Ecólogos de la UIB han participado en la elaboración de un protocolo para evaluar la calidad ecológica de los ríos mediterráneos PARAULES CLAU: estado ecológico, ríos mediterráneos, clasificación, Directiva marco del agua La investigación llevada a cabo es esencial para dar cumplimiento a la Directiva marco del agua de la Unión Europea. Los primeros resultados indican que un 30 por ciento de las estaciones de toma de muestras no alcanzan la calidad mínima requerida. Dos torrentes de las Islas Baleares, entre los doce cursos de agua que han servido de modelo KEYWORDS: ecological status, mediterranean streams, classification, Water Frame Directive Resumen: El estudio realizado en doce cuencas hidrográficas del levante español, entre las que se encuentran dos de Mallorca, la de Sóller y la del torrente de Ternelles, en Pollença, ha servido para establecer un protocolo rápido de evaluación de la calidad ecológica (PRECE) que es aplicable a los ríos mediterráneos. Gracias a la labor de investigación llevada a cabo por las universidades de Barcelona, Illes Balears, Vigo, Múrcia, Almeria, Granada y Valencia, además del CEDEX de Madrid, con la colaboración de la Agencia Catalana del Agua, la Junta de Andalucía y el área de Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona, se dispone ahora de los instrumentos necesarios para poder determinar el estado ecológico de las aguas continentales, en este caso de ríos y torrentes, utilizando para ello criterios ecológicos tal como impone la Directiva Marco del Agua aprobada por la Unión Europea en el año 2000. El protocolo incluye la estandarización de la toma de muestras y la analítica de las propiedades fisicoquímicas del agua, la medida del caudal, la metodología necesaria para valorar la calidad del bosque de ribera y un índice que correlaciona diversos parámetros; entre ellos, la comparación de las comunidades de macroinvertebrados. Este índice permite evaluar el estado ecológico de un curso de agua en toda el área mediterránea. Los primeros resultados del estudio, realizado en doce cuencas hidrográficas que incluyen 65 cursos de agua y 157 estaciones de toma de muestras, indican que un
40 % de estas presentan una situación buena y un 30% una situación aceptable. El resto, otro 30%, se distribuye entre los rangos de calidad restantes: dudosa, crítica y muy crítica. l proyecto era, a partir de los retos que suponía la DMA, establecer un protocolo común que fuera de utilidad a las futuras autoridades competentes en las distintas demarcaciones hidrográficas, con el objeto de proceder a esta evaluación del estado ecológico de los ríos, en este caso mediterráneos En lo que respecta a las Islas Baleares, las dos cuencas hidrográficas estudiadas presentan grandes diferencias respecto a su estado ecológico. Así, la cuenca de Pollença, en torno al torrente de Ternelles, registra a lo largo del año hasta un 62% de puntos de muestreo cuyas características indican una buena calidad del agua. A estos hay que añadir otro 26% de puntos de muestreo que arrojan una calidad aceptable. Un 16% de las estaciones donde se hicieron los análisis presentaron una calidad del agua dudosa y solo en un 8% se pudo definir la calidad como crítica. En cambio, en la cuenca hidrográfica de Sóller, en la que se analizaron las aguas de los torrentes de Sóller y Fornalutx, sólo un 12% de las estaciones de toma de muestras puede calificarse como de buena calidad. Aceptable lo es un 52% de las estaciones, pero en 24% de los casos la calidad es dudosa y en otro 12% crítica. La Directiva marco del agua Entre las innovaciones que la Directiva marco del agua (2000/60/CE) introdujo en la legislación europea destaca la obligación de conseguir y mantener un buen estado ecológico de los ríos y lagos de todos los Estados miembros, independientemente del uso que se haga de sus caudales. Dicho así, puede parecer sencillo, pero no lo es. Porque, qué entendemos por evaluación del estado ecológico de un río, de un torrente, o de un lago? Quién, y basándose en qué parámetros, dice que un río goza de buena salud? En primer lugar, por tanto, habrá que establecer unas reglas del juego: ponerse de acuerdo sobre qué valores concretos serán la referencia. Así, podemos decir, como primera aproximación, que si hablamos del estado ecológico de un río tendremos que basarnos en criterios relativos y lo definiremos como la desviación que presenta este río respecto al valor admitido como referencia de su río tipo y que corresponda a unas condiciones inalteradas antrópicamente. Por tanto, al aprobarse la Directiva marco del agua (en adelante, DMA), se iniciaba una labor ingente para los investigadores. En primer lugar se tenía que establecer una tipología de los ríos, ya que los valores de referencia para un tipo de río y para otro no serán nunca los mismos. Se tenían que identificar, además, las condiciones biológicas que, posteriormente, serían el referente para cada uno de los tipos de río establecidos. Tampoco era tarea fácil establecer unas condiciones de referencia para cada tipo de río. Qué cabía medir? Dónde? Cuando? Investigadores de las universidades de Barcelona, Illes Balears, Vigo, Múrcia, Almeria, Granada y Valencia, además del CEDEX de Madrid, iniciaron el llamado proyecto GUADALMED. En todos los casos se trataba de especialistas que ya habían trabajado en ríos y torrentes mediterráneos. La idea central del proyecto era, a partir de los retos que suponía la DMA, establecer un protocolo común que fuera de utilidad a las futuras autoridades competentes en las distintas demarcaciones
hidrográficas, con el objeto de proceder a esta evaluación del estado ecológico de los ríos, en este caso mediterráneos. Se estableció que la coordinación de los siete grupos involucrados en el proyecto decayera en el grupo Ecobill del Departamento de Ecología de la Universidad de Barcelona. En realidad el proyecto GUADALMED se ha dividido en dos fases. En la primera - GUADALMED 1-, que ya ha finalizado, se decidieron las cuencas hidrográficas a estudiar. Al final fueron doce. Los objetivos en cada cuenca y para cada grupo de investigadores que realizaba su estudio fueron: 1) El estudio de las comunidades de macroinvertebrados 2) El estudio de las características del bosque de ribera 3) La definición de los índices de calidad biológica, del estado de conservación del bosque de ribera y de las características fisicoquímicas adecuadas para los ríos mediterráneos. 4) Establecer los rangos de variación de la calidad para los índices, en función de las características hidrológicas de los distintos tramos estudiados. 5) Estudiar la variabilidad temporal de estos índices a lo largo de dos ciclos anuales completos. El proyecto dispuso de una única base de datos, tanto para los valores físicoquímicos como para los macroinvertebrados y para los índices de calidad de ribera y hábitat. Los ríos elegidos para su caracterización. Los tipos de río. Los responsables del proyecto eligieron doce cuencas hidrográficas, diez situadas en la vertiente mediterránea de la Península ibérica y dos en la isla de Mallorca. En la Península se abordó el estudio de las cuencas del Llobregat, Besòs, Mijares, Túria, Júcar, Segura, Aguas, Almanzora, Adra y Guadalfeo. En Mallorca se estudió la cuenca de Sóller, con estaciones de muestreo en los torrentes Barrancs, Fornalutx y Sóller; y la de Pollença, con toma de muestras en los torrentes de Ternelles y Sant Jordi. En total las estaciones para la toma de muestras fueron 157 y afectaron a un total de 65 ríos y torrentes del área estudiada. Como se puede apreciar al ver la lista, tanto se estudiaron ríos que presentaban un caudal permanente, como ríos y torrentes con caudal intermitente, como es el caso de todos los insulares. Aunque la DMA ofrece dos sistemas alternativos para establecer la tipología de los ríos europeos, uno de ellos se mostró desde el inició muy poco adecuado. El problema, según los investigadores, era que este sistema se basaba únicamente en la localización geográfica del río y las características geológicas de la cuenca. De hecho, aplicando este sistema, los investigadores pudieron definir hasta 16 hipotéticos ecotipos de río en las doce cuencas estudiadas. El segundo sistema ofrecido por la propia DMA se Se han estudiado doce cuencas hidrográficas, diez situadas en la vertiente mediterránea de la Península Ibérica y dos en la isla de Mallorca.
basa en otro tipo de criterios: superficie del río, geología de la cuenca y posición en el eje río o afluente. Según este sistema de clasificación, las doce cuencas estudiadas podían corresponder a un máximo de seis tipos de río. Los investigadores quisieron encontrar un sistema más adecuado correlacionando diversas variables de cada uno de los ríos y corregir en cierta manera la falta de coherencia ecológica que presentaban los sistemas propuestos como referencia por la DMA. Así pues, a los criterios antes citados, el proyecto propone unir tres ecotipos más con propiedades hidrológicas, geomorfológicos y biológicas características: ríos temporales, ríos que nacen en un karst y ríos del llano aluvial. Aunque la tarea de tipificar los ríos mediterráneos no ha concluido, la clasificación propuesta por los investigadores ha demostrado ser coherente en la medida que a cada uno de los nuevos ecotipos es posible relacionar comunidades de invertebrados características. Las características fisicoquímicas del agua El segundo objetivo de los siete grupos de investigadores era estudiar las características fisicoquímicas de los caudales escogidos, crear una base de datos conjunta y esclarecer cuáles de esas características son las más constantes a la hora de definir el río o el torrente. Es obvio que la naturaleza de los materiales geológicos de cada cuenca, la vegetación, la temporalidad y el régimen de caudales han de afectar en gran medida a las características fisicoquímicas del agua, como también afectan otras variables no naturales, como la contaminación, sea directa o difusa, o la regulación de los caudales por medio de embalses. Con todos los análisis realizados en un mínimo de cinco estaciones de muestreo por cuenca y desde la primavera de 1999 al otoño de 2000, fue posible realizar una clasificación de los ríos respecto a la temporalidad o no de su caudal. Se comprobó que el sustrato geológico es determinante en la composición química de las aguas y que determinados parámetros son mejores que otros a la hora de ser utilizados para construir una tipología fisicoquímica de los ríos: el ph, la alcalinidad, la conductividad, el oxígeno disuelto, la temperatura o la concentración de los iones cloruro y sulfato. Las estaciones de referencia Como ya hemos apuntado, la DMA introduce la obligación de conseguir y mantener un buen estado ecológico de los ríos y los lagos en todos los Estados miembros. También hemos indicado que el estado ecológico de un río no se puede medir partiendo de criterios relativos, sino como la desviación que presente respecto a valores admitidos como referencia de su tipo de río en condiciones no alteradas por el hombre. Los investigadores, por tanto, tuvieron que establecer estaciones de muestreo donde las características de los ríos fueran "lo más naturales posible", con el objeto de establecerlas como
referencia. Lo primero que tuvieron que hacer fue decidir qué criterios podían ayudar a elegir estas estaciones de referencia. De hecho, de las estaciones que habían sido utilizadas para la toma de muestras con el objeto de canalizar física y químicamente el agua, un 72 por ciento se mostraron inservibles. O bien la calidad biológica estaba alterada, o bien el bosque de ribera presentaba perturbaciones. La selección de los criterios hizo que disminuyeran considerablemente los puntos de muestreo que, en los distintos ríos, pudieran desempeñar ese papel referencial. De hecho, los investigadores, basándose en su experiencia, habían propuesto hasta 54 puntos que podían desempeñar ese papel, al menos hipotéticamente, pero una vez aplicada su propia Figura 1. Distribución de las estaciones de toma de muestras de las distintas cuencas estudiadas en el proyecto GUADALMED según su rango de calidad por el índice QBR
metodología sólo 15 de esos 54 puntos cumplían realmente los requisitos para ser puntos referenciales respecto a los que se podría calcular el estado ecológico. 9) Que la concentración de nitritos sea más baja de 0,01 miligramos por litro de agua. 10) Que la concentración de fosfatos sea más baja de 0.05 miligramos por litro de agua. A partir de estas experiencias, los investigadores establecieron un decálogo de obligado cumplimiento para todo punto o tramo situado en un río o torrente mediterráneo que quisiera ser considerado un punto de referencia. 1) Que menos de un 10% de la cuenca sea utilizada para uso agrícola, urbano o industrial. 2) Que en el punto de muestreo, el bosque de ribera tenga una cobertura adecuada. 3) Que este bosque de ribera esté formado exclusivamente por especies autóctonas. 4) Que el bosque de ribera no presente alteraciones (fábricas, casas, polideportivos ) 5) Que el río o torrente no este canalizado y que el lecho sea natural. 6) Que el caudal correspondiente al punto de muestreo no esté regulado por ningún ingenio: presa, embalse, etc. 7) Que el sustrato del lecho del río o torrente sea el adecuado, correspondiente al tipo de río. 8) Que la concentración de amonio sea más baja de 0,5 miligramos por litro de agua. El diseño de un índice de diversidad de hábitat Para todas y cada una de las cuencas, en las 157 estaciones de toma de muestras, los investigadores aplicaron el llamado índice de calidad del bosque de ribera (QBR). Es éste un índice muy interesante y, además, esencial como se verá más adelante, porque influye de manera decisiva en la definición del estado ecológico de un río o torrente. El QBR posee cinco rangos y su valor va de 0 a 100: - Si es más alto de 95, el bosque de ribera mantiene su estado natural no alterado - Si el índice se sitúa entre 90 y 75 se califica el estado como muy bueno. - Si el QBR se encuentra entre 70 y 55, es aceptable - Si el valor se sitúa entre 50 y 30, la calidad es mala. - Finalmente, si el valor es menor a 25, la calidad es pésima. Tabla 1. El protocolo elaborado por el proyecto GUADALMED posibilita una escala de de calidad con cinco posiciones a cada una de los cuales corresponde su correspondiente rango de valores del índice IBMWP. En la tabla pueden observarse las equivalencias y el color atribuído a cada rango.
Figura 2. El 70% de las estaciones de muestreo presentaron aguas en situación buena y aceptable, aunque siempre se detectaron variaciones estacionales. El resto se sitúa en los peldaños más bajos de la escala de calidad: dudosa, crítica y muy crítica. En general, los ríos y torrentes mediterráneos están sometidos a una enorme variabilidad hídrica, tanto en el espacio como en el tiempo. Toleran periodos de sequía a veces muy prolongados y avenidas puntuales y de gran intensidad. Todas estas perturbaciones se reflejan en el bosque de ribera. De las 157 estaciones muestreada, un 34% presentaban un QBR superior a 75, es decir con un bosque de ribera de calidad. En cambio, un 45,3% presentaban un QBR inferior a 50%. Eso significa que buena parte de los ríos y torrentes mediterráneos padecen graves alteraciones en sus bosques de ribera. Aunque a simple vista pueda observarse que esta perturbación es más pronunciada a medida que nos acercamos a la desembocadura, los investigadores del proyecto GUADALMED lo han confirmado mediante un coeficiente de correlación entre altitud y valor del QBR. Este coeficiente confirma que existe más degradación del bosque de ribera cuanto menor es la altitud, pero también pone de manifiesto que existe continuidad en la degradación a lo largo de todos los tramos de los ríos y torrentes, extremo que no resulta tan obvio con una simple observación. En la figura 1 se puede observar la distribución de las estaciones de toma de muestras de las distintas cuencas estudiadas en el proyecto GUADALMED según su rango de calidad por el índice QBR. Es destacable ver como el gradiente de aridez se manifiesta en la ausencia de estaciones que presenten altos valores de QBR, lo que queda reflejado en los ríos Aguas y Adra, más meridionales. En cambio en el Guadalfeo esta correlación no se cumple, por cuanto depende del aporte de nieve de Sierra Nevada; ni tampoco se cumple en el Segura, que nace fuera del ámbito mediterráneo. En el caso de los torrentes mallorquines, la diferencia entre la cuenca de Sóller y la de Pollença es muy significativa. La falta de QBR elevado en el caso de Sóller está relacionada con la tipologia de los torrentes: eminentemente agrícolas, rodeados de bancales y con cabeceras en las que el agua circula muy temporalmente, lo que no deja que se desarrolle un bosque estructurado. El índice del estado ecológico Las muestras obtenidas en los 65 cursos de agua de la doce cuencas hidrográficas estudiadas sirvió a los investigadores para caracterizar el estado ecológico de cada uno de ellos. Todas esas muestras fueron compradas con las tomadas en estaciones de referencia que el proyecto había escogido según los criterios citados. Además, se tomaron muestras de invertebrados, se analizaron los parámetros
Figura 3. El IBMWP aplicado a las diferentes cuencas da resultados muy diferentes. En Baleares, las dos cuencas hidrográficas estudiadas presentan grandes diferencias respecto a su estado ecológico.
fisicoquímicos de las aguas, se evaluó el bosque de ribera mediante el índice QBR y se caracterizó el hábitat fluvial. Con todos esos valores obtenidos se generó una base de datos única. El objetivo era poder calcular el índice IBMWP (Iberian Biomonitorinyg Working Party), que relaciona todos estos parámetros entre si y define el estado ecológico de cada río y torrente. El protocolo elaborado por el proyecto GUADALMED posibilita una escala de calidad con cinco posiciones a cada una de los cuales corresponde su rango de valores del índice IBMWP. En la tabla 1 pueden observarse las equivalencias El 70% de las estaciones de muestreo presentaron aguas en situación buena y aceptable, aunque siempre se detectaron variaciones estacionales. Si se observa la figura 2, se puede comprobar como, considerando la totalidad de los ríos y torrentes mediterráneos estudiados, un 40% de los puntos de muestreo presentan una situación buena, mientras que en un 30% la situación es aceptable. El resto, otro 30%, se sitúa en los peldaños más bajos de la escala de calidad: dudosa, crítica y muy crítica. 24% es dudosa y en un 12% crítica. Observando la figura llama la atención que el torrente de Ternelles es, entre los ríos estudiados, uno de los que presenta mayor número de estaciones con calidad ecológica buena, comparable a los resultados arrojados por las cuencas del Segura y el Aguas. En general, para todos los ríos y torrentes mediterráneos, la degradación de sus bosques de ribera, desde las cabeceras hasta la desembocadura, y el progresivo incremento de vertidos de distintos residuos al caudal, se reflejan en los cambios que para un mismo río o torrente sufre el índice IBMWP. De hecho, tal como han podido esclarecer los investigadores del proyecto GUADALMED, los parámetros que más influyen en la variación del índice son, por una parte, la calidad del bosque de riebera, que si es elevada repercute de manera muy positiva en el IBMWP; la altitud, que pone de manifiesto que en las cabeceras la alteración es más débil; y finalmente la concentración de amonio en las aguas, que repercute muy negativamente en el índice. Una investigación que continúa Si se considera la estación del año, en la misma figura se puede observar como es en primavera cuando la mayoría de los puntos de muestreo presenta una mejor calidad. Casi un 80% de las estaciones se sitúan en calidades buenas y/o aceptables. El IBMWP aplicado a las distintas cuencas arroja resultados muy dispares (Figura 3). En Baleares, las dos cuencas hidrográficas estudiadas presentan grandes diferencias respecto a su estado ecológico. La cuenca de Pollença, correspondiente al torrente de Ternelles, registra a lo lago del año un 62% de puntos de muestreo con una calidad aceptable. Un 16% de las estaciones pueden calificarse de calidad dudosa y sólo un 6% de calidad crítica. En cambio, en la cuenca hidrográfica de Sóller, en la que se analizaron las aguas de los torrentes de Sóller y Fonalutx, sólo un 12% de las estaciones de toma de muestras pueden calificarse de buenas. Aunque la calidad es aceptable en un 52% de estaciones, en un Financiados por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, los equipos de los siete grupos de investigación han iniciado la segunda fase del proyecto GUADALMED, cuyos resultados no se conocerán hasta finales del año 2005. Sus objetivos son, entre otros: - Determinar los tipos de ríos presentes en catorce cuencas hidrográficas mediterráneas, utilizando uno de los sistemas propuestos por la DMA (sistema B) de regionalización. - Establecer una red de estaciones de referencia que sirva como modelo del buen estado ecológico para cada subtipo de río mediterráneo del levante español. - Estudiar en las estaciones de referencia los parámetros fisicoquímicos generales, los macroinvertebrados, los macrófitos y las características del hábitat y del bosque de ribera. Todos estos datos ampliaran la base recogida en el proyecto GUADALMED 1.
Proyecto financiado Título: Estado ecológico de los ríos mediterráneos en ambientes insulares. Regionalización, estaciones de referencia y métodos predictivos de evaluación de calidad Referencia: REN20001-3438-C07-02/HID Entidad financiadora: Ministerio de Ciencia y Tecnología Acrínimo: GUADALMED 2-Insulares Periodo: 2001-2004 Investigador responsable Doctor Gabriel Moyà Niell, profesor titular de Ecología Grupo de Ecología Acuática Departamento de Biología Edificio Guillem Colom Casasnovas Tel.: 971 17 30 42 E-mail: bielmoya@uib.es El doctor Gabriel Moyà, profesor titular de Ecología e investigador responsable del proyecto GUADALMED en las Islas Baleares. Otros miembros del equipo Doctor Guillem Ramon Pérez de Rada, profesor titular de Ecología Doctor Antoni Martínez Taberner, profesor titular de Ecología Josep Antoni Aguiló Ribas, profesor asociado Daniel Ramon, profesor asociado Maruxa Álvarez, becaria del Ministerio de Ciencia y Tecnología Cristina Ramon, becaria del Ministerio de Ciencia y Tecnología Otros grupos integrdos en el proyecto CEDEX. División de Ecología de los Sistemas Acuáticos Continentales. Madrid. Departamento de Biología Animal y Ecología. Universidad de Granada. Área de Ecología. Universidad de Vigo. Departamento de Biología. Universidad de Barcelona. Departamento de Biología Vegetal y Ecología. Universidad de Almería. Departamento de Ecología e Hidrología. Universidad de Murcia. Instituciones y entidades colaboradoras Agencia Catalana del Agua Junta de Andalucía Área de Medio Ambiente de la Diputación de Barcelona
Webs de interés http://www.guadalmed.org Página del proyecto GUADALMED Publicaciones PRAT, Narcís. 2002. El proyecto GUADALMED. Limnetica, 21: 1-3. ORTIZ CASAS, José Luis. 2002.La directiva marco del agua (2000/60/CE): aspectos relevantes para el proyecto GUADALMED. Limnetica, 21: 5-12. BONADA, N., N. PRAT, A. MUNNÉ, M. PLANS, C. SOLÀ, M. ÁLVAREZ, I. PARDO, G. MOYÀ, G. RAMON, M. TORO, S. ROBLES, J. AVILÉS, M. L. SUÁREZ, M. R. VIDAL-ABARCA, A. MELLADO, J. L. MORENO, C. GUERRERO, S. VIVAS, M. ORTEGA, J. CASAS, A. SÁNCHEZORTEGA, P. JÁIMEZ-CUÉLLAR, J. ALBATERCEDOR. 2002 - a. Intercalibración de la metodología GUADALMED. Selección de un protocolo de muestreo para la determinación del estado ecológico de los ríos mediterráneos. Limnetica, 21: 13-33. ROBLES, S., M. TORO, C. NUÑO, J. AVILÉS, J. ALBA-TERCEDOR, M. ÁLVAREZ, N. BONADA, J. CASAS, P. JÁIMEZ-CUÉLLAR, A. MELLADO, A. MUNNÉ, I. PARDO, N. PRAT, M. L. SUÁREZ, M. R. VIDAL-ABARCA, S. VIVAS, G. MOYÁ, G. RAMON. 2002. Descripción de las cuencas mediterráneas seleccionadas en el proyecto GUADALMED. Limnetica, 21: 35-61. TORO, M., S. ROBLES, J. AVILÉS, C. NUÑO, S. VIVAS, N. BONADA, N. PRAT, J. ALBATERCEDOR, J. CASAS, C. GUERRERO, P. JÁIMEZ-CUÉLLAR, J. L. MORENO, G. MOYÁ, G. RAMON, M. L. SUÁREZ, M. R. VIDAL- ABARCA, M. ÁLVAREZ, I. PARDO. 2002. Calidad de las aguas de los ríos mediterráneos del proyecto GUADALMED. Limnetica, 21: 63-75. BONADA, N., N. PRAT, A. MUNNÉ, M. RIERADEVALL, J. ALBA-TERCEDOR, M. ÁLVAREZ, J. AVILÉS, J. CASAS, P. JÁIMEZCUÉLLAR, A. MELLADO, G. MOYÀ, I. PARDO, S. ROBLES, G. RAMON, M. L. SUÁREZ, M. TORO, M. R. VIDAL-ABARCA, S. VIVAS, C. ZAMORA-MUÑOZ. 2002 - c. Ensayo de una tipología de las cuencas mediterráneas del proyecto GUADALMED siguiendo las directrices de la Directiva Marco del Agua. Limnetica, 21: 77-98. BONADA, N., N. PRAT, A. MUNNÉ, M. RIERADEVALL, J. ALBA-TERCEDOR, M. ÁLVAREZ, J. AVILÉS, J. CASAS, P. JÁIMEZCUÉLLAR, A. MELLADO, G. MOYÁ, I. PARDO, S. ROBLES, G. RAMÓN, M. L. SUÁREZ, M. TORO, M.R. VIDAL-ABARCA, S. VIVAS, C. ZAMORA-MUÑOZ. 2002 - b. Criterios para la selección de condiciones de referencia en los ríos mediterráneos. Resultados del proyecto GUADALMED. Limnetica, 21: 99-114. PARDO, I., M. ÁLVAREZ, J. CASAS, J. L. MORENO, S. VIVAS, N. BONADA, J. ALBATERCEDOR, P. JÁIMEZ- CUÉLLAR, G. MOYÀ, N. PRAT, S. ROBLES, M. L. SUÁREZ, M. TORO, M. R. VIDAL-ABARCA. 2002. El hábitat de los ríos mediterráneos. Diseño de un índice de diversidad de hàbitat. Limnetica, 21: 115-133. SUÁREZ, M. L., M. R. VIDAL-ABARCA, M. M. SÁNCHEZ-MONTOYA, J. ALBA-TERCEDOR, M. ÁLVAREZ, J. AVILÉS, N. BONADA, J. CASAS, P. JÁIMEZ-CUÉLLAR, A. MUNNÉ, I. PARDO, N. PRAT, M. RIERADEVALL, M. J. SALINAS, M. TORO, S. VIVAS. 2002. Las riberas de los ríos mediterráneos y su calidad: El uso del índice QBR. Limnetica, 21: 135-148.
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