Mujer bajando una escalera

Documentos relacionados
Oliver Sacks Gratitud Traducción de Damià Alou EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONA

Recuerdos durmientes

Tazas de caldo

Alas de mariposa. Pilar Alberdi

Señala la celda en la que coincide las mismas palabras

Por frecuencia Por orden alfabético

Habitaciones. con el aposento de la señora del castillo. Pozo Huerto de hierbas medicinales Herrería

BIRGIT. Gudrun Mebs Beatriz Martín Vidal

Cuentos para niños hechos por adultos La magia del cactus. escrito por Susana Villalón ilustrado por Patricia Barra

EDITORIAL EVERGRÁFICAS, S. L. Carretera León-La Coruña, km 5 LEÓN (España) Atención al cliente:

Un pasito y otro pasito

CLÁSICOS CONTADOS A LOS NIÑOS. Fábulas. edebé

COLECCIÓN LOS ANIMALES DE LA BIBLIA. Textos: Esther Villanueva Ilustración: Montse Adell. Edita: Aula7activa

En la carretera

LOS MEJORES CUENTOS DE. Ilustraciones Francesc Rovira

Qué tiene el rey en la panza?

Jesús Marchamalo. A mi tía María del Carmen Torices y a Brenda. Marc Torices

Nombre del Estudiante. Lectura Grado 3. El nuevo vecino

Mini, detective. Christine Nöstlinger. Ilustraciones de Erica Salcedo

LAS BRUJAS LAS BRUJAS. CAPÍTULO 1: Una nota sobre las brujas. - Cómo son las brujas de los cuentos de hadas? - Cómo son las de verdad?

Susana Lozano Gracia y Jorge Larraga Motos Un cuadro, Un cuento

El gusano que quería viajar Marco Bahanonde Miranda 1ºA

A Ballobar, capital de los cuentos.

Gracias a todas las familias que se mostraron solidarias con los damnificados por el huracán Odile!

EL ESPANTAPÁJAROS Y EL BAILARÍN.

La noche de los ninjas

Cuentos para niños hechos por adultos Superperro. escrito por Eva Carrasco ilustrado por Gabriela Gemain

Un pequeño Libro Inspirador SIMON SINEK. Ilustrado por Ethan M. Aldridge. Argentina Chile Colombia España Estados Unidos México Perú Uruguay Venezuela

a abajo abuela además adónde agarrar agua ahora al

Va a cumplir 90 años y nadie lo

Plan de mejora de las competencias lectoras en la ESO.

Ignacio se llamaba como su mejor amigo, su abuelo Nacho. Cuando Ignacio nació, su abuelo le dijo a todo el mundo: -Ignacio no va aprender a decir

Antoine de Saint-Exupéry. elprincipito. 017_principito_ES_tripa.indd 11 17/10/18 10:55

Título: ÁREA DE LENGUA. Tema 7. NIVEL: 3º PRIMARIA

I^arbapedro era mi tío marinero. Cuando yo lo conocí, Barbapedro vivía en un viejo barco de carga, allí en el Riachuelo. Vivía solo.

De cuando Homshuk conoció al Rayo Negro, regresó con su mamá, la que lo había molido, y le quitó el hambre

El jardín de piedras. Qué puede ocurrir cuando alguien tiene una nueva idea?

ZARAUTZ (puente de Diciembre-2012

Me llevó de la mano. Tía abuela Nora es como su casa. Vieja y rara. Me da un caramelo. Me deja solo en una salita.

texto ilustraciones Marta Jarque Daniel Jiménez

El agua es vida. Cuídala!. Hally

Colorín, colorado. Alumnos de 1º B del I.E.S. Monte Naranco. Departamento de Lengua castellana y literatura.

y La casa de los esqueletos asustados (INCLUYE OBRA DE TEATRO)

José Manuel Espino El apagón Ilustrado por Javier Dueñas

El último sordo TRIPA el último sordo.indd 1 TRIPA el último sordo.indd 1 26/5/11 12:26:02 26/5/11 12:26:02

Estaba aún dormida, pero sentía que se alzaba del sueño exactamente como un globo: como si fuera un pez de colores en una pecera de sueño, alzándose

Seguro que mamá se pondrá bien si le traigo agua. Voy a buscarla (PASAR A LA LÁMINA SIGUIENTE)

Es colocar una cosa al lado de otra pero sin ningún enlace que las una.

La Pequeñísima Havroshechka

Pedro y el lobo de S. Prokofiev

Belisario y el violín

Hubo una vez en este lugar

Buscando un papá. Te canso si hablo? ino puedo dormir.

Cómo va la recuperación tras la última operación?

Una visita en el cuarto de baño

LasMilMillas.com. Mini tip para Austria: el paso Hahntennjoch

JULIANA MUÑOZ TORO. Ilustraciones de Elizabeth Builes

Primeros escrutinios culturales y literarios Special Creative Writing Edition Summer Microrrelatos escritos por nuestros estudiantes

Evaluación del Período 4 Lenguaje y Comunicación

EL HOMBRE DE LA GORRA MARRÓN

Mamá, tengo miedo! Texto: Mireia Vidal Ilustraciones: Guillem Escriche. Los cuentos de la abuela

FINDE. semana en Barcelona. Jaime Corpas Ana Maroto

Nombre Curso: Fecha: - Quiero pan! Quiero agua! Quiero ese libro! -era su modo de pedir las cosas.

CASTILLOS EN EL AIRE. Ana Alcolea. Ilustración: Mercè López

Mi primo Félix es muy alto. El niño camina despacio. Olvidé los libros arriba. Después iremos al cine. No tengo dinero. Quizás venga otro día

CAPÍTULO 1. Una excursión familiar (Daniel y Lucía)

EL LEÓN QUE QUERÍA TENER AMIGOS

LISTA SEMANAL DE TAREAS 4 A PRIMARIA Sritas. Lupita y Patricia. AVISOS

1.ª edición, marzo Diseño: Taller Universo. ISBN: Depósito legal: M. 6157/2011

UNA CASA DIFERENTE. Marco llegaba por primera vez a aquel pueblo, su padre había cambiado de trabajo y se habían tenido que mudar.

Un Palacio de Cristal

edebé edebé José MarÍa plaza Te atreves a pasar miedo de verdad?

TEST D ESPAGNOL. Conçu et utilisé par les Centres d Etude des Langues. Nom de la personne concernée : N de téléphone : Entreprise : Date du test :

JORDI SURÍS. Trapos sucios

Con la colaboración en los talleres literarios de:

Dirección editorial: Raquel López Varela Coordinación editorial: Ana María García Alonso Maquetación: Concepción Moratiel

EMILIO GÓMEZ. 1. a Edición, 2016

Te ha llamado tu madre con urgencia alguna vez? Cómo lo ha hecho? Qué palabras ha usado para llamar tu atención?

Tres bichos raros. Mariasun Landa

LISTA SEMANAL DE TAREAS 3ero.B PRIMARIA Sritas. Aleida y Karla. A V I S O S

Vago por estos caminos perdido sin encontrar nada que sienta mío porque nada busco en concreto tan solo, seguir el curso del río.

LISTA SEMANAL DE TAREAS 2 B PRIMARIA Sritas. Selene y Karely.

Las Bodas de Caná Jn 2, 1-11

Shola y la tía de América

Mili llegó distinta ese día a la escuela. Primero pensé que tenía sueño, así que no

Ulises ES ÉN QUI

en el país de esopo en el país de esopo EN EL PAÍS DE ESOPO

Sábado. Domingo. Lee Escogiendo la palabra correcta. Busca la palabra verbo en el diccionario. Qué definición le gustaría más a Juan? Por qué?

Katia. La historia verdadera de una niña que vive en Nueva York (Estados Unidos)

HECHO LITERARIO GRUPO 1. Patricia Álvarez- Rementería Bermudo Sandra Leal Casado Mª Carmen Martín Unión Salud Vázquez García

Debes resolver este taller para poder presentar la evaluación de lengua castellana Lee el siguiente texto. La doncella del castillo

INTERCAMBIO CON FRANKFURT 2º ESO

EJERCICIOS DE ESPAÑOL. 6 GRADO. PRIMER BIMESTRE.

EL ESPÁRRAGO VERDE IVÁN BARRANCO ADARVE

Alas de shabat Por Shlomit Cohen Asif

Transcripción:

Bernhard Schlink Mujer bajando una escalera Traducción de Txaro Santoro EDITORIAL ANAGRAMA BARCELONA

Título de la edición original: Die Frau auf der Treppe Diogenes Verlag AG Zúrich, 2014 Ilustración: CSA Images / Getty Images Primera edición: mayo 2016 Diseño de la colección: Julio Vivas y Estudio A De la traducción, Txaro Santoro, 2016 EDITORIAL ANAGRAMA, S. A., 2016 Pedró de la Creu, 58 08034 Barcelona ISBN: 978-84-339-7954-4 Depósito Legal: B. 6710-2016 Printed in Spain Liberdúplex, S. L. U., ctra. BV 2249, km 7,4 - Polígono Torrentfondo 08791 Sant Llorenç d Hortons

Primera parte www.elboomeran.com

1 Tal vez vea usted el cuadro algún día. Desaparecido durante mucho tiempo, ha vuelto a aparecer de pronto... Todos los museos querrán exhibirlo. En estos momentos Karl Schwind es el pintor más famoso y más cotizado del mundo. Cuando cumplió setenta años apareció en todos los periódicos y en todos los canales de televisión; aunque tuve que mirarlo un buen rato hasta reconocer en aquel hombre mayor al joven que fue. El cuadro lo reconocí de inmediato. Entré en la última sala de la Art Gallery y allí estaba colgado, y me conmovió tanto como entonces, cuando entré en el salón de la Mansión Gundlach y lo vi por primera vez. Una mujer baja una escalera. El pie derecho se apoya en el último escalón, el izquierdo aún toca el escalón superior, pero ya se prepara a dar el siguiente paso. La mujer está desnuda, su cuerpo es pálido, el vello del pubis y el cabello son rubios y el cabello brilla al resplandor de una luz. Desnuda, pálida, rubia... Ante el fondo gris verdoso de una escalera y unas paredes difusas, se presenta al observador con una levedad en suspenso. Al mismo tiempo, con sus piernas largas, sus caderas redondeadas y plenas y sus firmes pechos tiene un peso sensual. 9

Me acerqué al cuadro despacio. Estaba turbado, igual que entonces. En aquel entonces me sentí turbado porque la mujer que había estado sentada frente a mí en mi despacho el día anterior, con unos vaqueros, un top y una chaqueta, aparecía desnuda en el cuadro. Ahora estaba turbado porque el cuadro me recordaba lo que entonces había sucedido, en lo que entonces me había metido y lo que, acto seguido, había borrado de mi memoria. Mujer bajando una escalera, decía un cartel al lado del cuadro, y también que se trataba de un préstamo. Encontré al conservador del museo y le pregunté quién se lo había prestado a la Art Gallery. Me dijo que no podía darme el nombre. Le dije que conocía a la mujer del cuadro y al propietario, y que le podía vaticinar que habría disputas sobre su propiedad. Frunció el ceño, pero insistió en que no podía darme el nombre. 10

2 Tenía la reserva del vuelo de regreso a Frankfurt para el jueves por la tarde. Como acabé las gestiones que debía llevar a cabo en Sidney el miércoles por la mañana, podría haber cambiado la reserva para esa misma tarde, pero me apetecía pasar el resto del día en el Jardín Botánico. Quería comer allí, tumbarme en la hierba y asistir a Carmen, en la Ópera, a última hora de la tarde. Me gusta el Jardín Botánico, que limita al norte con una catedral y al sur con la Ópera, en la que están enclavados la Art Gallery y el Conservatorio, y desde cuyas colinas la vista se extiende hasta la bahía. En el Jardín Botánico hay un palmeral, una rosaleda, un herbario, estanques, pabellones, esculturas y muchas praderas con árboles centenarios, abuelos con nietos, mujeres solas y hombres con sus perros, grupos de personas haciendo picnic, parejas de enamorados, lectores y gente que duerme. En la galería del restaurante que hay en medio del Jardín Botánico el tiempo se ha detenido: viejas columnas de hierro, una vieja barandilla forjada, una vista de árboles con zorros voladores y un pozo con pájaros de alas multicolores y largos picos curvados. Pedí la comida y llamé a mi colega. Él se había encarga- 11

do de preparar la asociación empresarial por la parte australiana y yo por la parte alemana. Como suele suceder en las asociaciones de este tipo, éramos a la vez socios y rivales. Pero teníamos aproximadamente la misma edad, los dos éramos socios sénior de uno de los últimos grandes bufetes que aún no habían sido adquiridos por los americanos o los ingleses, los dos estábamos viudos, y nos caíamos bien. Le pregunté por la agencia de detectives con la que solía trabajar su bufete y me dio el nombre. Algún problema en el que podamos ayudarle? No, sólo una vieja curiosidad que quisiera satisfacer. Llamé a la agencia de detectives. Dije que quería saber a quién pertenecía el cuadro de Karl Schwind de la Art Gallery de Nueva Gales del Sur, y que si vivía en Australia una tal Irene Gundlach o una Irene que en otro tiempo se hubiera apellidado Gundlach. El jefe de la agencia de detectives esperaba poder contestarme en unos días. Le ofrecí una prima si conseguía el dato para la mañana siguiente. Se rió: o conseguía la información en la Art Gallery aquel mismo día o le llevaría algunos días, con prima o sin prima. Dijo que me llamaría. Luego llegó la comida. Para acompañarla había pedido una botella de vino, que no pretendía beberme entera, pero que me bebí. De vez en cuando, los zorros voladores se despertaban, todos al mismo tiempo, y volaban ruidosamente desde las ramas alrededor de los árboles, volvían a colgarse de las ramas y a envolverse en sus alas. De vez en cuando, uno de los pájaros multicolores del pozo lanzaba un grito. De vez en cuando, también gritaba un niño o ladraba un perro o me llegaba el sonido de las voces de un grupo de japoneses como el gorjeo de una bandada de pájaros. Y, de vez en cuando, sólo oía el canto de las cigarras. En la pendiente que hay por debajo del Conservatorio 12

me tumbé en la hierba. Con traje. La idea, que siempre me había espantado, de andar luego por ahí con el traje arrugado y tal vez sucio no me asustó. Y, después, me resultó indiferente lo que pudiera aguardarme en Alemania. No había nada de lo que yo no pudiera desistir ni nada en lo que no se pudiera prescindir de mí. En todo lo que tenía por delante era sustituible. Lo único en lo que era insustituible era lo que quedaba atrás. 13