Padres de un colegio marianista, animadores de la fe de sus hijos La fe, el don más precioso para educar en familia (Benedicto XVI)
Perfil de los padres de un colegio marianista Los buenos padres dan la vida a sus hijos; les ayudan a crecer; les afirman y les consolidan; están cerca de sus hijos hasta el final, tanto en los momentos buenos como en los tiempos de dificultad. Los padres de un colegio marianista se comprometen a ser formadores de la personalidad de sus hijos, activos integrantes de la comunidad educativa y animadores de la fe de sus hijos
Animadores de la fe de sus hijos Los padres son los mejores educadores de la fe de sus hijos. Su palabra, su ejemplo, su oración es insustituible. A su vez, los hijos se convierten en estímulo constante de la vida cristiana de los padres. Llegar a convertirse en animadores de la fe de sus hijos, como lo propone el Proyecto Educativo Marianista, exige de los padres ser: 1. Testigos de la Fe para sus hijos. 2. Formadores de la fe de sus hijos.
1. Testigos de la Fe para sus hijos. La fe que no se vive, difícilmente se transmite. Lo que se vive se expresa, se comunica y se comparte. En la medida que sean testigos de la fe, podrán hablar de ella, proponerla y, en alguna medida, exigirla. Los hijos se merecen el testimonio cristiano diario de sus padres.
Ser Testigos de la Fe supone para los padres: Testimoniar los valores familiares del diálogo, el cariño, la comprensión, el respeto, el perdón y la alegría. Enriquecer la vida familiar con la inspiración del Evangelio, es decir, con el amor gratuito, la solidaridad con los pobres, la reconciliación. Destacar la celebración del domingo con la participación como familia en la Eucaristía y con un ambiente especial de fiesta.
Ser Testigos de la Fe supone para los padres: Explicitar las exigencias de la fe cristiana, por ejemplo, la preocupación por los más pobres, la confianza en las personas, el cuidado de los enfermos y ancianos. Evitar la sobrevaloración del dinero, del bienestar y del éxito; de las profesiones por el status social o por el valor lucrativo; el uso de métodos de competitividad agresiva en individualista en la familia
2. Formadores de la Fe para sus hijos. Los padres tienen que estar convencidos de lo que creen y esperan para poder estimular, acompañar y alentar la vida cristiana de los hijos y transmitirles su convicción cristiana. En cada uno de sus gestos y en cada una de sus palabras debe haber la expresión de una fe que se transparenta en la propia vida
Ser Formadores de la fe supone para los padres: Hablar de Jesucristo, hacer oración en la casa, ir a misa en familia, celebrar la Primera Comunión y Confirmación. Presentarse e identificarse como cristiano en su ambiente y entre los suyos. Formarse como cristiano. Aprovechar las instancias de formación que ofrece el colegio. Apoyar la formación cristiana de sus hijos. Participar activamente en la catequesis familiar de preparación a la Primera Comunión de los hijos. Colaborar en la formación de la fe de los demás, aceptando ser catequistas, animadores de grupo.
Ser Formadores de la Fe supone para los padres: Vivir como familia en sintonía con la Iglesia y con sus propuestas pastorales. Apoyar a la Iglesia y cuidar su misión evangelizadora Integrar una comunidad cristiana para vivir la fe y ayudar a vivirla. El colegio ofrece la participación en el Movimiento Marianista. Despertar el sentido de la responsabilidad apostólica y colaborar en obras y actividades de la evangelización en el trabajo, en el barrio y la parroquia Cultivar la sensibilidad social y comprometerse en obras de servicio y voluntariado. Apoyar la vocación religiosa o sacerdotal, cuando surge en los propios hijos, y orar por esta intención.