EL NEOCLASICISMO
CONCEPTO Y CRONOLOGIA: Durante el periodo histórico comprendido entre 1750 y 1815 se extiende una concepción razonada de la belleza que produce profundas transformaciones en el significado de la creación artística. Este periodo no se corresponde sin embargo con un estilo único, pero si hay un modelo dominante, inspirado en la antigüedad clásica. El Neoclásico surge así como una voluntad de recuperar el arte grecorromano, como modelo ético y estético, frente al barroco y el rococó, identificados por la burguesía como estilos de las cortes absolutistas contra las que luchaban. Sin embargo, no debe olvidarse que este esfuerzo recuperador de los modelos clásicos nace en los últimos años del Antiguo Régimen, en gran parte asociado al gusto por lo sobrio y lo moralizante propio de la mentalidad ilustrada. Los revolucionarios franceses hicieron suyo el Neoclásico porque lo asociaron con su ideal cívico y patriótico. Después será adoptado como estilo oficial por el imperio Napoleónico, que lo asociará a las veleidades imperiales de Napoleón Bonaparte y terminará por imponerse como estilo unificador, académico y estereotipado, frente al que, desde fecha muy temprana, empezaron a situarse las actitudes románticas, generadas desde el otro lado de la razón. EL SIGLO DE LAS LUCES El término ilustración pertenece a la historia del pensamiento y alude al sistema de ideas difundido por Europa en la segunda mitad del S. XVIII y que otorga un valor supremo a la razón. Para el arte, un siglo como el de las luces, que quiso hacer de la razón el eje del progreso humano, tendrá consecuencias decisivas. En primer lugar por que el pensamiento ilustrado otorgó autonomía a la creación artística, reforzándose el papel del artista como creador de objetos bellos. Pero al mismo tiempo, la belleza se considera tal si es portadora de valiosos contenidos morales. Esta teorización sobre la belleza impuso un determinado gusto, que considerará a la antigüedad clásica como modelo de perfección absoluta, que no cabía mas que imitar. Este fervor clásico coincidió con los descubrimientos arqueológicos de Herculano (1738) y Pompeya (1748), que suscitaron un enorme interés. Poco después aparecen dos obras fundamentales : las Reflexiones sobre la imitación del arte griego en pintura y escultura ( 1755) de Winckelmann, y la serie de grabados de Giovanni Battista Piranesi sobre las ruinas de Roma, restos de una majestuosa civilización perdida.
URBANISMO Y ARQUITECTURA Las mejores actuaciones urbanísticas tienen lugar en París y en Londres. En París se renueva la rue Rívoli, a partir de 1807, cuyos bloques de casas siguen un ritmo seriado, típicamente neoclásico. En Londres se configura un modelo, la terrace o bloque de viviendas de aspecto palaciego a lo largo de una calle o en torno a un parque. Los mejores arquitectos neoclásicos evidencian una voluntad de someter los edificios a una organización lógica, en la que se relacionen los espacios con los usos, tanto en sentido práctico como en el representativo. La antigüedad no se limita pues a proporcionar un repertorio de formas o unas tipologías, sino, ante todo, un carácter, que reside en la claridad estructural. En Francia, el arquitecto mas significativo es Jacques Germain Soufflot, autor de la iglesia de santa Genoveva, convertida durante la revolución en Panteón de hombres ilustres. A partir de 1789, la arquitectura neoclásica se pone al servicio de las ideas revolucionarias. La simplicidad de las formas clásicas se considera idónea para expresar el ideal revolucionario de austeridad moral y cívica. Esta misma arquitectura, con la llegada al poder de Napoleón en 1799, se convertirá en un arte de propaganda. De esta época es la iglesia de la Madeleine (1806) de Vignon, y el arco de triunfo de l'étoile, obra de Chalgrin, para conmemorar las victorias napoleónicas. En Alemania, Karl G. Langhans construye la puerta de Brandemburgo de Berlín. Karl Friedrich Schinkel es autor del Teatro Real de Berlín, aunque sin duda, la obra mas bella de neoclasicismo alemán es la Gliptoteca de Munich, obra de Leo von Klenze. En España, con la llegada al poder de Carlos III (1760), su arquitecto Sabatini, venido con el de Italia, construye la puerta de Alcalá, en Madrid, que aún tiene un cierto sabor tardobarroco. El primer arquitecto español netamente neoclásico será Juan de Villanueva. Entre sus obras destacan el Museo de Ciéncias Naturales ( hoy museo del Prado) y el Observatorio astronómico de Madrid. LA ESCULTURA DEL NEOCLASICISMO La escultura de este periodo rechaza el efecto pictórico de la escultura barroca y concede todo el protagonismo a la línea pura de contornos bien delimitados y a los conjuntos serenos y sobrios, que huyen de las sinuosidades barrocas. El material que tiene mas prestigio es el mármol blanco y los temas mas representados son las alegorías, los retratos, los mitológicos y los funerarios. Los dos escultores que dominan este periodo son el italiano Antonio Cánova (1757-1822) y el danés Bertel Thorwaldsen (1770-1844). Antonio Cánova fija su residencia en Roma en 1781, donde se forma dentro de la tradición de los escultores barrocos del S. XVII. Esta influencia se nota en su mejor obra de juventud: Eros y
psique (1793), pero la obra mas original de Cánova es el monumento funerario de la archiduquesa Maria Cristina de Austria, realizado entre 1798 y 1805 en Viena. También es muy conocido el retrato realizado de la hermana de Napoleón, Paulina Bonaparte, como Venus Vencedora. Thorwaldsen, a diferencia de Cánova, se inclina por una escultura basada en la proporción y en un idealismo formal bastante rígido, dotando a sus esculturas de una serenidad constante, como en Ganímedes y el águila de Zeus. La obra del italiano respira sensualidad, mientras que la obra del danés es serena y estática. LA PINTURA DEL NEOCLASICISMO. Los nuevos valores morales propuestos por la ilustración como reacción contra el hedonismo del rococó, llevan a la identificación entre belleza, bondad y virtud, de clara influencia platónica. Diderot defiende la responsabilidad del artista, que debe subordinar sus obras a la educación de la colectividad, por lo que el arte debe representar escenas que muevan a la virtud, a despertar en el espectador la moral cívica que se supone propia de la nueva sociedad. El modelo en que creen encontrar estos requisitos es la antigüedad greco - romana. Así, el sentido moral y la austeridad de la Roma republicana y las grandes tragedias griegas constituyen la fuente de inspiración mas importante de los pintores neoclásicos, el mas importante de los cuales es, sin duda, el francés Jacques Louis David. J. L. David ( 1748-1825) El juramento de los Horacios pintado en 1784, se considera la primera obra pictórica plenamente neoclásica. Pintada en Roma y mas tarde expuesta en París y en Londres, esta obra recibe la aclamación del público, no solo por sus valores formales, sino también por su intencionalidad política. Un tema histórico, ( el juramento de los tres hermanos Horacios por el que se comprometen a luchar por Roma contra los Curiaceos), en el que se expresa la virtud cívica y el sacrificio, la necesidad de luchar por la libertad y la virtud. La misma intención didáctica se aprecia en La muerte de Sócrates o en los líctores llevando a Bruto los cuerpos de sus hijos. Otra obra fundamental de David es la muerte de Marat (1793), una composición muy austera que recuerda un altar laico para una nueva piedad, donde Cristo es substituido por el revolucionario. Mas tarde será el pintor de la corte de Napoleón, a quién retrata numerosas veces, pintando también la monumental obra titulada La coronación de Napoleón (1805), donde nos muestra toda la pompa y el boato del nuevo imperio que ha disipado todas las ideas revolucionarias.
J.A. D. Ingres (1780-1867) Discípulo de David, defiende enérgicamente la tradición clásica, aunque mas que al arte greco - latino, su mirada se dirige a maestros como Rafael o Bronzino. La polémica entre clasicismo y romanticismo no le interesa, de la misma manera que se salta toda una serie de convencionalismos ( perspectiva) para reproducir la realidad tal como la ve el artista, la siente y la experimenta. En la bañista de Valpinçon, nos ofrece su peculiar manera de ver el cuerpo femenino, aunque para hacerlo tenga que sacrificar las proporciones anatómicas y deformar las líneas y los volúmenes. Para el lo importante no es la perfección de cada elemento, sino la síntesis por medio de la cual el artista evoca su propia visión. Lo mismo apreciamos en otras obras como la gran odalisca o el baño turco.
Goya (1746-1828) Francisco de Goya nace en Fuendetodos (Zaragoza) en 1746. Se forma en el taller de José Luzán, en Zaragoza. Después viaja a Italia, donde participa en el concurso de Bellas Artes de Parma con el cuadro Aníbal cruzando los Alpes (1771). De vuelta en España, contrae matrimonio con la hermana del pintor Francisco Bayeu en 1773. Dos años mas tarde, en 1775, se instala en Madrid, donde trabaja pintando cartones para tapices de la Real Fábrica, en obras como El parasol (1777)o La gallina ciega (1787), podemos observar ya la maestria de Goya en el uso del color y en la composición. Al mismo tiempo, introducido en los ambientes de la nobleza por la familia política, pinta sus primeros retratos, como el de la marquesa de Pontejos o el de la familia del duque de Osuna (1788). Los Retratos En 1780 es nombrado académico de Bellas Artes, y en 1786 entra en la corte como pintor de Carlos III primero, y de Carlos IV después. Por su taller pasan los reyes y gran parte de los personajes mas importantes de su tiempo, nobles, intelectuales y artistas. Sus retratos reflejan la personalidad del personaje independientemente de su posición social. La duquesa de Alba, Jovellanos, Su mujer, Josefa Bayeu, el torero Pedro Romero, el escritor Leandro Fernandez de Moratín, son algunos de los retratos de esta época, pero sin duda su mejor obra dentro del retrato es el que realiza de la familia de Carlos IV (1800-1801). Para esta obra, Goya realiza al menos diez bocetos individuales, que tuvieron una gran aceptación entre los monarcas, aunque hay una gran diferencia entre el idealismo de estos bocetos y la dureza del retrato definitivo. Goya coloca a la reina María Luisa en el centro, como mostrando que era ella quien realmente regía el país. A su lado están María Isabel y Francisco de Paula, sus últimos hijos, de quienes se decía que su padre era Godoy. A la derecha de la reina están Carlos María Isidro, el carlista, y delante de el esta el príncipe de Asturias, futuro Fernando VII, quizás el único personaje que Goya trata bien, tal vez porque entonces representaba al partido liberal enfrentado a Godoy. Al lado de este, una hermana del rey, María Josefa, conocida popularmente como "la tía Pepa" y una figura cuyo rostro no vemos. Esta figura para algunos es la prometida de Fernando VII, desconocida aún, y para otros es la hija mayor de los reyes, la infanta Carlota, que entonces estaba en Brasil y por lo tanto era desconocida para Goya. El grupo de Carlos IV esta formado por el mismo, detrás está su hermano Carlos Pascual y su esposa, doña Amália de Sajonia y completan el cuadro los príncipes de Parma, Luís de Borbón y María Luisa, famosa en las cortes europeas por aparecer en todas las recepciones con sus niños en brazos.
Los Grabados En ellos Goya nos muestra su visión de la sociedad y del hombre de su época. Realiza cuatro series: Los caprichos (1799), Los desastres de la guerra (1810-1814), La tauromaquia (1815) y los disparates (1816-1818). En los caprichos, Goya pone de manifiesto la ignorancia y la superstición de la sociedad de su tiempo y también las propias dudas y miedos del artista, como en el sueño de la razón produce monstruos. Losa desastres nos ofrecen una visión del lado mas cruel de la guerra, con una visión imparcial, la crudeza de estas imágenes golpea al espectador hoy todavía. Las pinturas sobre el dos y el tres de mayo En 1814, con la vuelta de Fernando VII, Goya pinta dos cuadros sobrecogedores sobre la guerra recién acabada: el dos de mayo de 1808 en Madrid, también llamado la carga de los mamelucos, y el tres de mayo de 1808 en Madrid, también llamado Los fusilamientos de la Moncloa, verdadero alegato contra la guerra. Las pinturas negras En 1819, Goya compra una casa en las afueras de Madrid, que pronto será la llamada "Quinta del Sordo", allí, pinta las paredes de su casa, dando rienda suelta a su imaginación y plasmando todos los horrores del mundo que le rodea. Son las llamadas "pinturas negras", un mundo esperpéntico y absurdo representado con una técnica agresiva que podríamos llamar expresionista. Es una crónica negra de un país atrasado y corrupto. En 1823, con la entrada de los Cien Mil Hijos de San Luis, Goya cree mas prudente abandonar el país y se dirige a Burdeos, donde muere el 16 de abril de 1828.