Cueva del Péndulo Portichuelo de Soria En Abril de 1968, un nutrido grupo de personas entre los que se encontraban, Gerardo Pérez Alemán, Presidente del «G.M. Gran Canaria», Jesús Cantero, Manuel Medina, Fernando Rodríguez, Francisco Ramos, Mariano Domínguez, Antonio Martín, Vicente Sánchez Araña, sus hijos, Juan y Tomás, así como Rafael Santana, prepararon la logística e infraestructura para su acceso. No les resultó fácil debido al «extraplomado» de la boca de la cueva. Esta circunstancia obligó al primer escalador, a «bascular», frente a la entrada de la cueva, hasta conseguir introducirse en ella. El resto utilizó una escala tipo «electronón». De ahí procede su denominación actual como «Cueva del Péndulo». Otra dificultad añadida es la ligera pendiente de la cueva en casi todo su interior que condiciona tanto su acceso como su tránsito. Tampoco debemos olvidar que el suelo no presenta roca sólida como apoyo sino que está formado por tierra y piedras sueltas, lo que obliga a desplazarse con precaución. Vista Frontal Panorámica desde el interior
La cueva es natural, poco profunda, amplia e irregular en sus medidas y distribución. Sus paredes dan la impresión de escasa consistencia y sorprende su revestimiento «artificial» mediante una capa apreciable y muy deteriorada, similar al «enfoscado» habitual pero de mayor grosor. Presenta inscripciones en sus paredes. Algunas no son fáciles de identificar pero la que destaca sobremanera es inconfundible y se encuentra en lo alto del arco superior (parte interior). Detalle del Grabado Allí están, Transcurridos cuarenta años de su descubrimiento, el pasado Sábado, 8 de Marzo de 2008, el G.M. «El Calvario», debidamente equipados, nos encaminamos hacia el Portichuelo de Soria. Se llega a este lugar por la carretera C-505, dejando atrás la localidad de Cercados de Espino y continuando hasta la Presa de Soria. Prácticamente, en este punto termina el asfalto y se convierte en pista de tierra hasta La Data, donde enlaza con la C-605 que viene de Ayacata. En una curva cerrada de este tramo, próxima a una finca con vivienda se encuentra el acceso a pie.
Nos aproximamos a la pared rocosa que alberga ambas cuevas, localizamos casualmente los anclajes ya existentes, y preparamos el descuelgue a la Cueva del Péndulo. Espárragos «nuevos» y uno de los dos anclajes «antiguos» El primer descenso hasta la cueva lo realizó Juan Carlos y, gracias a su pericia personal, nos facilitó el acceso a casi todos los demás. Andrés renunció a entrar y realizó las funciones de aseguramiento del resto. De esta forma, pudimos maniobrar con garantías y a base de destreza y paciencia, conseguimos entrar en la Cueva del Péndulo. La «despedida» clásica : «Ha sido un placer,»
Aunque este relato parezca una fantasía, esto no es un juego, tiene un riesgo de cierta consideración y su precio es elevado. No debes olvidar que el desnivel es de al menos 60 metros y el «extraplomo» representa una gran dificultad. Jose Angel, expectante en la «boca» Andrés, intentando el acceso Localización de la «Cueva del Péndulo»
Todos los aspectos reseñados anteriormente sobre la naturaleza de la cueva, la fragilidad de sus paredes «revestidas», la composición y el desnivel del suelo, la degradación de su interior, se observan en la siguiente panorámica. También se aprecia un «pequeño» silo elevado a la derecha. «Detalles» en el interior de la Cueva del Péndulo No seas imprudente, no intentes hacer lo que no estás capacitado, y procura ser responsable. En el caso que continúes obstinado y no controles tu soberbia, busca personas con garantías para poder realizar este tipo de aventuras. Respeta este enclave: observa, disfruta y no dañes lo que forma parte de nuestra historia. Nuestro último slogan lo expresa con claridad: El Calvario, donde tu vida pende de un hilo mientras tu mente vuela»
Inicio del descenso, a la búsqueda del «extraplomado» Los restantes éramos «invitados» de lujo
Reconozco que Clemente, es la marca que «garantiza» la fiabilidad de este tipo de aventuras; su experiencia y meticulosidad te da confianza. Las tareas de mayor dificultad se las repartieron «ex aequo», Clemente y Juan Carlos, mientras el resto colaboramos con nuestra mejor voluntad. La dificultad a la entrada de la Cueva del Péndulo es evidente Para la mayoría de los integrantes del grupo es una gran satisfacción alcanzar el interior de la Cueva del Péndulo. Nos consideramos unos privilegiados por lograrlo. Nos esperan nuevas «aventuras», si el cuerpo aguanta, «y las mariposas dejan de volar en mi mente» Continuará, con otras entregas
La salida de la Cueva del Péndulo aunque parezca sencilla, requiere su estrategia: las cuerdas se separan del frontis de la cueva si no se controlan debidamente y también al comienzo del descenso, se produce un efecto pendular que es conveniente evitar. Vista lateral de la «Cueva del Péndulo»
Los participantes del grupo (menos el fotógrafo), ante la «boca» de la Cueva del Péndulo Integran este grupo: Juan Carlos Clemente Jose Angel Andrés Manuel J. Tanto el autor como los participantes, declinamos cualquier responsabilidad por la utilización de esta información y las consecuencias que se deriven de ella. Cueva del Reatichuelo Las Palmas de Gran Canaria, 8 de Marzo de 2008