Trucos de maquillaje Autor: Ana Plata

Transcripción

1 Trucos de maquillaje Autor: Ana Plata 1

2 Presentación del curso Un curso muy claro que te ayudará a estar guapísima par cualquier ocasión. Maquillarse es como un cuadro que necesita de un poco dedicación y de arte. 2

3 1. Primer paso: Conoce tu rostro Es fundamental conocer que tipo de piel posees, para que de este modo puedas adquirir los productos que más le convengan a tu rostro, pues no debes olvidar que es éste quien ofrece la primera impresión a quienes te rodean. Tipos de piel Piel Sensible: Se caracteriza por irritarse con facilidad, mostrando sequedad extra en partes como los pómulos. La piel muestra un aspecto quebradizo, opaco o con arrugas, en donde muchas veces se alcanzan a ver las venitas de la cara. Este tipo de piel es característico de mujeres adultas mayores de 30 años. Piel Grasa: Se caracteriza por un intenso brillo; por lo general, se manifiesta con la aparición de problemas de acné en todo el rostro. Es muy común en mujeres adolescentes de los 13 a los 20 años. Piel Mixta: Combina las dos categorías anteriores, presentando sensibilidad en la zona de los pómulos y brillo en la llamada zona T, compuesta por la frente, la nariz y la barbilla. Piel Normal: No se ubica en ninguna de las categorías anteriores, sin embargo son pieles muy escasas, dado a que las mujeres sufrimos cambios hormonales que alteran la tez de nuestro rostro. 3

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5 2. Segundo paso: limpia tu rostro profundamente Tras mirarte en el espejo y reconocer el tipo de piel que posees, puedes buscar productos cosméticos que se adecuen a tu categoría. Lo primero que debes poseer, es una limpiadora facial, las cuales vienen en distintas presentaciones, de esta forma, para las pieles sensibles o normales pueden equiparse con una limpiadora en crema, preferiblemente a base de pepino, o con un jabón suave recordando siempre que sea para piel sensible, por ejemplo aquellos a base de avena. Si tu piel es mixta o grasa es mucho mejor utilizar una limpiadora espumosa, preferiblemente con gránulos exfoliantes, pues estos ayudarán a remover las células muertas que posee la piel. Este baño, se debe realizar con agua tibia, puesto que así los poros se abren y se pueden limpiar más a fondo. Tras limpiar, el rostro se tonifica con una loción astringente, la cual se aplica con un algodón. Las pieles sensibles pueden omitir este paso o buscar una loción sin alcohol, pues de lo contrario sería contraproducente. Por último, pero no menos importante, en todas las pieles se debe aplicar una crema humectante o hidratante que incluya protector solar. La crema dejará la piel tersa y lista para recibir el maquillaje que se desea aplicar. Recuerda que todo este proceso no sólo se debe realizar en la cara, sino también en 5

6 el cuello, pues esta zona también posee una piel muy delicada. 6

7 3. Tercer paso: Elección de la base Lo primero que se le debe aplicar al rostro, es la base, la cual también debe estar acorde también con el tipo de piel que posees, de lo contrario el maquillaje se estropearía totalmente. Para las pieles grasas y mixtas es recomendable utilizar una base líquida, mientras las sensibles pueden utilizar aquellas más densas que vienen en presentación de crema o panstick. Es fundamental que la base elegida sea de larga duración (permawear), es decir, de aquellas que no se van tan fácilmente si algo roza tu piel, pues así no tendrás que preocuparte a cada momento de retocarla; además que estas evitan la sensación grasosa en el rostro. Sin embargo, como todas sabemos lo primordial de una buena base es que su color sea compatible con nuestro rostro. Si bien, muchos recomiendan que la base sea del mismo tono que el de nuestra tez; no obstante, es mucho mejor comprar un tono menor (solamente un tono) al que poseemos, puesto que así podremos aplicar una mayor cantidad en las zonas que deseamos cubrir, por ejemplo, los indeseables granitos de acné o las ojeras; sin que se note un cambio de color. Si bien para ocultar estos problemillas existen correctores (bases en forma de labial), sin embargo, es más sencillo ocultarlos con la misma base puesto que es difícil hacer coincidir el tono del corrector con el de la base y el de estos dos con el de nuestra piel, y lo que finalmente tendremos serían zonas más oscuras que otras, generando una mancha mayor a la que ya poseíamos. 7

8 Muchas se estarán diciendo: pero si aplicamos un tono más claro quedaremos como Morticia Adams, con la cara más blanca de lo normal, pero no os preocupéis que luego el color se corregirá al aplicar los polvos, lo que será nuestro último paso. 8

9 4. Cuarto paso: Cubrir el rostro con la base La base se debe aplicar al rostro con esponjitas destinadas exclusivamente para esta función. De esta forma, se empapa un poco la esponja con la base y con ella se difumina en el rostro, no se deben utilizar los dedos en ningún momento. Es así como la base se aplica de arriba para abajo, primero la frente, se baja a la nariz, luego por las mejillas se pasa a la barbilla y se termina en el cuello, todo de una forma pareja. Teniendo la primera capa de base en el rostro, se deja un poco de base en la esponjilla y se aplican pequeñas proporciones en las zonas que deseamos cubrir específicamente (puesto que con la primera capa, aún son visibles) para lo cual puedes ayudarte con tus dedos cubriendo sólo la parte problemática; de este modo, la esconderemos y nuestro rostro lucirá parejo. Dado que la base tarda un poco en secar y afirmarse en la piel, se continuará con el resto del proceso de maquillaje, dejando para el final como os comenté antes, los polvos, que emparejaran el color de la piel. No os debéis poner otra capa de base, tratando de emparejar los colores, puesto que esto sólo hará que la base que se puso para cubrir específicamente los granitos u ojeras se corra y no oculte lo que deseamos ocultar; asimismo acentuará las líneas de expresión, cosa que tampoco queremos. 9

10 5. Quinto paso: haz brillar tus ojos Tras cubrir tu rostro con la base, se prosigue con los ojos. Primero debes reconocer si tu ojo es grande o pequeño, un ojo grande es aquel que al tenerlo abierto se alcanza a ver un centímetro del párpado y de ahí a la ceja existe una buena distancia. Si tu párpado no se alcanza a divisar tus ojos son pequeños. Ojos grandes Ojos pequeños Lo primero a realizar es cubrir todo tu ojo ( desde la parte inferior situada debajo del ojo hasta la ceja) con una sombra clara, la cual puede ser blanca, plateada, dorada (luce mucho mejor en pieles oscuras) o tonos pastel muy claros (casi blancos) con los cuales se dará un toque de luminosidad a tu mirada. No es aconsejable utilizar sombras cremosas puesto que al aplicarlas en todo el ojo da un aspecto no deseable, como si se hubiera aplicado un ungüento. Posteriormente, se aplica la sombra en el párpado la cual debe ser del mismo color de la prenda que más quieras resaltar, es decir si vas a usar una camisita rosada y unos vaqueros azules sin nada en especial, el color a escoger es el rosa. La sombra sólo debe ser aplicada en la zona del párpado hasta el arco del ojo (parte donde empieza el hueso que rodea al ojo), de manera que quienes posean el ojo pequeño deben ser muy cuidadosas pues si abarcan todo el espacio hasta la ceja se verán recargadas. Los colores oscuros (café, gris, negro) se recomiendan para la noche y las pieles oscuras; mientras que los colores brillantes (azul metalizado, fucsia, verde limón) se recomiendan para las pieles blancas y el día. Sin embargo, esta sugerencia no significa que las mujeres de piel clara no puedan usar sombras oscuras, recordadque todo depende del vestuario que elijáis y queráis resaltar; no obstante, al tener en cuenta esto, los tonos recomendados harán lucir más tus rasgos físicos. 10

11 En estos ojos se muestra el resultado de los consejos, dado que se aplicó una sombra clara (dorado) alrededor de todo el ojo (observad que también hay sombra dorada debajo del ojo), y luego un café (dado que la modelo tiene tez oscura) del párpado hasta el arco. Como véis se están combinando dos colores; no obstante podéis incluir uno más: primero la sombra de color claro de base, otro para el párpado y otro para el arco. Recomiendo usar el mismo color pero con dos tonalidades distintas; por ejemplo aplicar en el párpado un rosa pálido y en el arco un rosa oscuro, si son distintos debes ser cuidadosa de combinarlos bien, sin olvidar que los colores se encuentren también en tu vestuario. Puede pasar que al aplicar la sombra te salgas de los limites de los ojos, así que para "borrar" lo que no te guste puedes utilizar una brochita delgada con las cuales se aplica el rubor, obviamente para limpiarte debes fijarte que la brochita este limpia, de lo contrario agrandarás con rojo lo que querías hacer desaparecer. No es aconsejable usar desmaquillador para arreglar los pequeños errores ya que si lo haces limpiarás también la base que ya te habías aplicado y quedaría disparejo. 11

12 6. Sexto paso: el toque final para tus ojos Las cejas también son muy importantes, por ello se deben definir sutilmente aplicando sombra café en ellas, el tono varía según tu color de cabello, es decir si eres rubia aplicas un café claro, si el cabello es oscuro un marrón. Nunca utilizar negro pues quedarán muy marcadas, tampoco aconsejo utilizar los lápices para pintar las cejas pues estos no se difuminan tan bien como las sombras, pues dejan excesos. Luego se trazan las líneas de los ojos con lápices de color o lápices líquidos, las líneas van en la parte inmediatamente superior o inferior a las pestañas, también las puedes aplicar en el interior de estas, sin embargo, será más dfícil y tendrá menor duración pues esta zona es más acuosa. Si tu ojo es pequeño, es mejor no delinear la parte superior, pues con la línea se ocultará la sombra ya aplicada, a menos que el color que quieras resaltar sea el del delineador. De todos modos, el delineado de los ojos se puede omitir cuando te maquillas a diario, pues al requerir pulso quitan bastante tiempo, además que te hacen lucir muy "arreglada" contrario a lo sencillo que debe lucir un maquillaje para todos los días. Los colores a usar para la línea son: negro, azul, verde o café, según combine con la sombra del párpado. Por ejemplo, no se aplicará lápiz café si la sombra aplicada es café, también se pueden guiar por el vestuario, retomando el ejemplo de la camisa rosa con los vaqueros azules, la sombra fue rosa, de modo que la línea a aplicar puede ser azul. Finalmente, aplicas el cepillo desde la raíz a la punta de tus pestañas, el color más usado es el negro, sin embargo si eres joven y dependiendo de tu personalidad puedes aplicarte azul o café; luego te las encrespas con las tenazas que venden especialmente para esta labor o con una cuchara metálica si tus pestañas son muy pequeñas (tomas la cuchara con la parte ovalada sostenida con tu dedo índice debajo de las pestañas y luego con el pulgar encima de las pestañas, haces un 12

13 movimiento curvo hacia afuera). Tanto para hacer la línea como para encresparte las pestañas debes tener confianza en ti misma, ser segura y dejar el temor de que "te vas a sacar un ojo", pues tu misma serás quien va a realizar esto, sabes donde está todo de forma que no te vas a coger el párpado con el encrespador ni se te va ir la mano con el deliniador, de manera que mientras arreglas un ojo, con el otro observas lo que vas haciendo. 13

14 7. Séptimo paso: labios listos para un beso El labial que te apliques será el encargado de darte la imagen que quieras proyectar, sea sexy, tierna, elegante, divertida, enigmática, etc. El color debe combinar con el color de las sombras, es decir si utilizas colores llamativos en los ojos, tu boca debe poseer un color igualmente llamativo, un naranja, rojo o rosa; si usas sombras oscuras, un labial oscuro, ejemplo vinotinto, violeta, marrón. Teniendo en cuenta esto, aplicarás el tono según lo que vas a proyectar por ejemplo si quieres verte tierna: un rosa claro, elegante: un vinotinto, divertida: un fucsia o rosa intenso, enigmática: café, y el clásico rojo para las que quieren verse sexys. El labial se aplica en pequeñas cantidades en el labio inferior, luego se cierra y se abre la boca para que el color se esparza tanto en el labio inferior como el posterior, se retocan los bordes y luego para terminar de esparcir el labial y agregar intensidad al color, se aplica brillo labial encima, lo que de paso te dará un sensación humectante. Todos los colores pueden matizarse aplicando un labial de color plateado o dorado encima del labial previamente elegido (se debe aplicar el matizante antes que el brillo), esto transformará el color, dándole una luminosidad a los labios. El matizante debe ser similar a la sombra base que se aplicó en todo el ojo, es decir, si la sombra base fue dorada, el labial matizante también debe ser dorado. Te puedes ahorrar el matizante, al comprar labiales metalizados. Este es el resultado del efecto del matizante y el brillo encima del labial: Si tu boca es muy grande aplica poco o nada de brillo, cosa contraria para quienes tienen la boca pequeña. Puedes reducir un poco los labios si te aplicas base encima de la boca, y luego aplicas el labial en el interior de la línea de los labios, no sobre ella, como se aplicaría normalmente. 14

15 Recomiendo usar labiales permanentes (staycolor); sin embargo, al aplicar el brillo, el labial pierde en gran parte esta característica. Puedes ayudarte a pintar tus labios, trazando con un lápiz labial el contorno de los labios, el color del lápiz debe ser idéntico al del labial. No olvides que puedes seguir la regla de combinar el color de tus labios con el color de tus uñas. 15

16 8. Octavo paso: retocar la piel Finalmente, puedes aplicar un poco de rubor en tus mejillas, en cantidades muy pequeñas para no lucir "sonrojada" o colores muy claros. También puedes usar polvos oscuros en vez de rubor, estos te darán un look bronceado. Por último, como ya os había comentado anteriormente se aplican los polvos, los cuales deben ser el tono que deseas, (preferiblemente del mismo color que tu piel), estos se aplican igual que la base: desde la frente hacia abajo con una esponjita (no con brocha), de esta forma se cubrirán los retoques hechos con la base anteriormente, dejando tu tez pareja. Recomiendo utilizar los polvos que se utilizan como base-polvo, pues tienen mayor fijación, pero eso si, sólo utilizarlos como polvos, no como base puesto que al echarle agua al producto, los polvos se solidifican demasiado y ya no dan una buena textura a tu piel. Son mejores unos polvos no muy sueltos, pues tienen más consistencia en tu piel como los siguientes: Buenos No muy buenos 16

17 Con esto hemos finalizado nuestra sesión de maquillaje, recuerda que son muchas las posibilidades que tienes ya, que maquillar es todo un arte que necesita de mucha imaginación para que cada día que te pintes te veas como una mujer espectacular. 17