CURSO: UN ACERCAMIENTO A LA ORACIÓN TEMA 3 FRUTOS DE LA ORACIÓN? C O N T E N I D O: 1.-TESTIMONIOS DE ORACIÓN Y SUS FRUTOS EN LA HISTORIA SAGRADA. 2.- ESPIRITUALIDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL. Página 1 de 5
CURSO: UN ACERCAMIENTO A LA ORACIÓN TEMA 3. FRUTOS DE LA ORACIÓN Son muchas las reflexiones y conclusiones a las que podemos llegar, individual y eclesialmente, cuando abordamos el tema de los frutos de la oración, fundamentalmente porque, confiados en la misericordia de Dios, sabemos que el Espíritu Santo habrá de concedernos el don de la oración, al igual que cualquiera de otros dones, en la medida, tiempo y con las peculiaridades que sabe que necesitamos, para nuestro esforzado camino de salvación. Lo importante es estar en humilde y constante vigilancia para no desaprovechar todo llamado del Señor, por leve que sea la inspiración que nos conceda. Una de las maneras de abordar un breve repaso de los frutos que la oración nos proporciona, es leer lo que el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña en cuanto a la oración; que en el intelecto y el corazón, han preservado y fortalecido los orantes más significativos de nuestra historia sagrada. En algunos de sus numerales, encontramos las referencias que podremos apropiarnos como modelo para hacer oración. Veamos entonces, los textos y los numerales en donde los encontramos para leerlos con mayor detenimiento y en el contexto del Catecismo. 1.-TESTIMONIOS DE ORACIÓN Y SUS FRUTOS EN LA HISTORIA SAGRADA. Jesús, eleva su ofrenda al Padre celestial, diciéndole: He aquí que vengo a hacer, Oh Dios, tu voluntad (Hb 10,5-7) La oración está unida a la historia de los hombres. (Numeral 2568). - Frutos de la oración: Fe / Caridad / Obediencia / Paz / Gozo La oración se vive primeramente a partir de las realidades de la creación. (Numeral 2569). - Frutos de la oración: El gozo de las maravillas de la naturaleza entera / El entendimiento de los elementos necesarios para sobrevivir / El temor de Dios como reconocimiento de un Creador sapientísimo / Omnipotente y misericordioso / La ofrenda de gratitud ante la compasión y providencia de Dios. En Abraham, encontramos la obediencia como fruto de la oración. En Abraham, las palabras tienen un valor relativo, lo verdaderamente importante es la prueba de fe en Dios. También conocemos el premio obtenido por nuestro Padre en la fe, al haber creído absolutamente en Dios. (Numeral 2570). - Frutos de la oración: Perseverancia / Obediencia en la fe / Humildad / Temor de Dios / Felicidad Página 2 de 5
La obediencia y temor de Dios en Jacob, mueven a Dios a cumplir su promesa generando las doce tribus de Israel. (Numeral 2573). - Frutos de la oración: Obediencia / Temor de Dios / Paz de Cristo La oración de Moisés es una eficaz oración de intercesión. Dios enseña a Moisés como orar y, en respuesta el Señor le confía su Nombre inefable. (numeral 2575, 2576). - Frutos de la oración: fraternidad humana / Solidaridad / Sacrificio / Liderazgo Moisés ha sacado la fuerza y la tenacidad de su intercesión. (Numeral 2577). - Frutos de la oración: Fortaleza / Fe / Ciencia / Inteligencia / Bondad Posteriormente, son los pastores y los profetas los que enseñan: cómo estar ante el Señor, y cómo escuchar su Palabra. (1 Sam 12,23). Enseñan al pueblo como orar. (Numeral 2578). - Frutos de la oración: Fe / Sabiduría / Entendimiento / Ciencia / Piedad El rey David se significa por encarnar al pastor que ruega por su pueblo y en su nombre. En los Salmos, David, inspirado por el Espíritu Santo, es el primer profeta de la oración judía y cristiana. (Numeral 2579). - Frutos de la oración: Fe / Consejo / Temor de Dios / Piedad / Inteligencia / Felicidad / Bondad / Perseverancia. El rey Salomón, hijo de David, construye el templo de Jerusalén, casa de oración. Salomón eleva entonces sus manos al cielo y ruega por él y por su pueblo, y para que todas las naciones sepan que Dios es el único Dios (2580). - Frutos de la oración: Fe / Piedad / Ecumenismo / Fraternidad cristiana / Solidaridad / Obediencia Santiago apóstol, nos refiere al profeta Elías para señalarnos el poder de la oración ferviente y la fe obtenida por la oración insistente (2581, 2583). - Frutos de la oración: perseverancia en la oración / Discernimiento espiritual / Sabiduría / Entendimiento / Piedad / Temor de Dio De la oración, los profetas extraen luz y fuerza para su misión (2584). - Frutos de la oración: vocación evangelizadora / Perseverancia en la oración / Celo apostólico / Fe / Caridad. Se ora como se vive y se vive como se ora (2725). - Frutos de la oración : Don de la oración / Fortaleza / Amor al prójimo / Humilde vigilancia / Fe / Esperanza / Caridad / Temor de Dios / Felicidad En la oración de petición, probamos la confianza filial. - Frutos de la oración: Identificación con Cristo / Fe / Esperanza / caridad / Gozo / Paz / Castidad / Piedad / Consejo Página 3 de 5
Si pedimos con un corazón dividido, Dios no pude escucharnos porque Él quiere nuestro bien, nuestra vida. Entremos en el deseo de su Espíritu y seremos escuchados (2737). - Frutos de la oración: Caridad / Bondad / Modestia / Paciencia / Mansedumbre / Longanimidad / Sabiduría / Consejo / Temor de Dios Orad constantemente (1 Ts 5,17), dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre de Nuestro Señor Jesucristo (Ef 5,20) (Numeral 2742). - Frutos de la oración: Fe / Consejo / Perseverancia en la oración / Temor de Dios / Entendimiento Paz de Cristo / Alegría del Señor / Paciencia / Mansedumbre, etc. A cada uno de los frutos de la oración que hemos identificado y que son a la vez dones y frutos del Espíritu Santo, deben añadirse muchos más que encuentran campo fértil en el corazón de cada orante según su perseverancia y la pureza de su intención, su gratitud y su contrición. San Gregorio de Nisa, nos enseña: El efecto de la oración es la unión con Dios. Si alguien está con Dios, está separado del enemigo. Por medio de la oración guardamos nuestra castidad, dominamos nuestro genio y nos liberamos de la vanidad. No hace olvidar injurias, vence la envidia, derrota la injusticia y trata de remediar el daño que causa el pecado. Por medio de la oración se logran el bienestar físico, un hogar feliz y apacible, y sociedad fuerte y ordenada. La oración escuda al viajero, protege al que duerme y da ánimo a los que velan, te refrescará cuando estés cansado y te consolará cuando estés triste. La oración es el deleite de los alegres y el consuelo de los afligidos. Es la intimidad con Dios y la contemplación de lo invisible. La oración es el goce de las cosas del presente y la sustancia de las cosas por venir. Su Santidad, el beato Juan Pablo II, nos dice en cuanto a la fuerza de la oración: La confianza autentica siempre experimenta a Dios como amor, a pesar de que en ocasiones sea difícil intuir el recorrido de su acción. Queda claro que el Señor guarda a los sencillos. Por tanto, en la miseria y en el abandono, se puede contar con él. padre de los huérfanos y tutor de las viudas. Invocado con fe, el Señor ha tendido la mano, ha roto las redes que rodeaban al orante, ha secado las lágrimas de sus ojos, ha detenido su descenso precipitado en el abismo infernal. San Pablo, apóstol, nos exhorta a pedir a Dios con insistencia y confianza, conscientes de que él desea nuestro bien más que nosotros mismos. Jesús dice claramente que Dios hará justicia a sus elegidos que claman a él. Pero añade: aunque los haga esperar. La oración une la condición humana y la gracia. La oración es cristiana porque nace de fe en Jesucristo y encuentra en El, el modelo de cómo invocar y agradecer al Padre. Se llama oración porque antes de implorar la ayuda para la vida diaria se hace escucha y acogida de la Palabra de Dios a la que quiere dirigirse. Página 4 de 5
Volviendo al Catecismo de la Iglesia Católica, leemos: El Señor conduce a cada persona por los caminos que Él dispone y de la manera que Él quiere. Cada fiel, a su vez, le responda según la determinación de su corazón y las expresiones personales de su oración (Numeral 2699). La oración de Jesús hace de la oración cristiana una oración eficaz. Él es su modelo. El ora en nosotros y con nosotros (Numeral 2740). Jesús ora también por nosotros, en nuestro lugar y a favor nuestro. Si nuestra oración está resueltamente unida a la de Jesús, en la confianza y en la audacia filial, obtenemos todo lo que pidamos en su Nombre, y aún más de lo que pedimos; recibimos al Espíritu Santo, que contiene estos dones ( Numeral 2741). No olvidemos que nuestra oración adquiere verdadero valor cuando la gracia interviene. 2.- ESPIRITUALIDAD DE SAN VICENTE DE PAÚL. Las obras de Dios tienen su momento; es entonces cuando su Providencia las lleva a cabo, y no antes ni después Aguardemos con paciencia y actuemos y, por así decir, apresurémonos lentamente (SVP V, 396). Página 5 de 5