ÍNDICE 1.- Introducción...3 2.- Justificación...5 3.- Situación legal...9 4.- Zonificación establecida en 2002 para la gestión del lobo en Asturias13 5.- Situación actual y evolución desde la entrada en vigor del plan de gestión del lobo en Asturias en 2002...15 5.1.- Aspectos poblacionales...15 5.2.- Factores que afectan a la conservación...18 5.3.- Recursos tróficos...19 5.3.1.- Presas silvestres...20 5.3.2.- Evolución de la cabaña ganadera...21 5.4.- Daños a la ganadería...25 6.- Gestión del lobo en Asturias...32 6.1.- Finalidad y objetivos...32 6.2.- Zonificación...34 6.2.1. Criterios de zonificación...34 6.2.2. Resultado de la zonificación...37 6.2.3. Directrices de gestión...40 6.3.- Planificación de actuaciones...45 6.4.- Calendario de actuaciones...67 6.5.- Ejecución y seguimiento...78 A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 1
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1.- INTRODUCCIÓN Convivir con especies que entran en conflicto con intereses socioeconómicos no es fácil. De hecho, supone un gran reto de la sociedad actual. El lobo es una de esas especies y la predación que ejerce sobre el ganado doméstico es una de las mayores fuentes de conflictividad. Los conflictos entre el hombre y el lobo no han cambiado con el tiempo, pero la actitud, la responsabilidad y el compromiso que tiene la sociedad actual con el mantenimiento de la biodiversidad, con la fauna silvestre, con el lobo, son distintos. Hoy ya nadie pone en duda la necesidad de conservar al lobo. Fruto de este compromiso surgen los documentos de gestión, encargados de regular, sentar las bases y establecer las líneas de gestión que favorezcan una coexistencia duradera. Estos documentos de gestión y conservación, desarrollados en la mayor parte de países con poblaciones de lobo, básicamente persiguen el mismo objetivo: sentar las líneas de actuación tendentes a buscar pautas que permitan desarrollar un marco de coexistencia entre los usos humanos (principalmente ganaderos) y la presencia de poblaciones viables de lobos. Después de una serie de consultas a especialistas en la especie y a los diferentes agentes sociales implicados en su conservación, la Administración del Principado de Asturias elaboró y aprobó en 2002 un Plan de Gestión que definía la situación legal del lobo en la región, describía las últimas informaciones sobre su situación, establecía el ámbito territorial de aplicación y su zonificación, determinaba los objetivos que habían de regir su gestión y enumeraba las actuaciones y directrices de gestión y las normas para su ejecución, seguimiento y revisión. Transcurridos diez años desde la entrada en vigor del Plan de Gestión del lobo en Asturias llega el momento de hacer balance, de evaluar el grado de cumplimiento de las actuaciones diseñadas, de comprobar si los objetivos marcados se han cumplido, de analizar los cambios que la realización de las A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 3
actuaciones diseñadas ha supuesto en dicha coexistencia, la evolución de la población objeto de gestión, de los daños, del conflicto, etc. Este análisis servirá para identificar los aciertos, pero también los errores, y así poder modificar aquello que no ha funcionado. En este sentido se elabora el presente documento de revisión y actualización del Plan de Gestión del lobo en Asturias, con la convicción de que la mejor gestión para una especie como el lobo, cuyos mayores problemas son de índole social y no biológico, tiene que ser la que surja fruto del mayor grado de consenso posible, en el marco de procesos de participación pública en los que los distintos sectores implicados asuman su corresponsabilidad en la gestión de la especie. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 4
2.- JUSTIFICACIÓN La gestión del lobo realizada en Asturias desde la entrada en vigor del Plan de Gestión no parece mitigar el conflicto ni minimizar los daños. La gestión actual, cuyos pilares fundamentales son la indemnización de los daños, la realización de controles poblacionales por parte de la Guardería Rural del Principado de Asturias y los seguimientos poblacionales (realizados desde 2005 por los guardas) si bien soluciona ciertos problemas, no termina de satisfacer a todos los sectores implicados. Algunos de los problemas detectados son: 1. A pesar de existir un comité consultivo, hecho que convierte a Asturias en pionera en la participación de distintos sectores en cuestiones relacionadas con la gestión del lobo en España, no parece que este comité haya funcionado todo lo bien que hubiera sido deseable, detectándose una falta de consenso y voluntad positiva para asumir la corresponsabilidad de cada sector implicado. 2. El nivel de daños del lobo sobre la ganadería ha crecido sensiblemente. Evidentemente, la gestión realizada no ha minimizado el impacto del lobo sobre la ganadería. 3. Pese a indemnizarse los daños que causa el lobo, el conflicto social no ha disminuido. 4. Se han detectado episodios de alta conflictividad tras la recolonización de zonas de las que había desaparecido, la formación de nuevas manadas y una primera fase en la que se deniegan los daños por considerarse zona que no forma parte del área de distribución del lobo. 5. Las medidas de manejo poblacional, controles realizados por los guardas, no satisfacen a un amplio sector de la sociedad. No han servido para disminuir los daños y han supuesto un gran esfuerzo económico y de personal. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 5
6. Convendría fomentar la utilización de métodos de prevención de daños, mediante la concesión de ayudas y la investigación de la efectividad de los diferentes métodos. 7. Los seguimientos poblacionales realizados por la guardería presentan problemas, principalmente por el distinto esfuerzo realizado en los diferentes seguimientos y la existencia de amplias zonas no prospectadas. 8. El lobo presenta un elevado atractivo turístico que debería ser potenciado para favorecer la economía y la tolerancia de las comunidades rurales. 9. Se observa una carencia en el conocimiento sobre las actitudes de los diferentes sectores de la población frente al lobo. 10. Sería deseable recuperar y valorizar el patrimonio cultural asociado al lobo. 11. Es necesario aumentar el grado de tolerancia y conocimiento de la realidad del lobo por parte de la población, principalmente la que convive con él, a través de divulgación social y de educación ambiental. 12. En el campo de la investigación, el conocimiento actualizado y continuo sobre distribución y parámetros poblacionales es imprescindible, pero hay otros campos muy útiles de cara a la gestión de la especie (relaciones predador-presa, predación sobre ganado, uso del hábitat, dispersión, etc.) que no han sido abordados. Por todo esto, se propone desarrollar un nuevo modelo de gestión en el que todos los colectivos afectados asuman su corresponsabilidad en la gestión y conservación del lobo y que la voluntad de consenso entre todas las partes, en el marco de los procesos de participación pública, sea la base de la gestión. Se pretende realizar una gestión de los daños consensuada basada en tres pilares fundamentales: indemnizaciones (establecimiento de protocolos de inspección de daños y creación de una comisión de valoración), corresponsabilidad de los ganaderos en la aplicación de métodos de prevención y de la Administración en fomentar su uso, y manejo poblacional de la especie basado siempre en criterios científicos. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 6
También se quiere desarrollar una planificación de actuaciones (capítulo 6.3 del presente documento) a realizar en los próximos 5 años. Sin embargo, debemos ser conscientes de la dificultad de la gestión de una especie tan conflictiva como es el lobo. El buen desarrollo y aplicación del Plan de Gestión dependerá de la voluntad de abordar positivamente, por parte de los sectores implicados, el problema intrínseco de la gestión y conservación del lobo ibérico. La comisión asturiana sobre el lobo que se propone (ver actuación 1.b) será el marco adecuado para ello, dentro de los procesos de participación pública. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 7
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3.- SITUACIÓN LEGAL Para España, el lobo al norte del río Duero está incluido en el anexo III (especies de fauna protegida) del Convenio de Berna, relativo a la conservación de la vida silvestre y el medio natural en Europa, por lo que deben establecerse medidas legislativas y reglamentarias que garanticen que la gestión de la especie, incluso su explotación si procediera, se realice de forma que se mantengan las poblaciones fuera de peligro. Una situación parecida se recoge en la Directiva 92/43/CEE, relativa a la conservación de los hábitats naturales, en la que la inclusión del lobo en el anexo V permite establecer medidas de gestión para su explotación o recolección. La transposición de esta Directiva, a través del Real Decreto 1997/1995 que, igualmente, incluía el lobo en el anexo V, dedicado a las especies animales y vegetales de interés comunitario cuya recogida en la naturaleza y cuya explotación pueden ser objeto de medidas de gestión, establece los procedimientos oportunos para hacer realidad estas disposiciones en nuestro país, de forma que traslada las competencias, de acuerdo con el marco jurídico que nos es propio, para la adopción de las medidas que sean pertinentes para la recogida en la naturaleza de especímenes, así como para la gestión de su explotación, a las Comunidades Autónomas, quienes, en todo caso, deben adoptarlas de forma que sean compatibles con el mantenimiento de un estado de conservación favorable. Este marco legal general se ha trasladado a la Ley 42/2007, de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en la que se establece que las Comunidades Autónomas deben adoptar las medidas para que la gestión de las especies de interés comunitario que se incluyen en su anexo VI, que sustituye al anexo V del Real Decreto 1997/1995, cuando contemple la recogida de especímenes en la naturaleza o su explotación sea compatible con el mantenimiento de un estado de conservación favorable. Igualmente, la prohibición genérica de dar muerte, molestar, dañar o inquietar a los animales silvestres que la Ley contiene, no es de aplicación cuando las especies no A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 9
estén incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, como es el caso del lobo, y gocen de una regulación específica (caza, pesca, agricultura u otras). De acuerdo con el Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias, al Principado de Asturias le corresponde el desarrollo legislativo y la ejecución en cuanto a protección del medio ambiente (artículo 11.1) y tiene la competencia exclusiva en materia de caza (artículo 10.1.13). Por todo lo expuesto anteriormente, al Principado de Asturias tiene la competencia para la elaboración del Plan de Gestión del Lobo en Asturias. En el momento de la elaboración del Plan de Gestión del lobo en Asturias, en 2002, dadas las particulares características del territorio asturiano, de las explotaciones agrarias, de la administración de la actividad cinegética en la región y de la información disponible sobre el lobo en ese momento, se decidió no declarar al lobo como especie cinegética y, en consecuencia, la especie no fue incluida entre las contempladas en el Decreto 24/91, por el que se aprueba el Reglamento de Caza de Asturias. El lobo sí que está declarado como especie cinegética en Galicia (Decreto 297/2008, de 30 de diciembre, por el que se aprueba el Plan de gestión del lobo en Galicia), Castilla y León (Decreto 28/2008, de 3 de abril, por el que se aprueba el Plan de conservación y gestión del lobo en Castilla y León) y Cantabria (Orden DES/17/2011, de 24 de marzo de 2011), regiones que limitan geográficamente con Asturias y que albergan la mayor parte de la población noroccidental de lobo ibérico. Por otro lado, la situación de la especie en la región, su tendencia numérica y la conveniencia de aplicar medidas de control de la población en determinadas situaciones, desaconsejaban en 2002 su consideración en alguna de las categorías existentes en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias. De este modo, la no inclusión del lobo como especie cinegética ni en las categorías existentes en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas genera una situación de cierta ambigüedad. El lobo actualmente está considerado en Asturias una especie que, sin ser objeto de aprovechamiento A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 10
cinegético ni pertenecer a una categoría de amenaza claramente definida, requiere determinadas medidas y actuaciones de gestión de sus poblaciones. No obstante, el Principado de Asturias tiene las competencias para considerar al lobo especie cinegética, siempre y cuando su explotación sea compatible con el mantenimiento de un estado de conservación favorable. El cumplimiento de los requisitos generales de gestión establecidos en la legislación vigente se realiza en Asturias a través del Plan de Gestión, que establece las normas y la regulación específica que rige la extracción de ejemplares en la naturaleza y las actuaciones para que ésta se desarrolle en el contexto del mantenimiento de la población en un estado de conservación favorable. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 11
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4.- ZONIFICACIÓN ESTABLECIDA EN 2002 PARA LA GESTIÓN DEL LOBO EN ASTURIAS Para la gestión del lobo en Asturias se definieron en 2002 ocho zonas de gestión. La zonificación está recomendada por el Grupo de Especialistas de Lobo de la Unión Internacional de la Naturaleza (UICN) 1 como una herramienta de gestión adecuada, con la que establecer las bases de los análisis y los criterios de manejo de las poblaciones de lobo. Esta zonificación puede incluir tanto aspectos biológicos como sociales o geográficos. A partir de la división territorial en parroquias (que son la unidad administrativa de referencia respecto a los expedientes de daños de lobo) y, teniendo en cuenta, dentro de lo posible, accidentes geográficos de mayor entidad que puedan afectar a los desplazamientos de los lobos (valles anchos o muy poblados, grandes ríos, embalses, autovías, etc.), se realizó una división del área de distribución del lobo en Asturias en 8 zonas de gestión del lobo (Fig. 1): 1. Noroccidental; 2. Palo-Esva; 3. Suroccidental; 4. Centrooccidental; 5. Central; 6. Centrooriental; 7. Picos de Europa; 8. Sierra del Cuera. Las medidas de gestión que se han adoptado desde la entrada en vigor del Plan de Gestión del lobo en Asturias en 2002 se han enmarcado en esta división territorial. De este modo, el establecimiento de cupos para los controles poblacionales, el diseño de los seguimientos anuales, etc. se han llevado a cabo atendiendo a esta zonificación. 1 Boitani, L. (2000). Action Plan for the Conservation of the Wolves (Canis lupus) in Europe. Council of Europe. Estrasburgo. 86 pp. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 13
Figura 1.- Zonas de gestión del lobo en Asturias. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 14
5.- SITUACIÓN ACTUAL Y EVOLUCIÓN DESDE LA ENTRADA EN VIGOR DEL PLAN DE GESTIÓN DEL LOBO EN ASTURIAS EN 2002 Para poder realizar un adecuado diagnóstico de la situación, identificar los problemas y los aciertos de la gestión y conservación del lobo en Asturias, es necesario analizar la evolución de los aspectos más relevantes para la gestión del lobo. En este apartado analizaremos la evolución de la población, los factores que afectan a la conservación del lobo, así como los recursos tróficos disponibles y la evolución de los daños a la ganadería. 5.1.- Aspectos poblacionales La población de lobos asturiana forma parte de la población Noroccidental de lobos de la Península Ibérica. Se estima que esta población está constituida por unos 2000-3000 individuos y su área de distribución es continua, experimentando en las últimas décadas una expansión hacia el este y hacia el sur 2. En Asturias el área de distribución permanente se extiende por la mayor parte del territorio, con la excepción de la rasa costera, la depresión central, los valles medios-bajos del Caudal y el Nalón y las sierras prelitorales del oriente (si bien la presencia de lobos y la reproducción puntual se han constatado en la Sierra del Cuera). La mayor abundancia de la especie se encuentra en las sierras occidentales y la Cordillera Cantábrica y sus estribaciones. Esta distribución ha aumentado a lo largo de los últimos años, con la expansión hacia el norte en el macizo de Picos de Europa, donde se han asentado poblaciones estables en Asturias a partir de la década de los noventa, la 2 Álvares, F., Barroso, I., Blanco, J.C., Correia, J., Cortés, Y., Costa, G., Llaneza, L., Moreira, L., Nascimento, J., Palacios, V., Petrucci-Fonseca, F., Pimenta, V., Roque, S. and Santos, E. 2005. Wolf status and conservation in the Iberian Peninsula. Pp. 66-67. Abstracts of Frontiers of Wolf Recovery, 1-4 October 2005. International Wolf Center, Colorado Springs, Colorado. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 15
aparición de grupos reproductores en la franja Noroccidental (Villayón, Navia, Luarca y Cudillero), en la zona baja del Nalón Caudal y la aparición, presencia y reproducción puntual del lobo en la sierra del Cuera. El Principado de Asturias ha invertido un considerable esfuerzo en la realización de seguimientos periódicos de la población desde los años 80 hasta la actualidad, estableciendo como indicador poblacional el número de manadas. Asturias es la región en la que existe una mayor serie histórica de datos poblacionales de lobo, con lo que eso implica y la utilidad que se le puede dar a esa información. Aún así, debido a los cambios metodológicos que se han incorporado, como consecuencia de un mayor conocimiento sobre la especie, y la existencia de seguimientos con diferente esfuerzo o la falta de prospección de algunas zonas, existe una cierta dificultad en desarrollar análisis precisos de la evolución de las manadas de lobos en Asturias en este periodo. No obstante, independientemente del número exacto de manadas de lobos presentes en territorio asturiano cada año, un análisis general de la información disponible indica un incremento del número de manadas de lobos detectadas desde los años 80 hasta finales de los 90 y principios del siglo XXI. La población estimada a partir de la cual se elaboró el Plan de Gestión del Lobo en el Principado de Asturias en 2002 fue de 15-21 manadas localizadas en 1999. Desde finales de los años 90 se estandarizaron las metodologías empleadas en la detección de las manadas de lobos de Asturias y, en los años siguientes, a partir del año 2003, los datos reflejan una tendencia estable en el número de manadas presentes en Asturias. Insistimos en que las diferencias de esfuerzo y la existencia de zonas no prospectadas en algunos seguimientos pueden implicar que la situación real sea un poco diferente. En cualquier caso, como mínimo, se puede afirmar que el número de manadas se ha mantenido estable los últimos años. Este número ha oscilado en torno a unas 30-38 manadas de lobos (Fig. 2). Considerando un tamaño de grupo medio en invierno de 4,31-4,93 individuos en la Cordillera Cantábrica 3, esta cifra supone una población en invierno de 129-187 lobos. Después de los partos, según la estimación para grupos seguros con reproducción en la 3 Llaneza, L., E.J. García, V. Palacios & V. Sazatornil. 2008. Aspectos poblacionales del lobo en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Informa inédito. 152 pp. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 16
Cordillera Cantábrica 3 alcanzar un valor máximo de 175-384 lobos. de 4,6-10,1 individuos/grupo, esta población podría Nº manadas estimadas 40 35 30 25 20 15 10 5 0 1999 2001 2003 2004 2006 2007 2008 2009 2010 Figura 2.- Número de manadas estimadas en los seguimientos realizados en Asturias desde 1999. Para el periodo 2001-2011 se tiene constancia de la muerte de 282 lobos en territorio asturiano, lo que supone una mortalidad conocida anual media del 15,3%, considerando el tamaño poblacional máximo (en verano, incluyendo los cachorros) estimado en los distintos seguimientos poblacionales realizados (19,6% considerando el tamaño poblacional de invierno). Las causas de mortalidad conocida más frecuentes son el control poblacional, actuaciones ilegales (disparo preferentemente, aunque se han dado algunos casos de muerte por lazo y veneno) y atropellamiento (Fig. 3). A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 17
Figura 3.- Causas de mortalidad conocida en Asturias para el periodo 2001-2011. 5.2.- Factores que afectan a la conservación En un medio altamente humanizado los factores que afectan a la conservación de un gran carnívoro como el lobo están relacionados en su mayoría con las actuaciones desarrolladas por el hombre, directamente sobre la especie o sobre el medio en el que vive. Dos de los factores que más se mencionan en los documentos de conservación y gestión son la disponibilidad de alimento y de refugio. Sin embargo, es necesario destacar que en la Cordillera Cantábrica, estos factores no parecen ser limitantes para la conservación del lobo, ya que las características del hábitat y la abundancia de presas, tanto silvestres como domésticas (ver epígrafe 5.3) constituyen en su conjunto, un hábitat idóneo para la existencia del lobo. Por este motivo, en este apartado vamos a centrarnos exclusivamente en los factores que sí pueden tener una mayor incidencia en la conservación del lobo en el contexto asturiano, de cara a diseñar actuaciones más eficazmente. En este sentido, en el contexto asturiano cabe considerar: 1. La mortalidad ilegal supone el 33,7% de la mortalidad conocida en Asturias (afectando anualmente al 5,2% del máximo poblacional, 6,7% A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 18
de la población estimada en invierno, como mínimo, ya que estos valores se corresponden con la mortalidad conocida). 2. El efecto de las grandes infraestructuras: 1) viales, cuyos efectos sobre las poblaciones de fauna silvestre más ampliamente documentados se corresponden con la fragmentación del hábitat y las poblaciones y el aumento de la mortalidad debido a los atropellamientos; 2) parques eólicos, infraestructuras que están proliferando considerablemente en toda la Península Ibérica. 3. Otro factor que afecta a la conservación del lobo en Asturias es la hibridación con perros. Este fenómeno ha sido constatado en libertad en la zona de Penouta en 2004. A pesar de realizarse algunas actuaciones puntuales en su momento para minimizar el problema, actualmente no conocemos el alcance de la introgresión de genes de perro en la población de lobos de la zona. Existe la posibilidad de que los híbridos detectados hayan continuado reproduciéndose y retrocruzándose, diluyendo en la población los genes de perro. 5.3.- Recursos tróficos En Asturias los lobos se alimentan básicamente de ungulados silvestres y ganado vacuno, equino, ovino o caprino. No se han descrito situaciones de elevada dependencia de granjas avícolas o de porcino, u otro tipo de recursos tróficos como sucede en algunas zonas de Galicia o Castilla y León. La alimentación del lobo presenta una gran variación espacio-temporal. En el noroccidente de Asturias predomina claramente el ganado equino en su dieta, tanto anual como estacionalmente 4. En el suroccidente encontramos un patrón contrario, donde los ungulados silvestres son el grueso de la dieta. En el Parque Natural de Somiedo se observa un patrón en la dieta del lobo donde predominan las presas silvestres, aunque estacionalmente -verano y otoño- el 4 Llaneza, L. 1995. Variación de la dieta del lobo en Asturias. Consejería de Agricultura. Principado de Asturias. Informe inédito. 35 pp. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 19
ganado llega a suponer un porcentaje importante en el aporte de biomasa 5. En esta zona los lobos mostraron una mayor selección por el corzo y el ovino. Al igual que en Somiedo, en el Parque Nacional de los Picos de Europa las presas silvestres suponen el grueso de la alimentación del lobo, aunque en verano y otoño su consumo decrece al incrementarse el de ganado 6. Existe una clara relación entre la alimentación del lobo y el manejo estacional del ganado. 5.3.1.- Presas silvestres En Asturias existe gran disponibilidad de ungulados silvestres que constituyen un valioso recurso trófico. Pueden encontrarse cinco especies de ungulados silvestres: corzo, jabalí, rebeco, ciervo y gamo. La mayor abundancia de presas silvestres se encuentra en la Cordillera Cantábrica. Actualmente, las diferentes metodologías utilizadas para estimar los cupos y el tamaño poblacional en las diferentes unidades de gestión cinegética presentes en Asturias impiden obtener información fiable sobre la abundancia de las distintas especies. No obstante, los resultados de la actividad cinegética, así como la información puntual sobre densidades de ungulados disponible para algunas zonas de Asturias revelan que la abundancia de presas silvestres no parece ser un factor limitante para la supervivencia del lobo en la región. De este modo, se han descrito densidades de 3,2-4,1 ciervos / 100 ha en las Reservas de Sobrescobio y Caso; 2,17 ciervos / 100 ha en Somiedo (alcanzando densidades locales de más de 15 ciervos / 100 ha); valores medios de densidad de corzos de 4,6 individuos / 100 ha en las Reservas 5 Llaneza, L., A. Fernández y C. Nores. 1996. Dieta del lobo en dos zonas de Asturias (España) que difieren en carga ganadera. Doñana Act. Vert. 23(2): 201-213. 6 García, E. J., Llaneza, L., y V. Palacios. 2011. Carga ganadera, alimentación, daños a la ganadería y riesgo de predación. Estudio para el seguimiento de las poblaciones de cánidos en el Parque Nacional de los Picos de Europa, 2008-2010. Informe inédito, 98 pp. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 20
Regionales de Caza; 16-19 rebecos / 100 ha en Somiedo 7 ; y densidades de jabalí en la pradería de Covadonga de 8,75 individuos / 100 ha 8. 5.3.2.- Evolución de la cabaña ganadera Desde 2002, año en el que entró en vigor el Plan de Gestión del lobo, las cabañas ganaderas de ganado vacuno, ovino y caprino han disminuido considerando el número total de cabezas para todo el territorio asturiano (Fig. 4). Este descenso es algo más pronunciado para los ganados ovino y vacuno de leche. En el ganado vacuno de carne no se aprecia tan claramente esta tendencia, mostrando dos picos máximos los años 2004 y 2008. Figura 4.- Número de cabezas de los distintos tipos de ganado en Asturias desde 2002 hasta 2011. 7 López-Bao, J.V. y L. Llaneza. 2012. Plan de actuación sobre la competencia con el urogallo. Propuesta técnica. Informe inédito. 136 pp. 8 Llaneza, L., E. J. García y V. Palacios. 2008a. Disponibilidad de alimento, alimentación y daños a la ganadería. Estudio integral de los cánidos del Parque Nacional de los Picos de Europa, 2006-2008. Informe inédito, 117 pp. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 21
Analizando la información por zona de gestión del lobo y especie, se puede observar, no obstante, que el ganado vacuno de carne ha aumentado en las zonas Centrooccidente, Palo-Esva y Cuera (Fig. 5). El ganado vacuno de carne es abundante en todo el territorio asturiano, aunque la mayor densidad se alcanza en la zona Cuera (Fig. 5). Figura 5.- Evolución del ganado vacuno de carne en Asturias según las zonas de gestión del lobo. No zona: zona libre de lobos según el Plan de Gestión de 2002. Respecto al vacuno de leche, las mayores densidades se alcanzan en las zonas Noroccidental y Palo-Esva, si bien la zona declarada en el Plan de Gestión de 2002 como libre de lobos también tiene altas densidades de vacuno de leche (Fig. 6). En todas las zonas ha descendido el ganado vacuno de leche. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 22
Figura 6.- Evolución del ganado vacuno de leche según las zonas de gestión del lobo en Asturias. No zona: zona libre de lobos según el Plan de Gestión de 2002. Respecto al ganado menor, Cuera y Picos de Europa son las zonas que albergan las mayores densidades (Figs. 7 y 8). A excepción del ligero aumento que experimentan las zonas Palo-Esva y Suroccidente de ganado ovino y la zona libre de lobos, se puede observar que el descenso del ganado menor es generalizado. Figura 7.- Evolución del ganado ovino según las zonas de gestión del lobo en Asturias. No zona: zona libre de lobos según el Plan de Gestión de 2002. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 23
Figura 8.- Evolución del ganado caprino según las zonas de gestión del lobo en Asturias. No zona: zona libre de lobos según el Plan de Gestión de 2002. En cuanto al ganado equino, al igual que sucede en Galicia o el norte de Portugal, pasta en el monte en estado de libertad (extensivo), suponiendo un recurso trófico muy utilizado por los lobos. Este tipo de ganado no está saneado en su mayoría por lo que, al margen de razas concretas como los asturcones, no existe una estadística ganadera del equino en Asturias. Se dispone de información obtenida en conteos puntuales realizados por los guardas en los recorridos de seguimiento de lobo. Aunque no es muy precisa, sí que se aprecia cómo en las sierras del noroccidente y centro-sur de Asturias se encuentra la mayor abundancia de este tipo de ganado (Fig. 9). No se dispone de información sobre la evolución del ganado equino en Asturias. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 24
Figura 9.- Ganado equino en Asturias. Azul claro: presente; azul oscuro: abundante. 5.4.- Daños a la ganadería La Administración del Principado de Asturias indemniza a los titulares de las explotaciones ganaderas los daños producidos por el lobo. El número de expedientes correspondientes a daños indemnizados y el número de cabezas afectadas han aumentado sensiblemente desde 1997, aunque el mayor incremento se ha producido a partir de 2007 (Fig. 10). Los últimos tres años se han pagado unos 2700 expedientes anuales afectando a 3500 cabezas de ganado. Las indemnizaciones abonadas han alcanzado en los últimos años 1.000.000 /año, existiendo desde 2007 un aumento considerable (Fig. 11). A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 25
Figura 10.- Evolución de los daños (nº de expedientes tramitados y nº de cabezas afectadas) en Asturias desde 1997. Figura 11.- Importe abonado por daños de lobo en Asturias desde 1997. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 26
La evolución de los daños es diferente para los distintos tipos de ganado afectados. Los daños a ganado vacuno se incrementaron desde 1997 hasta 2002. Desde 2002 hasta 2007 disminuyó el número de cabezas de ganado bovino afectadas y a partir de 2007 aumentó considerablemente, si bien esta tendencia parece remitir en 2010 (Fig. 12). Figura 12.- Evolución de los daños de ganado bovino (nº de cabezas) en Asturias. Los daños sobre ganado equino han mantenido una tendencia ascendente prácticamente desde 1997, aunque a partir de 2006 esta tendencia se ha acentuado ostensiblemente (Fig. 13). En el ganado menor no se aprecia esta tendencia. En el año 2002 el número de cabezas de menor afectadas alcanzó el máximo, siguiendo a partir de ese año una tendencia descendente que se estabiliza en los últimos cinco años (Figs. 14 y 15). A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 27
Figura 13.- Evolución de los daños de ganado equino (nº de cabezas) en Asturias. Figura 14.- Evolución de los daños de ganado ovino (nº de cabezas) en Asturias. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 28
Figura 15.- Evolución de los daños de ganado caprino (nº de cabezas) en Asturias. Considerando las zonas de gestión del lobo, destacan el Centrooccidente, Palo-Esva y zona Central como las zonas en las que los daños suponen una mayor cuantía económica (Fig. 16). Figura 16.- Promedio anual del importe de los daños pagados en Asturias para el periodo 1997-2011. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 29
Cuando se analizan los daños por zona de gestión y especie de ganado afectado, destaca que en el Centrooccidente y Palo-Esva, la inmensa mayoría de cabezas afectadas corresponden a ganado equino, mientras que en el Centro-Oriente, Picos, Cuera y Suroccidente el ganado menor es el más afectado (Fig. 17). Figura 17.- Promedio de daños (nº de cabezas) por zonas de gestión para el periodo 1997-2011. No están incluidos en Picos de Europa los daños gestionados por el Parque Nacional. Se pueden destacar dos situaciones en cuanto a los daños a la ganadería en Asturias en estos años desde la entrada en vigor del Plan de Gestión en 2002. Por un lado, la elevada problemática asociada a los daños del lobo no depende tanto de parámetros generales, como la afección a la cabaña ganadera total (el porcentaje de animales atacados representa menos del 1% de la cabaña ganadera en extensivo y menos del 5% de las explotaciones ganaderas), si no de otros factores sociales, que tienen más relación con situaciones de incidencia recurrente a nivel local o en breves periodos de tiempo, generando una alarma social que incrementa la conflictividad. De este modo, se ha observado el surgimiento de focos de elevada conflictividad en distintos lugares del territorio asturiano, como la Sierra del Cuera, Tineo o Cudillero. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 30
Por otro lado, se ha observado un aumento muy importante de los daños a partir del año 2007, afectando a los ganados equino y bovino. Dado que no se ha observado una tendencia similar en cuanto a la población de lobos o una disminución drástica de la abundancia de recursos tróficos como las presas silvestres, es posible que este aumento se deba a cambios en la ganadería (sustitución de ganado ovino por vacuno de carne o aumento del equino en algunas zonas) o otros factores socioeconómicos. Con respecto a la evolución de los daños, es necesario destacar que uno de los pilares de la conservación y gestión de una especie como el lobo se basa en la gestión de los daños. En ese sentido, el segundo objetivo del Plan de Gestión aprobado en 2002 era: optimizar la política de compensación por daños y diseñar y aplicar programas tendentes a minimizar la incidencia sobre la cabaña ganadera. El aumento extraordinario de los daños de vacuno y equino es sin duda un indicador de que las actuaciones desarrolladas (principalmente indemnización de daños y programa de controles poblacionales) no han servido para cumplir este objetivo. Sí que es verdad que se elaboró un protocolo de inspección de daños y se realizaron varios cursos a la Guardería Rural del Principado de Asturias (actuación 2.e del Plan de Gestión aprobado en 2002), aunque estas herramientas no llegaron a aplicarse en la práctica. Asturias soporta un muy elevado nivel de daños. A pesar de la cuantía económica destinada a las indemnizaciones por daños, la conflictividad no disminuye, generándose una situación crónica de alto nivel de daños y alto nivel de conflictividad. La nueva gestión del lobo en Asturias tiene que articular mecanismos para mejorar esta situación, en la que participen activamente todos los sectores implicados intentando alcanzar una gestión consensuada. Sin duda, la buena voluntad, la corresponsabilidad de todos los sectores establecida y asumida en los procesos de participación pública que vertebren la gestión del lobo han de ser los aspectos clave de una nueva etapa en la gestión del lobo en Asturias. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 31
6.- GESTIÓN DEL LOBO EN ASTURIAS 6.1.- Finalidad y objetivos El Plan de Gestión del Lobo en Asturias tiene como finalidad la conservación de la especie, manteniendo un nivel poblacional que garantice su viabilidad presente y futura, dentro de un marco de coexistencia con el mundo rural y que resulte compatible con el adecuado desarrollo de las actividades agropecuarias, favoreciendo su aceptación social en el medio rural asturiano. En la presente revisión del Plan de Gestión del lobo en Asturias se pretende hacer especial hincapié en la corresponsabilidad de todos los sectores implicados en la conservación y gestión del lobo, definida a través de los procesos de participación pública como auténtico motor de la conservación y gestión del lobo en los próximos años, para lograr el cumplimiento de una serie de actuaciones que persigan la finalidad del plan. Se pretende que este documento de conservación y gestión sea dinámico, que incorpore toda la información biológica, ecológica y social que se vaya generando y que su dinamismo se favorezca en los procesos de participación pública. Los objetivos concretos que se plantean para la consecución de la finalidad general del presente Plan de Gestión son los siguientes: 1. Favorecer el mayor grado de consenso social posible entre todos los sectores implicados en la gestión y conservación del lobo (Administración, ganaderos, asociaciones conservacionistas, investigadores y otros colectivos interesados) en torno a la gestión de la especie mediante procesos de participación pública. Establecer la corresponsabilidad de los sectores implicados. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 32
2. Mantener un nivel actualizado de conocimientos sobre la situación de la especie en Asturias, con especial atención a la distribución, abundancia, parámetros demográficos y otros aspectos ecológicos que resulten de interés en las estrategias de conservación y gestión. 3. Desarrollar un sistema de gestión de daños basado en la corresponsabilidad y la utilización de herramientas que confieran mayor rigor y objetividad en el sistema de indemnizaciones. 4. Establecer el marco necesario para el desarrollo de las actuaciones de manejo poblacional que más se adecuan a la situación actual del lobo, definiendo los criterios de aplicación y su justificación, así como los procedimientos de actuación. 5. Establecer y aplicar medidas que permitan minimizar los factores que puedan afectar a la conservación del lobo para mantener una población estable y continua de lobos. 6.- Fomentar la investigación como pilar base de todas las actuaciones a desarrollar en el Plan de Gestión y soporte instrumental de las decisiones a tomar y acordar en los procesos de participación pública. 7. Fomentar líneas de actuación tendentes a la sensibilización de los distintos grupos sociales implicados, especialmente de la población rural. Favorecer posibles actividades turísticas o recreativas en torno a la especie, a fin de que la presencia del lobo sea percibida como una posibilidad de desarrollo de las zonas rurales. 8. Fomentar la coordinación y cooperación administrativas entre diferentes administraciones implicadas en la conservación y gestión del lobo ibérico (internacionales, regionales y locales) y entre las diferentes secciones dentro de la Administración del Principado de Asturias. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 33
6.2.- Zonificación El ámbito de aplicación del Plan es la totalidad del territorio del Principado de Asturias. En el año 2002 se dividió el área de distribución del lobo en Asturias en ocho zonas, a partir de la división territorial en parroquias (que son la unidad administrativa de referencia respecto a los expedientes de daños de lobo), teniendo en cuenta, dentro de lo posible, accidentes geográficos de mayor entidad que puedan afectar a los desplazamientos de los lobos (valles anchos o muy poblados, grandes ríos, embalses, autovías, etc.). En esta propuesta de gestión, además de estas unidades geográficas de gestión, se establece una zonificación basada en parámetros clave para la conservación y gestión del lobo. Esta zonificación deber ser una herramienta dinámica y que deber ser revisada periódicamente según los parámetros usados para establecerla (lobos, daños, carga ganadera, etc.), para garantizar que los posibles cambios ocurridos en cualquiera de los parámetros sean tenidos en cuenta, realizando una gestión adaptativa. 6.2.1. Criterios de zonificación En el presente documento se considera las antiguas zonas geográficas de gestión como unidades territoriales de gestión y se incorporan dos nuevos criterios de zonificación: la estabilidad de las manadas de lobos y los daños a la ganadería. Esta zonificación se actualizará y se irán añadiendo otros criterios según lo establecido en las actuaciones ZON-01 y ZON-02. Criterio 1: Estabilidad de las manadas de lobos Con la información obtenida en los seguimientos poblacionales realizados desde 1999 establecemos las zonas donde la presencia de manadas de lobos ha sido más estable (Fig. 18). Se han distinguido cuatro niveles: A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 34
0: no se ha constatado la presencia de manadas. 1: se ha constatado la existencia de manadas de lobos en la mayoría de seguimientos realizados desde 1999 o en los últimos tres años. 2: se ha constatado la presencia de manadas en varios de los seguimientos realizados, incluido alguno de los realizados los últimos tres años. 3: sólo se ha constatado la presencia de manadas de lobos de forma puntual (uno o dos años). Figura 18.- Estabilidad y presencia reciente de las manadas de lobos en Asturias. Criterio 2: Daños a la ganadería El segundo criterio de zonificación para la gestión del lobo en Asturias es el nivel de daños a la ganadería. Se ha utilizado la información de daños de los últimos tres años (Figs. 19 y 20). Para la elaboración de la zonificación se ha atendido al número de cabezas afectadas. Se han definido tres niveles de daños: Menos de 10 reses anuales/100 km 2. Entre 10 y 50 reses anuales/100 km 2. Más de 50 reses anuales/100 km 2. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 35
Fig. 19.- Daños abonados en Asturias en los últimos tres años ( anuales/100 km 2 ). Fig. 20.- Daños de Asturias en los últimos tres años (nº de cabezas afectadas/100 km 2 ). A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 36
6.2.2. Resultado de la zonificación Teniendo en cuenta la situación del lobo y el volumen de daños en los últimos años, se establece una zonificación distinguiendo tres zonas (Tabla 1, Figs. 21 y 22): Zona 1: se corresponde a grandes rasgos con la zona de alta estabilidad de las manadas y en la que se producen más daños a la ganadería. También se incluyen zonas de baja estabilidad de las manadas con un nivel de daños elevado. Zona 2: zona de alta estabilidad de las manadas y donde se produce un nivel bajo de daños. Zona 3: baja estabilidad de las manadas. El resto del territorio se corresponde con la zona en la que no se ha constatado la existencia de manadas de lobos. Tabla 1.- Criterios de zonificación para la gestión del lobo en Asturias. Cabezas Criterio lobos afectadas (nº anual/100 km 2 ) Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3 < 10 Zona 2 10-50 Zona 1 > 50 Zona 3 A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 37
Figura 21.- Zonificación propuesta para la gestión del lobo. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 38
Figura 22.- Zonificación propuesta para la gestión del lobo considerando las unidades de gestión establecidas en 2002 en el Plan de Gestión del lobo en Asturias de 2002. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 39
6.2.3. Directrices de gestión Con carácter general, la gestión del lobo debería tender a mantener poblaciones abundantes en zonas en las que causen pocos daños a la ganadería (zona 2); aplicar el grueso de las actuaciones de manejo poblacional y fomentar los métodos de prevención de daños en zonas en las que hay abundantes lobos y abundantes daños (zona 1); y situaciones intermedias en zona 3. Las actuaciones de manejo poblacional generan reacciones contrapuestas entre los distintos sectores, llevando frecuentemente a una radicalización de las posturas. Desde la aprobación del plan de gestión en 2002 se han llevado a cabo controles poblacionales con la intención de disminuir la conflictividad ocasionada por los daños. Estos controles los han llevado a cabo personal de la Guardería Rural del Principado de Asturias dado que, en su momento, no se consideró al lobo como especie cinegética. Diez años después de la entrada en vigor, a pesar de que los controles suponen un enorme esfuerzo económico y de personal a la Administración del Principado, los resultados no han conseguido cumplir los objetivos: hay muchos más daños, se suceden episodios de conflictividad cuando el nivel de daños se incrementa rápidamente en zonas concretas; y se cuestiona la idoneidad de la guardería del Principado como único actor para la realización de los controles. Por todos estos motivos, se propone un nuevo modelo de gestión considerando el aprovechamiento cinegético del lobo como una posible herramienta de manejo poblacional, al igual que sucede en las comunidades limítrofes, que albergan lobos pertenecientes a la misma población. Dado que el manejo poblacional y, más concretamente, el aprovechamiento cinegético, suele afectar a las sensibilidades de los distintos sectores, éste es uno de los aspectos en los que más importante van a ser los procesos de participación pública, para lograr el máximo grado de consenso y la corresponsabilidad de todos los sectores. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 40
En cualquier caso, el aprovechamiento cinegético del lobo tiene que asegurar su conservación, para lo cual se establecen las siguientes recomendaciones que sirvan como directrices de manejo poblacional para el lobo en Asturias: Las actuaciones de control desarrolladas los últimos años han supuesto la mortalidad del 16% (13-24%) de la población estimada en invierno, antes de los partos, o del 11% (9-16%) de la población estival, después de los partos. Esta mortalidad, independientemente de la mortalidad ilegal, ha permitido la estabilidad de la población. Por este motivo se consideran valores a tener en cuenta a la hora de establecer cupos de captura, como garantes de la conservación del lobo. Se establecen, como recomendaciones generales: Zona 1.- Aprovechamiento cinegético con cupos aconsejados de un lobo por manada en la que se confirme la reproducción (esto supone aproximadamente un 20% de la población estimada en invierno). Zonas 2 y 3.- Aprovechamiento cinegético con cupos aconsejados de un lobo por cada dos manadas en las que se confirme la reproducción. (esto supone aproximadamente un 10% de la población estimada en invierno). Resto del territorio.- En los casos en los que la Administración estime oportuno se podrán realizar controles poblacionales. En situaciones excepcionales, cuando por motivos de elevada conflictividad se estime conveniente se podrán realizar actuaciones puntuales de control poblacional en todo el territorio. La mortalidad por manejo poblacional (actividad cinegética + controles) no deberá exceder del 24% de la población invernal (o del 16% de la estival) en la zona 1 ni del 13% de la población estimada en invierno (o el 9% de la población máxima, después de los partos) en las zonas 2 y 3 siempre y cuando la población se mantenga en unos niveles similares a los actuales (30-40 manadas). Si la población estimada está por debajo de las 30 manadas se suspenderá temporalmente la actividad cinegética, mientras que si la población excede las 40 manadas se valorará la posibilidad de incrementar los cupos. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 41
Además de estas directrices de manejo poblacional para las zonas 1, 2 y 3 de la zonificación propuesta, las diferencias entre las unidades geográficas de gestión también deben tenerse en cuenta a la hora de priorizar las actuaciones. En el cuadro sinóptico que se muestra al final de este epígrafe se pueden visualizar a grandes rasgos las características de cada una de las unidades de gestión en cuanto a población de lobos, daños a la ganadería, carga ganadera y presas silvestres (Tabla 2). A excepción del Cuera, las unidades de gestión son consideradas, a efectos del presente plan, zonas en las que es habitual la presencia y reproducción del lobo y donde se persigue la existencia de poblaciones permanentes de la especie. Por el contrario, el Cuera forma parte del área de distribución esporádica y la presencia de lobos genera un alto grado de conflictividad, debido principalmente al sistema ganadero existente, basado en el manejo extensivo del ganado menor. No obstante, la proximidad de estas zonas más sensibles a otras con presencia y reproducción habitual del lobo supone la posibilidad constante de colonización por individuos dispersantes. De hecho, la información obtenida del marcaje de lobos en Picos de Europa demuestra la proximidad del área de campeo de estos lobos a la Sierra del Cuera (Fig. 23). En estas zonas, dada la situación actual y a efectos del presente documento, no se considera conveniente permitir el asentamiento permanente de la especie, aunque se debe considerar la alta probabilidad de que individuos dispersantes intenten establecerse en ellas. En caso de detectarse el asentamiento de lobos en zonas en las que actualmente no está presente, en cada caso se procederá a analizar la posible inclusión en una de las zonas establecidas o la creación de nuevas zonas de gestión y las directrices a seguir en las mismas. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 42
Sierra del Cuera 5 kms Fig. 23.- Áreas de campeo (polígono mínimo convexo) de los tres lobos marcados en Picos de Europa. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 43
Tabla 2.- Características de las diferentes unidades de gestión del lobo en Asturias. La intensidad en el color indica la abundancia relativa del parámetro considerado. De este modo, un color azul intenso indica un alto volumen de daños, alta carga ganadera, etc. La comparación entre zonas mediante una inspección visual de este cuadro sinóptico resulta de gran utilidad para establecer prioridades y líneas de actuación en las diferentes unidades de gestión. A continuación se muestran los valores a partir de los cuales se han establecido las distintas categorías: Zona Norooccidental Palo-Esva Suroccidental Centrooccidental Central Centrooriental Picos de Europa Cuera Lobos Daños Carga ganadera Presas silvestres Totales Equino Vacuno Ovino Caprino Equino Vacuno Vacuno leche carne ovino caprino Presas Daños (nº cabezas afectadas al año/100 Carga ganadera (nº cabezas/km km 2 ) 2 ) Lobos silvestres (nº Nivel (manadas/100 de especies Vacuno Vacuno km 2 ) en % de Totales Equino Vacuno Ovino Caprino Equino * ovino caprino leche carne superficie) 1 =0,3 =3 en <25% 0-10 0-5 0-1 0-10 0-5 0-10 0-10 0-20 0-5 0-5 2 >0,3=0,6 =3 en 25-75% 10-50 5-15 1-10 10-20 5-10 10-20 20-40 5-10 5-10 3 >0,6 =3 en > 75% >50 >15 >10 >20 >10 >10 >20 >40 >10 10-15 *: Sólo se han establecido dos categorías para el equino: 1) en todos los recorridos realizados por la Guardería incluidos en la zona se ha obtenido una abundancia menor de 10 caballos/km. 2) se han realizado recorridos con una abundancia mayor de 10 caballos/km. A.RE.NA. Asesores en Recursos Naturales, S.L. 44