Edificio Diego Portales, Miércoles 4 de Junio del 2003

Transcripción

1 DISCURSO DE SR. JUAN CLARO, PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION DE LA PRODUCCION Y DEL COMERCIO (CPC) Y SOFOFA, EN INAUGURACIÓN DE ENCUENTRO NACIONAL DE LA MICROEMPRESA 2003 Edificio Diego Portales, Miércoles 4 de Junio del Señor Ministro de Economía y Energía, don Jorge Rodríguez Grossi - Señorl presidente de Fundación Kast, don Pedro Arriagada - Señor Presidente de Banco Estado, don Jaime Estévez Valencia - Don Félix Brunatto, presidente de Chocolates Brunatto - Distinguidos expositores que participarán en esta conferencia. - Autoridades y personeros del sector privado y público. - Amigos y amigas microempresarios - Señoras y señores En primer lugar, lo que quisiera es agradecer la presencia de todos ustedes aquí en esta mañana y también el apoyo de Fundación Kast para la realización de este evento. Creemos que este es un encuentro importante. Chile es un país diverso donde conviven distintas historias, distintas visiones, distintas actividades, posturas religiosas, políticas o sociales. Pero también hay un Chile profundo, quizás aún no suficientemente conocido, de hombres y mujeres emprendedores que llevan en su cabeza las 24 horas del día los problemas de su empresa, de su actividad, sin otro interés que el de que su esfuerzo permita llevar crecimiento para todos y bienestar para los que trabajan en conjunto. Y dónde está este Chile emprendedor, dirán algunos. La verdad es que ese es el Chile real, ese Chile emprendedor, ese Chile de la microempresa, de la pequeña y mediana empresa. Si uno mira las cifras para ver dónde está ese Chile, aparece en forma evidente, a primera vista. En Chile aproximadamente 1,5 millones de personas entre 18 y 64 años están participando en alguna actividad empresarial, lo que ubica a nuestro país en el tercer lugar de los países más emprendedores del mundo, superando a Estados Unidos, Japón, Francia y España. Este es el resultado de un trabajo que hizo la Universidad de Los Andes con una Escuela de Negocios inglesa, en que han ido mirando país con país y tratando de detectar ese Chile emprendedor, donde están los emprendedores de distintos países. Chile es el tercer país con mayor capacidad de emprendimiento y solamente está detrás de Japón y un segundo país, cuyo nombre se me escapa en este momento. Lo concreto es que Chile está liderando en este tema. Tiene una gran capacidad emprendedora tremenda, aún no descubierta muchas veces por las autoridades políticas, por los dirigentes en general de los distintos sectores de la sociedad chilena.

2 De acuerdo a esta medición, la lista está encabezada por Tailandia y la India y establece que en Chile el 15,7% de la población activa es emprendedora, es decir, uno de cada seis chilenos ha creado o participa o genera alguna actividad empresarial. El estudio también señala que la perseverancia es una de las características esenciales de los emprendedores chilenos, puesto que hay un número significativo de emprendedores que inicia nuevos negocios aún cuando han fracasado en empresas previas. Además, ustedes muy bien saben hay 650 mil empresas, de las cuales 540 mil son microempresas, entendiendo como microempresas aquellas que venden menos de 43 millones de pesos anuales, en donde su contribución al Producto Interno Bruto está entre el 5% y 8% y su contribución al empleo es tremenda, en el sentido de que aproximadamente 2,2 millones de personas que equivalen nada menos que al 50% de la fuerza laboral activa, labora en Chile en microempresa. Probablemente si estas cifras no están correctas es porque están quedando cortas. El sesgo, probablemente, está hacia abajo no hacia arriba, en el sentido de que no existe información sobre muchas de estas microempresas por sus características de informalidad. Por lo que estos números incluso pueden ser superiores. De modo que este es el Chile real, el Chile de los microempresarios, que trabajan junto a las Pymes, a las empresas grandes, ofreciendo sus productos y servicios y generando empleo y esforzándose persistentemente en el desarrollo del país, a lo cual tiene que focalizarse de manera de ir creciendo y generando un sustrato que permita desarrollar la actividad económica. Porque muchas veces escuchamos cuando alguien se refiere, quizás livianamente al empresariado, que se refiere a ellos como si esto fuera un grupo pequeño, quizás con alta influencia. Y ahí nos preguntamos, bueno cómo es posible que un sector tan importante en la economía nacional no esté encima del tapete de las políticas públicas, en el tapete de los objetivos de crecimiento? toda vez que este es el sector del Chile real, del Chile que tiene que salir adelante. También ustedes saben mejor que nadie que es a este Chile real, a este Chile microempresario, al que le han bajado los aranceles, se le han bajado las protecciones, y de alguna manera se le ha puesto en vilo para que arriesgue sus ahorros, sean estos grandes o chicos, emplee y capacite a sus trabajadores o a los familiares que trabajan en conjunto con su actividad, e incremente su productividad de manera tal que uno pueda sobrevivir en este ambiente altamente competitivo. Por lo tanto, pensamos que es muy importante considerar este Chile real para generar condiciones que permitan potenciarlo y de esta manera mejorar la calidad del crecimiento, en el sentido que este sector que tiene el mayor impacto sobre el empleo y los ingresos medios y el bienestar de una gran mayoría de chilenos. 2

3 Por eso es importante este seminario. Creo que nos va a ayudar a buscar algunas respuestas de cómo potenciamos a este Chile real, de manera tal que los microempresarios puedan crecer, capacitarse, acceder a recursos financieros y hacerse de esta manera más productivos y poder crecer el bienestar de toda la gente que trabaja en este sector. Este estudio también se pregunta qué dicen los microempresarios respecto de la situación actual. Dicen, básicamente dos cosas: una, que alaban y apoyan todo lo que signifique estabilidad. Estabilidad de las instituciones, que no le cambien las reglas, que la macroeconomía esté estable, de modo que no cambien mucho los intereses. Lo que valoran es básicamente la estabilidad institucional, la estabilidad de la economía, que no se encuentren con sorpresas en todas las esquinas. Y qué es lo que critican? Critican la intervención política, la intervención de los partidos políticos en la microeconomía; critican la subida de impuestos y critican también la poca fe que muchas veces ven en la autoridad respecto a la capacidad emprendedora que tienen los microempresarios; critican la burocracia, cuando se ven estancados por regulaciones burocráticas; critican la falta de focalización, a veces, de los instrumentos de apoyo a las actividades productivas por parte del Estado. Asimismo, critican el alto castigo que tienen a veces los fracasos empresariales, en el sentido de no solamente la ley de quiebras, sino lo que significa llevar adelante experiencias, fracasar y poder volver a reinsertarse. Y también, obviamente, critican el conjunto de regulaciones que hace cada día más difícil que la microempresa que no tiene las economías de escala, no tiene los tamaños, se haga cargo de ellas para poder mantenerse dentro de la formalidad. En una palabra, lo que echan de menos los microempresarios, de acuerdo a este estudio, es cómo se puede generar un sustrato, un ambiente, un lugar, donde ellos se puedan desarrollar sin trabas burocráticas y con apoyos más focalizados para salir adelante. El año pasado cuando tuvimos un Seminario en Sofofa, había una señora microempresaria familiar que nos decía: mire, le voy a ser bien franca. Yo prefiero no sacar Rut, porque la verdad el sacar Rut me significa sentirme como si fuera una especie de delincuente en potencia. Entonces, de qué estoy hablando? De que las regulaciones anacrónicas, las sobre regulaciones y las fiscalizaciones exageradas del Estado, en definitiva, lo que hacen es que suben el costo de la formalización, por un lado y por el otro, estos costos son mayores que el beneficio de estar formalizado y ser un ciudadano económico. Esto hace que, en definitiva, la microempresa vaya cada vez participando en actividades más informales. Se discute el tema laboral, por ejemplo. Claro, uno puede regular de manera tal de obligar a la formalización. Pero lo único que está haciendo es subir la vara o el costo de formalizarse y eso hace que, hoy en definitiva, en Latinoamérica el 40% del empleo es informal. 3

4 Entonces, de lo que se trata es de bajar los costos de las obligaciones de la formalidad y subir los beneficios de la ciudadanía económica, de modo que cuando uno se formaliza tenga el acceso a instrumentos que permitan colaborar con el crecimiento de las empresas, a través de focalizar adecuadamente recursos tecnológicos o recursos financieros para permitir que las empresas se desarrollen en forma creciente. En este sentido, en la Sociedad de Fomento Fabril nuestro diagnóstico es parecido. Esto no es solamente una cuestión de los microempresarios, sino que de la economía en general. Pensamos que, en definitiva, en lo que nos falta avanzar en este país es a nivel de generar un sustrato microeconómico más adecuado para las empresas y esto particularmente para los microempresarios. Por eso hicimos la Agenda pro Crecimiento en donde hay muchas medidas que de alguna forma colaboran con el crecimiento y con la capacidad de consolidar este sector de microempresarios. Temas como silencio administrativo, flexibilización laboral, tramitación, masificación de tecnologías de información, ley de quiebras, compras del Estado -donde van a ver mil proveedores trabajando en un market place-, título ejecutivo de la factura, mercado de capitales II -que va a venir con algo de capital de riesgo-, focalización del apoyo productivo, todo un capítulo de exportaciones, etc. En definitiva, esto apunta a generar condiciones en la microeconomía que es donde se generar el valor, donde los países crean la riqueza. Todas las medidas de la Agenda pro Crecimiento están orientadas a eso. Sin embargo, estamos conscientes de que la microempresa debe ser mirada en sus particularidades también. Es una Agenda que genera medidas adecuadas para la microempresa, pero creo que este seminario y otros que vamos a hacer hacia delante, van a permitir identificar cosas mucho más específicas que puedan colaborar en forma mucho más eficaz al desarrollo de la microempresa. Porque quizás, por ponerlo en una imagen, de lo que se trata este seminario es de ver cómo podemos generar las condiciones para que los microempresarios puedan, entre otros, acceder a financiamiento para que sus proyectos y empresas puedan crecer, financiamiento con un costo razonable que los pueda acompañar en la aventura de emprender. También cómo hacemos que los microempresarios se puedan conectar con instituciones que les permitan incorporar tecnologías y hacer tecnologías que aumenten la productividad, como las de la información, el poder tener una conexión, el poder usar 4

5 las tecnologías de la información; pero también tecnologías específicas dependiendo del rubro en que uno esté para poder producir más y mejor con lo mismo. Asimismo, se trata de cómo los microempresarios puedan conectarse con un encadenamiento productivo que les ayude. Es decir, que las empresas grandes, pequeñas y medianas y microempresas trabajen juntas. Y que esto no se entienda solamente bajo el concepto de que la empresa lo que trata es aprovechar y ver cómo se inserta en la economía y la industria para ver cómo puede bajar los costos a través de apretar a los proveedores o apretar a los clientes, sino que intentar una cultura más de colaboración, en donde las empresas grandes y medianas vean en los microempresarios un socio con el cual se puedan desarrollar, con el cual puedan aliarse para desarrollar mejores productos y poder ganar, tanto el proveedor como la que empresa que ha sido abastecida. También es importante el tema de las regulaciones, en el sentido de no seguir subiendo el costo de las regulaciones, que hacen que las microempresas se tengan que mantener al margen de la ciudadanía económica y no tengan acceso a los instrumentos del Estado para apoyar sus actividades productivas. De lo que se trata, en definitiva, es de cómo podemos crear más microempresas, con mayor crecimiento, con mayor empleo y que, de esta manera, traiga bienestar a todos los chilenos. De eso se trata este Seminario. Agradecemos a los expositores y a las instituciones que nos han colaborado para llevarlo a cabo. Y pensamos que si Chile no quiere perder la micro requiere, sin duda, apoyar y sacar adelante a los microempresarios. Muchas gracias 5