BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES. BIBLIOTECA AFRICANA INONGO-VI-MAKOMÈ Vahe vo nsangi (Tierra de paz)

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Álvaro de la Fuente Muñoz
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Edición impresa Inongo-vi-Makomè, Vahe vo nsangi (Tierra de

344-346) Edición digital Inongo-vi-Makomè, Vahe vo nsangi

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del proyecto I+D+i, del programa estatal de investigación,

2 Edición impresa Inongo-vi-Makomè, Vahe vo nsangi (Tierra de paz) (2011) En Inongo-vi-Makomè (ed.) (2011) Teatro. África negra en escena. Nueva York: Ndowe International Press (pp ) Edición digital Inongo-vi-Makomè, Vahe vo nsangi (Tierra de paz) (2011) Mar Garcia (ed.) Biblioteca Africana Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes Novembre de 2014 Este trabajo se ha desarrollado en el marco del proyecto I+D+i, del programa estatal de investigación, desarrollo e innovación orientada a los retos de la sociedad, «El español, lengua mediadora de nuevas identidades» (FFI R) dirigido por la Dra. Josefina Bueno Alonso

3 Vahe vo nsangi (Tierra de paz) Inongo-vi-Makomè Acto VI Escena I Ambos, actores dictadores (Un cambio de luz o medio apagón de la misma en el escenario indicará el paso del tiempo y el cambio del lugar. Cuando vuelve la luz, a un lado del escenario están los actores de los grupos anteriores. Bailan al son de la música pero lo hacen como si caminasen charlando amigablemente. En la otra parte aparecen los dos actores del grupo de los dictadores. Uno va bien trajeado, y el otro lleva un elegante y largo boubou africano. En sus manos sostienen unos pequeños bastones de mando. Bailan con gestos de autoridad. De vez en cuando hacen como si diesen órdenes de ejecutar a alguien o de encerrarle De pronto se escucha un sonido extraño. Cesa la música y los dos actores del último grupo paran inmediatamente de bailar. El sonido se prolonga y se va notando una especie de transformación en sus expresiones. Se apresuran a ponerse en marcha mientras estallan en carcajadas). Escena II Ambos (Se juntan los dos actores dictadores mientras dan señales de caminar de prisa. Los actores de los otros grupos cambian el ritmo de sus movimientos por otros de una marcha normal). Ya me hartaba de mandar cerrar todos esos periódicos y otros medios de comunicación que osaban criticar la gestión de mi gobierno! No dudaba ni un solo momento en encerrar al mismo tiempo a sus directores en las cárceles así como a sus colaboradores! 3

4 Oh, amigo, así que tú también eres como yo! Yo no tuve nunca miramientos a la hora de eliminar a todos los opositores que se me ponían por delante en mi país! Nunca lo consentí! Yo era el único amo, y así tenía que ser! Esos mal denominados opositores no eran más que unos simples gusanos que querían evitar que llevase las riendas de mi nación a mi manera. Eran puros gusanos! Sí señor, eso eran! O por lo menos eso me hicieron concebir (Va cambiando de expresión). (Cambia también de expresión. Se vuelve algo pensativo). Esta aparición de la tierra de la paz me libera. La he esperado y buscado siempre. Porque llevo décadas viviendo prisionero de mi maldad y del odio, oprimiendo a más no poder a mis propios compatriotas. A veces, harto de todas esas barbaridades que mandaba cometer, quería intentar cambiar, e incluso renunciar a mi puesto, pero los mandos que tenía a mi alrededor y que se beneficiaban de mi maldad no me dejaban renunciar Es incalculable la sangre que derramé Encerraba y mataba a mi gente, y yo mismo ya era prisionero y cadáver a la vez. Sólo en esa tierra de paz podré volver a nacer y encontrar la libertad! Así es, compañero! Esa paz es la que yo también voy buscando. Durante décadas he sido la única voz y el amo de mi pueblo. Nadie osaba levantarse contra mí. Los que me desafiaron lo han pagado muy caro con sus propias vidas. Yo, amigo mío, ostento el récord. Récord de vidas destruidas y anuladas. Mis cárceles eran llamadas «tumbas en vida». Sí, compañero, allí iban a parir y morir todos mis enemigos, que no eran otros que los que osaban pensar de diferente manera a la mía! Aburrido y cansado estaba ya de tantos crímenes cometidos. Y, como te digo, vivía prisionero y muerto en mi palacio. Aburrido y cansado igualmente me encontraba yo de matar a mi propia gente! Estaba tan aburrido de mis crímenes que, en mi soledad, llegaba a pedir a Dios que me quitara Él la vida. Pero cada vez que se lo pedía, la respuesta me llegaba al día siguiente. Todos los médicos me aseguraban: «Excelencia, vuestra salud es tan buena que viviréis por lo menos cien años más». Como ves, amigo mío, Dios velaba por mi 4

5 vida desde el cielo, mientras que los poderosos gobiernos democráticos cuidaban también de mi salud y de mi seguridad aquí en la tierra. Amigo, tú y yo, aunque sin conocernos hasta este momento, somos como almas gemelas. Nuestras vidas y nuestra seguridad fueron veladas por los mismos poderes de los poderosos visibles e invisibles. Por fin ambos vamos a encontrar nuestra paz, vamos a vahee vo nsangi! 2º actor dictador Sí, vayamos allá lo más rápidamente posible! (Señalando al grupo de los otros actores). Mira, allí va ese grupo de gente! Seguro que se dirigen igual que nosotros a la tierra de paz. Vayamos a unirnos con ellos! Vamos! Los dos 5

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