RESUMEN DE "LA TORTURA EN CHINA" 17/58/92/s DISTR: SC/CO/GR

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1 RESUMEN DE "LA TORTURA EN CHINA" DICIEMBRE DE /58/92/s ÍNDICE AI: ASA DISTR: SC/CO/GR La tortura se ha convertido en un mal endémico en muchos centros de detención de China, y su práctica es ahora mucho más generalizada que hace diez años. Las continuas campañas de las autoridades chinas para terminar con la delincuencia y la oposición política durante la pasada década han contribuido a esta tendencia. A fines de 1991, un periódico oficial chino describió la práctica de la tortura para obtener confesiones como "una enfermedad persistente en la que no se ve una mejora a pesar de un largo tratamiento" (Renmin Gong'an Bao, núm. 661, 27 de septiembre de 1991). Aunque la tortura está prohibida por la ley en China, la policía y otros funcionarios del Estado continúan empleándola para obtener confesiones o para intimidar o castigar a los presos. Según fuentes oficiales, en 1991 las fiscalías de China investigaron y procesaron 407 casos de "obtención de confesiones mediante tortura", y en 1990 y 1991 hubo un total de 24 guardias y celadores condenados a prisión por administrar "castigos corporales" a los presos. Estas cifras oficiales no reflejan la incidencia real de la tortura que, según los informes, es mucho mayor que el número de casos investigados y procesados oficialmente. En un informe titulado La tortura en China (Índice AI: ASA 17/55/92/s), publicado el 9 de diciembre de 1992, Amnistía Internacional cita los casos de decenas de detenidos que no han sido juzgados y de presos convictos que, al parecer, han sido torturados o maltratados por agentes de policía o por funcionarios del Estado, o por personas que actuaban con su aquiescencia. El informe describe también los métodos de tortura más habituales, las circunstancias en que ésta se produce y los factores que facilitan su uso. El informe describe muchos tipos diferentes de tortura en las prisiones del país. Los golpes fuertes son muy comunes, y el uso de varas eléctricas para ganado, que infligen fuertes descargas eléctricas, está generalizado. A los presos los encadenan muchas veces con esposas o hierros, en ocasiones con grilletes extremadamente apretados o en posturas que causan un dolor

2 2 insufrible. Otros métodos habituales de tortura son el encarcelamiento en celdas diminutas o completamente a oscuras sin calefacción, ventilación ni instalaciones higiénicas. Algunos métodos de tortura son extremadamente crueles y brutales, y han provocado muertes. Según el informe, desde octubre de 1988, fecha en que la República Popular China ratificó la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, las autoridades chinas no han tomado ninguna medida eficaz para disminuir el peligro de que los presos sean sometidos a tortura u otros malos tratos. Durante ese periodo, la incidencia de la tortura en las prisiones y los centros de detención de China, en todo caso, ha aumentado. Los casos de tortura citados en el informe se refieren a presos recluidos en diversos lugares, como centros de detención, prisiones y campos de trabajo, en varias provincias y ciudades de China. A continuación citamos algunos ejemplos. Según los informes, Liu Gang, licenciado en medicina y dirigente estudiantil de Pekín durante las manifestaciones de 1989 en favor de la democracia, fue torturado repetidamente desde 1991 en el Destacamento de Reforma por el Trabajo Núm. 2 de Lingyuan, en la provincia de Liaoning, en el nordeste de China. Se trata de uno de los al menos 13 presos políticos que fueron terriblemente maltratados por funcionarios de prisiones en Lingyuan. En varias ocasiones, Liu Gang y otros presos fueron golpeados, les aplicaron repetidas descargas eléctricas con porras en partes sensibles del cuerpo y los recluyeron en régimen de aislamiento en celdas diminutas, oscuras y húmedas. Algunos de estos malos tratos se los infligieron como castigo cuando pidieron que los trataran de acuerdo con las normas descritas por el gobierno chino en un "documento blanco" sobre los derechos humanos en China publicado a principios de noviembre de Tras las protestas, Liu Gang fue recluido en aislamiento en una unidad de "régimen estricto" de la prisión, donde, al parecer, le torturaron repetidamente. Parece ser que seguía recluido allí a mediados de 1992, y se teme haya seguido sufriendo malos tratos. No se ha recibido más información sobre él. En un caso, en la provincia de Fujian, un agricultor de 50 años del condado de Putian fue colgado, según los informes, cabeza abajo del marco de una ventana, y los policías le golpearon repetidamente, todo ello durante los interrogatorios que siguieron a su detención, en diciembre de Al parecer, también sufrió graves abusos durante el tiempo que permaneció detenido: entre otras cosas, los guardias le dieron latigazos por todo el cuerpo y la cabeza, y permitieron que otros reclusos le golpearan. Parece ser que este agricultor, llamado Chen Zhuman, había sido detenido por unirse a un grupo cristiano, la Iglesia del Nuevo Testamento, prohibido por las autoridades locales. Según la información recibida por Amnistía Internacional, ahora sufre problemas graves de audición y su estado de salud es malo a consecuencia de las repetidas palizas.

3 3 Al parecer, la tortura y los malos tratos también son especialmente graves en la Región Autónoma del Tíbet y en otras regiones, como las provincias de Hunan y Shaanxi. Según numerosos testimonios, la tortura a detenidos políticos tibetanos ha sido sistemática en esa región durante años. Diversas fuentes han denunciado públicamente numerosos casos de tortura. Sin embargo, no ha habido ningún informe oficial que indique que los responsables hayan comparecido ante la justicia. Entre los casos que han llegado a conocimiento de Amnistía Internacional se encuentra el de Laba Dunzhu (Lhakpa Dondrup), joven tibetano que tenía 18 o 19 años de edad cuando fue detenido, en 1989, y que, según los informes, murió en noviembre de 1991 en un hospital de Lhasa, capital del Tíbet, tras ser trasladado allí desde el Centro de Detención de Gutsa, en Lhasa. Se desconoce la causa de su muerte, pero parece ser que había sufrido terribles torturas mientras permaneció detenido y que a consecuencia de ellas sufrió numerosas lesiones, entre ellas rotura de bazo. Según los informes, entre las torturas que le infligieron se encontraban golpes reiterados con porras y con los puños y patadas en la espalda y el abdomen; también le colgaron por los brazos tras encadenárselos a la espalda en una postura forzada y le obligaron a permanecer tumbado en el suelo boca abajo completamente desnudo con un frío helador. No se ha producido ningún informe oficial sobre su muerte. Los informes indican que en la provincia de Hunan tanto los presos políticos como los comunes son sometidos a un alto grado de brutalidad en diversos centros de detención. Al parecer, los presos políticos detenidos a raíz de la represión del 4 de junio de 1989, así como otros reclusos, han recibido fuertes palizas, les han aplicado descargas eléctricas con varas para ganado, les han encadenado o han permanecido atados durante meses, sin interrupción, a un mecanismo conocido como la "tabla con grilletes". Algunos presos han sufrido trastornos mentales y graves daños físicos a consecuencia de estas torturas. Según los informes, en 1992 Yu Zhijian y Yu Dongyue, dos presos políticos recluidos desde 1989, se encontraban en unas condiciones físicas y mentales muy malas a consecuencia de la tortura y de más de 30 meses de tratos crueles e inhumanos en la Prisión Provincial Núm. 3 de Lingling. Al parecer, los dos sufrieron malos tratos y permanecieron recluidos durante más de dos años en celdas diminutas, oscuras y húmedas en régimen de aislamiento sin calefacción ni ventilación. A principios de 1992, parece ser que Yu Zhijian estaba en los huesos y que Yu Dongyue mostraba síntomas de trastorno mental y había perdido el control de algunas de sus funciones corporales. Los casos descritos anteriormente son sólo unos cuantos de los citados en el reciente informe de Amnistía Internacional. La organización conoce otros casos y dispone de más información que demuestra que la tortura y otros abusos contra los presos son muy frecuentes en muchos centros de detención de toda China. El informe describe diversos aspectos del sistema judicial

4 4 y de aplicación de la ley en China que contribuyen a la práctica de la tortura. Los principales factores que facilitan esta práctica son: la falta casi total de salvaguardias para los derechos de los presos, la falta de investigaciones imparciales sobre las denuncias de tortura y la casi total impunidad de que disfrutan los torturadores. Los presos tienen pocos derechos según la ley, y en la práctica se considera que no tienen ninguno. Muchas veces los mantienen en régimen de incomunicación durante meses tras ser detenidos, y durante todo el tiempo que permanecen recluidos están a merced de sus carceleros. De hecho, la ley permite a la policía mantener a personas bajo custodia sin ningún contacto con el exterior durante semanas o meses, e incluso años, si lo desea. Muchos detenidos permanecen recluidos en virtud de normas administrativas, sin derecho a tener acceso a un abogado o a un juez. Los acusados en virtud del código penal sólo tienen derecho a acceder a un abogado en el momento del juicio, normalmente unos meses después de su detención. La ley no garantiza el acceso a los familiares, y normalmente este acceso sólo se permite cuando el preso ha sido juzgado y sentenciado o cuando se le ha "asignado" un periodo de detención administrativa. Además, las visitas de los familiares se pueden negar siempre que convenga a los funcionarios de la prisión y, cuando se permiten, están supervisadas estrechamente por guardias; el correo de los presos también está censurado. Así, los reclusos pueden ser torturados sin que nadie ajeno a la prisión lo sepa. Los únicos que, normalmente, pueden presentar denuncias son los guardias y los funcionarios de la prisión que, aunque no participen personalmente en la tortura, suelen encubrir a sus compañeros. Por eso, pocos presos se atreven a presentar denuncias, pues saben que tienen muy pocas posibilidades de que les escuchen y temen las posibles represalias. Aunque algunos casos de tortura se investigan oficialmente, muy pocas de esas investigaciones se llevan a término. Las fiscalías chinas, responsables de investigar las denuncias de tortura, normalmente no emprenden ninguna acción. Según varios ex presos, en los centros de detención en los que la tortura es frecuente, los fiscales suelen saber lo que está sucediendo, pero prefieren no darse por enterados. La función principal de las fiscalías es actuar como acusación del Estado en casos penales: son responsables de aprobar las detenciones, participan en investigaciones criminales e inician las acusaciones. En este proceso, colaboran estrechamente con la policía, y normalmente prefieren no hacer nada cuando un agente utiliza la fuerza contra los detenidos para obtener "resultados". Muchas de las investigaciones, cuando se llevan a cabo, se abandonan sin que se llegue a procesar a los presuntos torturadores. En muchos casos, los autores de las torturas sólo reciben sanciones administrativas, como una degradación o un traslado. Cuando son procesados, las penas suelen ser leves. Así, muchos responsables escapan al castigo o reciben sentencias muy leves, lo cual contribuye

5 a fomentar en otros la sensación de que pueden abusar de los reclusos impunemente. Algunos artículos aparecidos en la prensa oficial china describen el sentimiento de impunidad que reina entre los agentes de policía a causa del encubrimiento por parte de sus superiores y de la falta de acciones legales en su contra. Otros factores que facilitan la práctica de la tortura son: la dependencia generalizada del procedimiento judicial en las confesiones (muy pocos casos van a juicio sin una confesión del acusado); la falta de supervisión de los actos de la policía; y la falta de procedimientos adecuados para presentar denuncias. En su informe, Amnistía Internacional describe las medidas fundamentales que considera necesarias para erradicar la tortura en China, y pide al gobierno chino que las ponga en práctica, de acuerdo con las obligaciones contraídas por su país como Estado Parte de la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura. Estas medidas incluyen la introducción de salvaguardias jurídicas fundamentales para los derechos de todos los detenidos y los presos (en particular, que se les permita el acceso a familiares, abogados y médicos de su elección inmediatamente después de su detención y de forma periódica a partir de entonces) y la introducción de mecanismos para garantizar la aplicación efectiva de estas salvaguardias. Otra medida fundamental consiste en garantizar que todas las denuncias de tortura son investigadas imparcialmente por órganos independientes, que los métodos y las averiguaciones de esas investigaciones se hacen públicos, y que los responsables de la tortura comparecen ante la justicia. Otras medidas importantes son: la introducción de salvaguardias durante el interrogatorio y la custodia; la introducción de procedimientos específicos para permitir a los presos presentar denuncias sin temor a represalias; y poner fin a la dependencia de los procedimientos judiciales en las confesiones. Amnistía Internacional ha instado también al gobierno chino a tomar medidas inmediatas para garantizar que todos los informes de tortura, incluidos los descritos en el informe, serán investigados de forma exhaustiva e imparcial, a hacer públicos los resultados de esas investigaciones y a llevar a los responsables de las torturas ante la justicia. 5 PALABRAS CLAVE: TORTURA/MALOS TRATOS1 / CONFESIONES / MUERTE BAJO CUSTODIA / DETENCIÓN ADMINISTRATIVA / DETENCIÓN EN RÉGIMEN DE INCOMUNICACIÓN / IMPUNIDAD / RÉGIMEN DE AISLAMIENTO / POLICÍA / PERSONAL PENITENCIARIO / MALA SALUD / ESTUDIANTES / MENORES / AGRICULTORES / MIEMBROS DE GRUPOS RELIGIOSOS - PROTESTANTES / PRESOS POLÍTICOS / INVESTIGACIÓN DE ABUSOS / CONVENCIÓN DE LA

6 6 ONU CONTRA LA TORTURA / FOTOGRAFÍAS / Este documento resume un informe titulado La tortura en China (Índice AI: ASA 17/55/92/s), publicado por Amnistía Internacional en diciembre de Quien desee más información o emprender alguna acción al respecto deberá consultar el documento en su integridad. SECRETARIADO INTERNACIONAL, 1 EASTON STREET, LONDRES WC1X 8DJ, REINO UNIDO TRADUCCIÓN DE EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL, ESPAÑA

7 7 CLAVE PARA LAS FOTOGRAFÍAS DE LAS PÁGINAS SIGUIENTES Núm. 1Porras eléctricas y otros artículos producidos por la Fábrica de Radios de Tianjin Bohai. Núm. 2Una obrera comprueba las porras eléctricas; "breve introducción" a la Fábrica de Radios de Tianjin Bohai. Núm. 3Unas cuantas porras eléctricas y una porra de caucho fabricadas en la Fábrica de Radios de Tianjin Bohai, con sus correspondientes descripciones: 749II alto voltaje,749 tamaño de bolsillo tamaño de bolsillo 748 tamaño pequeño762 porra eléctrica 774 con potente linterna725 tamaño pequeño 768 porra de caucho766 pulsación de alto voltaje 773 arma eléctrica776 alto voltaje disimulada como si fuera un equipo de luz Núm. 4Páginas de un folleto elaborado por la Fábrica de Radios de Tianjin Bohai en el que aparecen una variedad de porras eléctricas con voltajes que oscilan entre los y los voltios. Núm. 5Portada de un folleto de la fábrica Mensuo, en la ciudad de Chengdu, en el que aparecen (a) grilletes para pulgares, (b) grilletes para tobillos, (c) grilletes para pulgares. Núm. 6Contraportada del mismo folleto que muestra cuatro tipos diferentes de esposas. Núm. 7Un ex preso muestra cómo le esposaron las manos a la espalda. Núm. 8Boceto de una tabla con grilletes. Núm. 9Varios presos trabajan desnudos dentro de cubas de productos químicos tóxicos.

8 8 DERECHA: Un ex preso muestra cómo le encadenaron con las manos esposadas a la espalda. IZQUIERDA: Boceto aproximado de una "tabla con grilletes": una puerta de madera puesta sobre cuatro patas cortas, con grilletes en las cuatro esquinas. Un agujero en el centro permite la evacuación de orina y excrementos. DERECHA: Varios presos trabajan desnudos dentro de cubas de productos químicos tóxicos utilizados para curtir las pieles de cordero en la Fábrica de Pieles y Ropas de Qinghai, en Xining, provincia de Qinghai.