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Porfirio Lobo Sosa Presidente Cons tucional de la República de Honduras Hilda R. Hernández Alvarado Secretaria de Estado en el Despacho de Desarrollo Social Edición y revisión: Mónica Mairena Antonio Kawas Marco Farach Gabriel Brito Coordinación de la publicación: Zoila Crúz Marcio Jiménez Diseño y diagramación Sergio Mauricio Canales sergiomauricio1987@hotmail.com Primera edición R 2012 Secretaría de Desarrollo Social Sub-Secretaría de Polí cas Sociales Dirección General de Análisis y Evaluación de polí cas (DIGAEP) Sistema Único de Evaluación de Polí cas Públicas Sociales (SUEPPS) 2
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Secretaría de Desarrollo Social Ing. Hilda Hernández Alvarado Secretaria de Estado en el Despacho de Desarrollo Social Mi compromiso es contigo Misión Coordinar la Política Social del Estado, a través de la articulación de los actores que la realizan, para contribuir al desarrollo de la sociedad hondureña, con énfasis en la población vulnerable. Visión Ser la institución que privilegia al ser humano, potencia sus capacidades, contribuye al bien ser, bien estar, bien hacer y bien tener de la sociedad en su conjunto, enfatizando en la protección y desarrollo integral de la población en condición vulnerable. 4
Mesas de Protección Social 2012 Introducción El Gobierno de Honduras dio inicio al proceso de organización institucional de la Secretaría de Desarrollo Social (SDS) en febrero de 2010, definiendo su titularidad, estructura organizativa, funciones y demás aspectos administrativos, operativos y logísticos, en el marco de las atribuciones establecidas en su Ley de creación, Decreto Legislativo No. 193-2009, publicado en el Diario Oficial La Gaceta el 16 de diciembre de 2009. Considerando los planteamientos de diversos actores interesados en el desarrollo social, así como la apremiante necesidad de establecer un mecanismo de diálogo, concertación y articulación de las acciones realizadas en el sector social por las instituciones del sector público, privado, organizaciones no gubernamentales (ONG) y de sociedad civil, la SDS plantea la instalación de espacios denominados Mesas de Protección Social para mejorar la eficiencia de las intervenciones de desarrollo social que se realizan a nivel municipal, regional y nacional. Las mesas se organizaron en el ámbito de las Mancomunidades o conglomerados de municipios con amplia representación sectorial, a fin de promover el diálogo, la participación y articulación responsable de las diferentes instancias y la ciudadanía que desarrolla procesos en el sector social por medio de la construcción de alianzas estratégicas para contribuir a la disminución de la pobreza y vulnerabilidad. En el año 2012, se priorizó la instalación de la mesa de protección social de la Mancomunidad de los Municipios Lencas del Centro de Lempira (COLOSUCA), Mancomunidad de la Cuenca del Río San Juan (MANCOURISJ), Mancomunidad de Güisayote, Mancomunidad de Municipios de Copán Ruinas, Santa Rita y Cabañas (MANCORSARIC) y Región del Golfo de Fonseca. El análisis que a continuación se presenta está basado en los datos generados en el Centro Nacional de Información del Sector Social (CENISS) en el marco de sus herramientas, tales como el Registro Único de Beneficiarios (RUB) y el Registro Nacional de la Primera Infancia (RENPI), y corresponde a la Mancomunidad de El Golfo de Fonseca. 5
Región del Golfo de Fonseca La Mesa de Protección Social de la Mancomunidad de El Golfo de Fonseca fue instalada el 25 de mayo de 2012, y está conformada por los municipios de El Corpus y Namasigue en el Departamento de Choluteca, y Nacaome y San Lorenzo en el Departamento de Valle. I. Indicadores Generales 1.1 Indicador de Población Cuadro 1.1 Población del Golfo de Fonseca por ciclo de vida El análisis que sigue se basa en la población RUB, cuyo levantamiento está centrado en personas pobres y en extrema pobreza. En el cuadro anterior se puede observar que la población de la mancomunidad inscrita en el RUB asciende a 44,952 personas, de las cuales el 54.1% pertenecen al municipio de Nacaome, el 25.6% a Namasigüe, el 12.8% a San Lorenzo y el 7,5% a El Corpus. Del total de esta población, el 51.9% son mujeres y el 48.1% son hombres, persistiendo esta estructura, con pequeñas diferencias de valor, en cada uno de los municipios que integran la mancomunidad. Considerando el ciclo de vida, el 67.4% de la población se caracteriza por ser joven, la cual se concentra en los cuatro primeros ciclos de vida (primera infancia, infancia, adolescencia y juventud). A su vez, la población adulta representa el 25.2%, en tanto que la población adulto mayor asciende al 7.5% del total de la mancomunidad. 6
A este respecto, y tal como se indica en el documento La Infancia en Honduras. Análisis de Situación, 2010 realizado por UNICEF, la presencia de un alto porcentaje de población joven representa buenas oportunidades en la perspectiva del desarrollo del país, debido a su potencial aporte en términos de nuevos conocimientos y de capacidad productiva. Esta estructura poblacional podría representar un motor para el crecimiento económico y el desarrollo humano, si se hiciera la inversión necesaria desde la primera generación. 1.2 Indicador de Pobreza Cuadro 1.2 Hogares en condición de pobreza en la Región de El Golfo de Fonseca según sexo del jefe del hogar Gráfico 1.1 Hogares en condición de pobreza en la Región de El Golfo de Fonseca Fuente: Secretaría de Desarrollo Social, RUB Mayo 2013 7
Como puede observarse en el grafico anterior, el 80.8% de los hogares que integran la mancomunidad son pobres. De esta población el 72.0% se encuentra en condiciones de pobreza extrema y el 28.0% en pobreza relativa. El restante 19.2% son hogares no pobres. No obstante que a nivel de municipios todos tienen niveles de pobreza superiores al 75%, sobresale Namasigüe y El Corpus con proporciones que ascienden a 89.8% y 88.8%, respectivamente. Es importante destacar que 80.6% de la población que vive en pobreza en El Corpus se encuentran en condición de extrema pobreza, a diferencia de Namasigüe en donde el 67.5% de los hogares pobres viven en esta condición. Gráfico 1.2 Situación global de los hogares en condición de pobreza en la Región de El Golfo de Fonseca según sexo del jefe del hogar Fuente: Secretaría de Desarrollo Social, RUB Mayo 2013 En relación a la jefatura del hogar, el 80.8% (15,286 hogares) del total de hogares de la Mesa de Protección Social de la Región del Golfo de Fonseca se encuentran en situación de pobreza. De esta población, el 50.9% poseen jefatura femenina y 49.1% jefatura masculina. A su vez, de los 11,006 hogares en pobreza extrema, el 50.7% tienen jefatura femenina y el 49.3% tienen jefatura masculina. En el caso de los hogares con pobreza relativa (4,280 hogares), el 51.2% son de jefatura femenina y la diferencia del 48.8% son de jefatura masculina. Este panorama desalentador debe llamar a la reflexión, ya que, como es bien sabido, las familias que viven en situación de pobreza y pobreza extrema se ven afectadas por serios problemas de nutrición, salud y una reducida capacidad para aprovechar en forma óptima los esfuerzos educativos que puedan ser implementados. Por otra parte, esta población tiene una baja expectativa de vida y sufre de altas tasas de incidencia de enfermedades, lo que genera una mano de obra poco calificada, escasamente productiva y sin posibilidades de ejercer plenamente sus derechos. 8
Lo anterior plantea la necesidad de priorizar los esfuerzos orientados a lograr una focalización, tanto geográfica como a nivel de hogares de esta población, con vistas a generar acciones que permitan su acceso a infraestructura y servicios básicos de salud y educación, así como a la implementación de políticas, programas y proyectos productivos integrales que directamente mejoren su situación social y económica. 1.3 Indicadores de Multiculturalidad. 2.1 Población indígena o afro hondureña de la Región del Golfo de Fonseca En la mancomunidad del Golfo de Fonseca, el 0.18% de la población se identifica como perteneciente a algún grupo indígena o afro hondureño. De esta población el 25.3% se identifica como Garífunas, el 16.5% como Tolupán, 13.9% como Lenca y un 12.7% como Negros de Habla Inglesa. El restante 31.7% afirmaron ser Maya Chortí, Pech, Misquito, Nahoa y Tawahka. Es oportuno señalar que, desafortunadamente, la información contenida en el cuadro anterior no proporciona mayores y mejores elementos de juicio que permitan ahondar en el análisis de indicadores básicos de multiculturalidad referidos a esta mancomunidad, ni, por consiguiente, derivar lineamientos de política que orienten acciones para fortalecer las condiciones de vida de este importante sector poblacional del país. Para todos los municipios más del 99% de las categorías sobre población indígena o afro hondureña hacen referencia a que las personas no se identifican con ninguna de las poblaciones mencionadas o no saber si pertenece a una. 9
1.4 Indicadores de Multiculturalidad. El cuadro 3.1 refleja que el material predominante en todos los municipios para el techo de las viviendas, es la teja de barro, representando el 83.8% del total, siguiéndole la lámina de zinc con un 6.9%. A nivel de municipios, el porcentaje más alto de la teja de barro, corresponde a Namasigue con 89.9 %, siendo el más bajo el del Municipio de San Lorenzo con 68.7 %. Con respecto al piso, es fácil apreciar el predominio del piso de tierra con una proporción media de 44.8 %, que varía entre el 55.0 % para el Municipio de El Corpus y 39.2% para San Lorenzo. Estos datos reflejan claramente la precariedad de las condiciones en que se encuentran los hogares en pobreza y pobreza extrema de la mancomunidad, lo cual genera serios problemas de salud que afectan especialmente a los niños. Un 30% de los hogares no poseen ningún tipo de servicio de saneamiento en sus viviendas. Pero, el 27.1% tienen letrina con cierre hidráulico, un 21.7 % son letrinas a pozo negro, un 16.1% son letrinas con pozo y un 4.8 % es inodoro conectado a pozo. A este respecto, exceptuando al municipio de San Lorenzo, los demás presentan las mismas características descritas anteriormente para techo, piso y tipo de servicio sanitario. 3.1 Características de las Viviendas de la Región del Golfo de Fonseca 10
Fuente: Secretaría de Desarrollo Social, RUB Mayo 2013 Debe reiterarse que estas condiciones deplorables generan problemas de salud y una elevada incidencia de enfermedades que afectan sobre todo a los niños. Ello vuelve impostergable realizar acciones concretas de mejoramiento de viviendas mediante la implementación de programas especiales focalizados en municipios altamente marginados, con el objeto de dotarlos de la infraestructura, equipamiento y servicios básicos que garanticen más salud, calidad de vida y seguridad para quienes las habiten. 1.5 Salud El cuadro 3.1 refleja que el material predominante en todos los municipios para el techo de las viviendas, es la teja de barro, representando el 83.8% del total, siguiéndole la lámina de zinc con un 6.9%. A nivel de municipios, el porcentaje más alto de la teja de barro, corresponde a Namasigue con 89.9 %, siendo el más bajo el del Municipio de San Lorenzo con 68.7 %. Con respecto al piso, es fácil apreciar el predominio del piso de tierra con una proporción media de 44.8 %, que varía entre el 55.0 % para el Municipio de El Corpus y 39.2% para San Lorenzo. Estos datos reflejan claramente la precariedad de las condiciones en que se encuentran los hogares en pobreza y pobreza extrema de la mancomunidad, lo cual genera serios problemas de salud que afectan especialmente a los niños. Un 30% de los hogares no poseen ningún tipo de servicio de saneamiento en sus viviendas. Pero, el 27.1% tienen letrina con cierre hidráulico, un 21.7 % son letrinas a pozo negro, un 16.1% son letrinas con pozo y un 4.8 % es inodoro conectado a pozo. A este respecto, exceptuando al municipio de San Lorenzo, los demás presentan las mismas características descritas anteriormente para techo, piso y tipo de servicio sanitario. 11
Gráfica 5.1 Oferta de unidades de atención de la Red del Sistema de Salud en la mancomunidad de El Golfo de Fonseca Fuente: Registro Nacional de la Primera Infancia (RENPI), Mayo 2013 La oferta de salud, medida por el número de centros que funcionan en la Mancomunidad de El Golfo de Fonseca asciende a 58, prevaleciendo los Centros de Salud Rural (CSR) con una cantidad de 45 y los Centros de Salud con Medico y Odontólogo (CMO) que ascienden a 9 unidades localizadas en los municipios de Nacaome y El Corpus con 3 unidades en cada uno, Namasigüe con 2 y San Lorenzo con uno. Los Centros de Salud Rural (CSR) funcionan en todos los municipios de la mancomunidad, existiendo 19 en El Corpus, 14 en Nacaome y 12 unidades en los municipios de Namasigüe y San Lorenzo. A este respecto, es sintomático el elevado y mucho mayor número de estos centros que operan en El Corpus, considerando, entre otros factores, que es el municipio de la mancomunidad que cuenta con el menor número de habitantes, lo cual justifica que se realice un mayor esfuerzo de investigación para determinar las verdades razones que dan origen a este fenómeno. Por el lado de la demanda, si se utiliza la población total como una medida de los requerimientos potenciales de servicios de salud, surge una relación percapita a nivel de la mancomunidad de 777 habitantes por cada uno de los 58 centros de salud existentes. A nivel de municipios, la relación más desfavorable prevalece en los municipios de Nacaome con un promedio de 1.362 habitantes por centro de salud y en Namasigüe con una relación per cápita de 1.264 personas, encontrándose en una posición intermedia el municipio de San Lorenzo con una relación percapita de 829 habitantes. La situación aparentemente más favorable se da en el municipio de El Corpus, con una relación de 141 habitantes por cada centro de salud existente, pero, tal como se indicó anteriormente, puede ser idóneo y oportuno profundizar en el análisis de esta relación para confirmar su nivel de confiabilidad. En todo caso, es necesario intensificar esfuerzos para mejorar el acceso a los servicios de salud en términos de cobertura, calidad, oportunidad, eficiencia y eficacia bajo condiciones de sostenibilidad financiera, sobre todo porque también los indicadores de vivienda dan cuenta 12
de que pueden existir altos índices de incidencia de enfermedades. Ello requiere intervenciones intersectoriales destinadas a transformar el entorno en que se desenvuelve la vida de las personas, dirigidos a las que se encuentran en condiciones de mayor pobreza y que tengan como unidad articuladora a la familia, la escuela, la comunidad, los segmentos organizados de la sociedad civil y los municipios. Para ello, es necesario mejorar las condiciones de salud en las poblaciones más vulnerables e impulsar la sostenibilidad de los programas que se ejecuten. 1.6 Empleo y Seguridad Social Gráfica 6.1 Ocupación de la Población de la Región del Golfo de Fonseca Fuente: Secretaría de Desarrollo Social, RUB Mayo 2013 En la mancomunidad del Golfo de Fonseca, el 68.7% de la población entre los 10 y 16 años de edad se encuentran actualmente estudiando, un 16.90% realizan quehaceres en el hogar, un 5.41% son trabajadores no remunerados y un 2.71% son trabajadores asalariados. A medida que esta población crece aumenta la entrada de los niños en el mercado laboral. Entre los 16 y 18 años el 24.3% de la población entre estos rangos de edad declaran ser trabajadores por cuenta propia, asalariados o servicio doméstico (8.61%, 15.09% y 0.61% respectivamente). El 31.27% de ésta población realiza quehaceres en el hogar y el 33.94% se encuentra estudiando. En contraste con las anteriores, la población que se encuentra entre el rango de edad de 18 a 59 años declara ser trabajador por cuenta propia (22.69%), asalariado (27.33%) o servicio doméstico (1.09%). Y el 40.53% de las personas se dedican a los quehaceres del hogar. Otras consideraciones atinentes a este sector que se derivan del cuadro incluido al final de estos comentarios, son las siguientes: 13
La población en edad de trabajar definida como aquella de 10 años en adelante, asciende a 27,169 personas, encontrándose más del 58.03% en el tramo de edad de 18 a 59 años. De este total, la población económicamente activa constituida por los asalariados, los trabajadores por cuenta propia y servicio doméstico, los cuales representan el 36.1% de la población en edad de trabajar. Por su parte, la población económicamente inactiva está constituida por la diferencia de 17,633 personas, que equivale al 64.90% de la población en edad de trabajar. Cabe reiterar que en su gran mayoría las personas de este segmento se dedican casi exclusivamente a los quehaceres del hogar, estudiantes, jubilados, los que tienen alguna discapacidad y otros no identificados. Aunque no se cuenta con suficientes elementos de juicio, las cifras anteriores parecen revelar el predominio de altos niveles relativos de desempleo y de una elevada tasa de dependencia económica, al ser indicativa de que la carga económica que soporta cada trabajador activo asciende a 4.7 personas. Por otra parte, y a pesar de que existe una proporción de trabajadores asalariados que fácilmente pueden ser cubiertos por la seguridad social, el IHSS reporta no tener cobertura geográfica en esta zona, lo que impide la afiliación y cotización de estos trabajadores para ser cubiertos por el sistema de jubilaciones y pensiones. 1.7 Programas Sociales Existen una serie de esfuerzos que el Estado de Honduras realiza para proteger, promover y generar oportunidades y competencias en la población vulnerable particularmente los que se encuentran en condición de pobreza y extrema pobreza en el país. El análisis que a continuación se presenta se basa en la información de los programas registrados en el CENISS. Cuadro 7.1 Programas de Gobierno presentes en la Región del Golfo de Fonseca 14
Fuente: Secretaría de Desarrollo Social, RUB Mayo 2013 En el caso que se distribuyera un beneficio por persona, se estaría favoreciendo al 51.5% de la población de la región del Golfo de Fonseca. En esta zona, el 27.1% de la población están siendo beneficiadas por el Bono 10,000, el 7.5% por el Bono Tecnológico, el 6.1% por el Bono de Transporte y el 5.4% por el Bono de la Tercera Edad. El resto de la población es decir el 5.3%, está siendo beneficiada por programas como el Bono de la ENEE, Bono de Capacidades Especiales, Alimento Solidario para el Adulto Mayor, Desarrollemos Honduras, Programa de Atención Integral a la Primera Infancia (PAIN), Vivir Mejor y Programa de Becas Estudiantiles. 15
Conclusiones Considerando la composición por ciclo de vida, la población es predominantemente joven en todos los municipios de la mancomunidad, al concentrarse en los primeros cuatro ciclos de vida (primera infancia, infancia, adolescencia y juventud) un porcentaje que oscila alrededor del 68%. Ello es de particular importancia porque genera un potencial de capacidad productiva que puede permitir un crecimiento sostenido en el país, si en forma coadyuvante e integral se efectuaran las inversiones necesarias orientadas al desarrollo humano en todas sus facetas (alimentación, salud, educación, etc.). Es especialmente importante resaltar la alta proporción de 82.9% de la población de la mancomunidad registrada en el RUB que vive en condiciones de pobreza, con porcentajes que varían entre un 88.6% correspondiente al municipio de Namasigüe y el 80.1% en el municipio de Nacaome, debiendo agregarse que también es elevada la población que vive en condiciones de extrema pobreza, con un nivel medio de 68.7 % para la mancomunidad y cifras que oscilan entre 77.4% de El Corpus y 66.3% correspondiente al municipio de Nacaome. De igual manera, los demás municipios tienen altos niveles de pobreza extrema con proporciones intermedias que alcanzan el 72.7% en Namasigüe y el 66.6% en San Lorenzo. Con respecto a la vivienda, predominan condiciones deplorables al considerar las características de techo, piso y saneamiento. De este modo, en casi todos los municipios de la mancomunidad prevalece el techo de teja de barro, el piso de tierra, y la letrina, en diferentes formas, como el servicio sanitario predominante, existiendo una alta proporción de viviendas que no tienen ningún tipo de servicio sanitario. Como es conocido, esto genera problemas de salud y una elevada incidencia de diversas enfermedades que afectan sobre todo a los niños. Con respecto al sector educativo, la demanda de educación prebasica, básica y diversificada es indicativa de que existen niveles relativamente altos de población que, teniendo la aptitud de hacerlo, aún no asiste a la escuela. La proporción resultante asciende a más del 31% del rango de edad comprendido entre 4 y 18 años, debiendo agregarse que, con pequeñas diferencias de grado, esta situación prevalece en los diferentes municipios de la mancomunidad. Por su parte, la tasa estimada de analfabetismo en la mancomunidad asciende a 15.6% que es inferior al 22% del sector rural del país, pero superior, tanto al 14.9% correspondiente al nivel nacional, como al 7.3% a que asciende la tasa urbana del país, de acuerdo a cifras reportadas por la Secretaría de Educación para el año 2011. 16
Con respecto a la oferta educativa, las cifras del RUB son indicativas de que existen 432 centros escolares, de los cuales 413, es decir el 92.7%, son del sector oficial, mientras los demás pertenecen a los sectores semioficial, privado y comunitario. A nivel de municipios, el 44% se encuentra ubicado en el municipio de Nacaome, el 20% en El Corpus y el restante 36% en los municipios de Namasigüe y San Lorenzo, debiendo agregarse que este último es el que tiene el mayor número de centros educativos del sector privado con una cantidad de 8 unidades. En materia de salud, si se utiliza la población total como una medida de los requerimientos potenciales de servicios de salud, surge una relación percapita a nivel de la mancomunidad de 778 habitantes por cada uno de los 58 centros de salud existentes, la cual parece ser adecuada. A nivel de municipios, la relación más desfavorable prevalece en los municipios de Nacaome con un promedio de 1.366 habitantes por centro de salud y en Namasigüe con una relación percapita de 1.261 personas, siguiendo después el municipio de San Lorenzo con una relación percapita de 829 habitantes. La situación aparentemente más favorable se da en el municipio de El Corpus, con una relación de 141 habitantes por cada centro de salud existente, pero, tal como se indicó anteriormente, puede ser idóneo y oportuno profundizar en el análisis de esta relación para confirmar su nivel de confiabilidad. Los datos reflejan que el sector de empleo y seguridad social muestran que existe una alta tasa de dependencia económica; 36.6% de la población se dedica a realizar quehaceres del hogar. La mayor parte de los trabajadores asalariados no tienen acceso a la seguridad social ya que el IHSS no reporta tener cobertura en la zona. 17
Recomendaciones Para aliviar en alguna medida la difícil situación anteriormente planteada, es recomendable pensar en las siguientes acciones: Es urgente reactivar los esfuerzos para reducir los altos niveles de pobreza antes señalados, en congruencia con lo establecido en la primera meta del milenio de reducir a la mitad, entre 1990 y el 2015, la incidencia de la indigencia o pobreza extrema. Una opción puede ser la de intensificar la implementación de aquellos programas sociales que directamente atiendan los estratos de población con mayor rezago, pudiéndose pensar en extender el ámbito de acción del Programa de Transferencias Monetarias Condicionadas, junto con otros programas sociales que combinen componentes de salud, educación y alimentación para desarrollar el capital humano e incrementar las posibilidades del empleo productivo y la generación de ingresos. En materia de vivienda, es impostergable realizar acciones concretas de mejoramiento mediante la implementación de programas sociales focalizados en municipios altamente marginados, con el objeto de dotarlos de la infraestructura, equipamiento y servicios básicos que garanticen más salud, calidad de vida y seguridad para quienes las habiten. En materia de educación también se vuelve impostergable redoblar esfuerzos para intensificar la demanda y mejorar la oferta educativa, de modo que esta última se constituya en una respuesta cuantitativa y cualitativamente eficaz mediante su adecuación y diversificación, tanto en alternativas programáticas, como en métodos y procesos pedagógicos. En materia de salud, es necesario intensificar esfuerzos para compatibilizar la oferta con la demanda de modo que pueda lograrse una mejora significativa en el acceso a los servicios de salud en términos de cobertura, calidad, oportunidad, eficiencia y eficacia bajo condiciones de sostenibilidad financiera, sobre todo porque también los indicadores de vivienda dan cuenta de que pueden existir altos índices de incidencia de enfermedades. Ello requiere intervenciones intersectoriales destinadas a transformar el entorno en que se desenvuelve la vida de las personas, dirigidos a las que se encuentran en condiciones de mayor pobreza y que tengan como unidad articuladora a la familia, la escuela, la comunidad, los segmentos organizados de la sociedad civil y los municipios. 18
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