MARÍA PÉREZ RABAZO. Velázquez. Profesora de Historia del Arte y Literatura Farmacéutica AS.P.U.R. Asociación de Profesores Universitarios Jubilados



Documentos relacionados
Diego Velázquez. Actividades

Velázquez. La fragua de Vulcano (Madrid, Museo del Prado)

Miquela Forteza Oliver! ARTE DE LA EDAD MODERNA. EL BARROCO ESPAÑOL!

ELE en el museo. Cuaderno de actividades A1/A2

Visita al Museo del Prado. Barroco decorativo.

ALEJANDRO SANZ MORENO

Pintura barroca España

1.a) Conoces estos dos edificios? Dónde están? b) Lee estas frases sobre los dos museos y escribe a cuál de ellos se refiere cada una.

CONOCE LA OBRA ARTÍSTICA DE VELÁZQUEZ EN EL MUSEO DEL PRADO

Taller de Reflexión artística III Prof. Manuel Carballo Alumna. Angela Alarcón. Barroco protestante

Velázquez. nivel básico / A1 ACTIVIDADES PARA ANTES DE LEER EL TEXTO. 1. En parejas, contestad las siguientes preguntas:

TEMA 13. EL BARROCO 1.- CARACTERÍSTICAS DE LA CULTURA BARROCA

CEIP VIRGEN DE LA CABEZA CANILLAS DE ACEITUNO (MÁLAGA)

Licenciatura en Español

Literatura I. Unidad 2. Tema. Género narrativo

Nosotros lo llamaremos Picasso, el apellido de su mamá.

Nivel Niveles B2-C1 Duración aproximada Cuatro horas

Proporción aurea en la. Gioconda y en Las Meninas. Andrés Suárez 2do bachillerato Estudios matemáticos Profesora: Alice Santos

Lee atentamente el siguiente texto y después contesta a las preguntas. Se cree que Michelangelo Merisi nació a finales del año 1571, en la

En la serie fotográfica Alteridad (véase Anexo Fotográfico) que Constantino efectúa

MI SALVADOR ES UN REGALO DE DIOS (B ) LECCIÓN PARA EL DOMINGO ANTES DE LA NAVIDAD

Con elaborado marco sevillano de talla dorada y policromada de finales del siglo XVII obra de Bernardo Simon de Pineda.

Lee atentamente el siguiente texto y después contesta a las preguntas. Luis y su abuelo habían quedado el domingo por la mañana para hacer una

DISCURSO DE DESPEDIDA DE LA XXXV PROMOCIÓN DEL COLEGIO SANSUEÑA

En el Museo del Prado

2ª Corintios: Mensaje nacido del corazón de Pablo

Ana de Estella fue visitada por el Consejero de

Lección Era capaz el hombre endemoniado de salvarse el mismo del poder de todos los demonios que lo controlaban? -No.

TEMA 7. EL ANTIGUO RÉGIMEN Y EL BARROCO (3ª parte)

Enrique Zudaire Iriarte

Un cuento de reyes y papeles.

CUENTOS é HISTORIAS NARRACIÓN DE

Mario López Cordero Revista de Didáctica MarcoELE núm. 6 /

Vamos a visitar el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Recuerda: -Silencio -Atiende -Abre bien los ojos

Noticia: Aparece un retrato de Velázquez inédito

VISITA DE LOS ALUMNOS DEL INSTITUTO HERMAN OTTÓ AL RODAJE DE ALATRISTE

Pablo David Santoyo COMO CRISTIANOS, SOMOS LLAMADOS A CONSTRUIR TEMPLOS? Ediciones Tesoros Cristianos

RELIGIÓN 6º Educación Primaria Exploración en el Museo de Bellas Artes de Bilbao

AULA DE PATRIMONIO CULTURAL UNIVERSIDAD DE CANTABRIA VICERRECTORADO DE DIFUSIÓN DEL CONOCIMIENTO Y PARTICIPACIÓN SOCIAL.

I. El Siglo XX en España

La Gloria de Dios. Marcos 9:2-13

Evangelia CURSO PARA EL ULTIMO MOMENTO 3. LECCIÓN

DE Él, POR Él, PARA Él

EL FUTURO SERÁ UN REGALO DE DIOS (B )

Lección IV-1 Unidad IV: La Iglesia Página 221 La Iglesia: Prometida y Establecida

Fermín Urbiola: "Fabiola parecía haber nacido con vocación de monja de clausura"

UN LIBRO, UNA ILUSIÓN

JOSÉ, EL HERMANO ODIADO (A.1.3.8)

-Gisbert, M. (2003): Salvador Dalí, píntame un sueño. Ilustraciones de la autora. Ediciones Serres. Colección Los niños y el arte. Barcelona.

Santa eresa. de Jesus

El Antiguo Testamento

El Sistema Solar. El Sistema Solar

LA CONVERSIÓN DE SAULO (C.8.3.5)

El odio, la envidia y los celos fueron la causa

Así me pintó el pintor

JESÚS Y SUS AMIGOS (D )

MATRIMONIO gran evento social negocio. un difícil paso que hay que dar la salida a un problema.

Los Tres lenguajes. Cuando concluyó el año, el chico volvió a su casa y el padre le preguntó:

La pintura barroca holandesa: Rembrandt. Contexto histórico

MÓDULO Nº 1 GENÉRO NARRATIVO

Azul o Rosa? Fernanda González Viramontes

GUERNICA PABLO PICASSO

El relato de Génesis 24 nos muestra hermosamente

ENTREVISTA A OLGA GÓMEZ

Paris, 15 de oct. de 15

Prefiero las muñecas de trapo que hace mi abuela.

LA SUMISION DEL HIJO

LA VIDA RELIGIOSA HOY-3 LA POBREZA. Felipe Santos, SDB. Eres tú, oh Pobreza!, mi primer sacrificio,

10º GRUPPO: LA CORONAZIONE DI SPINE

Texto: Millizen Uribe Fotos: Belisario Féliz Jiménez Pais: República Dominicana

Equipo Crónica y otros coetáneos del Pop Art español

La Biblia. No siempre estuvo escrito en un libro tan bonito como este.

Existen los milagros hoy en día? Por Israel González Zúñiga

LA PINTURA MURAL. CÓMO SE HACE UN MURAL?

Parábola de la torre inconclusa y el rey que va a la guerra

JESÚS CAMINA SOBRE AGUA (A.2.1.4)

"Frida y la casa azul" Trabajo familiar. Grupo de integración "B"

XXXI CAMPAÑA DE TEATRO Y MÚSICA PARA ESCOLARES

Dame un museo y lo llenaré. -Pablo Picasso ( )

Beca Premio Jorge Oswaldo Albarracín Gutiérrez

Haciendo matemáticas con algunos cuadros

Voluntad de riesgo. galería

El príncipe y el poder mágico

DONACIONES DE JUAN DE LARREA Y HENAYO A LA IGLESIA DE SAN ANDRES DE ARGOMANIZ

LECCIÓN 3: EL BAUTISMO

UNA JIRAFA DE OTOÑO. Proyecto de lectura. Andrés Guerrero. Ilustraciones del autor. A partir de 6 años

PREDICANDO AL VERDADERO JESÚS A.A.

JUEGO DE MEMORIA: San Josemaría

Jesús es Mi mejor Amigo

Qué Creemos? Lección 28. Mission Arlington Mission Metroplex Currículo 2008

MIRAR Y COMPRENDER UNA OBRA DE ARTE Rodolfo J. Lugo-Ferrer. El acercamiento a una obra de arte va a depender de varios factores,

TEMA 22: LA PINTURA ESPAÑOLA: RIBERA, ZURBARÁN Y MURILLO. VELAZQUEZ

LA OLA. Cinco cuentos para leer en voz alta. Autor: Antonio Pons

LA BIBLIA ME DICE QUE JESÚS ES EL HIJO DE DIOS (A.2.1.1)

Boletín informativo. Presentación. La marcha de nuestro proyecto. Cooperativa de viviendas CEAN BERMUDEZ Soc. Coop. And.

Actividad 2.- Cuento y vídeo de Ubuntu

Trabajo Práctico III Consigna:

la colección de la Corona la que, desde su donación por Isabel II, nutre principalmente nuestro museo, patrimonio, desde entonces y por ello, de

En las siguientes tres lecciones enfocaremos algunas

Fundamentos del arte del siglo XX

Transcripción:

MARÍA PÉREZ RABAZO Profesora de Historia del Arte y Literatura Farmacéutica Velázquez AS.P.U.R. Asociación de Profesores Universitarios Jubilados

MARÍA PÉREZ RABAZO Profesora de Historia del Arte y Literatura Farmacéutica VELÁZQUEZ Subvencionado por: Madrid, 2009

Asociación de Profesores Universitarios Jubilados Sede Social: Escuela de Estadística. Universidad Complutense 28040 Madrid Depósito Legal: 53850-2009 Maquetación: A.D.I. C/ Martín de los Heros, 66. 28008 Madrid. Telf.: 91542 82 82

Velázquez Datos biográficos En 1581 Felipe II, Rey de España, fue reconocido como Rey de Portugal. La unión entre los dos países duraría hasta 1640, fecha en que Portugal se levantó contra España y logró su independencia. Durante este período muchos portugueses pasaron a España huyendo de las investigaciones que se realizaban en Portugal sobre la ortodoxia de sus antepasados. Realmente se ignoran las razones por las que Diego Velázquez da Silva, vecino de Oporto, y su esposa Juana Rodríguez dejaron esta ciudad en 1581 para establecerse en Sevilla. Si bien se sabe poco de su ocupación parece que Diego y su hijo Juan fueron, en Sevilla, Familiares del Santo Oficio. Juan se casó con la sevillana Jerónima Velázquez cuyo primer hijo del matrimonio, Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, conocido también como el sevillano adopta el apellido de la madre de acuerdo con la costumbre portuguesa, frecuente también en Andalucía. Es posible que sus antepasados fueran hebreos pero lo que no cabe duda es que, a pesar de jactarse de su nobleza, ésto no sea una realidad, como lo prueba que su hermano Juan se dedicó a la pintura, oficio tenido entre caballeros como vil. Según su biógrafo Acisclo Palomino, hacia 1609 entró en el taller de Francisco Herrera el Viejo permaneciendo allí poco tiempo, habida cuenta del carácter irascible del maestro, a pesar de ser un hombre dotado de gusto y talento pictórico. Cansado de aguantar el mal temperamento de este maestro se decidió a cambiar de rumbo y contacta con Francisco Pacheco, célebre pintor sevillano, con quien establece un contrato como aprendiz de cuatro a seis años de duración. Este contrato se realiza en 1610 cuando tiene tan sólo ll años de edad. Pacheco era amable, veedor o censor de pintura de la Inquisición, dictaminando si un cuadro religioso se ajustaba al dogma y a la moral. También fue alcalde del gremio y, por tanto, encargado de examinar a Velázquez en 1617 para que obtuviera el título de maestro que le autorizara para ejercer la pintura. Tanto Pacheco como el otro miembro del jurado, Juan de Uceda, piden, de una manera excepcional, que la licencia, que habitualmente tenía un carácter local, lo fuera para ser ejercida en todo el reino. Hay que hacer notar que la hija de Juan de Uceda se casaría con Alonso Cano, amigo de Velázquez, y él mismo lo haría con la hija de Pacheco siguiendo la costumbre de transmitir los secretos de taller 3

María Pérez Rabazo al hijo o yerno. Esta costumbre la respetará también Velázquez al casar a su hija Francisca con su discípulo Juan Bautista Martínez del Mazo. Pacheco consideraba el dibujo como elemento fundamental de la pintura, principios en los que Velázquez fue educado, al tiempo que le hacía ver la ventaja de pintar siguiendo un modelo natural. Si bien este método fue criticado por Carduccio en su obra Diálogos de la pintura (1633), en el Arte de la pintura afirma Pacheco: Pues qué? Los bodegones no se deben estimar?. Claro está que sí, si son pintados como mi yerno los pinta, alzándose con esta parte sin dejar lugar a otro, y merecen estimación grandísima; pues con estos principios y los retratos, de que hablaremos luego, halló la verdadera imitación de lo natural alentando los ánimos de muchos con su poderoso ejemplo. Velázquez subordina el colorido al dibujo. Protegido por el Conde-Duque de Olivares es introducido en la corte y tras el triunfo del primer retrato que hace a Felipe IV, fue nombrado pintor de cámara. Sus nuevos maestros son pintores venecianos recibiendo consejos de Rubens. En 1629 emprende su primer viaje a Italia: Venecia y Roma, y vuelve al año y medio continuando haciendo retratos y, ya famoso, marcha por segunda vez a Italia para adquirir cuadros y estatuas con que decorar las nuevas salas de Palacio. Llamado por el Rey regresa a España y es nombrado Aposentador de Palacio, y acompaña al Rey a la isla de los Faisanes. Sobre su carácter sabemos su fino ingenio, persona modesta y bondadosa, nada ambicioso. Su arte La producción artística se clasifica en altos (composiciones inventadas, religiosas, heroicas, fabulosas o alegóricas) y bajos (paisajes, floreros, bodegones, composiciones imitadas o copiadas). Velázquez se inclina por los últimos tipos, inclusive las revoluciones de Alonso Cano, Zurbarán y Caravaggio que dan tanta importancia a lo accesorio como al tema principal. Al ser criticado porque no pintaba asuntos de seriedad, Velázquez respondió que prefería ser primero en aquella grosería que segundo en delicadeza, teoría defendida por su suegro en la ya citada obra Arte de la pintura. Velázquez es el ejemplo más claro del naturalismo que inspira al barroco. Ningún pintor ha contemplado la naturaleza y la ha interpretado con su admirable naturalidad, y este sentido naturalista ha hecho pensar que sus pinturas son maravillosas instantáneas, pero es falso. Velázquez estudia cuidadosamente sus composiciones. Sus primeros pasos están dentro del tenebrismo al que considera una etapa en el problema de la luz, que no sólo ilumina los objetos, sino que nos permite ver 4

Velázquez el aire interpuesto entre ellos, haciendo que las formas pierdan precisión y los colores su brillantez. Descubre la perspectiva aérea. Cuando abandona el tenebrismo, aclara su paleta, abandonando el color opaco y oscuro de su juventud. Inicia una nueva era, asimila el colorido veneciano frío y plateado de Veronés, Tintoretto y el Greco. Piensa en el color vivificado por la luz y en el efecto que produce en nuestra retina. Técnica que intentarán emplear los impresionistas en el siglo XIX. Producción artística De la etapa sevillana (1617-1522) nos ha legado cuadros religiosos, profanos y otros que parecen profanos pero son religiosos. Como ejemplo podemos citar la figura de San Juan que habla de su visión de la mujer coronada de estrellas pisando la luna, base de la iconografía de la Inmaculada (Galería Nacional de Londres). Otros pueden tratarse del retrato del propio pintor y de su esposa Juana Pacheco con la que contrajo matrimonio en 1618. La Adoración de los Reyes Magos, 1619 5

María Pérez Rabazo En la Adoración a los Reyes Magos, la obra más importante de carácter religioso, posible encargo de los jesuitas de San Luis de Sevilla para su noviciado, se puede sospechar que esta Adoración sea un retrato de familia. Juana, su mujer, podría ser la Virgen; su hija Francisca podría ser el Niño Jesús cuya graciosa expresión contrasta con la figura fajada normal en aquella época; los reyes Melchor y Gaspar estarían representados por Pacheco y Velázquez y Baltasar por uno de sus criados. Realmente Velázquez hace del portal de Belén una escena de vida cotidiana. Iluminación violenta y colorido sobrio. El Aguador de Sevilla, 1620 De la misma época, como tema profano, tenemos el Aguador de Sevilla, retrato al parecer de un corso que se dedicaba a este oficio, pudiendo interpretarse como alegoría de la sed, del gusto o, posiblemente, de las tres edades del hombre. Como símbolo de la vejez tenemos al aguador, harapiento y vestido de forma noble, que tiende a un niño bien vestido la copa del conocimiento o de la vida que él ya no necesitaba. La copa tiene en su interior un higo que posee virtudes salutíferas que el niño, con la cabeza algo inclinada, se dispone a recibir respetuosamente; al fondo, entre penumbra, un hombre joven bebe con ansia. El óleo parece una fotografía; es una composición cuidada y sabia, una curva ovalada o helicoidal, que reúne las tres cabezas y los cacharros, para terminar con el cánta- 6

Velázquez ra grande, constelado de gotas, que por su perspectiva parece salirse del espacio del cuadro y se acerca al espectador. La luz en espiral dorada sale por la boca del ánfora del primer plano, pasa por la manga y la alcarraza más pequeña y llega a las tres cabezas. Con esta obra Velázquez se adelanta a las naturalezas muertas de Cezanne y Juan Gris. Observamos una característica, propia de las novelas picarescas, sobre la sociedad española igual, que en algunas obras de Cervantes en las que aparece la figura del aguador que recuerda el cuadro de Velázquez. Tenebrismo que envuelve las figuras que permite ver sutilmente los personajes del fondo. Es insuperable la calidad del cristal y de las cerámicas, que pueden ser consideradas como lo más valioso del cuadro. La vieja friendo huevos, 1618 Esencial de esta época es el cuadro La vieja friendo huevos (National Gallery of Scotland, Edimburgo), obra en la que los verdaderos protagonistas son los enseres culinarios con dos personajes inmóviles cuyas miradas se cruzan. Como símbolo de la caducidad de la vida tenemos a la vejez de la mujer que contrasta con la juventud del muchacho, siendo el huevo símbolo de la regeneración. Es una representación muy realista, equilibrada y perfecta, que se manifiesta en los elementos que aparecen en el cuadro. Es muy importante la captación del espacio y tiempo, que llegará al cenit en la rueca que gira en el cuadro Las Hilanderas. 7

María Pérez Rabazo Cristo en la casa de María y Marta, hacia1620 Dentro de los cuadros profanos y mixtos podemos citar Cristo en la casa de Marta y La cena de Emaús. El primero (National Gallery, Londres) desarrolla la acción en una cocina con dos figuras humanas, una joven, tal vez la criada, y otra vieja que le comunica algo, como reprendiéndola. En la mesa la joven maja ajos en el almirez y sobre ella hay dos platos, con dos huevos y un cuchillo y el otro cuatro peces. En el fondo, a través de una ventana se ve otra escena en la que la misma anciana, con los brazos algo levantados, parece querer intervenir en la predicación de Cristo a la Magdalena a la vez que sirve como nexo entre las dos escenas. Esta forma de explicar un cuadro, por lo que se ve en el fondo, fue usado en la anterior pintura flamenca. En estos cuadros puede apreciarse un influjo de Zurbarán y de Caravaggio, pero con más delicadeza y menos afección dramática, logrando una atmósfera expresada por la penumbra o la luz. No podemos olvidar el influjo de El Greco en el cuadro Virgen imponiendo la casulla a San Ildefonso pintado en 1623 al regreso de su primer viaje a Madrid. En 1621 muere Felipe III. Su hijo y sucesor tiene 16 años, flemático y poco amigo de tomar decisiones, dejó gobernar al Conde-Duque de Olivares. Pacheco aprovechó la ocasión para presentar a Velázquez en la corte, que tenía gran interés en conocer los cuadros de las colecciones reales. Pintó, por encargo de su suegro a Luis de Góngora (Museo de Boston) y un año después es llamado por Olivares para que realizara algún retrato para regalárselo a Carlos I de Inglaterra, entonces Príncipe de Gales, que casaría con una Infanta Española. Fue nombrado pintor del Rey de España y años después llegaría a ser Aposentador Mayor. En el primer período madrileño 1623 1629, pintó muchas obras que se han 8

Velázquez perdido. En 1627 presentó a un concurso de pintura La expulsión de los moriscos de España). Ganando frente a pintores de origen italiano, muy reputados en Madrid: Carduccio, Caxés, Nardo. El triunfo de Baco (Los borrachos), hacia 1629 Un año después vio la luz una composición mitológica El triunfo de Baco, conocida también como Los Borrachos, obra en la que ironiza las pinturas mitológicas de italianos, franceses y flamencos. Velázquez pinta a Baco como un mozo vulgar a medio vestir,y a sus acompañantes como pícaros y mendigos, uno de los cuales, arrodillado ante el dios, es coronado de hiedra. El resto de personajes parece regocijarse de la parodia de la coronación mostrando al mismo tiempo un cierto respeto ante el que consideran el dios. Es una obra popular evocada por Manet en el fondo de su retrato de Zola. Los objetos situados a los pies de Baco son un ejemplo de naturaleza muerta. 9

María Pérez Rabazo La fragua de Vulcano, 1630 En 1630, durante su estancia en Roma, pintó La fragua de Vulcano considerada como su obra más italianizante. Describe el asombro de Vulcano y sus ayudantes ante las revelaciones de Apolo sobre las infidelidades de su esposa, Venus, que lo engaña con Marte, dios de la guerra, para la que parece ser están destinadas las piezas de armadura que se están forjando en la fragua. Posiblemente, había realizado este viaje a Roma animado por Pedro Pablo Rubens que, ejerciendo de diplomático, estuvo en Madrid en 1628. Velázquez embarcó en el mismo barco en el que regresaba el Marqués de Espínola a quien pintaría cinco años más tarde en el cuadro de Las Lanzas. Tras visitar Génova, Milán, Venecia, Ferrara, Bolonia y Roma llega a Nápoles donde visitó a José Ribera. En 1631 regresa a España con una técnica más libre y un colorido más amplio como observamos en los retratos del Príncipe Baltasar Carlos (Boston), Felipe IV y su esposa Isabel de Francia (Museo de Viena), y el estupendo de Pablo de Valladolid(Museo del Prado), personaje que sirvió en la corte desde 1632 hasta su muerte. Está pintado en actitud declamatoria sobre un fondo vacío sólo la sombra de sus piernas señala el suelo. Esta fórmula de recortar la silueta será imitada por Manet en su cuadro El Pífano. 10

Velázquez Cristo crucificado, hacia 1632 Entre las obras de contenido religioso sobresale este cuadro Cristo crucificado, tanto por su valor emotivo y estético como por el origen del mismo relacionado, según las leyendas, con el convento de San Plácido de Madrid. Dicen las leyendas que fue encargado por Felipe IV con objeto de penitencia por su amor por una joven religiosa. Es un cuadro sereno al que ha quitado el dramatismo al prescindir de la sangre y concentrar el interés en el estudio de un cuerpo desnudo con tonos claros que contrastan con el fondo negro. Los pies están apoyados sobre una ménsula sujetos por sendos clavos, siguiendo los consejos de su suegro Pacheco contenidos en la obra Arte de la pintura. 11

María Pérez Rabazo La rendición de Breda (Las Lanzas), 1634-1635 De 1631 a 1648 se desarrolla el segundo período, pinta, sobre todo, retratos agrupados en series, cazadores, jinetes y bufones. Son de destacar los de Felipe IV, el Cardenal el Infante etc., que tienen significado simbólico: La guerra. Dentro de estos cuadros de historia destaca la Rendición de Breda, una obra perfecta dentro de la Historia del Arte, que hace referencia al triunfo de las tropas españolas sobre las de los Países Bajos, en Breda, su fortaleza más importante. Es vulgarmente conocido con el nombre de Las Lanzas por las que portan los soldados españoles que aparecen al fondo del cuadro. Velázquez conmemoró así el décimo aniversario de la victoria al mando de Ambrosio de Espínola, quien recibe, de la mano del gobernador Justino de Nassau, las llaves de la plaza. Velázquez nunca estuvo allí, se basó en un grabado o cuadro de Snayexs, pero inventando la realidad de brumas y humaredas que dan a la composición una atmósfera impresionista. La técnica es chispeante, de pequeñas pinceladas, combinando la luz y paisaje con las figuras. Los dos grupos enfrentados, holandeses y españoles, son una colección de retratos. Realizado en 1634, constituye la apoteosis de la pintura de la historia y 12

Velázquez demuestra el ingenio compositivo e inventivo del artista. Fue encargado para decorar las paredes del salón de los Reinos con el fin de exaltar los triunfos de la monarquía. Pablo de Valladolid (El cómico) En este tiempo pinta la serie de bufones, enanos y hombres de placer como verdaderos funcionarios del Alcázar. No era nuevo pues anteriormente Moro, Pantoja etc. habían pìntado retratos de esas sabandijas, pero Velázquez, con sus pinceles, le dio dignidad humana. El más humano de todos es Pablo de Valladolid, cuyo cuadro fue conocido como El cómico porque tanto por su aspecto como por la expresión de su rostro, da la sensación de que se trata de un actor. De él escribió Manet: Quizá el trozo de pintura más asombroso que se haya realizado jamás es el cuadro que se titula Retrato de un actor célebre de la época de Felipe IV. El fondo desaparece. Es aire lo que rodea al personaje, vestido todo él de negro y lleno de vida, de tonos de un gris luminoso transformado por el tiempo en ocre. 13

María Pérez Rabazo Inocencio X, 1650 En 1644 murieron Isabel de Farnesio, su suegro Pacheco y el Papa, Urbano VII, protector de las artes, pero poco amigo de los españoles, sucediéndole Inocencio X, que fue inmortalizado en un admirable retrato poético e histórico de Velázquez y del que el Papa quedó tan satisfecho, que se dice, exclamó: Demasiado real. En señal de agradecimiento Inocencio X le concedió la medalla del pontificado y una cadena de oro que el artista valoró con su recuerdo hasta su muerte. La obra es una sinfonía de colores rojos y blancos enmarcando el inquieto rostro del Papa que presenta expresión casi siniestra en su mirada. En él, se despliega una técnica cromática magistral. En este año de 1650 fue elegido miembro de la Academia de San Lucas, corporación de los pintores romanos. Reynolds y Francis Bacon hicieron copias de este extraordinario retrato. Ha sido comparado con la obra de Tiziano El Papa Paulo III con sus sobrinos Alejandro y Octavio Farnesio. Para Lionello Venturi se trata de un retrato histórico y poético. Con gran tristeza Velázquez regresó de Italia solicitado por Felipe IV para que retratara a su nueva esposa Dña. Mariana. Durante su estancia en el Vaticano pintó tres obras maestras, dos paisajes de la Villa de Médicis (Museo del Prado) y la composición Venus y Cupido, pintada para el Marqués de Heliche, hijo de Luis de Haro, sucesor del Duque de Olivares. Había estudiado a Tiziano y también a Rubens, pero Velázquez sustituye el clasicismo del primero por una nerviosa vitalidad y una vibrante gracia juvenil enteramente nuevas. 14

Velázquez La Venus del espejo, hacia 1649-1651 La obra conocida como El tocado de Venus es obra maestra de la pintura del siglo XVII, realizada en la década de 1640-1650. Para algunos la pinta en Madrid antes de su segundo viaje a Italia, mientras que para otros fue pintada en Roma entre julio de 1649 y noviembre de 1650. Considerado como el desnudo más bello de la pintura española, con este lienzo Velázquez, pintor que llegó a ser caballero a pesar de ser pintor, se adelantó en dos siglos a su época. Mary Richardson dañó la tela con un hacha como protesta por las vejaciones que sufría el movimiento feminista. Al ser restaurada en 1966 se observó que la delicadeza de su pincelada se asemeja a Renoir. Podemos interpretarla como un emblema del amor unido a la imagen de la belleza que sólo piensa en ella y da la espalda al espectador. Según Tolnay pudo tomar como modelo a una joven con la que tuvo amores y un hijo. El tema no es nuevo, había sido tratado por Tiziano, Veronés, Bellini y Rubens. La postura deriva de Giorgione (Museo de Dresde) y Tiziano (Museo Uffizi). En las colecciones reales de Madrid había un Tocado de Venus, de Tiziano, y otro en el Ermitage con un Cupido sosteniendo un espejo. Velázquez pinta a Venus de espalda, reflejada en un espejo, pero con el cuerpo erguido. Son posibles todas las influencias, que fueron asimiladas por Velázquez que pintó un prodigio de naturalidad cotidiano y sorprendente. Se trata de un óleo de ejecución magistral de firmes pinceladas blancas, rosadas y grises con toques azules en Cupido. 15

María Pérez Rabazo Tras los honores recibidos en Roma Velázquez anhela vestir el hábito de Santiago, Calatrava, Alcántara o Montesa, preferentemente el primero, pues significaba ser caballero. Para entrar en ese Cuerpo era necesario no descender de moros, judíos o conversos y no tener en la familia personas que hubieran ejercido la actividad manual. Para los Consejos de las Órdenes el oficio de pintor era deshonroso. No era así en Italia donde el talento triunfaba sobre la cuna. Alrededor del año 1652 Velázquez es nombrado Aposentador. Seis años más tarde Felipe IV le concede el ansiado hábito de Santiago, después de engañar al Consejo de la Orden, asegurando que no vivió de la pintura y que sólo fue pintor para complacer a su rey. De ahí que las últimas obras sean un alegato a favor de la nobleza: Las Meninas y Las Hilanderas. Las Meninas, 1656 Las Meninas llamada primeramente La Familia es posiblemente la obra más famosa y reconocida unánimemente como la obra maestra de Velázquez. Ha interesado a los artistas desde Lucas Jordán que la consideró como la teología de a pintura, hasta Picasso. El nombre de menina, palabra de origen portugués, significa dama de honor. Todos ven en ella la esencia del pensamiento velazqueño. 16

Velázquez Representa una escena aparentemente casual, el momento en que la Infanta Margarita irrumpe con su pequeña corte en el estudio que Velázquez tiene en el Alcázar cuando Velázquez está pintando un retrato de sus padres cuyos rostros se reflejan en la pared de fondo. Margarita está acompañada por dos damas de honor, Mª. Agustina Sarmiento e Isabel de Velasco, de las que ha tomado nombre el cuadro. También están una enana, Mari Bárbola, un enano, Nicolasito Pertusato y un perrazo al que está atosigando con su pie. Al fondo, en segundo plano y en penumbra, a la derecha, vislumbramos dos empleados regios doña Marcela de Ulloa, del servicio de las damas de la reina y el otro parece ser don Diego Ruiz de Azcona que aparece envuelto en la penumbra. En la escalera de salida se destaca la figura de don José Nieto Velázquez, aposentador del palacio y posiblemente pariente del pintor. En la misma parad hay dos cuadros oscuros, copias de un Rubens: Minerva y Aracne y otra de Jordans: Apolo y Pan, dos fábulas mitológicas que tienden a exaltar la superioridad del arte sobre la artesanía. Velázquez se autorretrata fuera de la composición, como si lo estuviera imaginando en su mente y antes de aplicar el pincel a su lienzo. Ha sido considerado como un caso extremo de realismo. La imitación nunca ha llegado a esa perfección. La pintura se confunde con la realidad gracias a un espacio abierto hacia el espectador. La colocación de los doce personajes, contando el perro, es la composición más lograda de la pintura española del siglo XVII. La dosificación del color y las tonalidades, la atmósfera luminosa que desdibuja el contorno de las figuras en el fondo del cuadro, los planos de luz y sombra que lleva nuestra vista hacia la puerta abierta llena de luz, es la culminación de la perspectiva aérea. Podemos decir que este cuadro pintado en 1656, es la obra más completa y admirada del pintor. Las hilanderas (La fábula de Aracne), hacia 1657 17

María Pérez Rabazo Pocos años antes de su muerte, 1657, hace Velázquez otra de sus obras inmortales: La Fábula de Aracne o Las Hilanderas. Durante la primera mitad del siglo XX, a este cuadro se le conocía como La fábrica de tapices de Santa Isabel en Madrid. No debemos interpretarlo como un simple taller de manufactura de Santa Isabel al que Velázquez acudiera con cierta frecuencia y que pudo inspirar al pintor una de sus obras simbólicas, llena de sugerencias y ambigüedades, relacionado con la metamorfosis de Ovidio. Aracne, inventora del telar, departe con Minerva en el tapiz del fondo no de forma amistosa, porque según la leyenda una muchacha de Lidia llamada Aracne, alumna de Palas Atenea, diosa protectora de las artes del tejido y el hilado, supera a Minerva. La diosa, enfurecida, despedazó la serie de tapices realizada por Aracne, que representaba los amores de los dioses, sobre todo de Júpiter, hecho que molestó a su hija Minerva, por lo que la convirtió en araña castigada, por tanto, a tejer eternamente. Velázquez sitúa el tema mitológico al fondo del lienzo en un recinto inundado de luz que se comunica con la sala principal mediante un gran arco. El tapiz representa el rapto de Europa ejecutado por Aracne y a su lado Atenea con casco y ropajes suntuosos. El conjunto está ambientado en una estancia a modo de escenario. En la sala principal Velázquez coloca a cinco mujeres ocupadas en el trabajo de una hilandería, dotadas de gran realismo, desmitificándolas. Desde el punto de vista argumental, este cuadro resulta más importante que Las Meninas, así como en el aspecto técnico. La postura de las figuras más próximas está inspirada en los gnudi de la Capilla Sixtina, pintados por Miguel Angel, a ambos lados de la Sibila Pérsica, como réplicas femeninas y vestidas. Pero lo más importante es la resolución de la perspectiva, que aquí cobra valores excepcionales para reproducir el giro de la rueda de hilar, de tal forma que nadie duda de su movimiento. Velázquez descompone los colores de los vestidos al paso de los radios, técnica protoimpresionista que llega a extremos más audaces que el impresionismo francés de finales del siglo XIX: los radios de la rueda, que gira a gran velocidad, desaparecen y la mano de la vieja es una mancha circular. También resulta impresionante la perspectiva del fondo; las figuras van perdiendo nitidez y el aire va ganando consistencia. Al fondo la luz se refleja en el casco de la diosa y lo inunda todo de luminosidad. 18

Velázquez El retrato de Felipe IV joven, hacia 1626 En 1623 fue nombrado pintor de corte en Madrid y uno de sus primeros encargos fue retratar a Felipe IV joven (Museo del Prado). Por su calidad, el conde duque de Olivares declaró que nadie había pintado hasta entonces un retrato verdadero del rey, dada su extraordinaria expresividad siendo real al mismo tiempo. En este período madrileño pintó sus más hermosos retratos: Reina Mariana (Museo del Prado), Infanta Teresa (Museo de Viena), Príncipe Felipe Próspero (Museo de Viena), Infanta Margarita (Museo de Viena) a la que veremos crecer a través de estos retratos, que pertenecen, sin duda, a la colección de corte más extraordinaria del arte europeo de la época. 19

María Pérez Rabazo Cuadro ecuestre del conde duque de Olivares (Don Gaspar de Guzmám), 1634-1635 Estamos ante uno de los lienzos ecuestres más bellos de Velázquez. D. Gaspar de Guzmán, conde duque de Olivares, aparece con la astuta arrogancia del estratega que refleja la mirada vencedora. Parece que, al fondo del lienzo, evoca la batalla de Fuenterrabía donde el conde duque derrotó al gran Conde. De todas formas el cuadro pretende ser la exaltación de las dotes militares del hombre que había obtenido innumerables triunfos al mando de los ejércitos reales. Presenta una exquisita matización cromática que va desde las hojas del árbol que marca el equilibrio ante la inestabilidad del salto, hasta el cielo de dimensión espacial en una atmósfera dorada que envuelve la figura. Al tratarse de un personaje bélico, Velázquez lo pinta en corveta (manos alzadas). Como todos los retratos ecuestres estaba destinado a la decoración de un salón, Salón de los Reinos (Ministerio del Ejército). Pertenece al segundo período madrileño y fue pintado en 1634. 20

Velázquez Marte, hacia 1640 Hacia 1640 pinta un cuadro que formaba parte de una serie de representaciones de personajes de la tradición clásica destinados a la decoración de la Torre de la Parada. Fernando VII cede el lienzo a la Academia de San Fernando y en 1827 pasa al Museo del Prado. Se trata del dios Marte, completamente desnudo, sentado encima de un manto rojo; un paño azul rodea sus caderas; lleva casco igual que los soldados de los tercios y sus mostachos parecen acentuar su melancolía. Tiene la cabeza apoyada en la mano izquierda dando la impresión que imita al Pienseroso de Miguel Ángel (Tumba de los Médicis en Florencia). También se observan reminiscencias de Rubens en la musculatura, 21

María Pérez Rabazo Autorretrato, 1643 Francisco Pacheco en el tratado Arte de la pintura nos dice que Veláquez había pintado un retrato suyo, que guardaba él por por la admiración de los entendidos y honor del arte. Para Camón Aznar es obra enérgica, de rasgos muy secos, de gran precisión de dibujo. Este Autorretrato se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Valencia. El pintor se representa de tres cuartos con la golilla almidonada propia de la época y una mirada penetrante vuelta hacia el espectador. Aparenta cincuenta años por el doble mentón y arrugas debajo de los ojos. Su rostro está iluminado envuelto en una atmósfera que recuerda a Vermeer. Pinceladas sueltas que resaltan la figura. 22

Velázquez Felipe IV De este retrato del rey existen varias versiones: Bilbao, Ginebra y Viena, en las dos primeras no lleva el Toisón de Oro, mientras en la última sí lo luce. Las dos versiones más interesantes son, sin duda, la conservada en la National Gallery de Londres y en el Museo del Prado. La diferencia principal entre ambos es que en el de Londres el rey lleva un traje de paño o terciopelo mientras que el del Prado aparece vestido de una tela sedosa. Velázquez lo pinta dando una imagen de rey inmóvil, casi sin color, despojado de los símbolos de realeza, con una sencilla gorguera. En sus rasgos observamos cierta tristeza y fatiga, cuando los problemas políticos, tanto en la Península y Europa como en las indias van en aumento. Expresión algo ausente y lejana. Con motivo de la boda de la Infanta Mª, Teresa en la frontera entre Francia y España, Velázquez, como aposentador mayor del alojamiento de Felipe IV y acompañantes, salió para Fuenterrabía el 8-04-1660, asistió, en la iglesia de los 23

María Pérez Rabazo Fasisanes, a las ceremonias religiosas luciendo la Cruz de Santiago y regresó, muy fatigado, a Madrid el 20 de Junio. Estas fatigas, acompañadas de alguna infección, debida quizás al desorden de las comidas, le provocaron una enfermedad. Palomino escribe que después de haber estado toda la mañana del día 31 de Julio asistiendo a su Majestad, se sintió indispuesto y tuvo que marchar a sus aposentos, empezó a sentir angustias en el estómago y corazón. El Rey mandó para confortarle a D. Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno, Arzobispo de Tiro y patriarca de las Indias y, tras recibir los Sacramentos y otorgar poderes para testar en su nombre a su amigo Gaspar de Fuensalida, Diego Velázquez falleció el día 6 de Agosto de 1660. Su esposa Juana, hija de Pacheco, le sobrevivió ocho días. En el mismo año murieron dos modelos del pintor, el Príncipe Felipe Próspero y el enano El Primo. Velázquez era un hombre de aspecto distinguido, como dice en su carta el poeta satírico veneciano Marco Bosccini. Su elegancia se aprecia en la de sus modelos. Había vivido en el barrio de Concepción Jerónima, pasando después a LA Casa del Tesoro rodeado de una biblioteca de excelentes libros: Orlando Furioso (Ariosto), Triunfos (Petrarca), Arte poética (Pinciano), obras en latín (Ovidio), libros de matemáticas, astronomía, medicina, etc, Su carrera, ni muy larga ni demasiado abundante en obras, es trascendental en la historia del arte; se puede decir que desde sus pinturas sevillanas (1620) a las madrileñas (1650-1660), recorre una distancia de varios siglos, desde Caravaggio a los impresionistas. Pintor en apariencia fácil, es el más difícilmente explicable de un arte, que aparentando respetar temas y fórmulas, se aparta por completo de todo lo anterior. 24

Catálogo de Monografías Años 1985-2006: Sin catalogar. SEGUNDA ÉPOCA Año 2007, nº 1: Persona y sistema en la teoría de Niklas Luhmann. Isidro Gómez Romero. Año 2007, nº 2: Bartolomé de las Casas y su visión de America. Mercedes Junquera Gómez. Año 2008, nº 3: La deuda del Caudillo con el Duce. José Miguel Campo Rizo. Año 2008, nº 4: Relaciones Humanas. Gonzalo Algora García. Año 2008, nº 5: El pensamiento político de José María Calatrava. Teodoro Martín Martín. Año 2008, nº 6: Las pensiones y su tope. Agustín Miguélez Posada. Año 2008, nº 7: Goya. La Guerra de la Independencia a través de su obra. María José Calleja Folguera. Año 2008, nº 8: Sonidos para el bienestar. Carmen Díaz Baruque. Año 2008, nº 9: La otra escuadra de Franco. José Miguel Campo Rizo. Año 2009, nº 10: El movimiento iberista. Teodoro Martín Martín. Año 2009, nº 11: Religión y Ciencia. El génesis. José Campo Viguri. Año 2009, nº 12: El universo es un ordenador. José Blasco Llopis. Año 2009, nº 13: Peregrinando a Santiago por los Caminos de España. Agustin Miguelez. Año 2009, nº 14: El Eclipse total de Sol del 22 de julio del 2009. Fernando Martín Asín. Año 2009, nº 15: Quien soy yo?. Gonzalo Algora García. Año 2009, nº 16: Velázquez. María Pérez Rabazo.

Colección Monografías ASPUR Año 2009 nº 16 Subvencionado por: