Alejada de los clichés que la presentan como una ciudad gris o hermética, Beograd, que significa ciudad blanca en serbio, es una capital bulliciosa, llena de vitalidad, con gente encantadora que acoge con los brazos abiertos a los extranjeros. La Ciudad Blanca cuenta con dos ríos enormes (el Danubio y el Sava), siete bosques y ocho parques que admiran a todo viajero que se acerca a la mayor metrópolis de los Balcanes. La ubicación de Belgrado, entre Oriente y Occidente, ha sido elogiada por numerosos escritores y viajeros a lo largo de su milenaria historia. Precisamente por esta posición privilegiada, ha sido siempre un lugar atractivo para los conquistadores. Muchos de ellos la han destruido y la han vuelto a construir de nuevo. Quizás por ello, todo en Belgrado es inestable, excepto los dos ríos y el kosava, el viento que sopla entre las calles de la ciudad. En la Ciudad Blanca, el viajero se sentirá en una Europa ajena, singular, que aún recibe al turista con curiosidad. Los enamorados encontraran paseos inolvidables por el Danubio, los gastrónomos se deleitaran en las típicas kafanas y, para los amantes de la noche, hay un sinfín de movidas, desde fiestas en barcos hasta conciertos en locales alternativos o en la fortaleza del centro de la ciudad, Kalamegdan.
Cómo llegar En avión Belgrado aún no es destino de las compañías aéreas de bajo coste y sólo hay un vuelo directo en verano desde Palma de Mallorca. Para el resto, es necesario hacer escala. Un billete de ida y vuelta cuesta entre 250 y 400 euros. Cinco compañías aéreas conectan España con Belgrado: Swiss International Airlines: (www.swiss.com) Lufthansa: (www.lufthansa.com) Alitalia: (www.alitalia.com) Czech Airlines: (www.czechairlines.com) Austrian Airlines: (www.austrian.com) En autocar Eurolines (www.eurolines.com) En tren Necesitarás casi una semana entera para llegar a Belgrado. La compañía de tren serbia es Zeleznice Srbije (www.zeleznicesrbije.com) Cuándo ir La primavera y el otoño son dos épocas ideales para visitar Belgrado. No hace demasiado calor ni demasiado frío, y sólo la lluvia te puede fastidiar algún paseo. Además, tanto en primavera como en otoño encontrarás un sinfín de eventos culturales y fiestas. En todo caso, incluso en invierno, la marcha está asegurada! En la página oficial de Turismo de Belgrado (www.tob.co.yu) puedes encontrar una guía, en inglés y serbio, de las actividades de cada mes: Bg Guide (www.bgvodic.net) Dónde dormir En la página de Turismo de Belgrado (www.tob.co.yu), encontrarás todo tipo de información sobre los alojamientos disponibles, desde albergues hasta hoteles de lujo. La moneda La moneda oficial es el dinar. Un euro vale 80 dinares. Podrás comprar fácilmente dinares en las numerosas casas de cambio que hay por toda la ciudad. Idioma En Belgrado se habla serbio, aunque con el inglés no tendrás ningún problema para hacerte entender. Es posible que encuentres serbios que sepan español, italiano, francés e incluso catalán. El serbio es una lengua eslava, la misma que se habla en Croacia, Bosnia y Montenegro. En Serbia, esta lengua se escribe en dos alfabetos: el latín y el cirílico.
1 2 3 4 5 6 7 La fortaleza de Kalamegdan El centro histórico Zemun, el barrio austrohúngaro Las kafanas Un bareto serbio-español La mayor iglesia de los Balcanes El bosque mágico 1 La fortaleza de Kalamegdan Kalamegdan (www.beogradskatvrdjava.co.yu) no es un parque cualquiera. En sus orígenes fue una fortaleza y hoy es el símbolo de la ciudad y orgullo de los belgradenses. Situada en la confluencia de los ríos Danubio y Sava, es una cita obligada para todo viajero que se acerque a Belgrado. Al atardecer, desde allí podrás disfrutar de una bellísima puesta de sol sobre las aguas del Danubio. El fortín fue muy importante durante la convulsa historia de la ciudad. Lo construyeron los celtas y los romanos lo ampliaron y le dieron el nombre de Singidunum ( Fortaleza del Halcón ). Lo que hoy queda de la fortificación corresponde a la época de los imperios otomano y austrohúngaro que se disputaron la región durante cinco siglos (del XV al XIX). Aparte de murallas, fosas, torres, glorietas y jardines, hay tres sitios de la antigua fortaleza que no puedes perderte. El primero es la pequeña iglesia ortodoxa de Sveta Petka, la única que los turcos no destruyeron durante su ocupación de Belgrado y que cuenta con unos extraordinarios mosaicos. El segundo es el Museo Militar, donde podrás hacer un recorrido por la convulsa historia de Belgrado, desde los tiempos del tsar Dusan (1346-1355) hasta los bombardeos de la OTAN en 1999. El tercer lugar imprescindible es la visita al Monumento del Vencedor, donde verás la desembocadura del Sava en el Danubio, una estampa para grabar en la retina para siempre. 2 El centro histórico La plaza de la República (Trg Republike) es el centro neurálgico de la ciudad y lugar de encuentro de los belgradenses. Conserva dos edificios impresionantes: el Teatro Nacional y el Museo Nacional (www.narodnimuzej.org.yu), actualmente en obras. A partir de la plaza de la República, puedes empezar varios paseos por el centro histórico de la ciudad. Es muy recomendable dar una vuelta por la peatonal Knez Mihailova. Librerías históricas, casas señoriales de finales del siglo XIX y cafeterías comparten protagonismo con tiendas de ropa y zapatos de última moda.
Al final de Knez Mihailova, en la zona de Terazije, encontrarás el famoso Hotel Moskva (www.hotelmoskva.co.yu), construido en 1906, con una fachada art-déco. Ivo Andric, premio Nobel de literatura, solía frecuentar su cafetería. Muy cerca de la plaza de la República empieza el casco antiguo de Belgrado, conocido con el nombre de Dorcol, donde se puede contemplar la única mezquita de la ciudad, además del pequeño Montmatre de Belgrado, la calle de Skadarlija. También merece la pena que te acerques a la avenida de las embajadas, Krunska, donde hay un pequeño museo interactivo dedicado a uno de los científicos más importantes del siglo XX, el serbio Nikola Tesla (www.tesla-museum.org) 3 Zemun, el barrio austrohúngaro Antigua ciudad austrohúngara, Zemun es desde el 1945 un barrio más de Belgrado. Sus calles conservan la arquitectura típica del Imperio austrohúngaro y sus vecinos tienen la sensación de vivir fuera de Belgrado, a pesar de que el barrio está muy bien conectado con el centro en transporte público. Es muy recomendable dar una vuelta por sus calles estrechas y silenciosas para acabar paseando por las orillas del Danubio. Si eres un sibarita, en Zemun encontrarás extraordinarios restaurantes donde descubrirás pescados de río de los que tal vez nunca habías oído hablar. Para descansar del paseo, entra en alguno de los barcos del Danubio en los que podrás tomar un café o un cerveza bien fresquita. Si vas a Zemun de noche, en el barco Savana podrás escuchar música en directo. Un consejo importante: en el momento de brindar es imprescindible mirar a los ojos porque no hacerlo, según los serbios, da mala suerte para toda la vida. Ziveli! Es decir, salud!, en serbio. 4 Las kafanas Restaurantes y cafeterías a la vez, las kafanas son un espacio de culto en Belgrado. Antiguamente eran regentadas por el Estado, pero en la actualidad muchas han pasado a manos privadas. Las kafanas son la segunda casa para la mayoría de serbios. En las kafanas se reúnen los amigos y la familia, se come y se cotillea, se comenta el partido de fútbol y la política del gobierno, se idean nuevos proyectos y se cierran negocios. Una de las kafanas más antiguas se llama?. Situada en la calle Kralja Petra, frente a la catedral, su singular nombre se debe al enfado de la Iglesia ortodoxa, que prohibió a la kafana conservar su nombre original: La Catedral. Los propietarios decidieron poner provisionalmente un cartel con el signo de interrogación hasta que se encontrase un nombre definitivo pero, al final, así se ha quedado. Sus especialidades son el cordero asado y la karadjordjeva, una salchicha rellena de queso y jamón. Otra kafana muy recomendable, situada en el corazón del barrio de Dorcol, es Stara Hercegovina. Las costillas de cerdo y el cochinillo asado son sus especialidades. Se puede comer de maravilla por menos de 10 euros por persona. Priatno! es buen provecho!
5 Un bareto serbio-español Hay en Belgrado un bar regentado por un español y una serbia que no te puedes perder. Se llama Casa García y está en una casita roja en la calle Kraljevica Marka, al lado del mercado de Zeleni Venac. En Casa García podrás escuchar las experiencias de españoles y otros extranjeros que viven en Belgrado. También conocerás a numerosos serbios que estarán contentos de charlar contigo y guiarte por la ciudad. Los sábados suele haber concierto. Los propietarios, Roberto y Bibi, son encantadores. 6 La mayor iglesia de los Balcanes El templo de Sant Sava, visible desde buena parte de Belgrado, es la iglesia más grande de los Balcanes. Los preparativos para su construcción empezaron a finales del siglo XIX, aunque las primeras obras no se iniciaron hasta la década de 1930. Con la llegada de la Yugoslavia de Tito, la construcción se interrumpió y no fue hasta 1985 que se reemprendieron las obras. El templo, de estilo bizantino, impone por su magnitud. Su interior, a pesar de estar aún en obras, permite conocer el lado más religioso del pueblo serbio. Además, en el parque de enfrente encontrarás un singular mercado de mieles todos los fines de semana. 7 El bosque mágico Belgrado tiene fama de ser una de las capitales con más espacios verdes de toda Europa. En el centro encontrarás fácilmente varios parques, e incluso un pequeño jardín botánico con más de 200 especies diferentes de plantas. Pero para ir a uno de sus espacios verdes con más encanto, tendrás que coger el autobús 53 y llegar a uno de los barrios de la periferia de la ciudad. Allí se encuentra el fabuloso bosque de Kosutnjak, de 330 hectáreas de superficie. Antiguo coto de caza, hoy se ha convertido en un pequeño paraíso de tranquilidad para los belgradenses amantes de la naturaleza en su estado más puro.