RETIRO DE SEMANA SANTA 2016 MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE" Fernand TAPIA, fraternidad de Chile, respnsable cntinental NTAPIA TAPIA S METODOLOGICAS: El Sant Padre Francisc ns ha cnvcad para celebrar el Añ Sant de la Misericrdia para vivir en la vida de cada día la misericrdia que desde siempre el Padre dispensa hacia nstrs 1. Un retir es una casión privilegiada para hacerns más cnscientes y agradecids de la misericrdia que hems recibid del Padre Dis y cntemplar a Jesús, rstr de la misericrdia del Padre 2 Ahra bien, dice el Papa: La Iglesia tiene la misión de anunciar la misericrdia de Dis, crazón palpitante del Evangeli, que pr su medi debe alcanzar la mente y el crazón de tda persna. En un retir ns preparams para esta hermsa misión y acgems el vehemente dese del Sant Padre: Cóm dese que ls añs pr venir estén impregnads de misericrdia para pder ir al encuentr de cada persna llevand la bndad y la ternura de Dis! 3 Así, pues, dice Francisc, la misericrdia es la viga maestra que sstiene la vida de la Iglesia y su credibilidad pasa a través del camin del amr misericrdis y cmpasiv 4. En este retir ns preparams, pues, un añ Jubilar, un añ atravesad pr la alegría de saberns amads pr Dis y la alegría de amar a ls demás. Desde el punt de vista metdlógic, el retir tiene mments de ración persnal, ración cmunitaria y mments de cmpartir grupal. Es recmendable que sea realizad pr un Equip de Mnitres, cnvenientemente capacitads y asesrads pr un sacerdte, una religisa un diácn. Est permitirá que ls participantes puedan trabajar en grups n superires a 6 7 persnas. Ls punts de cada meditación ls puede dar un sacerdte, religisa, diácn laic capacitad, a tds ls participantes en cnjunt, bien, cada mnitr a su grup pequeñ. Es necesari tener cpias tant de la primera meditación cm de la segunda para cada participante y entregarlas en el mment prtun. Nunca las ds juntas. El retir requiere de varis materiales y de un mínim de rganización y distribución de tareas, que hay que preparar cn la debida 1 Bula Misericrdiae Vultus (en adelante MV) n. 25. 2 MV n. 1 3 MV n. 5 4 MV n. 10
09:45 PRIMERA MEDITACION: CANTARÉ ETERNAMENTE LA MISERICORDIA DEL SEÑOR Punts de Meditación Pistas para la ración persnal 10:15 ORACION PERSONAL 11:15 COMPARTIR GRUPAL 12:00 DESCANSO 12:15 SEGUNDA MEDITACION: SEAN MISERICORDIOSOS Punts de meditación Pistas para la ración persnal 12:30 ORACION PERSONAL 13:30 ORACION COMUNITARIA DE CIERRE (alabanzas, peticines, etc.) 14:00 FIN PRIMERA MEDITACION: CANTARE ETERNAMENTE LA MISERICORDIA DEL SEÑOR 1. Dis es un misteri: La gente tiene necesidad de Él y pr es a tientas l busca. Pr l mism, n siempre tiene una imagen crrecta de Él. Muchs l imaginan cm el gran plicía del univers, vigiland nuestrs pass para castigarns. Otrs creen que es un Dis cruel que le gusta verns sufrir, sangrar, hacer grandes sacrificis y penitencias para estar cntent cn nstrs. O bien, un ser maniátic que ns llena de reglas y espera que nstrs las cumplams: n tmar café, n hacerse transfusines de sangre, n pintarse, etc. Finalmente, trs imaginan a Dis cm un ser lejan, distante e indiferente a nuestras necesidades, penas y alegrías. 2. Cuand abrims la Biblia, se desvanecen estas falsas imágenes de Dis y va apareciend su rstr auténtic. En primer lugar, cm un ser que quiere cmpartir su
vida y su felicidad: pr es ns crea y pne la tierra entera a nuestr servici. Ls relats de la creación en las primeras páginas del libr del Génesis ns muestran la delicadeza y hermsura del amr creadr de nuestr Padre Dis. Recgiend esta experiencia, dice Isaías: Yahvéh tú eres nuestr Padre. Nstrs la arcilla y tú nuestr alfarer; la hechura de tus mans sms nstrs. (Is. 64, 7-8) 3. Per, n sól ns crea sin que ns mantiene vivs y ns educa a través de ls acntecimients de la vida y de su Palabra. Dice el prfeta Oseas: Cuand Israel era niñ, y l amé... Y enseñé a Efraín a caminar, tmándl en mis brazs... Cn cuerdas humanas ls atraía, cn lazs de amr, y era para ells cm quien alza a un niñ cntra su mejilla (Os 11, 1. 3-4). Así, la Sagrada Escritura ns va reveland el crazón tiern y cariñs de Dis, cuya fidelidad dura para siempre. El nunca abandna la bra de sus mans. Pr es se puede afirmar que Dis tiene entrañas de madre: Olvida la madre a su hij pequeñ? Olvida ella mstrar su ternura al hij de sus entrañas? Pues aunque ella se lvide y n te lvidaré (Is. 49, 14-15) 4. Esta fidelidad de nuestr Padre Dis se hace más intensa aun cuand ns ve sufrir a causa de la injusticia, de la expltación y de ls abuss. Ls relats del libr del Éxd ns muestran esta característica del crazón misericrdis de nuestr Padre Dis. Él dice a su puebl, esclav en Egipt, que ha vist la presión a la que está smetid, que ha escuchad sus grits de dlr y que cnce muy bien sus sufrimients. Pr es, agrega, he bajad a librarl del pder de ls egipcis y a hacerl subir a una tierra fértil y espacisa, a una tierra que mana leche y miel. (Ex 3,8). Creems, pues, en un Dis liberadr, que ama la justicia y el derech, y que se cmprmete cn su puebl: Ustedes serán mi puebl y y seré su Dis. (Lev. 26, 12) A su vez, Israel debía guardar fidelidad al Señr: Est es l únic que te pide el Señr, tu Dis: que l temas y sigas tds sus camins, que ames y sirvas al Señr, tu Dis, cn td tu crazón y cn tda tu alma, bservand sus mandamients y sus precepts, que hy te prescrib para tu bien (Deut. 10, 12-13) 5. Sin embarg, Israel rmpió muchas veces esta alianza. Se alejó de Él y se pstró ante ls ídls, cntaminándse cn ls pecads de sus vecins pagans. También cmetió injusticias cn ls débiles, abusó de ls pbres, abandnó a ls huérfans y a las viudas, usó la vilencia, cmetió adulteri. Esta infidelidad di pie para que Dis Padre mstrara a su Puebl la prfundidad de su amr misericrdis: una y tra vez ls llamó a cnversión y les freció su perdón: Aunque sus pecads sean cm la escarlata, se vlverán blancs cm la nieve; aunque sean rjs cm la púrpura, serán cm la lana (Is. 1, 18). Ls salms cantan esta infinita misericrdia del Padre Dis: El Señr es bndads y cmpasiv, lent para enjarse y de gran misericrdia (Sal 103, 8).
6. En ls Sants Evangelis el Padre Dis ns muestra definitivamente su crazón misericrdis, a través de la persna y del ministeri de su Hij amad, Jesucrist. Ns dice el Sínd de Santiag que Jesús es misericrdia (n.47) y que ésta se revelaba al acger, slidarizar, aliviar y sanar las miserias que iba encntrand en el camin de su misión. Miserias físicas, sciales, culturales, per sbre td mrales y del espíritu (Mc. 6, 34 ss; Lc. 10, 25 ss; Jn. 8, 1 ss). También Jesús derrchaba misericrdia cn su ilimitada capacidad de perdnar y recnciliar a tds ls que acudían a El (Lc. 15). La misericrdia de Jesús es universal, sin smbra alguna de discriminación, per se expresaba cn más fuerza ahí dnde la miseria era mayr: ls pecadres y alejads (Mc. 2, 13-17); ls pbres, ls primids, ls sufrientes y despreciads (Lc. 6, 17-21) (n.48). 7. Cuand recrrems nuestra histria persnal descubrims que ha sid una histria de salvación. También nstrs hems sid tratads cn misericrdia pr nuestr Padre Dis. Hems sid creads y acmpañads pr El cn infinit amr. Ns ha llenad de sus dnes. Ha estad presente en nuestrs mments de gz y en nuestrs mments de pena. Ns ha buscad cuand ns hems alejad de Él y ha hech fiesta cuand, arrepentids, hems retrnad a la casa paterna. N se cansa de perdnarns y quererns. Pr es hacems nuestras las palabras del salmista: Cantaré eternamente la misericrdia del Señr, anunciaré su fidelidad pr generacines (Sal 89(88), 2) PISTAS PARA LA ORACIÓN PERSONAL Vlver a leer la meditación y quedarse cn ls texts bíblics que encuentran más resnancia en mi crazón. Recrrer la histria de mi vida y recrdar acntecimients en que he experimentad la fidelidad, la paciencia y la misericrdia que el Padre/Madre Dis ha tenid cnmig. También las veces en que he sid perdnad y crregid pr el Señr. Agradecer. Meditar la parábla del Hij Pródig: Lucas 15, 11-32 Terminar rezand cn el Salm 103 (102).
SEGUNDA MEDITACION: SEAN MISERICORDIOSOS 1. Jesucrist es el rstr de la misericrdia del Padre 5 y ns invita a seguir sus huellas: Sean misericrdiss, cm el Padre de ustedes es misericrdis. N juzguen y n serán juzgads; n cndenen y n serán cndenads; perdnen y serán perdnads. Den y se les dará (Lc. 6, 36-38ª). Para ell ns frece su Espíritu Sant: éste ns arrancará el crazón de piedra, endurecid, insensible, incapaz de perdnar y ns dará un crazón de carne, capaz de sentir el sufrimient del tr, de cmprender sus debilidades, de aceptar sus limitacines, de perdnar sus errres y caídas (ver Ezequiel 36, 26-27). 2. En un mund tan marcad pr la indiferencia, el maltrat, la vilencia, el terrrism, ls atrpells a la dignidad de las persnas, Jesús ns invita a ser testigs de su misericrdia. Ns dice el Papa Francisc: Abrams nuestrs js para mirar las miserias del mund, las heridas de tants hermans y hermanas privads de dignidad, y sintámns prvcads a escuchar su grit de auxili. Nuestras mans estrechen sus mans, y acerquémsls a nstrs para que sientan el calr de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grit se vuelva el nuestr y junts pdams rmper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para escnder la hipcresía y el egísm 6 3. Para llegar a tener un crazón misericrdis cm el de Jesús tenems que hacer un prfund examen de cnciencia y ver cóm hems reaccinad hasta ahra frente al sufrimient de persnas y grups que están a nuestr alrededr. Hems pasad de larg cm el sacerdte y el levita de la parábla del buen samaritan ns hems detenid a auxiliar a aquélls que están btads, medi muerts, a la rilla del camin? Se ha apderad de mi crazón la indiferencia, la insensibilidad, inclus el despreci hacia ls que sufren? 4. Humildemente tenems que pedir la gracia de recncer nuestrs pecads cntra la misericrdia, arrepentirns sinceramente y pedir la gracia de la cnversión. Es un camin, una peregrinación, que ns llevará a la Puerta Santa del perdón de Dis. Crucems esa Puerta y sintams la alegría de vlver a la Casa del Padre, de ser acgids pr El y participar en su Fiesta de la Recnciliación. Si ns cnfesams, participams en la celebración de la Eucaristía y rezams pr las intencines del Papa, btendrems también la indulgencia jubilar. 5. En este Añ Sant estams llamads a hacer esta peregrinación n sól en sentid espiritual sin físic, caminand cn mi Cmunidad Cristiana hacia un Templ 5 MV n. 1 6 MV n. 15
Jubilar. Sms un Puebl peregrin, guiad pr nuestrs Pastres, hacia la tierra nueva de la misericrdia. La presencia, el cariñ, la fe y la alegría de mis hermans y hermanas, me animan a n quedarme atrás abandnar el camin del Evangeli. Cm persnas y cm cmunidades en nuestras pblacines y barris querems ser un sign transparente y elcuente de la misericrdia del Padre Dis y un instrument dócil en sus mans para nuestrs hermans y hermanas más necesitads. 6. La misericrdia de Dis se puede expresar de múltiples maneras, per la pedaggía espiritual de la Iglesia las ha rdenad en ds grups: las bras de misericrdia crprales y las espirituales. El Papa Francisc desea que durante este Añ Jubilar reflexinems sbre ellas: Será un md para despertar nuestra cnciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pbreza, y para entrar tdavía más en el crazón del Evangeli, dnde ls pbres sn ls privilegiads de la misericrdia divina. La predicación de Jesús ns presenta estas bras de misericrdia para que pdams darns cuenta si vivims n cm discípuls suys 7. 7. El Sant Padre ns recuerda que las bras de misericrdia crprales sn: dar de cmer al hambrient, dar de beber al sedient, vestir al desnud, acger al fraster, asistir a ls enferms, visitar a ls press, enterrar a ls muerts. Y las espirituales sn: dar cnsej al que l necesita, enseñar al que n sabe, crregir al que yerra, cnslar al triste, perdnar las fensas, sprtar cn paciencia las persnas mlestas, rgar a Dis pr ls vivs y ls difunts 8. Ns pdems examinar y ver cuál de estas bras de misericrdia hems realizad, cuáles ns cuestan más y cuáles pdríams realizar en el futur, dad el cntext en que cada un está viviend. 8. Finalmente, ns dice el Papa que sbre estas bras de misericrdia serems juzgads al final de nuestras vidas: N pdems escapar a las palabras del Señr y en base a ella serems juzgads: si dims de cmer al hambrient y beber al sedient. Si acgims al extranjer y vestims al desnud. Si dedicams tiemp para acmpañar al que estaba enferm prisiner (Cfr. Mate 25, 31-45). 9. Igualmente dice Francisc- se ns preguntará si ayudams a superar la duda, que hace caer en el mied y en casines es fuente de sledad; si fuims capaces de vencer la ignrancia en la que viven millnes de persnas, sbre td ls niñs privads de la ayuda necesaria para ser rescatads de la pbreza; si fuims capaces de ser cercans a quien estaba sl y afligid; si perdnams a quien ns fendió y rechazams cualquier frma de rencr vilencia que cnduce a la 7 MV n. 15 8 MV idem
vilencia; si tuvims paciencia siguiend el ejempl de Dis que es tan paciente cn nstrs; finalmente, si encmendams al Señr en la ración a nuestrs hermans y hermanas ( )N lvidems las palabras de San Juan de la Cruz: en el cas de nuestras vidas, serems juzgads en el amr 9. PISTAS PARA LA ORACION PERSONAL. Leer y meditar la parábla del Juici Final, Mate 25, 31-45 Sy misericrdis cm el Padre/Madre Dis? qué me ayuda y qué me dificulta ser misericrdis? He practicad las bras de misericrdia tant crprales cm espirituales? Verlas una pr una pr una. Terminar escribiend una ración a Jesús en que se pide la gracia de ser misericrdis. 9 MV n. 15