Menopausia y sexualidad El climaterio y la menopausia son o serán parte de la vida de la mujer, esta etapa puede aprovecharse para hacer una parada y reflexionar. El adiós a la etapa reproductiva y la apertura de un nuevo camino se pueden hacer con confianza. Comprendiendo lo que ocurre durante este periodo, vayamos preparándonos para el momento en que sea necesario transitar este camino, nosotras mismas o acompañándolas. Muchas personas recurren al término menopausia para referirse de forma despectiva a la mujer de temperamento fuerte y depresivo, no reconociendo que la menopausia, lleva implícitos diferentes factores, más allá del estado anímico, que deben ser reconocidos por ella, su pareja, su familia y su entorno social. Como climaterio se entiende la condición que se da en la mujer, por lo general después de los 40 años; los óvulos presentes desde el nacimiento se agotan y el organismo deja de expulsarlos presentándose modificaciones hormonales, como manifestación evidente, se reconoce que las menstruaciones empiezan a hacerse irregulares, para finalmente desaparecer y llamarse entonces menopausia cuyo significado es el cese de la menstruación, tomándose en
cuenta después de un año de la ausencia de ésta. Algunas mujeres en este periodo, dicen estar nerviosas, fatigadas, débiles, irritables y más sensibles; otras, sentir oleadas de calor incluso en ambientes fríos sobre cara, cuello y tórax, acompañadas por transpiración y sonrojamiento. En esencia, las molestias del climaterio no son serias y si alguna persona se siente especialmente mal, es recomendable consultar a su ginecóloga o ginecólogo, quién le prescribirá el tratamiento adecuado para que vayan desapareciendo las molestias. Lo que suele ser más importante, son los efectos que la menopausia tiene sobre la sexualidad de muchas mujeres. Es un mito que ante la ausencia de la menstruación la mujer ha envejecido perdiendo el atractivo hacia la pareja para no volver a tener encuentros íntimos, y estas ideas son provocadas porque generalmente a la sexualidad sólo se vincula con la reproducción y se olvidan las demás dimensiones que puede tener un ser humano. Así sucede que muchas mujeres, al sobrevenir la menopausia y perder la capacidad de embarazarse y reproducirse, piensan que su sexualidad ha terminado y que ya no deben tener ni deseos ni función sexual. Esto es falso, una mujer después de la menopausia puede manejar menos estrés en su sexualidad, por que puede tener relaciones más prolongadas sin la preocupación de quedar embarazada; la mujer seguirá teniendo, si se lo permite, deseos sexuales y sobre todo la capacidad para tener una respuesta sexual totalmente satisfactoria.
El único hecho de importancia dentro de la sexualidad femenina que conlleva la menopausia, son los cambios físicos que se producen a nivel vaginal. Dentro de los cambios hormonales durante esta etapa, existe una disminución en la producción de algunas hormonas femeninas, en especial de los estrógenos. Esta menor cantidad de estrógenos provoca que la mucosa vaginal se adelgace y pierda elasticidad observándose pálida, brillante y lisa, por ello se le describe como una vagina acartonada además de que se reduce la producción de moco cervical. Durante la respuesta sexual se ve afectada entonces, la lubricación que se presenta durante la excitación, si ésta falta, la consecuencia puede ser que la penetración sea molesta o dolorosa. Sin embargo, esto no tiene que suceder necesariamente o inevitablemente, primero porque la sensibilidad permanece en todo el cuerpo y después porque la aparición de estos cambios se pueden prevenir y/o evitar. Uno de los métodos más adecuados es aplicar en la vagina una pomada que contenga las hormonas faltantes, pero ello debe hacerse bajo prescripción médica debido a las contraindicaciones que pueden tener estos medicamentos. Cuando ya se han producido los cambios, será menos fácil hacer que la vagina retorne a las condiciones pre menopáusicas; sin embargo, existen casos en los que la aplicación tópica de dicha pomada o lubricante logra
que mejoren la elasticidad y lubricación vaginal. Cabe mencionar, que hoy en día, muchas parejas centran la calidad de su matrimonio en las relaciones sexuales, específicamente en la penetración, no viendo la sexualidad como el espacio para conocer su propio cuerpo y el del otro. Hay que provocar otras alternativas de afectividad y satisfacer las fantasías mutuas. La sexualidad es una capacidad inherente a la persona que se adecua a su momento evolutivo y a sus circunstancias específicas. Está ligada a la necesidad de amar y que nos amen, la de sentir placer y hacer sentir placer. Y ni para amar, ni para sentir, hay límite de edad. Es importante que los dos reconozcan lo que cada uno espera y no dejar deteriorar la vida de los dos. El papel de la pareja y la familia entonces es informarse, es decir, que reconozcan que la mujer está viviendo un cambio hormonal que se manifiesta con síntomas físicos y emocionales, en donde debe existir una comunicación abierta y acompañamiento durante un tratamiento médico oportuno. Las recomendaciones para convertir esta etapa en un puente hacia un periodo de vida positivo son: acudir a la consulta ginecológica para informarse, conocer los cambios que se van a experimentar y si es el caso iniciar la llamada terapia de remplazo hormonal, seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico, planificar nuestro tiempo dando sentido a nuestras vidas, retomando actividades que nos gustan, creando
nuevas relaciones y reforzando amistades, involucrarse en actividades sociales, buscar y escuchar las sensaciones de la piel a través de las caricias, desterrar el miedo a tocar y ser tocada, buscar el compartir, el amar y la pasión por la vida. Debemos convertir la relación sexual en una aventura, en una búsqueda de formas de acercamiento para proporcionar y obtener placer. Cuando la pareja tiene espíritu aventurero lo esencial es recordar que si bien ambos deben tratar de innovar, será fundamental que los dos disfruten de cada posición o caricia que decidan experimentar. Sin duda, lo esencial es tener el deseo y la inquietud de hacerlo, pero sin olvidar que nada podrá ser lícito si uno de los dos no lo hace voluntariamente y no le es satisfactorio. En la pareja nada será más satisfactorio que aquello que para ambos sea excitante y agradable. La Medica y Sexóloga Mayra Pérez en su labor profesional a trabajado con mujeres en esta etapa de vida, entre ellas, su madre, con la que ha aprendido más sobre este proceso además claro de muchas otras cuestiones del vivir. PROXIMO BOLETIN: Menopausia, etapa de aprendizaje Si deseas conocer más sobre nosotros o tienes alguna duda puedes consultar nuestra página www.centroliber.com o escríbenos a centroliberhgo@centroliber.com, nos dará mucho gusto atenderte.el lector es el único responsable del uso de las ideas, conceptos y contenidos que este boletín semanal propone en su información. Si deseas darte de baja envía un correo con asunto baja boletín.
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