La Mayordomía Sí Importa

Transcripción

1 Versículo para memorizar: La Mayordomía Sí Importa Tengan cuidado! advirtió a la gente. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes. (Lucas 12:15, NVI) Introducción: Salomón escribió estas palabras, Aleja de mí la falsedad y la mentira; no me des pobreza ni riquezas sino sólo el pan de cada día. Porque teniendo mucho, podría desconocerte y decir: Y quién es el Señor? Y teniendo poco, podría llegar a robar y deshonrar así el nombre de mi Dios. (Proverbios 30:8-9). Por qué Cristo pasó tanto tiempo enseñando en cuanto a las finanzas? Larry Burkett, en la serie Conceptos Financieros Cristianos (Christian Financial Concepts), dice que las dos terceras partes de las parábolas de Cristo fueron usadas para enseñar específicamente de las finanzas. Cristo también usó muchas de las parábolas para avisarnos que debemos guardar el corazón contra la avaricia, la codicia, el ego y el orgullo es decir, el materialismo. Meta: Llegar a ser fieles mayordomos o administradoras de nuestras finanzas con el fin de edificar el Reino de Dios. Formato: Que cuatro mujeres representen las cuatro administradoras (mayordomos) que se mencionan a continuación. Se recomienda que cada una memorice su papel o que lo haga espontáneamente según su propia interpretación. La líder presentará el programa y las actrices. Para cada administradora tenga un letrero (rótulo) que se puede llevar en la ropa para identificarla (Insensata, Errónea, Temerosa, Fiel). La Lección: En Lucas 12:15 Jesús nos advierte, Tengan cuidado! Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes. Demasiado a menudo Satanás hace que los cristianos evaluemos a otras personas en base a sus riquezas acumuladas. En este pasaje Jesús nos da la parábola del rico insensato que se sentía muy seguro por la cantidad de las riquezas que había acumulado. El versículo 21 dice, Así le sucede al que acumula riquezas para sí mismo, en vez de ser rico delante de Dios. Veamos la parábola del sembrador en Mateo 13 a la luz de la mayordomía. Un sembrador descubre que la semilla que va regando, cae en cuatro tipos de terreno.

2 Compararemos los terrenos con cuatro tipos de administradoras, cada una con una actitud distinta en cuanto a las posesiones que Dios permite que controle. 1. La administradora insensata la que da unos centavos periódicamente. Mateo 13:4 dice, Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. Mateo 13:19 nos da la interpretación de esto. Cuando alguien oye la palabra acerca del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que se sembró en su corazón. Ésta es la semilla sembrada junto al camino. Vamos a comparar el terreno junto al camino con la administradora insensata la cual creció en la iglesia y sabe lo que significa diezmar y contribuir a la obra misionera, pero también piensa que la iglesia, a través de otros, debe ayudar a las viudas y huérfanos que tienen necesidad y a la vez cumplir con todas sus otras funciones. Las administradoras insensatas se preocupan por hacer más dinero y comprar cosas mejores y más grandes hasta que pierden el incentivo para ayudar a los demás y menos a los que están tan alejados de su vida como los misioneros. Ellas trabajan horas extras en la oficina o en la fábrica, llegan a casa exhaustas, asisten a la iglesia de vez en cuando, tiran unas monedas en la ofrenda, y se creen buenos mayordomos. No toman en cuenta las palabras de Jesús en Mateo 6:21, Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. Estas mujeres que no dan ni el diezmo de lo que Dios les ha ayudado a ganar son ejemplos de lo que dice Pablo en 2 Corintios 9:6, El que siembra escasamente, escasamente cosechará. Sin sembrar no podemos esperar cosechar ningún beneficio espiritual de Dios. La administradora insensata muestra una gran necesidad de cambios espirituales en su vida. Según las palabras de Jesús, Necia! Esta misma noche te van a reclamar la vida. 2. La administradora errónea la que da a veces, cuando se emociona. En Mateo 13:5-6, la segunda parte de la parábola de Jesús dice, Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. En los versículos 20 y 21, Jesús nos da la interpretación. El que recibió la semilla que cayó en terreno pedregoso es el que oye la palabra e inmediatamente la recibe con alegría, pero como no tiene raíz, dura poco tiempo. Cuando surgen problemas o persecución a causa de la palabra, en seguida se aparta de ella. Comparemos este terreno con la administradora errónea, la que comienza bien y diezma fielmente por un tiempo, pero pronto, cuando los recibos se amontan, o cuando el deseo de tener más y más cosas aumenta, ella deja de dar el diezmo. Sus energías y su dinero se gastan en conseguir una casa más amplia y más lujosa, en extender su negocio, y en adquirir más cosas materiales. Después de conseguir todo lo que desea, no le queda nada para dar a la obra de Dios. 2

3 Escuchen las palabras de Jesús en la parábola de los talentos en Mateo 25. Cuando el hombre que había recibido un solo talento volvió diciendo que lo había escondido, Jesús replicó: Siervo malo y perezoso! Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses. Bien sabemos lo que pasó a este hombre: Su talento le fue quitado y dado a otro, y su sentencia fue, échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes. 3. La administradora temerosa la que diezma y da a Dios hasta que otras cosas legítimas llegan y ahogan el espíritu de dar. Mateo 13:7 nos dice, Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron. La explicación dada en el versículo 22 es la siguiente, El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan, de modo que ésta no llega a dar fruto. Al observar a las administradoras que son temerosas de compartir las posesiones que Dios les ha dado, vemos que al principio son bastante fieles en dar el diezmo. Parece también que tienen la inclinación de dar para misiones y las obras benevolentes de la iglesia, pero el temor toma control de su vida. Le tienen tanto temor al futuro que compran pólizas de seguro de todo tipo. No hay nada malo en tener una cantidad normal de seguro en verdad es la práctica de un buen mayordomo pero hacer cualquier cosa hasta el exceso puede ocasionar problemas. Luego las administradoras temerosas se preocupan de que no vayan a tener suficiente para vivir cómodamente en sus años dorados, entonces gastan y ahorran y preparan para eso. Creen que no pueden dar más para la obra de Dios porque tienen que preocuparse por sí misma y su familia. Su razonamiento es que la Biblia misma dice, El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo. Es importante entender que no hay nada malo en proveer en forma adecuada para los años dorados, pero ir al extremo no es sabio. Su gran temor de contribuir más allá de sus propias necesidades las ahoga y no les permite ser buenas administradoras de las provisiones que Dios les da. Si dan para una causa digna, esperan que Dios les reembolse por su ofrenda de sacrificio. Cristo nos advierte que la amenaza más grande en nuestro caminar con Dios son las preocupaciones de esta vida y el engaño de la riqueza, las cuales ahogan nuestro amor por Dios y Su causa. 3

4 4. La administradora fiel la que da diezmos y ofrendas para la obra de Dios sin esperar remuneración, haciéndolo por amor a Dios. Mateo 13:8 dice, Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado. El versículo 23 explica, Pero el que recibió la semilla que cayó en buen terreno es el que oye la palabra y la entiende. Éste sí produce una cosecha al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno. Veamos a las administradoras fieles que dan a Dios. Ellas esperan resultados, pero no demandan ninguna remuneración personal por sus regalos. Su dar sale del deseo de agradar a Dios. La generosidad, hasta dar con sacrificio, es una prioridad para estas administradoras fieles. En Lucas 21:1-3 Jesús observaba a los ricos mientras depositaban sus ofrendas en la tesorería del templo. Vio también a una viuda pobre que dio dos moneditas de cobre. Les aseguro que esta viuda pobre ha echado más que todos los demás. Todos ellos dieron sus ofrendas de lo que les sobraba; pero ella, de su pobreza, echó todo lo que tenía para su sustento. A Jesús no le interesaba el monto de su ofrenda, sino el corazón del que brotó. (A continuación se presentan unas historias de administradoras fieles que se pueden compartir.) Quiero que tengas esta ofrenda para tu uso personal. Cómprate algo para llevar contigo cuando regreses al campo misionero, dijo una viuda anciana al meterle a la mano del misionero un billete de $100. Con una sonrisa feliz agregó, Es una bendición dar para las misiones. No tengo mucho, pero dejé de comer carne para poder dar algo. Fue todo lo que tenía pero que mayordomo fiel! Ella le dio a su Señor una ofrenda de amor, para Su misión, para Su misionero. El gozo de la señora me obligó recibirlo con acción de gracias, dijo el misionero. Dios bien comprende el dar costoso dio a Su Hijo único. Jesús todo lo sabe en cuanto al sacrificio completo Él dio Su propia vida por nosotros. No es barato lo que cuesta todo lo que uno tiene. Rebeca Bibbee que sirvió muchos años como misionera wesleyana en la India, les escribió a los Niños Wesleyanos para las Misiones, Pueden imaginar mi lástima cuando llegué al jeep y encontré el parabrisas roto, la batería completamente descargada, y dos llantas desinfladas. Unos hombres malos habían roto el parabrisas con piedras, la batería murió de la vejez, y las llantas, aunque viejas y gastadas, podían ser parchadas una vez más. Pronto los Niños Wesleyanos para las Misiones enviaron $50 para que ella comprara dos llantas nuevas. Después ella escribió: 4

5 Sabían ustedes que dos familias que asistieron al desayuno para misiones informaron que el Señor les había dicho que donaron el dinero para comprar un nuevo vehículo para mi uso en la India? Me dijeron que comprara lo mejor, que el dinero no era obstáculo. Más adelante Rebeca escribió de nuevo: Deben ver nuestro nuevo jeep! El domingo pasado fuimos a visitar a una congregación a unas 25 millas de nosotros, sin temor alguno de que el motor fallara. Me sobraba suficiente dinero para construir un garaje cerca de mi casa para el jeep. Los niños, las dos familias, y Rebeca eran administradores fieles del dinero que Dios les había entregado. Gipsie Miller escribió acerca de dos conocidas que eran administradoras fieles. Una señora trabajó muchos años en una fábrica y no compró ni una vez un emparedado o bebida durante el refrigerio. En vez de comprar una merienda, invirtió el dinero en el ministerio para extender el evangelio por todo el mundo. Otra administradora fiel en Charlotte, Carolina del Norte, falleció. Después de su muerte, el administrador de sus bienes presentó un cheque de $147, a las Misiones Mundiales Wesleyanas. La mujer no era rica, sino una fiel administradora de las provisiones de Dios. El regalo a las misiones fue el punto culminante de una vida de dar regular y consistentemente la mayordomía fiel. Y no termina aquí en este mundo; Jesús dijo que la semilla producía una cosecha al treinta, al sesenta y hasta al ciento por uno, y en Mateo 25:21 le dice al mayordomo fiel, Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. Ven a compartir la felicidad de tu señor! Fijemos para nosotras la meta de ser administradoras fieles para Su reino. Eso es lo que vale! Aplicación: Escojan un ministerio al cual su grupo femenil quisiera dar una ofrenda. Ponga una meta y promueva la ofrenda. Anime a todas a sacrificar algo para poder dar liberalmente. Se sugiere que presente algunos ministerios dignos y que permita a las mujeres sugerir otros. Juntos decidan cuál ministerio desean apoyar, cuál será la meta, y cómo la van a promover. 5