CAMINANDO HACIA BELÉN (Música de Villancico) Pregonero.-De parte del emperador Augusto, se hace saber que todos los descendientes de la familia de David, vayan a inscribirse a la ciudad de Belén, porque se va a realizar un censo del mundo entero. José.- María, María!. Has oído al pregonero?. María.- Claro que sí, por eso estoy preparando las cosas. José.- Pero tú no puedes ir. Date cuenta que Belén está bastante lejos y no podrás aguantar el viaje según estás. María.- Mira, José; estoy segura de que Dios estará con nosotros. Tú vete a preparar el burro y yo recogeré lo que falta. José.- Ay Señor!, ya nos puedes echar una mano que esta ciudad se encuentra en el quinto pimiento. (Música de Villancico) María.- Bueno, estamos listos? José.- Ya está todo preparado. Rebeca.- José, María!, vamos que os estamos esperando. Trae María, que yo te ayudo. José.- Cuántos vamos? Rebeca.- Uf! unas ochenta personas, sin contar a los niños. Según me ha dicho mi marido, tenemos que atravesar Galilea y caminar varias jornadas. No va a ser muy duro para ti María? María.- Estoy segura de que todo saldrá bien. (Música de Villancico) (Salen todos del escenario y se cierra el telón) (Entran cansados) Rubén.- Por fin llegamos, aquellas casas que se divisan a lo lejos es Belén.
Rebeca.- Menos mal, porque tengo unas ampollas en los pies María.- Yo traigo jabón de los que hacemos en casa, te lavas con él y verás cómo se te curan las heridas. Esther.- Qué jaleo de gente! no se puede dar un paso. Hace tiempo que estuve en Belén y apenas ha cambiado, sigue siendo una ciudad pequeña. Rubén.- María, tienes cara de cansancio. Estás bien? María.- Bueno, un poquillo cansada. Rebeca.- Si yo vengo a reventar, figúrate cómo estará ella a punto de dar a luz. Esther.- Madre mía!, qué colorido se ve desde esta pequeña colina, mantos de todos los colores. Qué de gente!... José.- Vamos a ver a nuestros parientes porque las posadas están completas; no hay sitio y espero que ellos tengan algo. María.- Pero recuerda José que nuestra familia vivía en una casa a las afueras de Belén, porque tenían bastante ganado. José.- Pues vamos a ver si tenemos suerte. (Música de Villancico) (Cerrar el telón) José.- Buenas noches. Judá.- Buenas noches. Quiénes son ustedes? José.- Soy José, hijo de Jacob, de la familia de David y ésta es mi esposa María. Judá.- Pero Qué sorpresa!. Pasar, pasar. Qué alegría veros!, seguro que habéis tenido que venir a lo del empadronamiento, no hay quien ande por Belén.. Judith, Judith!. Mira quienes han venido!. Judith.- Quiénes?.
Judá.- José, el hijo de mi tío Jacob y su mujer María. Vienen nada más y nada menos que desde Nazaret, a eso del empadronamiento.. Judith.- Pero si está embarazada; ven pasa y siéntate aquí a la lumbre que hace mucho frío. Te queda mucho para que nazca la criatura?. María.- No. Creo que no tardará mucho. Judá.- No os preocupéis, que aunque la casa está llena, porque han venido más familiares; aquí al lado tenemos un establo, sacamos los animales, lo limpiamos y ya está. Judith.- Pero, Judá que cosas tienes, Cómo se van a quedar en el establo?. José.- Sí, sí, no nos importa, el caso es poder pasar la noche en algún sitio. En Belén está todo completo, no coge ni un alfiler más. Muchas gracias por vuestra hospitalidad. (Los parientes limpian el establo con José, mientras María descansa) (Música de Villancico) Judith.- María, María!, ven que ya está todo listo, mira qué bien ha quedado. María.- Este pesebre servirá de cuna para el niño. Judá.- Acomodaos lo mejor que podáis; estáis en vuestra casa. Ahora venir a cenar con nosotros, la cena está lista. (Salen del escenario) (Música de Villancico) Judith.- Bueno, que descanséis del viaje y si necesitáis algo, no dudéis en llamarnos a la hora que sea. María y José.- Adiós, buenas noches. José.- Por fin, hemos podido encontrar algo, yo pensaba que esta noche tan fría la íbamos a pasar al sereno. María.- Te dije que Dios no nos abandonaría. José.- Descansaremos y mañana temprano, iremos a empadronarnos.
del Portal. (Se cierra el telón) (Música de Villancico). Se enciende la estrella María.- Ya ha nacido el niño! Ya ha nacido el niño!. José, José!. José.- Qué pasa María? María.- Que ha nacido nuestro hijo! José.- (Lo coge) Qué bonito es! (Lo besa). María.- Ven, ven con mamá y no llores tesoro. Tiene frio mi niño?. (Lo arropa). José.- A lo mejor en el pesebre, entre las pajas esté calentito. Lo arroparemos con esta mantita. María.- Ya se ha dormido Jesús. Es muy bonito. Vamos a descansar ahora. (Música de Villancico). Se cierra el telón. (Aparición del Ángel a los pastores.) Ángel.- Buenas noches. No os asustéis, que soy un Mensajero enviado por Dios. Os traigo una gran noticia. Escuchad: Hoy en la ciudad de Belén ha nacido el Salvador que tanto tiempo venimos esperando. Mirad a las afueras de la ciudad en un establo lo encontraréis. Pastor/ a 4.- Y qué señal nos das?. Ángel.- La señal que os doy es que vais a encontrar a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. Pastor/ a 1.- Pues vamos!. A qué estamos esperando?. (Se ponen en marcha) (Música de Villancico) José.- Están llamando a la puerta. Quién vendrá? María.- Será Judith, aquí no conocemos a nadie.
José.- Qué desean ustedes?. Pastor/a 2.- Somos pastores y un Ángel nos ha dicho que esta noche ha nacido un niño muy importante y hemos venido a ver si es verdad. Pastor/a1.- Pero, esto es un establo. Perdone que nos hemos equivocado; si es tan importante habrá nacido en una casa preciosa. José.- Pasen, pasen que es aquí. María.- Pero Dios es muy humilde y ha querido que fuera en este establo. Pastor/a 4.- Nos dijo el Ángel, que estaría envuelto en pañales y reclinado en un pesebre y Ahí está! Pastor/a 3.- Sí, sí es aquí no hay duda. Pastor/a 2.- Le hemos traído leche de nuestras ovejas, miel, un pellico, un tambor Pastor/a 5.- Me deja cogerle? Es tan bonito!. Mirar, mirar como se ríe! ( Le canta la pastora): A la nanita nana, nanita ea, nanita ea, mi Jesús tiene sueño bendito sea, bendito sea. Pastor/a 1.- Podemos besarlo? María.- Claro que sí. (Le dejan los regalos y besan al niño). Pastor/a 4.- Que Dios os acompañe siempre. José.- Y a vosotros también. María.- Qué gente tan humilde y tan sencilla. Nos han dado una gran alegría. José.- Ahora sí que vamos a descansar, no esperamos a nadie. (Están sentados y tranquilos contemplando al niño) Se cierra el telón. (Música de Villancico)
María.- José, José! Otra vez llaman a la puerta. José.- Será mi primo Judá para ver si necesitamos algo, ellos con el ganado se levantan muy temprano, pues ya son las cuatro de la mañana y el ganado está fuera. Melchor.-Buenas noches señor. Mi nombre es Melchor y estos dos son mis amigos, Gaspar y Baltasar. Venimos desde el lejano Oriente. José.- Pasen, pasen no se queden a la puerta que la noche está bastante fría. Baltasar.- Solo queríamos hacerle una pregunta. Nos han dicho que aquí en Belén ha nacido un niño muy importante. José.- Sí, sí pasen,que es aquí. Gaspar.- Perdone, pero un niño tan importante no puede nacer en un establo, habrá nacido en un hermoso palacio. Esto aunque está muy limpio huele a animales. María.- Qué pasa José? José.- Tranquila María, es que han venido unos Magos para ver al niño. María.- Pues dile que entren. José.- Pasen ustedes,que es cierto que aquí ha nacido ese niño tan especial; Dios ha querido que naciera en un establo para mostrarnos su humildad y sencillez. María.- De dónde vienen? Melchor.- Venimos de Oriente. María.- Pero eso está muy lejos. Gaspar.- Vimos en el cielo una estrella que no paraba de moverse y decidimos seguirla. Nosotros estudiamos el firmamento. Baltasar.-La verdad es que la estrella se ha parado en este establo y ya no se mueve. Cómo se llama el niño? María.- Su nombre es Jesús.
Gaspar.- Pues nosotros le hemos traído unos presentes a Jesús.. Melchor.- Yo le traigo, oro como Rey. Gaspar.- Pues yo, incienso como Dios. Baltasar.- Y yo mirra como Hombre. María.- Muchas gracias por su visita y que Dios les acompañe. José.- Lo mismo digo señores, que tengan buen viaje. Los Reyes Magos.- Adiós, buenas noches. (Se marchan los Magos) (Música de Villancico) José.- Te has dado cuenta?, con lo pobres que somos nosotros y qué presentes tan ricos han traído. María.- (Dirigiéndose a Jesús). Hijo mío, todos los reyes de la Tierra se postrarán ante ti y te servirán todas las naciones, porque tú eres el Salvador del Mundo. José.- María, ahora vamos a intentar descansar un poco, ya que pronto amanecerá y hemos tenido una noche bastante ajetreada. María.- Es verdad que estamos cansados, pero muy felices por el nacimiento de nuestro querido hijo y por las visitas que hemos recibido. (Música de Villancico) Autora: Reme García Domínguez
DECORACION DE LA CLASE