UNIDAD 14.- LA CRISIS DEL ESTADO LIBERAL. LA SEGUNDA REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL. 14.1 Panorama general del reinado de Alfonso XIII. Intentos de modernización. El Regeneracionismo. Crisis y quiebra del sistema de la Restauración. La Guerra de Marruecos. Introducción. Panorama general del reinado: principales problemas. El Regeneracionismo. Los intentos de modernización. Crisis y quiebra del sistema de la Restauración: - Efectos de la Primera Guerra Mundial. - La triple crisis de 1917. - Crisis final del sistema (1917-1923). La Guerra de Marruecos. El sistema político de la Restauración, que se abrió en 1875, por su padre Alfonso XII, dio lugar a un periodo de estabilidad. Sin embargo no se afrontaron los grandes problemas de España. Por otra parte, el turno de partidos y la manipulación electoral dejaban al margen de la participación política a muchos grupos sociales. El Desastre de 1898 puso en evidencia que el país no funcionaba y generalizó un deseo de cambios en el desprestigiado sistema político. El reinado de Alfonso XIII comenzó en el mismo momento de su nacimiento, en 1886. Sin embargo, el reinado personal se inició en 1902, después de la Regencia de su madre Mª Cristina de Habsburgo. La Constitución de 1876 le otorgaba un papel relevante para nombrar y destituir gobiernos y dirigir las fuerzas armadas, se rodeó del sector más conservador del generalato. Su papel activo fue una de las causas de la crisis política de este periodo. Su reinado comprende dos periodos claramente diferenciados: La crisis del régimen de la Restauración, que culminó en 1923 y se caracterizó por una lenta descomposición política y social. La Dictadura del general Primo de Rivera, que puso fin al sistema parlamentario y acabó arrastrando en su fracaso, en 1931, tanto al rey como a la propia Monarquía, dando paso a la II República. En el ámbito internacional su reinado coincide con la I Guerra Mundial, con la profunda crisis que va desde 1917 a 1923, por la depresión económica de la posguerra y la revolución comunista en Rusia en 1917. El periodo que va de 1902 a 1923 transcurre en una permanente crisis política. Los problemas que encontró se fueron agravando en los siguientes años. Podemos agruparlos en diferentes aspectos: - El problema político: el caciquismo, el clientelismo político, el falseamiento electoral y el turno de partidos, que habían dado estabilidad al sistema de la Restauración, estaban puestos en entredicho. - El problema social: amplias capas de la población vivían bajo el umbral de la pobreza. - El problema del orden público: la conflictividad social iba en aumento, especialmente en las principales ciudades y en el campo andaluz; había cada vez más huelgas incontroladas y atentados terroristas.
- El problema nacionalista: el nacionalismo catalán iba creciendo y radicalizándose; consideraba insuficientes las reformas que se fueron haciendo, mientras que el ejército las veía excesivas. En 1905 estalló una grave crisis en Cataluña, porque los nacionalistas ganaron las elecciones municipales y los militares, alarmados, denunciaron lo que consideraban el triunfo del separatismo, así dos periódicos nacionalistas publicaron caricaturas y comentarios ofensivos para los militares, éstos como respuesta asaltaron e incendiaron las imprentas respectivas, en medio de los disturbios y protestas en la calle, se aprobó la ley de jurisdicciones, que identificaba los delitos contra el ejército, incluidas las injurias, como delitos contra la Patria, y los ponía bajo la jurisdicción militar. Esta ley contribuyó a la unión de las principales fuerzas nacionalistas catalanas, y obtuvieron en 1907 una contundente victoria electoral que hizo desaparecer por completo a los partidos Liberal y Conservador en Cataluña. - El problema religioso: republicanos, socialistas, anarquistas y algunos miembros del Partido Liberal acusaban a la Iglesia de tener demasiado poder e influencia; muchos conflictos sociales desembocaban en ataques al clero y a los templos. - El problema económico: la industrialización española había sido incompleta y muy localizada en pocos núcleos; las principales minas, ferrocarriles y grandes empresas estaban en manos extranjeras. - El problema colonial: España intervino desde 1906 en el norte de Marruecos y estableció un Protectorado en 1912. Para mantenerlo fueron necesarias continuas guerras que suponían un tremendo esfuerzo económico y humano. - El problema militar: el ejército estaba distanciado de los políticos desde el Desastre de 1898; sin embargo ganó protagonismo con la guerra de África y con su intervención para mantener el orden Aunque en numerosos manifiestos políticos del siglo XIX se insiste en la necesidad de una regeneración de la vida política, el Regeneracionismo como movimiento se gesta con el Desastre de 1898. Su principal representante es JOAQUÍN COSTA, que censuró el sistema político y el falseamiento de la democracia, propuso una serie de de reformas económicas y educativas que se resumían en el lema despensa y escuela. Hubo otro tipo de regeneracionismo intelectual y literario, representado por Miguel de Unamuno y Ramiro de Maeztu, que expresaban un pesimismo existencial e irracionalista y reflexionaban sobre la decadencia de España. Los perfiles de este movimiento son muy vagos. En general, se parte de una autocrítica y un deseo de renovación, aunque las soluciones que se ofrecen al problema de España son muy diversas. Hay un Regeneracionismo desde dentro del sistema, representado por los partidos del turno. Pero también hablan de Regeneracionismo las fuerzas ajenas al sistema: socialistas, anarquistas, republicanos, carlistas y nacionalistas. De una u otra manera, el Regeneracionismo impregna todo el reinado de Alfonso XIII. Entre 1898 y 1914 se dieron intentos de modernización promovidos por los partidos del turno, con Antonio Maura (conservador) y José Canalejas (liberal), influidos por el regeneracionismo. Partido Conservador: Francisco Silvela, líder del partido, después de Cánovas del Castillo, quien ya había expresado la necesidad de cambiar el rumbo del país en su célebre artículo Sin pulso. Falleció en 1905 y fue sustituido por Antonio Maura. Partido Liberal: Tras la muerte de Sagasta, su nuevo líder fue José Canalejas.
Antonio MAURA, jefe del gobierno conservador, planteó una Revolución desde arriba. Gobernó en dos ocasiones 1903-1904, y entre 1907-1909 (llamado el gobierno largo ). Su programa político se llamaba maurismo, cuyos principios son: conservadurismo católico, incorporar a otras fuerzas políticas al sistema, llevar una política exterior nacionalista y expansionista y conectar a la monarquía con la realidad social, pretendía configurar un Estado fuerte, capaz de desbancar a la casta caciquil como impedir que las clases populares adquirieran demasiado protagonismo. Entre las reformas que introdujo, podemos destacar una nueva ley electoral que pretendía erradicar el caciquismo, atrayendo a la masa neutra, haciendo el voto obligatorio, la Ley de Protección de la Industria Nacional y una serie de medidas sociales que incluían el descanso dominical y la regulación de la jornada laboral de mujeres y niños. Maura cayó en 1909 debido a los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona. ANTONIO MAURA Y ALFONSO XIII A partir de 1906, España inició su penetración en el norte de África El Protectorado español sobre el norte de Marruecos fue reconocido por las principales potencias en la Conferencia de Algeciras de 1606. En los años siguientes, compañías españolas comenzaron a explotar las riquezas mineras de la región. Sin embargo, su mantenimiento resultó muy costoso e impopular. En 1909, cabilas próximas a Melilla atacaron a los trabajadores españoles. El gobierno de Maura decidió enviar al ejército, a los reservistas, provocando un movimiento popular de protesta por su embarque, apoyados por anarquistas, socialistas y republicanos. Tras la noticia del desastre del Barranco del Lobo (1200 bajas) y coincidiendo con el inicio de una huelga general en Barcelona, se desencadenó la SEMANA TRÁGICA DE BARCELONA, que se saldó con, aproximadamente, ciento cincuenta muertos, sesenta iglesias quemadas y mil detenidos. El anarquista FRANCISCO FERRER Y GUARDIA, fundador de la Escuela Moderna fue ejecutado. Cayó el gobierno de Maura y los republicanos y socialistas sellaron su primera alianza electoral, que en 1910 consiguió un gran éxito y otorgó el primer escaño en las Cortes a Pablo Iglesias. Las barricadas en las calle de Barcelona, ha empezado la revolución. Fusilamiento de Ferrer en el Castillo de Monjuic
José Canalejas, jefe del gobierno liberal que sucedió a Maura, emprendió una política de regeneración nacional, buscaba una progresiva democratización del sistema y ampliar las bases sociales del régimen. Entre sus medidas, podemos citar la Ley del candado, que prohibía el establecimiento de nuevas órdenes religiosas; la Ley de Mancomunidades, en 1912, que suponía un primer paso para el autogobierno regional, aprobada en 1914 bajo el gobierno del conservador Eduardo Dato; la modificación del sistema de reclutamiento, que ponía fin a la redención en metálico del servicio militar, estableció el servicio militar obligatorio sin distinciones en caso de guerra; la supresión del impuesto de consumos y otras reformas sociales como la regularización de la relaciones laborales y la mejora de las condiciones de vida y trabajo. Fue asesinado en 1912 en la Puerta del Sol de Madrid. Tras ello, Alfonso XIII nombró jefe de gobierno a otro liberal, el conde de Romanones, a este le sucedió el conservador Eduardo Dato, que representa el final de los intentos de modernización (responsable de la neutralidad de la Gran Guerra). JOSÉ CANALEJAS En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial. España se mantuvo neutral, postura respaldada por todos los partidos, aunque el país se dividió entre aliadófilos y germanófilos, y se convirtió en suministradora de los países en guerra. Las exportaciones proporcionaron grandes beneficios a los terratenientes y a las empresas mineras y de manufacturas, pero se produjo una gran inflación que supuso pérdida de poder adquisitivo para los trabajadores de la ciudad y los jornaleros del campo. Esta situación agravó las diferencias sociales de la época, provocó una gran agitación social y el auge del movimiento obrero. Llegamos así a la llamada triple crisis de 1917, ya que confluyen la crisis militar, la parlamentaria y una huelga general. La crisis militar (junio) se produjo por la política de ascensos y el enfrentamiento entre africanistas y peninsulares; el gobierno ordenó la disolución de las JUNTAS MILITARES DE DEFENSA, que dirigían las protestas, pero no fue obedecido, exigiendo la regeneración de la vida política. Dato ordenó la suspensión de las garantías constitucionales. La crisis parlamentaria (julio) se desencadenó con la celebración de una asamblea de parlamentarios en Barcelona reclamando autonomía para Cataluña, tras la disolución de las Cortes. Con la huelga general revolucionaria de agosto se puso de manifiesto el poder de los sindicatos. El temor a la movilización obrera desactivó la protesta militar y parlamentaria. Entre 1917 y 1923 se produjo la crisis final del sistema. Los dos grandes partidos políticos se fragmentaron, de manera que era muy difícil formar mayorías parlamentarias; los gobiernos que se sucedieron fueron cortos, débiles e inestables, gobiernos de concentración; el nacionalismo catalán se radicalizó; la depresión económica que sobrevino tras el fin de la Primera Guerra
Mundial afectó a todos los grupos sociales; la Revolución Rusa produjo una radicalización del movimiento obrero; el terrorismo anarquista y el pistolerismo se adueñaron de Barcelona. Finalmente, la Guerra de Marruecos precipitó la quiebra del sistema. En 1921 se produjo el DESASTRE DE ANNUAL. Las tropas españolas, dirigidas por el general Silvestre, sufrieron una grave derrota en el Rif, sin proteger la retaguardia. La reacción de los rifeños no se hizo esperar y las cabilas de Abd-el-Krim atacaron por sorpresa. Se calcula que hubo 13.000 bajas y se perdió el territorio ocupado. Aunque el gobierno trató de ocultar la magnitud de la tragedia, se produjo una gran conmoción pública. Este Desastre puso en evidencia la deficiente organización del ejército y tuvo bastante repercusión política. Las Cortes abrieron una comisión de investigación presidida por el general Picasso. El 13 de septiembre el capitán general de Cataluña, MIGUEL PRIMO DE RIVERA, de acuerdo con el rey, lanzaba un manifiesto al país proclamando el estado de guerra y el establecimiento de una dictadura militar. El día 14 estaba previsto que se presentara en las Cortes el EXPEDIENTE PICASSO que, al parecer, podría apuntar la responsabilidad del propio Alfonso XIII en lo sucedido en Annual.