DIOS, EL HOMBRE, Y LA CREACIÓN Rev. William Soto Santiago, Ph.D.
DIOS, EL HOMBRE, Y LA CREACIÓN 11 Israel, la cabeza de la religión hebrea, no pudo creer en el Programa de Dios para aquel tiempo; y dijo que Jesús había blasfemado, cuando dijo que era Hijo de Dios. Y lo condenó a muerte por esa supuesta blasfemia. Esto fue ignorando el Programa de Dios para aquel tiempo. Pero vea usted: Aquellos que habían estudiado tanto la Biblia no recibieron ni entendieron ese Programa divino; sin embargo lo extendieron y lo recibieron las personas sencillas; porque fue por revelación divina. Cuando Jesús preguntó: Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Unos decían: Unos dicen que Tú eres Fulano, otros dicen que Tú eres alguno de los profetas; otros piensan que Tú eres Juan el Bautista que ha resucitado. Y Jesús le pregunta a Sus discípulos, los apóstoles: Quién dicen ustedes que es el Hijo del Hombre? Y Pedro dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente! Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, que no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo! Esa era una revelación que no tenían las religiones de aquel tiempo. Pero la recibió Pedro desde el cielo. Eso era algo que no se enseñaba en la Tierra, en las religiones de aquel tiempo de que Jesús era el Cristo, el Hijo del Dios Viviente. Y Pedro lo aprendió desde el cielo, por revelación divina. Para cada edad, cada dispensación y cada generación, el Programa de Dios y el mensajero que Dios envía, solamente puede ser conocido por revelación del cielo, por esa enseñanza del cielo; y no a través de las religiones. Así ha sido a través del tiempo, de las generaciones, de las dispensaciones, y sigue siendo así hasta el día de hoy. Por lo tanto, yo deseo que la revelación del cielo, del Señor Jesucristo, llegue a nuestro corazón, y usted pueda ver plenamente el Programa que Dios está llevando a cabo, y así pueda recibir todas las bendiciones de Dios para este tiempo en que vivimos. Que Dios les bendiga a cada uno de ustedes. DIOS, EL HOMBRE Y LA CREACIÓN.
10 REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO del Señor Jesucristo para todo ser humano; un Mensaje de bendición para los que lo reciben, y de juicio para los que lo rechazan. Así como fue el Mensaje de Noé, de bendición para los que creyeron, porque entraron a arca y se salvaron; y de juicio y maldición para los que no creyeron, porque vino el diluvio y se los llevó a todos, por ser ignorantes del Programa divino en ese tiempo. No podemos ser ignorantes de Programa de Dios para este tiempo. Tenemos que saber lo que Dios está haciendo. Y Dios está haciendo lo que El prometió para este tiempo. Todo lo que El ha prometido para este tiempo es lo que El tiene que hacer; no lo que las personas deseen que Dios haga. Ya El tiene un Programa diseñado desde antes de la fundación del mundo. Y en ese Programa es que usted puede ver a Dios obrando, porque El lleva a cabo Su Programa. Y a ese Programa es que El lo llama a usted, para que usted forme parte de ese Programa y reciba las bendiciones de Dios. Deseo que todo lo que yo les he dicho, todo ese Programa de Dios que les he dado a conocer, sea de bendición para cada uno de ustedes. Y CADA UNO ESCAPE DE LOS JUICIOS APOCALÍPTICOS, DE LAS PLAGAS APOCALÍPTICAS QUE HAN DE VENIR. Ha sido un privilegio muy grande estar con ustedes. Le doy gracias a Dios por esta oportunidad que me ha dado para darles a conocer el Programa de Dios para este tiempo. Es para toda persona, no importa de qué religión sea; o de qué secta religiosa; ni tampoco importa que no asista a ninguna religión o secta religiosa. No importa su condición social, económica, religiosa o la que sea; PORQUE EL PROGRAMA DE DIOS ES PARA TODA PERSONA. Y usted reciba la bendición de Dios, creyendo el Programa de Dios para el tiempo en que vive. Como aconteció en los días de Jesús también: Aquellas personas sencillas, humildes, cuya condición no era buena, ni social, ni económica, ni moralmente; pero creyeron a Jesús y a Su Mensaje, y fueron reconocidos como verdaderos creyentes en el Programa de Dios. Sin embargo el Sumo Pontífice, el hombre más importante de DIOS, EL HOMBRE, Y LA CREACIÓN Rev. William Soto Santiago, Ph.D. Muy buenas noches amados amigos y hermanos presentes. Es para mí un privilegio muy grande estar entre ustedes en esta ocasión. Y consciente del Programa divino, estoy con ustedes para darles a conocer ese Programa divino. Dios, el hombre y la creación. Estas tres cosas es tema muy importante para los científicos, y para todos los líderes religiosos y demás seres humanos también; pues todo ser humano está consciente que hay un Creador, y ve una creación, y ve al ser humano en la Tierra. Por esa causa Dios, el Hombre y la Creación están unidos. Y debemos ver esa unión a través de los tiempos, a través de los siglos. A través de la Biblia sabemos que Dios creó los cielos y la Tierra. Dice en Génesis capítulo1, verso 1: En el principio creó Dios los cielos y la Tierra. Y también dice el Libro del Génesis: Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. Y creó Dios al hombre conforme a Su imagen y Su semejanza. Podemos ver al hombre como parte de la creación divina. Y podemos ver a Dios como el Creador de todas las cosas. Por lo tanto, el ser humano es parte de la creación de Dios; pertenece a Dios. Y por esa causa el ser humano debe entender el Programa de ese Dios creador de los cielos, de la Tierra y del ser humano. El programa de Dios es visto a través de los siglos, de las edades, de las dispensaciones y también de las dimensiones. Hay siete dimensiones, las cuales pocas personas conocen. También hay diferentes dispensaciones, y también hay diferentes edades. Y tenemos que ver a Dios obrando Su Programa a través de las diferentes edades, de las diferentes dispensaciones, de los diferentes tiempos, de las diferentes generaciones, para así poder comprender a ese Dios eterno que nos ama y que desea que nosotros entendamos Su Programa para este tiempo; porque ese es el Programa que nos beneficia
4 REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO a nosotros. Viendo el programa de Dios para el tiempo de Noé, por ejemplo, tenemos que ver que en aquel tiempo hubo muchas religiones, hubo muchos ministros de las diferentes religiones, los cuales habían estudiado en las diferentes universidades. Ellos habían obtenido sus doctorados en divinidad, en teología; y hubo grandes religiones. Pero para ese tiempo hubo un Programa divino que se llevó a cabo; el cual no comprendieron los gobiernos de aquel tiempo, encabezados por sus políticos; ni lo entendieron las religiones de aquel tiempo, encabezadas por sus líderes religiosos. Pero hubo un hombre llamado Noé, el cual halló gracia delante de Dios. Y Dios le reveló Su Programa para ese tiempo. Dios le dijo que iba a destruir toda vida que había sobre la Tierra. Y le dijo a Noé la forma de escapar de esa destrucción. Había llegado un ciclo conocido como el ciclo del juicio divino. Porque hay tiempo en el Programa divino para sembrar y para recoger; tiempo para plantar, y tiempo para cosechar. Por lo tanto, aquel tiempo era para destrucción, para juicio divino; porque la humanidad había llegado a un grado que desagradaba a Dios. No conocía ni seguía el Programa divino correspondiente para aquel tiempo, aunque tenía muchas religiones; pero no es asunto de tener religiones, sino de tener el Programa divino para el tiempo en que uno vive. Noé recibió ese Programa por revelación divina. Noé siendo un profeta, tenía las dos conciencias juntas. Por lo tanto, él podía comunicarse con Dios, y conocer Su Programa; y luego Noé poner en práctica ese Programa, comenzar a predicarlo. Aquel Programa no era muy agradable para aquella generación; porque luego de tanto adelanto científico, político, económico, social, religioso y cultural, ahora Dios dice que va a destruir la humanidad. Una cosa es lo que el ser humano piensa, y otra cosa es lo que Dios piensa. Pero lo que permanece es lo que Dios piensa. Por lo tanto, la forma que Dios pensó para aquel tiempo, se llevaría a cabo; y nadie lo podía impedir. La única forma de escapar de aquel juicio, era conforme al Programa divino que le había sido revelado a Noé. Era una forma sencilla, en un arca, una DIOS, EL HOMBRE, Y LA CREACIÓN 9 El pagó el precio; y ahora El viene en Su Segunda Venida con Sus Ángeles como el León de la tribu de Judá, como el Rey de reyes y el Señor de señores para reclamar a todos los escogidos, los cuales El ha redimido con Su Sangre preciosa; los cuales están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. Ese es el Programa divino para este tiempo. Y es dado a conocer a cada uno de los seres humanos. Y cuando cada escogido lo escucha, dice: Esto era lo que yo deseaba escuchar! Había algo en su corazón que clamaba por la Palabra, por la revelación divina del Programa de Dios para este tiempo. Y Dios abre el corazón, la mente y el entendimiento de la persona para que comprenda Su Programa divino cuando es dado a conocer, cuando es reclamado, con el Mensaje de gran voz de trompeta que trae el Ángel mensajero que el Señor Jesucristo envía en este tiempo final. Por eso también dice Apocalipsis capítulo 22:6 El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado Su Ángel para manifestar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Dios ha enviado un Espíritu de Profeta en el fin del tiempo, en esta generación. El lo envía en un hombre con las dos conciencias juntas, para darle el Mensaje, la revelación divina del Programa de Dios para este tiempo, para que él dé testimonio de ese Programa divino, y todos los hijos de Dios reciban ese Programa divino y reciban la bendición de Dios: Un Programa divino en el fin del tiempo para bendición de cada hijo de Dios, los cuales están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. Por esa causa El envía a Su Ángel para dar testimonio de estas cosas. Hemos visto a Dios, al hombre y Su creación a través del tiempo, a través de las edades, de las dispensaciones, hasta este tiempo en que vivimos. Como hemos visto, en este tiempo Dios está llevando a cabo Su Programa. Y en ese Programa es que podemos ver a Dios manifestándose, hablándole a Su pueblo conforme a como El prometió, enviando Su Ángel para dar testimonio de estas cosas a todos los seres humanos, para profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. El trae un Mensaje de parte
8 REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO Seremos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo para vivir eternamente en un cuerpo eterno con juventud eterna. Estos cuerpos nos traerán una edad como de 18 a 21 años. Y así serán por toda la eternidad, en la flor de la juventud. Todo eso está preparado para todos los escogidos. Y en ese tiempo Dios llama a todos los escogidos con gran voz de trompeta, y los prepara para el gran evento de la Resurrección de los muertos y transformación de los vivos, para pasar al nivel más alto que un ser humano puede llegar, al nivel del Señor Jesucristo, el cual ha preparado el camino para cada uno de nosotros. Es el Programa divino para este tiempo, y está siendo dado a conocer antes que caigan los juicios divinos sobre esta Tierra. Esa es la forma en que todos los escogidos escaparemos del juicio divino, así como Noé escapó del juicio divino, del diluvio. El la dio a conocer y se preparó para que ese diluvio no lo destruyera a él. En este tiempo estamos conscientes que las plagas apocalípticas vendrán; pero hay una forma de escapar de esas plagas. El Programa divino nos da a conocer la forma. Siempre hay una puerta abierta para los hijos de Dios. Y escaparemos de los juicios divinos por esa puerta abierta. Y viviremos eternamente con el Señor Jesucristo. Y será una nueva generación, en un nuevo mundo lleno de amor, de felicidad y de paz, sin lágrimas en nuestros ojos. Porque El secará nuestras lágrimas. Y no habrá memoria del pasado. Todo habrá terminado. Las luchas de este mundo habrán terminado, los problemas de este mundo habrán terminado para nosotros cuando ya estemos transformados. Ese es el Programa de Dios para este tiempo. Y está siendo dado a conocer por el Mensaje de gran voz de trompeta. Y es para usted y para mí también. Y todo esto Dios lo lleva a cabo en la obra del Señor Jesucristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Segunda Venida con Sus Ángeles. Ya El llevó a cabo la obra del Cordero de Dios, dos mil años atrás, en la Cruz del Calvario, al morir por usted y por mí y pagar el precio del pecado. El pagó la deuda. Por lo tanto, usted no debe nada. Usted no tiene deudas. Usted está libre. DIOS, EL HOMBRE, Y LA CREACIÓN 5 embarcación, diseñada y construida conforme a como Dios le mostró a Noé. En aquel tiempo no llovía; pero Dios dijo que iba a destruir aquella generación con agua, con un diluvio. No había lluvia para hacer aquello; pero Dios dijo que así se llevaría a cabo. Muchas personas pensaban: Noé está loco. No puede venir un diluvio; pues no llueve. Está anunciando una cosa que no se ve. Pero la fe no mira lo que se ve, sino lo que no se ve. Y cuando Dios dice una cosa, las personas no lo ven, pero Dios lo dijo. Y un mensajero de Dios recibe esa revelación y comienza a decir eso; y después se ve. Pero para muchas personas cuando lo ven, ya es demasiado tarde, porque no creyeron en el momento que tenían que creer. En el tiempo de Noé, para creer en su mensaje, tenía que ser antes de diluvio. Y aquella generación tuvo ciento veinte años de oportunidad, de gracia, de misericordia de Dios; pero no aprovechó esos ciento veinte años; pero Noé si los aprovechó, y se puso a construir el arca. Y cuando terminó de construirla, todo estaba listo. Y Dios le dijo: Ahora, entren al arca. Los animales comenzaron a entrar, y éstos tenían más conocimiento de Dios que todas las religiones juntas y que todos los doctores en divinidad y en teología de aquel tiempo. Fue una verguenza para las religiones y los grandes doctores en divinidad y en teología de aquel tiempo. Usted puede ver que no es una cosa de estudiar mucho, sino de recibir la revelación divina para el tiempo en que uno vive, recibir la revelación que da a conocer el Programa de Dios para ese tiempo. Pero aquel Programa que Noé estaba dando a conocer no concordaba con el Programa de las religiones de aquel tiempo. Pero Dios ignoró a las religiones y los programas que ellos tenían, y protegió a Noé con ese Mensaje, que parecía un mensaje loco, pero era la revelación divina para ese tiempo dando a conocer el programa de Dios para ese tiempo. Los animales sabían más que todas las religiones y que todos los religiosos del Programa de Dios para aquel tiempo; pues ellos
6 REV. WILLIAM SOTO SANTIAGO pensaban: Dios es bueno, y no nos va a destruir con un diluvio, como dice ese loco Noé. Pero los destruyó porque no creyeron al mensaje de Noé, el único Mensaje de Dios para aquel tiempo, aunque parecía loco. Pero lo loco de Dios es más sabio que lo sabio de este mundo. Ahora, vimos que los animales entraron al arca, y luego Noé también entró al arca con su familia. Y dice la Biblia: Y Dios cerró la puerta. La Puerta del arca se cerró. La misericordia de Dios se cerró para aquella generación. La puerta del arca estuvo cerrada por siete días, una semana. Las personas de aquel tiempo pensaban: Ahora, Noé se metió al arca y cerró la puerta. Se encerró con esos leones ahí adentro y todos esos animales salvajes. Seguramente que se lo han comido a él y a su familia. Pero no fue así. Ellos estaban seguros en el arca. Al pasar esos días comenzó a caer una llovizna, una gotita de agua por aquí, luego otras por acá. Las nubes comenzaron a aparecer. El creador de los cielos y de la Tierra sabía cómo hacer agua allá en lo alto, en el cielo, y formar las nubes y luego caer la lluvia. Y comenzó así la lluvia en el tiempo de Noé. Y por eso hoy día tenemos lluvia. Pero antes no llovía. La lluvia vino como juicio divino. Actualmente es una bendición, porque las cosechas se llevan a cabo. En aquel tiempo vino el diluvio, pero Noé estaba seguro. Y los que no creían en el mensaje de Noé, no entraron al arca. Por lo tanto, vino el juicio divino, el diluvio, y se los llevó a todos. Y no conocieron el Programa divino hasta que vino el juicio divino, el diluvio. El Señor Jesucristo dijo: Como fue en los días de Noé, así será el día en que el Hijo del Hombre se manifestará. Así será la Venida del Hijo del Hombre. Y no conocieron, y vino el diluvio, y se los llevó a todos. Está mostrando el Señor Jesucristo que en este tiempo de la Segunda Venida del Hijo del Hombre, las personas del mundo, los gobiernos, las religiones y todos los sistemas de esta Tierra estarán tan ignorantes en cuanto al Programa divino que corresponde a este tiempo, que pueden ser comparados con la generación del tiempo de Noé, los cuales no conocieron el DIOS, EL HOMBRE, Y LA CREACIÓN 7 Programa divino para aquel tiempo. Esta generación estará en esa situación de ignorancia en cuanto al Programa divino. El Señor Jesucristo dijo que sería así. Por esa causa El dice: Yo Jesús he enviado a mi Ángel para dar testimonio de estas cosas a todas las iglesias, a todos los seres humanos, a todas las naciones... Para dar testimonio del Programa divino que corresponde a nuestro tiempo. Ese Programa divino que está encerrado en el Libro del Apocalipsis, es la revelación apocalíptica, la revelación del Señor Jesucristo para este tiempo final, como El anunció dos mil años atrás. El dijo que el Hijo del Hombre vendría con Sus Angeles. Y El dijo que se llevaría a cabo la gran cosecha del trigo y de la cizaña. El también dijo que enviaría a Sus Ángeles con gran voz de trompeta, y juntarían a todos los escogidos. Este es el tiempo de juntar a todos los escogidos con el mensaje de gran voz de trompeta. Este es el tiempo de la Segunda Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles llamando y juntando a todos los escogidos, porque hemos llegado al ciclo divino del juicio de Dios. De un momento a otro se van a derramar esos juicios divinos que están en el Libro del Apocalipsis. Pero antes Dios llama a todos Sus hijos, a todos los escogidos, con gran voz de trompeta, los prepara y luego lleva a cabo la Resurrección de los muertos y la Transformación de los vivos. De esto habló el apóstol San Pablo, escribiendo a los Corintios, en su Primera Carta, capítulo 15, verso 51-52: He aquí os digo un misterio (Es uno de los misterios del Reino de Dios): no todos moriremos, mas todos seremos transformados, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque será tocada la trompeta; y los muertos resucitarán primero. Y luego nosotros los que vivimos seremos transformados. Hay una transformación, un cambio en nuestros cuerpos. Necesitamos un cambio. Es un cambio para algo mejor. Seremos transformados y tendremos y tendremos un cuerpo eterno, un cuerpo para vivir por toda la eternidad, un cuerpo a imagen y semejanza del Señor Jesucristo. Y así el ser humano regresa a la imagen y semejanza que perdió con la caída en el Huerto del Edén.