OSASUN SAILA Osasun Sailburua DEPARTAMENTO DE SANIDAD Consejero de Sanidad DÍA MUNDIAL SIN TABACO En Bilbao, a 30 de mayo de 2005. PALABRAS DEL CONSEJERO DE SANIDAD Buenos días. Como sabéis, mañana día 31 se celebra el Día Mundial sin Tabaco. El lema propuesto por la Organización Mundial de la Salud para este año es: Profesionales de la salud contra el tabaco Es claro, pues, que en esta ocasión la Organización Mundial de la Salud ha querido destacar el papel fundamental que corresponde a los y las profesionales de la salud a la hora de contribuir a la reducción del consumo de tabaco así como la importancia de incluir el control del tabaco en los programas de salud pública a nivel nacional, regional y mundial. Para ello, propone la difusión de un código de prácticas que deberían seguir todas y todos los profesionales sanitarios, y que vamos a hacer llegar a nuestros y nuestras profesionales. Donostia - San Sebastian, 1 01010 VITORIA-GASTEIZ Tfno. 945 01 91 61 Fax 945 01 92 10
De entre los puntos que se indican, se pueden destacar: 1. Servir de modelos de conducta, no consumiendo tabaco y promoviendo una cultura sin tabaco; 2. Disponer que no se fume en los locales de sus organizaciones y en los actos que celebren; 3. Incluir la lucha antitabáquica en el orden del día de todos los congresos y conferencias en los que sea relevante; 4. Asesorar de forma sistemática a sus pacientes sobre cómo dejar de fumar y realizar un seguimiento apropiado de sus objetivos de abstinencia de tabaco; 5. Participar activamente en el Día Mundial sin Tabaco; 6. No aceptar ningún tipo de apoyo por parte de la industria tabaquera; 7. Participar en las actividades de la lucha antitabáquica organizadas por las redes profesionales de salud; 8. Apoyar las campañas que promuevan los lugares públicos sin humo de tabaco, etc. Es decir, lo que la OMS está promoviendo es que las y los profesionales de la salud sean un referente y un modelo de la lucha contra el tabaco y que participen activamente en esa lucha desde la posición privilegiada que ocupan a la hora de aconsejar y orientar sobre la adopción de hábitos de vida saludables. 2
Y no se trata de una iniciativa banal. El tabaquismo es uno de los principales riesgos para la salud entre nuestra población. Así: El consumo de tabaco causa una elevada morbilidad y se halla relacionado con más de 25 enfermedades graves. Unas veces, es el principal factor causante de las mismas y, en todo caso, agrava aún más su curso. Cada día, siete personas mueren en Euskadi prematuramente por culpa del tabaco, esto es, más de 2.500 al año. Con respecto a las enfermedades cardiovasculares, el tabaco, debido a su capacidad de favorecer la aparición de arteriosclerosis, es el responsable directo del 30% de todas las cardiopatías coronarias. Además, no sólo incrementa la morbilidad por cardiopatía coronaria, enfermedad arterial periférica y dolencias cerebro-vasculares, sino también el riesgo de padecer aneurisma aórtico. Como consecuencia final de estos procesos patológicos, el 12% de los fallecimientos por enfermedades cardiovasculares, es decir, 705 personas, fallecen anualmente en la CAPV prematuramente con el tabaco como protagonista de su enfermedad. Si pasamos a las enfermedades respiratorias no tumorales, de nuevo el tabaco aparece como desencadenante de unas patologías también altamente invalidantes: las personas que fuman presentan niveles de función pulmonar disminuidos y sufren un riesgo incrementado de bronquitis y otras enfermedades crónicas del aparato respiratorio. Más del 90% de los casos de bronquitis 3
crónica, por ejemplo, se deben al consumo de tabaco. Las consecuencias, en cuanto a mortalidad, son tremendas: 580 personas, el 28% de quienes fallecen por enfermedades respiratorias, pierden la vida prematuramente en Euskadi porque el tabaco originó o agravó sus dolencias. El tabaco es, por otra parte, un factor causal decisivo en el capítulo de los tumores malignos, especialmente de los cánceres producidos en las zonas por donde pasa el humo del tabaco: cavidad bucal, laringe, pulmón. El riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón se halla estrechamente relacionado con el número de cigarrillos fumados y la edad de inicio del consumo. De hecho, es en este grupo de patologías tumorales respiratorias donde las consecuencias son más impactantes: anualmente, 1.286 personas fallecen en Euskadi por cáncer prematuramente porque el tabaco se cruzó en su vida. Pero, además del daño que el tabaco provoca en la salud de quienes fuman, la exposición involuntaria al humo ambiental del tabaco (el tabaquismo pasivo) está provocando un serio problema de salud pública. Esta exposición al humo del tabaco supone un riesgo considerable por la morbi-mortalidad que genera en la población no fumadora. Así, el impacto que el humo del tabaco ambiental tiene sobre la mortalidad es dos veces mayor que el producido por el conjunto de todos los contaminantes ambientales reconocidos como tóxicos y que son objeto de control. Por ejemplo, los menores que están sometidos al humo del tabaco ambiental presentan una mayor incidencia de infecciones de las 4
vías respiratorias altas, otitis media, sinusitis, bronquitis, neumonías, cataratas, cólicos postprandiales etc. Las personas adultas no fumadoras pero sometidas al tabaquismo pasivo presentan, a su vez, un incremento del número de casos de cáncer de pulmón, enfermedades cardiovasculares y respiratorias. En este contexto, pues, es lógico que lo primero que quiera en el día de hoy es reiterar nuestro compromiso en la lucha contra el tabaco. En todo caso, conviene decir que no partimos, ni muchísimo menos, de cero. Hay que reconocer el trabajo bien hecho por nuestros y nuestras profesionales en este campo. Un trabajo que se concreta, entre otras cosas, en las 600.000 consultas anuales de medicina general realizadas en Osakidetza para aconsejar, orientar, dar respuesta y ayudar a las personas que fuman en Euskadi. Esto, a su vez, se traduce en que cada año se oferta a más de 74.000 personas fumadoras terapias de deshabituación para abandonar el tabaco. De ellas, más de 19.000 deciden iniciar el tratamiento. Los resultados de esta actuación sistemática de nuestras y nuestros profesionales hablan por sí solos: unas 5.600 personas fumadoras dejan definitivamente de fumar cada año, según indica nuestra Encuesta de Salud. Pero este esfuerzo es sólo una parte de la tijera; tan necesario o, incluso, más es el otro filo de la tijera, la propia decisión de la persona 5
que fuma. Sin ella no sería posible tener éxito en la tarea de cortar con el tabaco. Dicho de otro modo, dejar de fumar es un proceso costoso, pero posible que, junto al seguimiento o tratamiento, requiere de una decisión seria y motivada por parte de la persona que quiere dejar de fumar. A veces, no se consigue a la primera. Es fundamental, como en todo proceso de cambio de conducta, intentarlo, tener paciencia, ir probando hasta llegar a la meta. Y esto significa tiempo, comprensión... para que se dé ese cambio de conducta. Los problemas crónicos no se resuelven de la noche a la mañana. Esto lo sanitario. sabe muy bien nuestro personal Por eso, dentro de la praxis normal de los y las profesionales de la salud se controla también el consumo de tabaco, se da el consejo médico oportuno -en función del momento en que se halle el o la paciente- y se hace el seguimiento de la persona fumadora en el proceso de abandono del tabaco, lo mismo que se controlan y siguen, por ejemplo, procesos como la hipercolesterolemia, la hipertensión u otros factores de riesgo para la salud de la persona que ha ido a consulta. Precisamente para dotar de nuevas técnicas de deshabituación tabáquica a nuestros y nuestras profesionales de la salud venimos impartiendo cursos de aprendizaje de esas técnicas desde el comienzo del Plan de Prevención, Control y Reducción del Tabaquismo, allá por 1993, en los que han participado más de 1.300 profesionales, en su mayoría de Atención Primaria y de los Servicios médicos de empresa. 6
Asimismo y para reforzar la importancia que se está dando desde el Departamento de Sanidad a este tema, los contratos-programa que se suscriben en todas las Áreas Sanitarias incluyen la lucha contra el tabaquismo como enfermedad crónica con vistas a motivar más aún a los y las profesionales de la salud en su esfuerzo contra este problema que todavía afecta a cerca del 26% de nuestra población y que presenta importantes riesgos. Resumiendo, cada día son muchas las personas que ven afectada su salud por el mismo elemento nocivo: el humo del tabaco. Y es cierto que, de algún modo, nuestra ciudadanía es consciente ya de los graves riesgos que supone el tabaco. Pero debemos conseguir que ese conocimiento se traduzca en un incentivo para tomar la decisión de abandonar el tabaco, y es aquí donde juegan un papel fundamental las y los profesionales de la salud. Por eso, queremos, una vez más, invitar a quienes desearían dejar de fumar (dos de cada tres personas fumadoras, según la Encuesta de Salud) a que, conscientes de los peligros que conlleva fumar, hagan realidad ese deseo de alejar el tabaco de su vida, porque aunque difícildejar de fumar es posible: de hecho, ya he dicho que unas 5.600 personas fumadoras dejan definitivamente de fumar cada año. En muchos casos, gracias al consejo y ayuda de nuestras y nuestros profesionales de salud y de las Asociaciones de lucha contra el cáncer, financiadas en parte por nuestro Departamento de Sanidad. Es claro que seguiremos potenciando esta oferta de deshabituación a las personas 7
que fuman, especialmente a través de los Centros de salud de nuestra red sanitaria de Osakidetza. Y para terminar, quisiera animar a las y los profesionales de la salud a que, siguiendo las recomendaciones de la OMS, nos ayuden a conseguir que cada vez haya más personas exfumadoras, a través del consejo, la orientación y la ayuda en técnicas de deshabituación. Y, a todas las personas, a que respeten cada vez más como la mayoría viene ya haciéndolo- el derecho de quienes no fuman a vivir, trabajar y disfrutar del ocio en lugares cerrados sin humo de tabaco. Muchas gracias por su atención. Gabriel Mª Inclán Iribar CONSEJERO DE SANIDAD 8
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