Orígenes y características generales de la sociología clásica Recuperación de nociones fundamentales Textos: Portantiero - Lucchini
Surgimiento y características de la Sociología Clásica El origen y desarrollo de cada campo de conocimiento se vincula siempre con las preguntas que plantea el desenvolvimiento social. Teniendo como antecedente el Renacimiento (SXV y XVI) en tanto primer momento de ruptura, la primera de las ciencias sociales en desarrollarse fue la teoría política, alrededor de la figura de Nicolás Maquiavelo (1469-1527). El surgimiento de los estados centralizados ponía en el centro del debate el tema del poder en el modo de producción capitalista entonces en expansión, poder que es pensado como un contrato voluntario entre sujetos jurídicamente iguales (Hobbes, Locke, Montesquieu, Rousseau).
El segundo campo en desarrollarse dentro de las ciencias sociales es el de la economía política (David Ricardo, Adam Smith), impulsada por los problemas del cambio y la circulación, y más tarde los problemas de la producción (comenzaba la revolución industrial). Tanto la teoría política como la economía, girando alrededor de las ideas de contrato y de mercado, sostenidas sobre el principio de igualdad jurídica entre los hombres, eran teorías que correspondían a un momento de expansión del modo de producción capitalista y ascenso de la burguesía. Generalizaban en el plano del pensamiento las relaciones sociales históricamente necesarias para el desenvolvimiento del capitalismo. Complementaban los avances de las ciencias naturales, contribuyendo a la secularización del mundo, a la proyección del hombre burgués al plano de dueño y no de esclavo de la naturaleza y la sociedad.
A mediados del SXIX, el orden capitalista ya ha madurado. Se han expandido las relaciones de mercado y el liberalismo representativo, y la Revolución Industrial genera nuevos conflictos, diferentes a los del pasado, que oponen a los nuevos actores sociales: la burguesía y el proletariado, vindicador del cambio social. Como reflexiones a partir de la crisis generada por el industrialismo aparecen tres vertientes claramente diferenciadas: El socialismo, proyectado al plano de la ciencia por Karl Marx, que ofrece una respuesta crítica y revolucionaria. La tradición de la Sociología Clásica que, por el contrario, ofrece una respuesta conservadora. Nace ligada a preocupaciones por mantener el orden social, funcionales a los intereses de la burguesía, que ha dejado atrás su fase revolucionaria. Es una ideología del orden, del equilibrio. Entre sus figuras más prominentes se destacan Auguste Comte y Emile Durkheim. La «sociología comprensiva» de Max Weber.
La Sociología clásica fue positivista en un doble sentido: 1- Necesidad de constituir a este nuevo campo de conocimiento como disciplina científica: sus fundadores sostenían que la nueva ciencia debía constituirse positivamente, es decir, aplicando el método científico. Desde este enfoque positivista, la sociedad será comparada a un organismo, y se pretenderá estudiarla tal como se estudia a la naturaleza, tomando como método el de la biología (en acelerada expansión durante el SXIX).
2- Reacción contra el negativismo (el aspecto crítico) propio del Iluminismo, que operaba a través del contraste entre la realidad y una Razón que trascendía el orden existente y permitía denunciar la miseria, la injusticia, el despotismo. A pesar de que el Iluminismo fue un antecedente directo y fundamental para el desarrollo de la Sociología, porque los iluministas fueron los primeros en abrir un campo de investigación sistemático para descubrir las leyes del desarrollo social, para los fundadores de la nueva disciplina la realidad no debía someterse a ninguna Razón trascendental. Se debían indagar las leyes científicas de la evolución social e instrumentar las técnicas para ajustar los conflictos que recorrían Europa. Los hechos, la experiencia, lo dado, eran priorizados por sobre cualquier intento crítico, negador de lo real. Esto llevaba a una aceptación de lo existente como natural.
Consideraban que la sociedad podía incluir procesos de cambio, pero éstos debían quedar incluidos dentro del orden. La tarea era desentrañar ese orden, las leyes que lo gobiernan, y corregir las desviaciones. Todo conflicto que tendiera a amenazar ese orden debía ser prevenido y combatido, lo mismo que la enfermedad en el organismo. La sociedad es concebida como un todo orgánico, superior y exterior a los individuos que la componen, unificado en sus elementos por los valores que le dan cohesión y estabilidad, y sustento a las normas que reglan la conducta de los individuos y a las instituciones en que se desenvuelven. Si los valores, normas e instituciones se alteran existe peligro de caer en la anarquía, en la anomia.