ESTUDIO DE GALATAS Por: Rubén Álvarez Nuestro reposo

Transcripción

1 ESTUDIO DE GALATAS Por: Rubén Álvarez Nuestro reposo Introducción Gálatas 4: 8 Ciertamente, en otro tiempo, no conociendo a Dios, servíais a los que por naturaleza no son dioses; 9 mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? 10 Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años. 11 Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros. 12 Os ruego, hermanos, que os hagáis como yo, porque yo también me hice como vosotros. Ningún agravio me habéis hecho. 13 Pues vosotros sabéis que a causa de una enfermedad del cuerpo os anuncié el evangelio al principio;14 y no me despreciasteis ni desechasteis por la prueba que tenía en mi cuerpo, antes bien me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. 15 Dónde, pues, está esa satisfacción que experimentabais? Porque os doy testimonio de que si hubieseis podido, os hubierais sacado vuestros propios ojos para dármelos. 16 Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros la verdad? 17 Tienen celo por vosotros, pero no para bien, sino que quieren apartaros de nosotros para que vosotros tengáis celo por ellos. 18 Bueno es mostrar celo en lo bueno siempre, y no solamente cuando estoy presente con vosotros. 19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros, 20 quisiera estar con vosotros ahora mismo y cambiar de tono, pues estoy perplejo en cuanto a vosotros. Como ya hemos explicado antes, la ley consistía no solo de reglas que debían seguirse, sino también de ritos y fiestas que debían guardarse durante todo el año. En Jesús toda la ley fue cumplida: Ya los mandamientos por Él cumplidos y recibido el pecado del mundo también por Él sufrido el castigo apropiado para cada transgresión; ya los ritos de los sacrificios siendo Jesús el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, y ya también en las fiestas ya que cada fiesta a Jesús apuntaba. Y el apóstol Pablo insiste en su carta a los Gálatas en hacerles entender que su decisión de volverse de la gracia hacia la ley, de Cristo hacia la religión, era un error de proporciones terribles.

2 Cómo es posible, les dice, que habiendo ustedes mismos participado en su adoración hacia otros dioses de un montón de obras religiosas, ahora ustedes cambien la fe de Cristo y por ello la gracia, por otro montón de obras religiosas? Ya hemos hablado de muchas de estas obras religiosas, pero ahora se establece el guardar las fiestas: Les dice: Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años Mis hermanos, en la gracia de Jesús, toda la ley es cumplida; por lo cual no tenemos porque guardar las fiestas judías. DESARROLLO 1. Guardando los días, los meses, los tiempos y los años. Guardar los días se refiere a los días de reposo, es decir a los sábados. Los judíos guardaban celosamente, conforme a la ley, el día de reposo en que no debían hacer absolutamente ningún trabajo. Los primeros cristianos, como ya también les he hablado, iniciaron reuniéndose los domingos, para celebrar la resurrección de Jesús. Los primeros cristianos de origen judío, se reunían los sábados en sus sinagogas y luego el domingo con sus hermanos en Cristo para celebrar la resurrección y tomar el pan y el vino. Para ellos Jesús no significaba un cambio de religión sino el cumplimiento de las promesas y las profecías bíblicas. Así que continuaban observando el sábado como día de reposo. Poco a poco empezaron a entender que no ya debían participar de los sacrificios ya que Cristo era el Cordero de Dios y el pecado había sido quitado, por lo cual los sacrificios ya no tenían objetivo alguno. Pero los gentiles nunca habían guardado el sábado, ni tampoco habían participado de sacrificios, ni observado las fiestas solemnes de los judíos. Sin embargo, bajo la influencia de estos cristianos judíos, que les habían enseñado que debían circuncidarse para llevar el pacto de Dios con ellos, y que debían también guardar el sábado como día de reposo y las fiestas solemnes porque Dios las había ordenado; aquellos gentiles habían dejado sus costumbres religiosas simplemente para ahora sustituirlas por otras. Y bueno, el mensaje sigue siendo muy vigente para nuestros tiempos, toda vez que hay aún muchos cristianos judaizantes, que gustan de hacer uso de los ritos, y guardar las fiestas judías. Algunos enseñan que el día correcto de reunión debería ser el sábado dado que ese es el día de reposo y no el domingo. Tienen razón en establecer que el sábado es el día correcto que Dios estableció como día de reposo, sin embargo se equivocan en que nosotros como cristianos debiéramos guardar dicho día. El domingo es el día que Jesús resucitó y por ello el pueblo cristiano se reúne ese día, sin embargo, podríamos reunirnos para adorarle en cualquier día. Podría ser miércoles, o sábado, o jueves; en realidad no tiene importancia.

3 Preferimos hoy día celebrar el nacimiento de Jesús, aunque también sabemos que en las fechas en que se celebra no corresponden con las fechas correctas en que nació. Sin embargo carece de importancia si fue en diciembre o en abril, el hecho es que nació Jesús y lo celebramos. Muchos dicen que es una fiesta pagana, que poner árbol de navidad es incorrecto, que adornar la casa de esferas tiene connotaciones de otras fiestas paganas, etc. La verdad es que nada de eso es importante: Si pones árbol o no lo pones, si adornas tu casa o no lo haces; el punto es que tu corazón esté agradecido por la obra de Dios enviándonos a Su Hijo Jesucristo. Como decía, algunos cristianos quieren judaizarlo todo. Que la danza sea judía de otra forma dicen que es pagana, que la música debe ser de tipo judío de otra forma pues no es correcta. Visten a sus jovencitas de doncellas, tipo judío, les enseñan las formas y movimientos judíos; sin darse cuenta que nada tiene que ver el tipo de música, ni de danza; sino que la verdadera adoración se da en espíritu y verdad. Veamos lo que Jesús nos enseñó al respecto: Juan 4: 19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. 20 Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. 21 Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. 22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. 23 Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren Una mujer samaritana cuestionaba a Jesús sobre el lugar correcto de adoración. Había una gran rivalidad entre samaritanos y judíos, aunque ambos eran hijos de Abraham e Isaac. Sucede que cuando el reino de Israel fue divido en dos, el reino del norte conservó el nombre de Israel, en tanto que el reino del sur fue llamado Judá, de allí viene el nombre de judíos. El reino del sur, los judíos, tenían a Jerusalén como su capital y centro de adoración, dado que el templo había sido erigido por el rey Salomón en aquella ciudad conforme a las instrucciones de Dios. Era el único lugar de adoración donde Dios dijo se manifestaría. Así que cuando el reino fue dividido, el rey de Israel, queriendo evitar que su gente se desplazara hasta Jerusalén para adorar y así favorecer económicamente a su rival del sur, estableció una ciudad de adoración, y esta fue Samaria. Por lo cual los samaritanos declaraban ser el centro de la adoración de su reino, y los judíos establecían que era Jerusalén. En el tiempo de Jesús no había dos reinos, sino que los romanos gobernaban sobre todas las naciones, incluyendo a los dos antiguos reinos, sin embargo la rivalidad por la adoración aún continuaba.

4 Así que, cuestionado Jesús, como judío, por una samaritana sobre el correcto lugar de adoración, Jesús le dice que el lugar dejaba de ser importante. A partir de Él, adorar en Jerusalén o adorar en Samaria era irrelevante. La correcta adoración era espiritual. El tempo de Dios ya no estaría en una ciudad, sino en la vida de cada persona que creyera en Jesús. Así que cada persona sería un centro de adoración, en su espíritu, en la verdad de su fe. Y de la misma forma luchaba Jesús en contra de la religiosidad de los fariseos. Veamos: Jesús había sanado a un hombre ciego de nacimiento en día de reposo y esto fue lo que pasó: Juan 9: 13 Llevaron ante los fariseos al que había sido ciego. 14 Y era día de reposo cuando Jesús había hecho el lodo, y le había abierto los ojos. 15 Volvieron, pues, a preguntarle también los fariseos cómo había recibido la vista. Él les dijo: Me puso lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.16 Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales? Y había disensión entre ellos Los fariseos pensaban que Jesús era un hombre pecador porque, al sanar al ciego en día de reposo, había quebrantado la ley; aunque lo que había hecho era bueno y por cierto un milagro. Algunos otros fariseos se cuestionaban como un hombre pecador podría hacer semejantes milagros. Ellos tenían un conflicto. Si decían que el milagro procedía del poder del diablo, entonces asegurarían que el diablo hacía el bien y tenía poder mayor al de ellos; si decían que era de parte de Dios entonces tendrían que reconocer que Jesús procedía de Dios, pero no era posible porque rompía con la ley. Parece ser que Jesús los volvía locos, no sabían que hacer; porque no habían comprendido la Voluntad de Dios sino únicamente guardaban mandamientos. Mateo 12: 1 En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo; y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigas y a comer. 2 Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo. 3 Pero él les dijo: No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; 4 cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes? 5 O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo, y son sin culpa? 6 Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. 7 Y si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes; 8 porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo Nuevamente vemos a los fariseos siendo celosos al extremo del cumplimiento de la ley de Moisés. Tenían a Jesús y a sus discípulos en la mira, buscando algún

5 error, alguna palabra incorrecta para entonces desprestigiar el movimiento que estaban desarrollando. Así que vieron a los discípulos de Jesús tomar espigas para comer en día de reposo y rápidamente fueron con Jesús, su líder, para ver que podía decir. La respuesta los dejó abrumados. Con pleno conocimiento de las escrituras, Jesús les indicó dos diferentes pasajes bíblicos donde la ley de Dios no fue seguida y nada pasó. Entonces concluyó: Si supieras que significa misericordia quiero y no sacrificio, entonces no condenarías a los inocentes. Jesús les decía que su legalismo lo único que hacia era condenar a los inocentes, y que el Hijo del hombre es señor aún del día de reposo. El día del reposo, como tal, es absolutamente nada. El día de reposo era, como todo en la ley, figura y sombra de las cosas venideras. Hebreos 4: 1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. 2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. 3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. 4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día. 5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo. 6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, 7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones. 8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. 9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia El pueblo de Dios, aunque salió de Egipto no pudo entrar en la promesa de Dios sino que quedaron en el desierto. No fue sino una nueva generación con un espíritu diferente quienes pudieron entrar y reposar en aquella tierra prometida. Y entonces la Palabra de Dios hace una comparación y nos deja ver que muchos, aún conociendo la salvación por medio de Jesús podrían quedarse fuera del reposo de Dios.

6 Cuál es el significado espiritual del día de reposo? Pues comprendámoslo claramente: Dice la escritura que aún permanece la promesa de entrar en Su reposo, y el día para ello es hoy, no mañana, ni cuando resucitemos de los muertos, sino hoy. Si escuchas hoy Su voz, no endurezcas tu corazón, sino cree. Quien entra en el reposo, reposa de sus obras como Dios reposó de las suyas. Por lo tanto, entrar en el reposo de Dios es por fe y no por obras, no por lo que hagamos, sino por lo que Él hizo; de forma tal que podemos hoy gozar de la bendición de Dios en Su reposo. Sí, el reposo de Dios no es guardar el sábado, ni el domingo; no es un día de descanso, sino la gracia de Dios en Cristo Jesús. El sabath es la gracia de Jesús donde podemos reposar de todas nuestras obras. Jesús es entonces nuestro reposo, es nuestra pascua, es el cumplimiento perfecto de la ley; por lo cual que nadie te lleve a obras religiosas, sino vive tus fiestas, vive tu reposo en Cristo Jesús. 2. Cristo formado en ti. Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros El apóstol Pablo les dice a los Gálatas que vuelve a sufrir dolores de parto por ellos. Evidentemente se refiere a que debían nacer de nuevo, al parecer su conversión, gracias a los judaizantes, solo había sido de una religión por otra religión. El objetivo jamás fue ese. Quiero que comprendan que ser cristiano no es una conversión de una religión católica o la que sea para ser cristiano; no, el cristianismo, como ya antes lo habíamos establecido es que Cristo sea formado en ti. Cristo formado en ti, nada tiene que ver con reglas morales, nada tiene que ver estilos de vida, nada que ver con rituales y nada que ver con guardar días de reposo y fiestas solemnes. Cristo formado en ti es que el Hijo de Dios sea formado en ti y que seas un Hijo de Dios, revestido de Cristo. Como dijo Pablo: Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi. 3. Ministración Muchas gracias te doy Señor mi Dios por la salvación tan grande y maravillosa que me has dado Gracias porque todo lo ganaste para mi Hoy decido descansar en ti, reposar en tu gracia de todas mis obras. Me abandono en ti totalmente, hoy yo anhelo que Cristo sea formado en mi Hoy te busco a ti, no a ninguna religión.