentada en la oración de súplica y en la acción de gracias. Haciendo una síntesis de esas páginas, señalaremos el itinerario propuesto en etapas sucesivas. 9

10 Anna Maria Cànopi En el desierto inhóspito de la sociedad contemporánea, donde todo parece reducirse a una extensión de arenas movedizas que arrastra un torbellino sin sentido, todavía existen hombres y mujeres que, tocados por la gracia, se dirigen hacia un misteriosa zarza ardiente que brilla en el horizonte y fascina por su deslumbrante luz. Partiendo desde su propia soledad, cada una de estas personas se encuentra congregada en un umbral, sintiéndose al mismo tiempo atraída y rechazada. Es la hora de conocer la verdad sobre sí mismos, de quitarse las sandalias y de reconocerse humildemente como pecadores. De cada uno de los tantos yo individuales nace, por la gracia del arrepentimiento y el perdón, la comunidad reconciliada que, como Moisés ante la zarza, recibe una misión específica. Es tiempo de escuchar. Es un momento de gran compromiso, donde la Liturgia de la Palabra llama, de manera individual, a cada uno y a toda la comunidad en la conciencia de estar convocados a brindar el testimonio que la historia espera de los creyentes, y de mí personalmente; la Palabra, de hecho, habla del amor de Dios que se revela y se derrama en el corazón de la humanidad por medio de la Iglesia. Pero, qué significa escuchar? Es una actitud interior esencial a nivel de la convivencia humana, la escucha auténtica no duda en afirmar el autor es un aspecto esencial de la diferencia cristiana. No se trata de una Palabra aislada, sino que se despliega en el corazón del discípulo, generando fe, esperanza y caridad. Tal y como sucedió a los discípulos de Emaús, quien se abre a escuchar la Palabra (sabiendo renunciar a las palabras de más), siente arder dentro de sí el fuego del amor: la zarza ardiente ya no se encuentra lejos, en el horizonte, sino que se convierte en la energía de vida que inflama el corazón y lo empuja hacia el don. Estamos entrando ahora en la Liturgia eucarística plena. Al traer ofrendas al altar, toda la comunidad restituye en las manos de Dios cuanto de Dios ha recibido y, en esa actitud de espiritual pobreza, con el corazón libre y gozoso canta el Prefacio, la acción 10

11 Presentación de gracias a Dios por el don de la salvación que se cumple en el contexto del amor más grande que llevó al Padre a entregar a su Hijo por nosotros y al Hijo a ofrecerse en gratuidad total, hasta su muerte en la cruz. Si bien, la historia observada desde el exterior, sin fe, es un enigma, Jesucristo muerto y resucitado nos brinda la clave de la interpretación. El canto del Prefacio es, de cierto modo, el libro de la historia que, liberado de los sellos, revela el gran mensaje: la historia humana no es un sin sentido, sino el sitio epifánico del amor salvífico de Dios a través del sacrificio del Cordero inmolado. Cuál es la consecuencia? Es pasar de la alabanza a la lucha, una lucha que sobre todo se da en casa, o sea, contra la distracción, la prisa, la costumbre y la superficialidad; la oración se convierte en un compromiso para trasformar el mundo que está dentro de nosotros, contribuyendo así a cambiar incluso lo que está fuera, con el propósito de que se abra al don. Al igual que después de una larga y agotadora subida, la cumbre ofrece a la asombrada mirada un panorama de sorprendente belleza, así sobre el altar se cumple el milagro que la inteligencia humana jamás habría podido predecir y que la contemplación humana nunca podrá agotar. Allí está, en su sencilla pero inefable grandeza, ofrecido a la fe adoradora de la asamblea, para que se nutra de él, viva en él y lo irradie. Deseando ofrecer una pausa para meditar, con el fin de penetrar mejor en el misterio, el autor recuerda las conmovedoras páginas de la encíclica Ecclesia de Eucharistia 1, en las que puede decirse que el beato, Juan Pablo II, legó a la Iglesia, más que una enseñanza, su autobiografía eucarística, abriendo ante todos su corazón sacerdotal. Palabras vivas, cargadas de los más puros y ardientes sentimientos de afecto por el Señor Jesús, que se tornan en eficaz estímulo para intuir la profunda transformación que la Eucaristía opera en las almas. En este punto, ya convertida en comunidad de la nueva y eterna alianza, mejor dicho, en un solo 1 Ecclesia de Eucharistia, Carta encíclica, Juan Pablo II, 17 de abril de

12 Anna Maria Cànopi cuerpo con el Señor Jesús, la asamblea litúrgica siente como si le fuesen dirigidas, cual advertencia o exhortación, las severas palabras que el apóstol Pablo escribió a los corintios denunciando la gravedad de las divisiones, las escandalosas diferencias sociales y la ignominia de los desórdenes morales. Es el momento de gracia para tomar conciencia de la novedad y para renacer conforme a un estilo eucarístico de vida, que es una manera de ofrendar, de compartir, de sacrificio, de humildad y discreción, a imitación de la viuda del Evangelio: Reconocer el cuerpo del Señor significa reconocer que su cuerpo es la ofrenda a la que debemos unir nuestra propia ofrenda, nuestra vida, la vida cotidiana de la gente y del mundo. El autor invita a redescubrir la importancia de la adoración, del permanecer ante el misterio, para alimentarnos del silencio y de la armonía interior, con esa gratuidad que genera delicadeza, amor sincero y una mirada de bondad hacia todo el universo, rompiendo la cadena del utilitarismo egoísta y de la prisa deshumanizante que hace a la sociedad contemporánea esclava de sí misma y de la avidez por el poder. Guerras, rivalidades y oportunismos de todo tipo ponen hoy a los hombres los unos contra los otros en un trágico juego de trayectorias que se cruzan y se destrozan unas a otras. Frente a este desolador cuadro se presenta la imagen de la comunidad cristiana como círculo de comunión, mejor dicho, como círculos de comunión que, a partir de la Hostia consagrada, se difunden hasta abrazar al mundo entero. El momento litúrgico de la intercesión, uniendo en un único abrazo a los fieles en el camino, a los difuntos en vías de purificación y a los santos ya acogidos en la Jerusalén celeste, integra a toda la Iglesia como una comunidad itinerante sostenida por la esperanza y tendiente al júbilo de la celebración sin fin. En este incierto y peligroso éxodo, el pueblo en camino se convierte en una comunidad orante que encuentra en el Padrenuestro una síntesis del Evangelio concentrada en torno al rostro 12

13 Presentación del Padre y del hombre, hijo pecador ; encuentra la verdad sobre Dios y sobre sí misma para evitar caer en las insidias del mentiroso; encuentra, sobre todo, siempre recordada y renovada, la absoluta novedad del cristianismo: el ser hijos de un único Padre y hermanos los unos de los otros. Recordando la parábola del publicano y el fariseo, el autor subraya este aspecto con palabras severas Ante Dios, quien se siente único, no es sincero y no ora y concluye diciendo: En resumen, la plegaria del Señor es un verdadero plan de vida para cada cristiano, un verdadero viático de lo cotidiano. Dicho programa está exhaustivamente explicado en los últimos capítulos, que nos recuerdan el don compromiso de la paz, de la comunión y de la misión testimonio. Este libro, en el que el autor realmente ha prodigado su corazón de obispo, donde el buen pastor ha confiado en su grey, será deliciosa y nutritiva pastura, para cada cristiano deseoso de crecer en la fe y en el amor para ser plenamente conformes con Cristo. M. Anna Maria Cànopi, O.S.B. 13