Lección número 2 Visión del autor a la luz de los temas señalados en El cantar de los cantares de Salomón 1. la compañía idónea Salomón, como depositario de una larga tradición religiosa, desea incluir en sus escritos los fundamentos culturales de los hebreos. La institución más importante de los hebreos es la familia, de ahí que Dios creara a la mujer, porque no es bueno que el hombre esté solo. Para Salomón, no hay persona, ni lugar ni bien material alguno que supere a la compañía de la mujer amada. La relación con la esposa no es degradada porque no es mediatizada por ningún valor de cambio. Lo fundamental en ella son aspectos que no tienen que ver con el dinero: su inteligencia, su belleza, sus atenciones, su capacidad para hacer que el hombre se sienta bien con ella y que sea ella el mejor lugar del mundo para él. La vida gira en torno a esa relación y es buena porque todo va bien entre los esposos. Gracias a esa relación perfecta, el mundo tiene sentido y es hermoso como escenario ideal para escenificar los amores. La comprensión y la complacencia de uno con el otro hace que la relación sea amistosa y por eso llama a su amada Aamiga@ y al mismo tiempo alcanza tal grado de intimidad que ella pasa a ser parte de él, de ahí que también la llame hermana. También vemos que la delicadeza y elegancia con la cual Salomón trata a la esposa, podrían representar una voz de protesta en contra de las prácticas de sus propia sociedad
hebrea. Los antepasados demostraban una absurda descortesía y falta de consideración tachando a la mujer de inmunda en los días de su período menstrual, lo cual es absolutamente opuesto al modo en que el autor concibe la relación de pareja. 2. las relaciones perfectas entre esposos Hay un estribillo que la mujer repite con cierta frecuencia: Que no despertéis ni hagais velar al amor, con lo cual el autor elimina toda posibilidad de un orgullo falso que retenga las prácticas del amor, por la razón que sea. Así, cuando el amado se ausenta de su hogar, si ella tiene que humillarse en ir a buscarlo, no duda en hacerlo. En otras palabras, el amor (que quién sabe si es una especie de enfermedad temporera que se nos escapará pronto) hay que consumirlo de inmediato, mediante una actitud humilde y de sometimiento como único instrumento de triunfo: Y su bandera sobre mí fue amor. Se triunfa sobre la otra persona, no proporcionándole sufrimientos, sino deleites, de tal manera que ese triunfo sea voluntariamente aceptado y hasta codiciado. Este tipo de relación perfecta conlleva amistad, sentido de pertenencia ( Mi amado es mío y yo suya), necesidad de compañía, consideraciones especiales, confesión del deleite que le produce la pareja, protección mutua, distinción del resto de la humanidad, exaltación y alabanza continua a la persona amada, entre otros aspectos... 3. celebración del cuerpo humano El cuerpo de la pareja es el escenario ideal para la celebración del amor. No solamente sus cualidades internas son importantes, sino que es fundamental la complacencia que se
siente en el cuerpo del otro. Ella añade: Yo soy de mi amado y conmigo tiene su contentamiento. Al principio del capítulo 4 hay un derroche de descripción que conlleva una exaltación del cuerpo como objeto de amor: tu eres hermosa, tus ojos, tus guedejas, tus cabellos, tus dientes, tus labios, Tu habla (voz) hermosa, tus mejillas, tu cuello, tus dos pechos. Más adelante añade, como panal que destilan tus labios, leche y miel, símbolos de riqueza, como lo era Canaán, la tierra que fluye leche y miel. Luego repite estas mismas cualidades al principio del capítulo 7 y añade otras. Después ella contesta sobre su amado: es blanco y rubio, cabeza como oro fino, ojos como paloma (brillantes en la luz), a la perfección colocados, especias aromáticas : fragantes flores, manos como anillos de oro, cuerpo como claro marfil cubierto de zafiros, piernas como columnas de mármol, aspecto como el Líbano, paladar codiciable. Para qué toda esta descripción? Pues es una exhortación didáctica e indirecta para que concentremos en las cualidades físicas de nuestra pareja y hagamos de él o ella el mejor lugar del mundo, no sólo para sentirnos bien y disfrutar a plenitud las maravillas de estar enamorado, sino para evitar que podamos incurrir en el error de ir a buscar otro sitio. Vemos, de este modo, una fuerte y galante prevención de la infidelidad, puesto que, después de todo, Salomón es un fiel creyente en el Dios único y en sus mandatos. 4. el bienestar y la riqueza como ideales de vida y 5. los lugares y los objetos de prestigio He aquí una serie de símbolos tradicionales de la cultura hebrea que significan bienestar, riqueza y prestigio, por lo tanto, están asociados con el éxito: leche y miel, dar a luz gemelos
(abundancia y fertilidad), los ungüentos (mirra), las joyas, el cedro y la madera del Líbano, las viñas en su plenitud de frutos, la plata, el oro, las carrozas... La ciudad fortificada (por David) y bella (por Salomón) de Jerusalén, En-gadi, Israel en general, Sión, Galaad, el Líbano, las posesiones del Faraón, Damasco... Alrededor de todos estos símbolos, Salomón compone su poema.
Como autor que representa a la sociedad en la que le tocó vivir, Salomón intenta presentarse ante la vista de sus descendientes como el modelo para imitar. Yo soy un hombre exitoso y ustedes tienen que ser como yo; no hay otra forma de vivir. Dios no manda a que el hombre sea pobre, sino a que progrese; por eso Abrahán vino a Canaán a disfrutar de la tierra que es rica porque fluye leche y miel, por eso Moisés sacó a su pueblo de Egipto, para darle un hogar propio y abundante, como el del Faraón y David, consolidó un territorio que cedería a sus hijos como símbolo de bienestar. Por eso la Biblia establece que no tomes prestado, pero que sí prestes; no seas tú el que debe dinero, sino a quien le deben. En otras palabras, es condición natural del hombre perseguir y retener el bienestar, porque Dios no lo creó para que sufriera, sino para que estuviera bien, de la misma manera que Dios no fundó la familia para que se destruyera, sino para que perseverara hasta el fin. Y de esto último, también es modelo la relación ideal y perfecta que propone Salomón. 6. la influencia social en la relación matrimonial Salomón, como autor fundamentalmente didáctico, termina su poema con una exhortación a que se tomen ciertas medidas que puedan conservar el matrimonio, partiendo, desde luego, de que la familia es una institución que debe prevalecer. El primero de estos consejos está fundamentado en que la buena crianza es la base más sólida para un excelente matrimonio. Tenemos una pequeña hermana, que no tiene pechos, qué haremos a nuestra hermana cuando de ella se hablare? Es decir, cuando ya los hombres comiencen a fijarse en ella, cómo actuaremos? La contestación es que si esa pequeña niña recibió una educación tan sólida, construida con la misma dedicación con que se hace un muro, podremos confiarle a ella (el muro) las más grandes
riquezas (plata) porque no las perderá ya que ella será como una puerta indestructible que las protege. Con todo ello, se plantea la idea de que no es posible cambiar tan fácilmente el buen curso de un matrimonio exitoso, si está formado por una pareja que ha recibido una crianza sólida. Finalmente, nos da otro ejemplo de multiplicación de bienes materiales, pero sobre la base de buenas cualidades. Salomón tenía una viña y se la entregó a ciertos guardas para que ellos multiplicaran sus riquezas. Como los guardas tienen éxito, Salomón los premia, pero comparte la riqueza obtenida, pemitiéndole a la esposa tener sus propias riquezas, por lo cual, los bienes matrimoniales son compartidos con justicia. Entiende Salomón que una de las causas para la destrucción del matrimonio es el dinero y las posesiones materiales. Si el esposo es justo y le brinda a la esposa la oportunidad de tener y administrar sus propias posesiones, nunca habrá contiendas matrimoniales por asuntos de dinero ni de propiedades. Por eso, la relación con la esposa nunca será degradada ni degradante, cada cual poseerá su parte y con ellas harán un todo.