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Más que exploradores Pertenecientes al Grupo Scout Autana de San Luis (El Cafetal, Caracas), seis niños y adolescentes, ejemplo de los principios y valores del escultismo movimiento de educación no formal nacido en 1907 en Inglaterra, posan para la cámara de Roberto Mata. Con 98 años de historia en Venezuela, los scouts cuentan hoy con más de 17.000 miembros, reunidos en 280 grupos. Su misión: proteger el ambiente y servir a la comunidad / Mireya Tabuas Alejandra Leal 10 años Unidad Manada 2 años y 6 meses en los scouts Insignia Huella Alerta La primera vez que vine a los scouts me gustó porque me integré rápido y me convertí en amiga de todos. Convencí a mi hermano mayor que tiene 16 años para que entrara a los scouts, también a mi papá y a mi mamá. A mí me encantan las plantas y los animales. Además, los juegos me parecen muy divertidos. Cuando vamos de campamento hacemos acechos, un juego que consiste en buscar un objeto en la oscuridad, mientras los dirigentes están escondidos y hacen ruidos para que uno se asuste. Aunque yo tengo memoria fotográfica y soy de aprendizaje rápido, reconozco que lo más difícil son los nudos. Hay uno que se hace con una sola mano Montar la carpa también es difícil porque tienes que tener la habilidad. Me gustan las actividades en las que ayudamos a la comunidad y cuidamos el ambiente. Hemos limpiado y sacado maleza en el parque La Fila de San Luis. A veces me caigo y me raspo las rodillas, pero no me importa. Aunque me queden cicatrices, voy a seguir en los scouts: quiero llegar a ser dirigente. 51+SALUD
Luis José Ruiz Molina 10 años Unidad Manada 2 años en los scouts Insignia Huella Libre Entré a los scouts porque los sábados siempre me quedaba en casa aburrido. Mi mamá me inscribió. Pertenezco a la Manada, unidad que agrupa a los niños. Al principio me encantó porque podía jugar y conocer nuevas personas. Después me gustó mucho más porque íbamos a campamentos y pasábamos la noche allí. Los scouts me han ayudado a cambiar mi actitud en el colegio y ser mejor con mis amigos: antes les hablaba fuerte y ahora los trato con más respeto. Además, cuando veo basura en el piso la recojo y la boto. Lo más divertido son los juegos que hacemos. Por ejemplo, nos quitamos los zapatos, los ponemos en el centro, y el que se los ponga más rápido, gana. Lo más difícil es montar las carpas, porque no se logran armar bien si te equivocas. Ser scout es ser una mejor persona, ayudar a la gente y cuidar la naturaleza. He ganado varias insignias. Ahora tengo la Huella Libre, pero quiero llegar a la máxima insignia de la Manada: Lobo Saltarín. Luego quiero pasar a los otros niveles (Tropa y Clan) y llegar a ser dirigente. 52+SALUD
Andrés Payema 16 años Unidad Tropa 8 años en los scouts Insignia Scout de Bolívar Entré a los scouts hace ocho años. Mi madre estaba buscando que me relacionara con niños de mi edad y quería que me formara como ciudadano. Fui el primero en mi familia que entró al escultismo, pero al año me siguió Diego, mi hermano pequeño, y a los dos años entró mi padre. Ahora toda mi familia está vinculada. He aprendido a escalar, a encender una fogata, a cocinar, a armar carpas, a hacer muebles de madera y de cuerdas. Sé métodos de supervivencia, puedo aplicar correctamente los primeros auxilios y reaccionar ante una emergencia. Físicamente, los scouts me han ayudado a tener resistencia al frío, al calor, a la lluvia. Psicológicamente, me he convertido en un ciudadano de buenos valores y me he independizado. Me han dado las herramientas para volverme el hombre que quiero ser. Hace dos años fui con mis compañeros y un dirigente al pico Naiguatá y nos quedamos una noche. Nos acostamos bajo el cielo estrellado y estuvimos una hora y media en silencio, mirando hacia arriba. No puedo describir las emociones que viví. 53+SALUD
Kimberly Rubacetty 16 años Unidad Tropa 1 año y 6 meses en los scouts Insignia Explorador Mi hermano fue scout antes que yo. Me llamó la atención unirme a esta organización por la aventura, las emociones, la diversión. Lo mío es estar activa. No puedo estar sentada. Esta organización me ha enseñado a ser más abierta, a cuidar más las cosas y a aprovechar lo que la vida nos da. Los valores de los scouts son la honradez, la amistad, el compañerismo y el amor. Es algo que te llena como persona. Sé de memoria todos los gritos y las canciones. Hago amarres y nudos. He aprendido manualidades, a hacer fogatas, a construir mesas y cocinas, y también a armar carpas. Lo más difícil es ser guía de una patrulla (subgrupo dentro de la tropa), porque es una responsabilidad: tienes que cuidar a todos los integrantes y estar pendiente de ellos. Tengo seis muchachas en mi patrulla. Ser scout es un compromiso: debes ser cortés, leal y servicial. Las demás personas deben sentir que pueden confiar en ti, que las puedes ayudar en todo momento. Deseo llegar a ser una de las mejores scouts. En la Tropa, quiero alcanzar la insignia máxima: Scout de Bolívar. 54+SALUD
Simón Caravaca 17 años Unidad Clan 7 años en los scouts Insignia Precursor Entré por un reto. Mi papá me trajo al grupo y un dirigente me dijo que no iba a aguantar más de un mes en la Tropa. Eso fue un desafío para mí, entonces me quedé. Luego me confesó que lo había dicho a propósito, y funcionó: ya estoy en el Clan. El escultismo es otra forma de vida. No es lo mismo tener amigos en el colegio que en los scouts: los amigos scouts quedan para toda la vida, por todas las vivencias que tenemos juntos, sobre todo en los campamentos. Lo que más me gusta del escultismo son las aventuras que se viven y los valores que te enseña: la amistad, la humildad y la no discriminación. Como scout, he aprendido a tratar a todo el mundo por igual. No importa la raza, la clase social o la religión. Los scouts también nos enseñan destrezas para casos de emergencia. Por ejemplo, durante las lluvias de Caracas y Miranda en diciembre de 2010 contribuimos con Defensa Civil y ayudamos a recolectar comida para los damnificados. Después de salir del Clan, a los 21 años, deseo asistir a los cursos de dirigentes, porque yo quiero dirigir la Tropa. 55+SALUD
rx galería visor Amanda Esteves 18 años Unidad Clan 1 año y 6 meses en los scouts Insignia Expedicionario Me uní a los scouts por iniciativa propia. Un día los vi en el parque La Fila de San Luis. Crucé la calle, hablé con una dirigente para preguntar los requisitos y entré. Convencí a mi hermano de 12 años, quien también entró en los scouts: él me preguntaba cada sábado y yo le contaba lo que hacíamos, y se fue animando. Ser scout es un estilo de vida. Es hacer amigos que de verdad confían en ti. Una familia no de sangre sino de corazón. Cuando alguien necesita ayuda, vamos todos. Esa confianza y ese cariño no se encuentran en casi ningún otro lugar. También colaboramos con la comunidad: he compartido con gente de otros estados de Venezuela con la que nunca imaginé relacionarme. Estoy 100% orgullosa de ser scout porque nos enseñan valores muy importantes como la solidaridad, la hermandad, el respeto y la igualdad entre las razas. Además, nos dan herramientas que pueden servirnos a lo largo de la vida, como los primeros auxilios. Quisiera llegar a la máxima insignia del Clan, que es el Rover Ciudadano, porque sería un ejemplo para los demás integrantes del grupo. 56+SALUD