EDICIÓN N 3 2013 CAMINAMOS HACIA DIOS
SUMARIO Página N : 3..Creo Señor, pero aumenta nuestra Fe. Página N : 7..María Madre de la Fe Página Nº: 9..María ejemplo de Virtud Página N 10 Mensaje de la Virgen María Página N : 11..Consagración a María Página N : 12...Si me faltara la Fe El Logo del Año de la Fe es una barca, imagen de la Iglesia, cuyo mástil es una cruz con las velas desplegadas y el trigrama de Cristo (IHS). El sol, en el fondo, recuerda la Eucaristía. El símbolo del Año de la Fe es el Cristo de la Catedral de Cefalú (Sicilia 1148) característico del arte bizantino. Asesor: Padre Estanislao Biskup OM
A través de este sacramento podemos llamar a Dios con el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a la vida eterna. Es una virtud sobrenatural infundida por él, reconocemos que se nos ha dado un gran Amor, que se nos ha dirigido una Palabra buena, y que, si acogemos esta Palabra, que es Jesucristo, Palabra encarnada, el Espíritu Santo nos transforma, ilumina nuestro camino hacia el futuro, y da alas a nuestra esperanza para recorrerlo con alegría. Fe, esperanza y caridad, en admirable unión, constituyen el dinamismo de la existencia cristiana hacia la comunión plena con Dios. El apóstol Pablo nos ha dejado en sus escritos una descripción de la existencia creyente. El que cree, aceptando el don de la fe, es transformado en una creatura nueva, recibe un nuevo ser, un ser filial que se hace hijo en el Hijo. «Abba, Padre», es la palabra más característica de la experiencia de Jesús, que se convierte en el núcleo de la experiencia cristiana (cf. Rm 8,15). La vida en la fe, en cuanto existencia filial, consiste en reconocer el don originario y radical Lo que San Pablo rechaza es la actitud de quien pretende justificarse a sí mismo ante Dios mediante sus propias obras
Creer en Jesucristo es, por tanto, el camino para poder llegar de modo definitivo a la salvación. Esta consiste en reconocer el primado del Don de Dios, como bien resume San Pablo: En efecto, por Gracia estáis salvados, mediante la Fe. Y esto no viene de vosotros: es Don de Dios (Ef.2,8) La nueva lógica de la Fe esta centrada en Cristo. La Fe en Cristo nos salva por que en Él la vida se abre radicalmente a un amor que nos precede y nos transforma desde dentro, que obra en nosotros y con nosotros. Tener fe: Es ACEPTAR lo que Dios permite en nuestra vida aunque no lo entendamos, aunque no nos guste. Si tuviéramos la capacidad de ver el fin desde el principio tal como Él lo ve, entonces podríamos saber porque a veces conduce nuestra vida por sendas extrañas y contrarias a nuestra razón y a nuestros deseos. Creer es apoyarse en Dios (Salmo18,3) Señor, mi roca y mi defensa, mi libertador y mi Dios, la roca en que me amparo mi escudo y mi fuerza salvadora. La fe esta unida a la esperanza porque cuando creemos en Dios que tiene poder y amor, tenemos la certeza de que no nos dejará solos en las dificultades. Es hacer lo que Dios pide hoy y creer que Él hará mañana lo que ha prometido. Cuando uno tiene fe, no se libera de la oscuridad pero al menos aprende a moverse en ella. La fe es lo contrario del temor Es creer en lo que no se puede ver es guardar la calma cunado todo es turbulento. La fe no es pasiva: Es poner las creencia s en práctica!. Es pedir lo que se necesita, es oír lo imperceptible y ver lo invisible; creer lo increíble y recibir lo imposible. Es crear un vacío en el corazón para que lo llene Dios no es creer simplemente que Él puede hacer algo, Sino que lo hará! Con fe, la respuesta no sorprende. Ya se sabía que sucedería. Es permanecer en tu puesto cuando todos los demás desertan.
La fe sin la caridad no da fruto, y la caridad sin fe sería un sentimiento constantemente a merced de la duda. La fe y el amor se necesitan mutuamente, de modo que una permita a la otra seguir su camino. Gracias a la fe podemos reconocer quienes piden nuestro amor y ver el rostro del Señor resucitado (Mt 25,40) Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis Estas palabras suyas son una advertencia que no se ha de olvidar y una invitación perene a devolver ese amor con el que Él cuida de nosotros. Es la fe la que nos permite reconocer a cristo. Explica lo que la razón no puede explicar. Sana lo que la medicina no ha podido sanar. Espera lo que humanamente ya no se puede esperar. Alcanza lo que con nuestra fuerza no podemos alcanzar. Información extraída de: Carta Apostólica PORTA FIDEI de Benedicto XVI. Encíclica LUMEN FIDEI del Papa Francisco.
M La Virgen María es modelo de fe y, en este sentido, profundizar en su ejemplo y testimonio nos ayuda a crecer en nuestra vida cristiana. En la Carta Apostólica Porta Fidei del Papa Benedicto XVI dice: Por la Fe, María acogió la palabra del Ángel y creyó en el anuncio de que seria la Madre de Dios en la obediencia de su entrega (Lc 38) : respondió María: Yo soy la esclava del Señor: que se cumpla en mi tu palabra el Ángel la dejo y se fue. En la visita a Isabel entonó su canto de alabanza al Omnipotente por las maravillas que hace en quienes se encomiendan a Él (ver Lc 1,46-55). Con gozo y temblor dio a luz a su único hijo, manteniendo intacta su virginidad (ver Lc 2,6-7). Confiada en su esposo José, llevó a Jesús a Egipto para salvarlo de la persecución de Herodes (ver Mt 2,13-15). Con la misma fe siguió al Señor en su predicación y permaneció con Él hasta el Calvario (ver Jn 19,25-27). Con fe, María saboreó los frutos de la Resurrección de Jesús y, guardando todos los recuerdos en su corazón (ver Lc 2,19.51), los transmitió a los Doce, reunidos con ella en el Cenáculo para recibir el Espíritu Santo ver (Hch 1,14; 2,1-4)».La respuesta de fe de Santa María es, pues, para todos nosotros modelo de adhesión dócil y obediente al Plan de Dios. Ella «realiza de la manera más perfecta la obediencia de la fe», y por ello «la Iglesia venera en María la realización más pura de la fe».
San Agustín llama a María molde viviente de Dios. Ella, en efecto, lo es. Quiero decir que solo en Ella se formo Dios como hombre perfecto sin perder ningún rasgo divino y que solo en Ella se transforma el hombre en Dios por la gracia de Jesucristo, en cuanto lo permite la naturaleza humana, este molde es hecho por el Espíritu Santo, para formar a la perfección a un Hombre-Dios, Jesucristo; mediante la encarnación y para hacer al hombre participe de la naturaleza divina mediante la gracia. Ni un solo rasgo divino falta en este molde. María esta totalmente orientada hacia Dios. Lejos de retener en sí el cristiano, lo hace encaminarse a Dios y cuanto mas nos unimos íntimamente a ella mas cerca estamos del Padre. Quién a encuentra María, encuentra a Jesús y al Padre. Como dicen los santos, todos los bienes: la gracia y la amistad de Dios, la seguridad contra los enemigos de Dios, la verdad para combatir el error, la ayuda para vencer las dificultades en el camino de la salvación, la dulzura y el gozo en las amarguras de la vida. El Espíritu Santo nos comunica sus gracias y carismas solamente con la intervención de María. Dios le ha confiado a Nuestra Señora el mantenimiento, administración y distribución de todas las gracias del Cielo para que así todas sus Gracias y regalos pasen a través de sus manos. Nuestra Madre regala a quien Ella desea, cuando Ella quiere, en la forma que Ella quiere, y tanto como quiere las Gracias de Dios, las Virtudes de su hijo y los regalos del Espíritu Santo. El poder de su intercesión es tan grande en les imposible que no puedan ser escuchadas o rechazadas por su hijo. Consagrarse a Jesús por María es Nuestras buenas acciones, por dignas que las creamos, quedan siempre imperfectas, indignas de que las mire y acepte Dios.
Siendo María la virgen fecunda, cuando mora en una persona hace brotar en ella la pureza del cuerpo y del espíritu, de las intenciones y proyectos y la fecundidad de las buenas obras. No creas que maría, la mas fecunda de la puras creaturas, pues engendró al hijo de Dios, permanezca ociosa en quien le es fiel. Ella te llevara a una vida de perseverante comunión con Jesucristo y hará que cristo viva en ti, según las palabras de San Pablo: Hijitos míos de nuevo sufro dolores de alumbramiento hasta que cristo se forme en ustedes (Gal4,19). Jesús es el fruto de María en cada uno de nosotros; más para el cristiano que ha acogido a María en su interior, Jesús es el fruto y obra maestra de María. María viene, finalmente, a ser indispensable para el creyente en sus relaciones con Jesucristo: Ella le infunde su humildad en el corazón; le ensancha e inflama con su caridad; le ilumina el espíritu con su fe viva; le purifica con su pureza; le ennoblece y engrandece con su maternidad. MARIA EJEMPLO DE VIRTUD FE: es creer las verdades reveladas por Dios y enseñadas por la iglesia. ESPERANZA: es la virtud por la cual estamos seguros de que Dios nos premiara en la otra vida con los goces del cielo. CARIDAD: es una virtud sobre natural por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas, y amamos al prójimo como a nosotros mismos, por amor a Dios. HUMILDAD: la soberbia se opone a la virtud de la humildad, que nos hace reconocer que por nosotros mismos nada somos, ni podemos, ni valemos. Y obrar de acuerdo con este convencimiento. La Virgen María es el modelo perfecto de la humildad. PACIENCIA: forma parte de la virtud moral de la fortaleza que es la que fortifica nuestra voluntad para el bien obrar. PERSEVERANCIA: forma parte de la virtud moral de la fortaleza, fortifica nuestra voluntad en el bien obrar, en este caso para emprender grandes obras, proyectos de vida e iniciativas apostólicas.
OBEDIENCIA: pedía Jesús en el evangelio: aprended de Mi que soy manso y humilde de corazón. La obediencia es esa mansedumbre y docilidad pedida por Jesús, y que se contradice con la rebeldía, soberbia, opuesta a la humildad. Mensaje de la Virgen de Medugorje 25 de febrero 1.987 Queridos hijos: Hoy deseo cubrirlos con mi manto y llevarlos a todos por el camino de la conversión. Les ruego que entreguen al Señor todo su pasado y todo el mal que se ha acumulado en sus corazones. Deseo que cada uno de ustedes sea feliz, pero ninguno podrá serlo con el pecado. Por lo tanto, queridos hijos, oren y en la oración conocerán el nuevo camino del gozo. El gozo se manifestará en sus corazones y de este modo, ustedes serán testigos gozosos de lo que mi hijo y yo deseamos de cada uno de ustedes. Los bendigo.
Virgen María, Madre mía, me consagro a ti y confío en tus manos toda mi existencia. Acepta mi pasado con todo lo que fue. Acepta mi presente con todo lo que es. Acepta mi futuro con todo lo que será. Con esta total consagración te confío cuanto tengo y cuanto soy, Todo lo que he recibido de Dios. Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón. Deposito en tus manos mi libertad, ansias y temores; esperanzas y deseos; tristezas y alegrías. Custodia mi vida y todos mis actos para que le sea mas fiel al Señor y con tu ayuda alcance la salvación. Te confío, oh María! mi cuerpo y mis sentidos para que se conserven puros y me ayuden en el ejercicio de las virtudes. Te confío mi alma para que tu la preserves del mal. Hazme partícipe de una santidad igual a la tuya; Hazme conforme a Cristo, ideal de mi vida. Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud, Para que tu me ayudes a no envejecer en la fe. Te confío mi capacidad y deseos de amar, enséñame y ayúdame a amar como tu has amado y como Jesús quiere que se ame. Te confío mis incertidumbres y angustias para que en tu corazón yo encuentre seguridad, sostén y luz, En cada instante de mi vida. Me comprometo a imitar tu vida. Acepto las renuncias y sacrificios y te prometo, con la gracia de Dios y
Qué razones tendría mi alma?. Para seguir luchando para continuar la marcha. Quién enjugaría mis lágrimas? Quién sostendría mi carga?. Si me faltara la fe nada podría la gloria vana ni riqueza, ni poder, ni placer, ni parecer, podría satisfacer mi ansia; pues todas ellas; no han podido alcanzarme ni paz ni calma. Si me faltara la fe Dios mío, si me falta! Quién le daría sosiego a mi pobre alma?. Con la fe Señor me regalaste la esperanza, con ella llego el amor que crece cada día que pasa. Sigue Señor obrando! Qué mi fe no decaiga! Mas bien auméntala, multiplica la gracia. Transfigura, renueva, purifícame el alma! Auméntame la fe! Regenera mi esperanza, que brote a caudales el amor, sea semilla santa, para dar testimonio a los hermanos que faltan. Hazme justicia Señor! Que espero confiado, abrazado a tu promesa, que me sostiene y guarda en este mi anhelo de ver un día tu santo rostro, y permanecer en Él extasiado, en tu sublime presencia, culmen de la vida humana. Aumenta Señor mi fe! Qué quiero mover montañas! Para mostrarle al mundo entero Cuánto nuestro Dios nos ama!