Fiesta de la dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán Noviembre 9 de 2014 El Altísimo consagra su morada Salmo 45 Ven, Espíritu Creador, visita las almas de tus fieles y llena de la divina gracia los corazones, que Tú mismo creaste. Tú eres nuestro Consolador, don de Dios Altísimo, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Tú derramas sobre nosotros los siete dones; Tú, el dedo de la mano de Dios; Tú, el prometido del Padre; Tú, que pones en nuestros labios los tesoros de tu palabra. Enciende con tu luz nuestros sentidos; infunde tu amor en nuestros corazones; y, con tu perpetuo auxilio, fortalece nuestra débil carne. 1 Juan 2, 13-22 13 Como ya se acercaba la fiesta de la Pascua de los judíos, Jesús fue a Jerusalén. 14 Y encontró en el templo a los vendedores de novillos, ovejas y palomas, y a los que estaban sentados en los puestos donde se le cambiaba el dinero a la gente. 15 Al verlo, Jesús tomó unas cuerdas, se hizo un látigo y los echó a todos del templo, junto con sus ovejas y sus novillos. A los que cambiaban dinero les arrojó las monedas al suelo y les volcó las mesas. 16 A los vendedores de palomas les dijo: Saquen esto de aquí! No hagan un mercado de la casa de mi Padre! 17 Entonces sus discípulos se acordaron de la Escritura que dice: «Me consumirá el celo por tu casa.» 1 San Juan Pablo II.
18 Los judíos le preguntaron: Qué prueba nos das de tu autoridad para hacer esto? 19 Jesús les contestó: Destruyan este templo, y en tres días volveré a levantarlo. 20 Los judíos le dijeron: Cuarenta y seis años se ha trabajado en la construcción de este templo, y tú en tres días lo vas a levantar? 21 Pero el templo al que Jesús se refería era su propio cuerpo. 22 Por eso, cuando resucitó, sus discípulos se acordaron de esto que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús. Algunas preguntas para una lectura atenta: Hacia dónde se dirigía Jesús? Qué fiesta estaba por celebrarse? Qué encontró Jesús en el Templo de Jerusalén? Cuál fue la actitud de Jesús? Qué hizo? Qué le preguntan los jefes de los judíos a Jesús? Cuál es su respuesta? Cómo responde el Señor? De qué manera reaccionan los jefes? Qué reflexión hacen los discípulos sobre Jesús luego de este episodio? Algunas pistas para comprender el texto Padre Gabriel Mestre El día 9 de noviembre la liturgia de la Iglesia celebra la fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán. Por tratarse de una fiesta, no se celebra el domingo 32 del Tiempo Ordinario. Aunque el Vaticano es la residencia del Papa, en sentido estricto la Catedral de Roma no es la Basílica de San Pedro, sino la de San Juan de Letrán. Se trata de un gran templo, una de las cuatro Basílicas mayores de Roma y cuyo título oficial es "Archi-basílica del Salvador y de los santos Juan Bautista y Juan Evangelista". La referencia de Letrán viene dada, porque la familia noble de los Lateranos, donaron en el siglo III los terrenos para la construcción de la Iglesia. Es la Catedral del Papa, donde se celebra la misa del Jueves Santo y el Corpus Christi. Tiene una inscripción en la fachada que dice "madre y cabeza de toda las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra". Las grandes religiones de hoy y de todos los tiempos poseen templos para rendir culto a su Dios. Nuestros padres en la fe llaman Sinagoga a sus actuales templos, los islámicos llaman Mezquita a sus lugares sagrados y los cristianos en general le damos el título de Iglesia o "templo". Qué es un templo? Para las grandes religiones es siempre un espacio sagrado donde el hombre se encuentra con su Dios. Esta definición es aplicable a cualquiera de los tres ejemplos que señalamos en el párrafo anterior. Me parece importante que retengan esta definición porque nos va a dar la clave para entender el relato sagrado que hoy nos toca comentar. En un primer nivel el texto evangélico de este domingo puede sorprendernos un poco, al detectar en Jesús una actitud tan firme y decidida en la expulsión de los que vendían animales y cambiaban monedas en las puertas del Templo.
A simple vista corremos el riesgo de malinterpretar el relato pensando que se trata de un simple problema de no mezclar lo económico con el culto. En realidad el sentido del texto es mucho más profundo. Este episodio está narrado en los cuatro evangelios. Los tres sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) lo sitúan al final del ministerio público de Jesús cuando ya está próxima su Pascua. El Evangelio de Juan, el que hoy compartimos, ubica esta escena al comienzo de la actividad reveladora de Jesús. El Templo era el centro de la fe y de la espiritualidad del Pueblo de la Antigua Alianza. Por eso la piedad del israelita está profundamente marcada por la devoción y el amor al Templo. Reflejan esta realidad las hermosas reflexiones que hacen los salmos, las peregrinaciones, la orientación hacia el santuario de Jerusalén de las sinagogas y de los orantes en cualquier parte del mundo. La Ley de Moisés exigía que los animales que iban a ser sacrificados en el Templo no tuvieran ningún defecto. Como muchos judíos venían de lejos debían comprar los animales cerca del Templo. Todo israelita mayor de 20 años debía pagar el impuesto al Templo con unas monedas especiales (no romanas) que en la época de Jesús ya no se acuñaban. Por eso era necesario que hubiera cambistas en los atrios del Templo. Jesús valora el Templo hasta tal punto que lo llama la Casa de mi Padre (cfr. versículo 16) y lo ama apasionadamente (cfr. versículo 17). Nunca rechaza el Templo, pero como hace con la misma Ley que no viene a abolirla, busca llevar todo a plenitud. Llevar a plenitud implica un paso, una nueva realidad que queda bien descrita en el episodio de hoy. El Evangelista Juan utiliza muchos recursos literarios en la composición de su Evangelio. Uno de estos recursos los estudiosos de la Biblia lo llaman el malentendido joánico. En qué consiste? Para reforzar una idea, sobre todo una idea profunda, teológica y espiritual, el evangelista hace que Jesús "juegue" con algunas palabras que tienen un doble sentido o doble significado. Por ejemplo en 4,10-15 Jesús habla de un agua viva que la samaritana identifica con el agua material, en realidad él quiere indicar el don de su palabra y del Espíritu; otro ejemplo encontramos en 4,31-34: Jesús habla de un alimento que los discípulos no conocen y ellos piensan que alguien le ha traído de comer, en realidad Jesús está refiriéndose a hacer la voluntad del Padre; y así mucho otros textos. En el relato de hoy hay un malentendido con respecto al Templo. Los judíos hablan del Templo material (versículo 20) y Jesús está hablando del Templo que es su propio cuerpo (versículo 21). El Gran Templo de Jerusalén es espacio de encuentro del hombre con Dios pero Jesús se presenta como Nuevo Templo, nuevo espacio de encuentro entre el hombre y Dios. Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre es el Templo con mayúscula es el que purifica, limpia y lleva a plenitud el Templo anterior, el Templo de la Antigua Alianza. A partir de Jesús muerto y resucitado, Nuevo Templo, adquieren sentido nuestros Templos de piedra, nuestras Iglesias, donde justamente nos reunimos para celebrar la muerte y resurrección del Señor hasta que Él vuelva. En definitiva, en este texto percibimos a un Cristo que viene a purificar el Templo pasando de un culto antiguo, que necesitaba de la sangre de los sacrificios y de las monedas ofrecidas, a un culto nuevo donde Él es el mismo Templo, espacio de encuentro con Dios realizando un único sacrificio de una vez para siempre. De esta forma el Señor paga con su muerte y resurrección el impuesto que el judío debía pagar constantemente para rendir culto a Dios. Juan narra, y, a la vez, interpreta el episodio dándonos una síntesis teológica de todo el misterio de Cristo muerto y resucitado que irá desarrollando en el resto del Evangelio. La invitación en definitiva es a vivir un culto auténtico, nuevo, profundo, vital, arraigado en la persona de Jesús Un culto en espíritu y verdad como dirá el mismo evangelista en 4,23.
El Papa Benedicto XVI en el Angelus del 9 de noviembre de 2008, nos invita a reflexionar: En esta solemnidad, la Palabra de Dios nos recuerda algo muy importante: el templo de ladrillos es símbolo de la Iglesia viva, la comunidad cristiana, que ya los apóstoles san Pedro y san Pablo, en sus cartas, consideraban como "edificio espiritual", construido por Dios con las "piedras vivas" que son los cristianos, sobre el único fundamento que es Jesucristo, comparado a su vez, con la "piedra angular". "Hermanos: son edificio de Dios", escribe san Pablo, y añade: "El templo de Dios es santo: ese templo son ustedes" (1Co 3, 9.17). La belleza y la armonía de las iglesias, destinadas a dar gloria a Dios, nos invitan también a nosotros, seres humanos limitados y pecadores, a convertirnos para formar una construcción bien ordenada, en estrecha comunión con Jesús, que es el verdadero Santo de los Santos. Esto sucede de modo culminante en la liturgia de la Eucaristía, en la que la Iglesia, es decir, la comunidad de los bautizados se reúne para escuchar la Palabra de Dios y alimentarse del Cuerpo y la Sangre de Cristo. En torno a esta mesa la Iglesia de piedras vivas, se construye en la verdad y en la caridad. Ella misma, si vive en la unidad sincera y fraterna, se convierte así en sacrificio espiritual agradable a Dios. Queridos amigos, la fiesta de hoy celebra un misterio siempre actual: Dios quiere edificarse en el mundo un templo espiritual, una comunidad que lo adore en espíritu y en verdad (cf. Jn 4, 23-24). Pero esta celebración también nos recuerda la importancia de los edificios materiales, en los que las comunidades se reúnen para alabar al Señor. Por tanto, tenemos el deber de conservar con esmero los sagrados, que constituyen un valioso patrimonio religioso e histórico. Por eso, invoquemos la intercesión de María santísima, para que nos ayude a convertirnos, como ella, en "casa de Dios", templo vivo de su amor. 2 Ahora preguntémonos: Reconozco a Jesús como el lugar del encuentro con Dios? Soy consciente que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo? Qué consecuencias tiene eso para mí comportamiento? Me siento piedra viva del templo de Dios que es la Iglesia? Dios nuestro, que construyes un templo eterno para ti con las piedras vivas que son tus elegidos, multiplica en tu Iglesia la gracia que le has dado, para que tu pueblo fiel continúe edificando la Jerusalén Celestial 3 2 http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/angelus/2008/documents/hf_ben-xvi_ang_20081109_sp.html 3 Oración Colecta de la Misa para la Fiesta de la Dedicación de la Basílica de San Juan de Letrán
Dios mío, sólo una cosa te pido, sólo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura Sal 27 4 Me encontraré en oración con Jesús en mi habitación, reconociendo que donde esta Jesús está el templo de Dios. Tendré en cuenta que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo y lo respetaré. Me preocuparé por ayudar en algo al templo de mi comunidad parroquial. Dios habita no sólo en templos construidos por hombres ni en casas hechas de piedra y de madera, sino principalmente en el alma hecha a imagen de Dios y construida por él mismo, que es su arquitecto. San Cesáreo de Arlés 4 Salmo 27 (26), 4