ESTUDIO DE 1ª CARTA DE CORINTIOS Por: Rubén Álvarez Carnales o espirituales

Transcripción

1 ESTUDIO DE 1ª CARTA DE CORINTIOS Por: Rubén Álvarez Carnales o espirituales Introducción 1 Corintios 3: 1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, no sois carnales? El apóstol Pablo continua su exhortación a la iglesia de Dios en la ciudad de Corinto, la cual presentaba el problema de división. Como recordarán la iglesia estaba fraccionada en cuatro diferentes grupos: El primero apoyaba al apóstol Pablo como líder de la iglesia, ya que había sido fundada por él; sin embargo otro grupo establecía que Apolos debía ser el líder ya que éste les había dedicado bastante tiempo en la ciudad y les había enseñado las escrituras. Otra facción apoyaba a Pedro como líder, aunque nunca había estado en aquella ciudad, tal vez porque no reconocían ni en Pablo ni en Apolos a un verdadero apostol y veían a Pedro como el líder de la iglesia. La cuarta facción proclamaba a Cristo como único líder de la iglesia, lo cual era mucho mejor, pero tenían el problema de no aceptar a los otros grupos. Así que la iglesia de Dios en Corinto estaba dividida y teniendo constantes conflictos. Y el apóstol Pablo, después de hablarles de las maravillas de la sabiduría oculta, que está predestinada para nosotros quienes hemos creído en Jesús, y que se trasnfiere desde Dios a nosotros a través de la revelación del Espíritu Santo, formando en nosotros, como obra culminante, la mente de Cristo; les aclara: Pero ustedes estan lejos de ello, es por ello que no les pude dar alimento sólido, fuerte; sino apenas leche, como si fueran niños pequeños. Por qué no podrían recibir revelaciones poderosas de la Palabra de Dios? Pues porque eran carnales, lo cual los ponían en una situación de niños pequeños, espiritualmente hablando. Y como recordarán Pablo ya les había dicho: 1 Corintios 2: 14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente Así que, aunque el apóstol Pablo les hablara las grandes revelaciones espirituales, la sabiduría oculta de parte de Dios, para ellos solamente sería locura, porque no tenían la capacidad de discernirlas espiritualmente.

2 Ahora bien, quisiera que recordáramos las palabras del apóstol Pablo apenas iniciando esta carta: 1 Corintios 1: 1 Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, 2 a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro Les dice santificados en Cristo Jesús, pero en este tercer capítulo les dice carnales. Por mucho tiempo predicadores han dicho que los carnales no son santos, pero el apóstol Pablo dice otra cosa. Yo preguntaría a quienes establecen no se es santo si se es carnal: Cuándo mintió Pablo, cuándo les dijo santificados o cuándo les dijo carnales? Pues no creo que haya mentido en ninguna de estas dos declaraciones, y creo que toda la escritura es inspirada por el Espíritu de Dios, por lo cual puedo comprender que un cristiano carnal de todas formas ha sido santificado en Cristo Jesús. Claro está que le falta mucho a ese cristiano, hay mucho por delante para él, pero sin duda ha sido ya santificado en Cristo Jesús. Otra reflexión importante para los tiempos que vivimos, es que la gran mayoría de los predicadores enseñan que la carnalidad tiene que ver con las pasiones de tipo sexual. Vamos, lo dicen así: La carnalidad es darle gusto a la carne. Esto me parece nuevamente uso de palabras y etimologías, pero no revelación del Espíritu. Por qué lo digo? Pues porque los Corintios, aún y cuando vivían en una ciudad sexualmente decadente donde estaba el templo de Afrodita y la economía estaba basada en la perversión sexual; no presentaban ese tipo de inclinaciones; sino que la carnalidad, de la cual hablaba el apóstol Pablo, estaba manifestada en discusiones, en celos, en contiendas, en resumen en divisiones. Así que la carnalidad no es únicamente un problema de placeres sexuales o de darle gusto a la carne como dicen. Entonces, cómo debiéramos ver a la carnalidad? Qué es ser un cristiano carnal? Serán las discusiones, los chismes, o los placeres sexuales la causa de la carnalidad o todo lo anterior es solo la punta del iceberg? Veamos lo que nos dicen las escrituras al respecto y comprendamos lo que el Espíritu le dice a la Iglesia: DESARROLLO 1. La manifestación de la carne Podríamos iniciar comprendiendo lo que nos dice Gálatas 5: 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a éstas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios

3 La Palabra de Dios dice que las contiendas, las discusiones, las disensiones, las envidias, etc., solo son manifestaciones de la carnalidad, y no la carnalidad misma. Es apenas la punta del iceberg, es la parte visible de una problema mucho mayor que no se ve. Todas las prácticas que acabamos de leer no son el origen de la carnalidad sino la evidencia de este problema. Por lo cual, si alguien intentara eliminar su carnalidad luchando en contra de tales prácticas lo único que estaría haciendo sería cortar la punta del iceberg, quitar las ramas que dan mal fruto; pero el problema no está allí. Jamás la carnalidad será eliminada luchando en contra de las prácticas que la hacen evidente. Otra reflexión muy importante es que el cristiano ha sido santificado en Cristo Jesús, teniendo como destino ser santo; no obstante, si el cristiano persistiera en andar en la carne no podrá heredar el reino de Dios. Hay una provisión divina para todo aquel que ha creído en Cristo Jesús para quitar el problema de la carnalidad y volvernos cristianos espirituales. 2. La carnalidad Así que la carnalidad podríamos definirla de forma sencilla como dependencia de la carne para realizar todas nuestras tareas, teniendo esta carnalidad cristiana varias fuentes: a) La ley y los reglamentos. Romanos 8: 1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. 7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios Lo que era imposible para la ley, debido a la debilidad de la carne, Dios lo solucionó condenando al pecado en la carne de Su Hijo Jesucristo, para que la justicia de la ley se cumpliera en nosotros andando en el Espíritu Este es un intercambio maravilloso: Pecados por Justicia de Dios. Los pecados condenados en el cuerpo carnal de Cristo, de forma tal que nosotros ya no

4 estuviéramos sujetos a obedecer una ley exterior escrita sobre papel o piedra; sino que fuéramos habilitados para recibir la ley de Dios escrita en nuestro interior por el Espíritu. Tendríamos que decidir que dirige nuestra vida cristiana: reglamentos morales o el Espíritu de Dios. La ley y otros Intentar obedecer la ley de Dios o los reglamentos morales de cada grupo religioso depende de la fuerza de voluntad y carácter de cada persona; pero la Palabra de Dios nos dice que esa fuerza de voluntad y el carácter son débiles, no son suficientes para lograr el estándar de un Hijo de Dios. Si un cristiano anhela vivir recta e íntegramente delante de Dios no debe depender de la carne, porque aunque sea grande y auténtico su ánimo de vivir en santidad, no le alcanzará con ello. Es necesario el fluir de la fuente de vida, de la fuente de santidad y rectitud dentro de nosotros. Es necesario el fluir del Espíritu que precisamente se llama: Espíritu de Santidad La carnalidad entonces es el uso de los recursos humanos con que contamos para intentar vivir conforme a los estándares divinos. Comprendemos pues que no se puede, no alcanza. Quien así lo intente será evidenciado como la iglesia de Corinto: Pleitos, iras, contiendas, envidias, amarguras, etc. b) La ausencia de fe Gálatas 3: 23 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. 24 De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. 25 Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo,26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;27 porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos La ley, dice la escritura, es como un ayo, es decir un instructor para un niño. Pero notemos la declaración antes y después. Antes era la ley, pero después es la fe. Así que, venida la fe, ya no estamos bajo ningún instructor. La fe pues es la que abre las puertas para una vida espiritual. La fe no reside en nuestros cinco sentidos carnales, ni tampoco en las emociones, pensamientos razonados, ni en los sentimientos. La fe reside en el espíritu, es un regalo de Dios para que podamos empezar a vivir en el Espíritu. La fe opera la mayoría de veces contra lo que dicen nuestros cinco sentidos, así fue con Abraham quien creyó en la esperanza de la promesa de Dios contra la esperanza que veía en su propio cuerpo viejo y sin vigor. La fe opera la mayoría de las veces en sentido contrario de nuestros pensamientos razonados lógicamente creyendo en que Dios realizará algo sobrenatural, en contra también de nuestros propios sentimientos cuando perdonamos al agresor o

5 amamos al enemigo y aún en contra de nuestras propias emociones cuando estamos gozosos en medio del conflicto o cuando tenemos paz en medio de una gran pérdida. La fe opera en nuestra espíritu, le da vida, separa al espíritu del alma. Por lo cual podríamos comprender que una vida carnal es una vida sin fe, una vida basada en decisiones hechos a través de lo que ven los ojos, de lo que razona la mente, de lo que siente el corazón. Pero venida la fe, no podemos seguir viviendo en la carne. La fe, dijo Jesús, es como un pequeño grano de mostaza, que una vez sembrado surge como el más grande de los arbustos. La fe tiene el potencial de hacerte un hombre o una mujer espiritual. 3. La falta de amor. Y finalizo la naturaleza de la carnalidad, mostrando otra carencia mas de este terrible estado de muchos cristianos: La falta de amor. Dice Gálatas 5: 14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo Toda la ley divina, la cual es imposible de cumplir con los recursos humanos con que contamos, se resume, dice a Palabra de Dios, en una sola palabra: Amarás a tu prójimo como a ti mismo El amor es un recurso escaso en el ser humano. Los seremos humanos hemos recibido una dotación de amor. Amamos a nuestros padres, amamos a nuestros hijos, el hombre ama a su esposa y la mujer ama a su esposo. Hablamos de una amor de familia donde protegemos y nos damos por ellos. Pero el amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos no es únicamente aplicable para nuestra familia. Amar a nuestro prójimo, dijo Jesús, significa hacer con los demás como nos gustaría que hicieran con nosotros. Podemos leer estas palabras de Jesús como una nueva regla o mandamiento y agregarla a la ya pesada lista de mandatos que tenemos que cumplir los cristianos y nos sentiremos aún más agotados tan solo de considerar todo lo que se nos demanda; o bien podemos comprender que si Jesús dice que esto es lo que espera de nosotros es porque Su provisión divina está lista para suplir nuestra necesidad y entonces estaremos tranquilos y pacientes dependiendo de Él. Padres, cómo les gustaría ser tratados por Su Padre Celestial? Pues de esa forma traten a sus hijos. Líderes de la congregación Cómo les gustaría ser tratados por sus jefes? Así traten a la gente que colabora en esta congregación. Otras preguntas más: Te gustaría ser juzgado por Dios debido a tus errores? Pues entonces no juzgues a los demás.

6 Al amor de Dios además no busca recompensas ni compensaciones. Dios amó al mundo y le dio a Su Hijo Jesucristo para que el mundo fuera salvado por Él. La salvación del mundo ya fue ganada, aún y cuando muchos la rechacen. Dios amó y no dio a Su Hijo solo por aquellos que responderían favorablemente, sino por todos. El amor humano, el amor de la carne, siempre busca una compensación o recompensa; pero el amor de Dios es incondicional. El amor es entonces otra provisión divina única por la cual podemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. 1 Juan 4: 7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. 9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. Quien no tiene el amor para amar a los demás, no solo a su familia, aún no conoce a Dios y no ha nacido del Espíritu, sigue inmerso en sus propios recursos y capacidades humanas, es un cristiano carnal. Quien ama esperando recompensa o compensación aún no conoce a Dios, porque Su amor es diferente, es incondicional. 4. Por qué la carne? Y bueno, después de comprender la naturaleza de la carne, esa gran masa de hielo bajo el agua que no se ve y que produce una montaña que si se ve, la evidencia; me salta una pregunta: Por qué es tan difícil abandonar la carne y poder vivir en el Espíritu? Pues porque hemos vivido en la carne durante muchos años de la vida. Hemos aprendido a depender de nuestros recursos y capacidades humanas desde que nacimos, y nos sentimos inseguros si dejamos de usarlos como lo hemos hecho. Es por ello necesario abrir una vida espiritual a través de la fe, creyendo que Dios, a través del sacrificio de Jesús, nos revelará los recursos divinos, recursos sobrenaturales, recursos poderosos; para descongelar la bola de hielo desde adentro del agua y así desaparezca el iceberg. Depender de los recursos y capacidades divinos es vivir por fe, y es la puerta de la revelación, de la mente de Cristo en nosotros. Te gustaría hoy mismo doblegar tu cabeza y aceptar que tus propios recursos han sido incapaces de crear a un verdadero hijo de Dios en ti? Podrías hoy creer que todos los recursos divinos están listos para ser revelados a tu espíritu a través del Espíritu de Dios? Podrías hoy, por la fe, dar el paso hacia el vacío, abandonando tus propios razonamientos, sentimientos, emociones y sentidos para abrazar los recursos divinos?