356 IWGIA EL MUNDO INDIGENA 2015 ISRAEL Los árabes beduinos de Israel son indígenas de Neguev-Naqab. Han sido tradicionalmente un pueblo seminómada, que combina la ganadería y la agricultura en aldeas relacionadas por sistemas tribales y de familia que determinan, en gran medida, los patrones de propiedad de la tierra. Antes de 1948, cerca de 90.000 beduinos vivían en el Neguev. Después de 1948, la mayoría fue expulsada a Jordania y el Sinaí ysólo unos 11.000 se quedaron en Israel. A principios de 1950, el gobierno israelí concentró a esta población dentro de un área geográfica restringida de alrededor del diez por ciento del territorio original de los beduinos, con la promesa de que éstos pudieran volver a algunas de sus tierras de origen en un plazo de seis meses. Esta promesa aún no se ha cumplido. Según la Oficina Central de Estadística (2009), aproximadamente 75.000 beduinos viven en 35 aldeas no reconocidas, que carecen de servicios básicos e infraestructura. Otros 150.000 (aprox.) viven en siete municipios y diez aldeas que han sido reconocidos durante la última década. Sin embargo, estos municipios y aldeas no respetan la forma de vida tradicional de los beduinos y brindan pocas oportunidades de empleo. Actualmente, los beduinos se encuentran marginados política, social, económica y culturalmente, además de ser objeto de distintas formas de discriminación. Sus representantes asisten y se dirigen regularmente a los organismos de la ONU que tratan cuestiones sobre los pueblos indígenas, a pesar de que su condición de indígenas no está oficialmente reconocida por el Estado de Israel. Este país no ha ratificado el Convenio 169 de la OIT y ha violado muchas de sus disposiciones. Además, Israel no participó en la votación sobre la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, y no ha cumplido con las disposiciones de esta Declaración. L a destrucción de cultivos y la demolición de viviendas en la región del Neguev se mantuvo durante 2014, y al paso de las excavadoras se esfumaban las últimas esperanzas que existían de alcanzar una solución justa a las reivindicaciones territoriales en Al-Araqib. En términos generales, la situación en el Neguev se caracterizó
medio oriente 357 por la actitud continuada de Israel de desprecio por la mayoría de los estándares internacionales en materia de derechos humanos. Demolición de casas La propuesta de ley Prawer sobre los asentamientos beduinos en el Neguev había sido paralizada por el Knéset 1 en 2013, pero esto no impidió que el Plan Metropolitano de Beersheva continuara activo y que el gobierno siguiera aplicando en 2014 algunas de las disposiciones de este plan, como las órdenes de demolición contra al-
358 IWGIA EL MUNDO INDIGENA 2015 deas beduinas. Según informa el Foro de Convivencia del Neguev (NCF), se dieron 86 casos de demoliciones en 2014, incluyendo la destrucción de varios cientos de estructuras, así como de árboles (olivos) y cultivos. 2 Aunque el propósito de la demolición de viviendas es concentrar a los beduinos en municipios y aldeas reconocidos, el 54% de las destrucciones reportadas ocurrieron precisamente en este tipo de lugares. De hecho, debido a la falta de planes de desarrollo público, los residentes de municipios y aldeas reconocidos no tienen acceso a permisos de construcción para sus casas, por lo que éstas son tan vulnerables a la demolición como las viviendas de las aldeas no reconocidas. Muchos propietarios beduinos deciden destruir sus propias viviendas, en parte porque las autoridades estatales amenazan con cobrarles los gastos de demolición, pero también porque de esta manera pueden salvar parte del equipamiento y materiales de construcción y mitigar, de paso, el trauma que sufren sus familiares. La demanda territorial de Al-Araqib La aldea no reconocida de Al-Araqib, situada al noroeste de Beersheva, fue una de las muchas zonas afectadas por las demoliciones en 2014. Hasta la fecha, esta población ha sido destruida más de 70 veces y se ha convertido en un símbolo de la resistencia beduina en materia de defensa de sus derechos a la tierra. La difícil situación de Al-Araqib se remonta a 1951, cuando los miembros de la tribu Al-Ukbi fueron expulsados de sus hogares y tierras y obligados a instalarse en Hura, un lugar a unos 20 km de distancia. Dichas tierras fueron entonces expropiadas y clasificadas como tierras del Estado, pero algunas familias regresaron y se asentaron de nuevo allí. En 2009 se decidió que a Al-Araqib albergaría un nuevo bosque financiado por el Fondo Nacional Judío (JNF), 3 por lo que el pueblo, que contaba con una población de 300 personas, fue enteramente destruido. Sin embargo, sus habitantes no tardaron en volver al lugar y levantar casas improvisadas, negándose a abandonar su tierra, tal como seguirían haciéndolo cada vez que su aldea era destruida. En 2011, el Estado de Israel adoptó una política antidemanda para poner punto final a lo que considera invasión de tierras estatales. Es así que presentó una demanda de 1,8 millones de NIS (unos 450.000 de USD) contra los herederos del jeque Suleiman Al-Ukbi, mediante la cual les transfería la responsabilidad de demostrar la titularidad de sus tierras ancestrales en Al-Araqib y Zazhilika. 4 El caso se resolvió en marzo de 2012 con un veredicto de la jueza Sarah Dovrat que rechazaba las reivindicaciones de la tribu Al-Ukbi. Esta sentencia está en concordancia con la llamada
medio oriente 359 Doctrina del Neguev Muerto, que desde 1970 ha clasificado a todas las tierras en la región del Neguev como mewat (tierra desocupada y sin cultivar) y, por lo tanto, pertenecientes al Estado. La sentencia fue apelada de inmediato, pero mientras se esperaba por la instrucción del caso, Al-Araqib fue víctima de nuevas demoliciones. Asimismo, en mayo se entregaron ocho órdenes de desalojo en la región para ser ejecutadas entre el 12 de junio y 12 de julio. La apelación ante el Tribunal Supremo se inició el 2 de junio de 2014 en Jerusalén. El abogado de la apelación, Michael Sfard, comenzó el proceso comparando la Doctrina del Neguev Muerto con la doctrina Terra Nullius, 5 cuya aplicación en la actualidad es ampliamente rechazada por la comunidad internacional. A continuación procedió a presentar los resultados de investigaciones basadas en información de archivos, fotos aéreas y testimonios de beduinos que proporcionaban evidencias sólidas del derecho de los beduinos a las tierras del norte del Neguev. Estos derechos quedaban, además, confirmados por documentos de compra de grandes extensiones de terreno del Neguev pertenecientes a los beduinos por parte de organizaciones sionistas e individuos judíos durante el periodo otomano y la época del mandato británico. En esa área se construyeron 11 kibutz, 6 los que han prosperado hasta hoy. Por su parte, los abogados del Estado se esforzaron en argumentar que los beduinos no son indígenas del Neguev, ya que descienden de los invasores llegados en el S. XVIII. También declararon que reclamar títulos privados de tierras en lugar de títulos colectivos es una clara muestra del estatus no indígena de los beduinos. El Estado, además, afirmó que la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas no constituía una ley de derecho internacional consuetudinario y, por lo tanto, no era vinculante para Israel. Tras la deliberación, los jueces manifestaron su descontento por un retraso extremadamente largo en la tramitación de las reclamaciones presentadas por los beduinos (más de 50 años), y sugirieron la celebración de un proceso de conciliación con el fin de alcanzar una solución justa a la cuestión de la propiedad de la tierras beduinas de Al-Araqib. Los miembros de Al-Ukbi estuvieron de acuerdo con esta resolución, y el tribunal concedió un periodo de quince días para considerarlo. Sin embargo, antes de la finalización de este periodo, se inició el 12 junio una acción de tres días en la que se arrasó con las estructuras del cementerio, destruyendo con ellas las pocas esperanzas que quedaban de una solución justa para este proceso. La policía no respetó la orden de paralizar las demoliciones mientras se resolvía el caso y, cuando el tribunal decidió solicitar una nueva paralización, ya era demasiado tarde pues no quedaba nada más que destruir. 7 Aún así, los miembros de
360 IWGIA EL MUNDO INDIGENA 2015 Al-Ukbi volvieron a sus tierras de nuevo, de manera que a finales de 2014 ya habían sido desalojados en seis ocasiones más. Ni refugios ni sirenas para las aldeas beduinas Es muy habitual observar refugios y sirenas antiaéreas en todos los lugares de Israel, excepto en las comunidades beduinas. 8 Durante la operación militar Protective Edge (Barrera Protectora) de julio de 2014, 9 varios cohetes disparados desde Gaza golpearon aldeas beduinas de todo el Negev. Dos de esos ataques fueron mortales, causando la muerte de al menos una persona 10 e hiriendo gravemente a otras seis. El 16 de julio, la Asociación por los Derechos Civiles en Israel (ACRI) emitió una petición urgente a la Corte Suprema exigiendo protección inmediata para las aldeas beduinas reconocidas y no reconocidas del Negev. El 20 de julio, el tribunal determinó que no había ninguna razón para una intervención inmediata en la política de protección de las comunidades. No obstante, los jueces sostuvieron que, a largo plazo, se debía considerar un sistema de preparación frente a ataques en la región, por lo que concedió un periodo de 30 días para que los demandados (el Ministerio de Defensa y los consejos regionales) dieran respuesta a esta cuestión. 11 Desprecio por derechos humanos fundamentales Además de ser privados de sus derechos a la tierra y a un entorno seguro, otros derechos humanos básicos les son negados a los beduinos. Un ejemplo es el derecho al agua, reconocido internacionalmente como derecho humano y consagrado por la Asamblea General de la ONU en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR). Un informe reciente revela que muchas aldeas no reconocidas carecen de acceso a la red de agua. Además, en los casos en que existe acceso, éste es insuficiente, y exige que los propios residentes instalen y mantengan la infraestructura necesaria asumiendo los costos. Tampoco existe un control de calidad del agua, por lo que a menudo representa un riesgo para la salud. Por último, en estos lugares se pagan las tarifas de agua más caras de todo el país. 12 La libertad de expresión, de palabra y de reunión también están en peligro para la comunidad beduina desde el duro golpe recibido tras una manifestación contra el Plan Prawer celebrada en Hura el año pasado. Como se describe en un informe del Foro de Convivencia del Neguev, cientos de beduinos y sus partidarios fueron agre-
medio oriente 361 didos por la policía montada con granadas y gases lacrimógenos durante una jornada conocida como día de la rabia. Asimismo, fueron objeto de largas detenciones, y se les obligó a pagar elevados costos legales. Todo esto indica que cuando la comunidad beduina y sus partidarios protestan en la calle, estos actos no son tratados como manifestaciones civiles legítimas, sino más bien como una cuestión de seguridad. Por lo tanto, la capacidad de esta comunidad de ejercer sus derechos a la libertad de expresión y de reunión está seriamente amenazada. 13 Notas y referencias 1 El Knéset es el brazo legislativo del gobierno de Israel. Para más información sobre el Plan Prawer véase El Mundo Indígena 2014, págs. 378-380. 2 Véase el sitio web del Foro de Coexistencia del Neguev (NCF) y su informe, The House Demolition Policy in the Negev-Naqab (2014) en http://www.dukium.org 3 El JNF fue fundado en 1901 con el objetivo de comprar tierras que irían destinadas a asentamientos exclusivamente para judíos. Véase El Mundo Indígena 2010, págs. 462-464. 4 La única forma que tienen los beduinos de probar que las tierras les pertenecen es, o bien demostrando que existía una aldea o una región de cultivos en 1858, o mostrando que dicha titularidad estaba registrada en la Oficina Británica del Registro de la Propiedad antes del mandato británico en 1921. Esto hace que sea prácticamente imposible para los beduinos demostrar la propiedad de sus tierras. 5 Este concepto considera que la tierra no pertenece a nadie y ha sido usado en Australia, por ejemplo, para negar derechos territoriales a los aborígenes de ese país. 6 Asentamiento comunal que consiste normalmente en un granja. 7 Para la elaboración de esta sección se ha usado información de NCF (http://www.dukium.org); Gush Shalom (http:// http://zope.gush-shalom.org/index_en.html) y Mondoweis (http://mondoweiss.net/2014/06/bedouin-demolished-proceedings). 8 Según la ley de 1951 sobre Defensa Civil de Israel, todos los hogares, edificios residenciales y construcciones industriales deben contar con refugios antiaéreos o acceso a espacios protegidos. 9 Operación militar israelí contra Gaza iniciada el 8 de julio de 2014. 10 Este árabe beduino muerto fue una de las cinco víctimas civiles israelíes del conflicto. 11 Véase información sobre este tema en ACRI: http://www.acri.org.il/en/2014/07/20/bedouin-protection-denied/ 12 Véase el informe del NCF Thirsty for (the right to) Water: the Policy of not Supplying Water to the Unrecognized Arab-Bedouin Villages in the Negev (2014). En http://www.dukium.org/reportsand-position-papers/ 13 Véase Days of Rage : Deprivation of Freedom of Speech of the Bedouin Community in the Negev-Naqab. NCF, 2014 en http://www.dukium.org. Diana Vinding es antropóloga y antigua trabajadora de IWGIA. Ha hecho un seguimiento de la situación de los beduinos durante muchos años.